martes, 7 de diciembre de 2021

80 años de Pearl Harbor, el infierno que llegó desde el cielo: hora a hora, el ataque que metió a Estados Unidos en la Segunda Guerra

 

El 7 de diciembre de 1941, Japón atacó por sorpresa y sin una declaración previa de guerra a la Flota del Pacífico de Estados Unidos. Y convirtió a la Bahía de Hawái en la tumba de los acorazados. Más de 350 aviones lanzaron sus bombas y dejaron un saldo de casi 2400 muertos. Todo duró menos de dos horas Por Matías Bauso
El USS Arizona se hunde luego de ser alcanzado por las bombas japonesas. Es el 7 de diciembre de 1941 en Pearl Harbor. Estados Unidos entra en la Segunda Guerra Mundial (Charles Phelps Cushing/ClassicStock/Getty Images) El 7 de diciembre de 1941 apenas empezaba el día en Hawái, las fuerzas japonesas atacaron Pearl Harbor. El Almirante Isoroku Yamamoto había dicho que la flota norteamericana en Pearl Harbor era “una daga que apunta a la garganta de Japón”. Con el ataque, mientras dilataban las negociaciones de paz, Japón pretendía sacar ventaja del factor sorpresa e inutilizar la flota de Estados Unidos en el Pacífico para que demorara al menos un año en poder entrar en acción. Y forzarlos a ingresar en la guerra, algo que a esa altura se veía como inevitable. El ataque produjo graves daños a los norteamericanos. 

En menos de dos horas tuvieron 2.335 muertos, 15 buques fueron hundidos o gravemente averiados y 188 aviones fueron destruidos. 6 DE DICIEMBRE DE 1941 23.00 Hs. El Gral. Short y el Teniente Coronel Fielder, destinados en Pearl Harbor, salen con sus esposas de una fiesta. Vuelven a la base por un camino costero. La noche está esplendorosa. Ven el puerto y las instalaciones militares iluminadas.

 El general Short le comenta al otro: “Qué buen blanco somos, eh”. 23.50 Hs. Los japoneses preparan cinco mini submarinos para ser lanzados desde sus naves madres. Estos son más difíciles de detectar y pueden operar en las aguas poco profundas que van a atacar. Cada uno lleva dos torpedos y dos tripulantes. Los hombres saben que no sobrevivirán a la misión. 

Como luego harían los kamikazes dejan cartas de despedidas y siguen un estricto ritual antes de comenzar. 7 DICIEMBRE DE 1941 02.00 Hs En Washington terminan de decodificar la parte 14, y última, del mensaje japonés que el gobierno de Hirohito tiene pensado enviar al gobierno norteamericano media hora antes del ataque y que la inteligencia interceptó. Cuando se lo entregaron a Franklin D. Roosevelt, el presidente dijo: “Esto significa guerra”. Con los años se han hecho muchas especulaciones sobre si el primer mandatario de Estados Unidos sabía o no del ataque. Lo cierto es que no querían entrar en guerra sin declaración formal y sin que pareciera que habían agotado todas las instancias. El ataque a Pearl Harbor eliminó todas las resistencias que enfrentaba el presidente dentro de su país. Hubo varias señales de la agresión que los diplomáticos y militares norteamericanos subestimaron, despreciaron o ignoraron. 03.00 Hs

 La armada japonesa tiene todo listo para lanzar el ataque sorpresivo. 03.45 Hs Desde la cubierta de un barco que está en el puerto, dos oficiales norteamericanos ven algo a lo lejos. Uno de ellos dice que se trata de un periscopio. El otro le responde que es imposible que un submarino ingrese en esas aguas. De todas maneras dan el aviso, que nadie tiene en cuenta. Se trataba de uno de los mini submarinos. 05.00 Hs. El comandante japonés Mitsuo Fuchida está inquieto en su puesto, esperando el momento para lanzar el ataque. Se cruza con Shigeharu Murata, considerado el piloto más hábil de la flota. “Honolulu duerme”, le dijo el aviador. 

Fuchida estaba preocupado por si Estados Unidos estaba esperando la llegada de los japoneses. “¿Cómo sabe que no están avisados?”, preguntó. “Quédese tranquilo. La radio está pasando música lenta. No sospechan nada”. 06.10 Hs. Ya amaneció. Dos aviones japoneses de reconocimiento hicieron su trabajo. En el portaaviones Akagi los aviadores se preparan para el despegue. 06.20 Hs. En Pearl Harbor casi todos duermen. Hay unos pocos soldados de guardia.

 Y algunos están volviendo a sus casas después de salir a la noche. Está empezando el domingo y todo está quieto (los japoneses eligieron un domingo para que hubiera menos hombres en servicios y la respuesta al ataque demorara más). 06.30 Hs. Despegan los aviones que integrarán la primera ola. Son 183. Su objetivo principal es destruir todas las embarcaciones posibles. 06.35 Hs. Los aviadores que integrarán la segunda ola de ataque se alistan en sus naves. 06.40 Hs. En Washington creen que el mensaje de 14 partes japonés, aunque no emitido oficialmente todavía, significa que habrá un ataque inmediato a alguna o algunas de sus bases. Dan aviso urgente a las que están en el Pacífico. En especial a Filipinas y algunas islas del Caribe. 

Pero el mensaje no es enviado a Hawái, se supone, porque las condiciones climáticas lo impidieron. 06.45 Hs. Los primeros disparos de la jornada son norteamericanos. Un buque ataca a un submarino en las puertas de Pearl Harbor. Se trata de una de las mini embarcaciones. Creen que lo hundieron o que lo ahuyentaron y así lo comunican a la base. El general a cargo no le da importancia a la información. Está convencido que se trata de una falsa alarma. Ya ha habido varias. 07.10 Hs. Dos oficiales de guardia detectan algo raro en el radar. Parece un gran movimiento de aviones. Tardan en determinar qué puede ser. Dan aviso y otra vez un superior desprecia el dato. Les dice que no se preocupen, que debe ser una formación norteamericana que llega a instalarse a Hawái. 07.12 Hs. La tropa japonesa se acerca a su objetivo. 

El comandante Mitsuo Fuchida al ver los aviones recortados en el cielo todavía naranja dice: “Un glorioso amanecer para Japón”. 07.15 Hs. Otro barco en la base detecta un submarino. Y lanza una carga contra él. A los pocos minutos se vislumbra una mancha de aceite negro grande en el agua. Parece que le dieron. 07.18 Hs. Comienzan a despegar los aviones que integrarán la segunda ola de ataque japonés aunque todavía no se haya iniciado el bombardeo de la primera. La idea es no darle tregua a Estados Unidos y no perder el factor sorpresa

. Son 167 aviones más. 07.40 Hs. Uno de los aviones de reconocimiento pasa el parte de los objetivos que vio en el puerto: 9 buques de combate, 1 crucero pesado, 6 cruceros livianos. El otro avión sigue buscando los tres portaaviones de la flota del Pacífico (pero zarparon unos días antes). 07.47 Hs. El comandante Fuchida grita por su radio: “¡To! ¡To! ¡To!”. Es la primera sílaba de Totsugekiseyo que significa A la carga o Al Ataque. Es la señal definitiva de largada. 07.48 Hs. Comienza el ataque. El primer objetivo es alcanzado. Es la Bahía de Kaneohe.

 Hay 33 aviones norteamericanos de patrullaje que son destruidos por las bombas. El fuego gana el lugar. Se elevan las primeras columnas de humo del día. 07.50 Hs. Ahora la lluvia de bombas llega a toda la isla. Las naves norteamericanas son impactadas por las bombas y los torpedos. La sorpresa es total. 07.53 Hs. Fuchida emite el mensaje en clave acordado para avisar que el enemigo ha sido tomado por sorpresa. Luego se haría conocido como título de una excelente película bélica que brinda las visiones de los dos lados del ataque. Fuchida dice: “¡Tora! ¡Tora! ¡Tora!”. 07.57 Hs. Recién en este momento el comandante Logan Ramsey se da cuenta que están sufriendo una ofensiva japonesa.

 “PEARL HARBOR ESTÁ SIENDO ATACADO. NO ES UN EJERCICIO”, anuncia por la radio. 07.58 Hs. El Almirante Husband Edward Kimmel, jefe de la base, sale de su casa y se da cuenta de lo que ocurre. Sabe que es un desastre. No se trata de un escuadrón aislado, ni de un objetivo en particular. El cielo está cubierto de aviones enemigos. 08.00 Hs. Los primeros soldados norteamericanos recién llegan a sus lugares de combate. 

Y empiezan a defenderse cómo pueden. Los aviones japoneses ante la falta de respuesta hasta el momento vuelan muy bajo y aciertan en sus objetivos. Un norteamericano contó que llegó a verle la cara a un piloto japonés y como éste lo saludó irónicamente después de lanzar un torpedo contra un barco de guerra amarrado en el puerto. 08.05 Hs Ya nadie duerme en la isla. No importa que sea domingo. El ruido de las bombas y de las explosiones despertó a todos. El humo y el olor a quemado dominan la escena. Los aviones siguen pasando y lanzando su carga. 08.06 Hs. Los mensajes de los pilotos japoneses desde sus radios informan de los objetivos que están siendo alcanzados. La sensación es que todas las naves serán destrozadas y que la defensa nunca terminará de armarse. 08.08 Hs. Los primeros heridos comienzan a llegar al hospital de la isla. Los médicos entran corriendo; salieron de sus casas apenas escucharon los estallidos. Una bomba explota muy pocos metros del lugar. Se destaca una mujer de 48 años, la jefa de enfermeras Annie Fox.

 Mantiene la calma, dosifica los recursos, organiza los movimientos, asigna prioridades. Su labor luego es reconocida y se convierte en la primera mujer condecorada con el Corazón Púrpura. 08.10 Hs. El infierno parece que no se acabará nunca para los que están en tierra. Desde el aire el diluvio de bombas persiste. 08.11 Hs. El West Virginia es alcanzado por seis bombas y dos torpedos. El buque se hunde velozmente pero la tripulación puede escapar en su gran mayoría. 08.13 Hs. La suerte del Arizona es muy distinta. 

Está repleto de combustible. Las bombas ingresan al interior del barco. Cientos de tripulantes quedan atrapados en esa trampa mortal. Algunos mueren con los impactos iniciales, otros con las explosiones posteriores y muchos quemados y asfixiados. 08.15 Hs El Almirante Kimmel llega a su puesto de mando en la base. Ni en su peor pesadilla imaginó escenas como las que veía. No podía entender cómo su flota se hundía ante sus ojos. No parecía quedar ningún barco indemne. 

Los aviones seguían dañando a pesar de que ya había contraataques desde tierra. Kimmel lanzó un alerta para avisar que estaba siendo atacado. Pero de inmediato lo cambió a un estadio superior, a uno más grave. Creyó que había peligro de invasión. 08.17 Hs. El Arizona sufre otros dos impactos. Una explosión pavorosa. El estupor de los que miraban correr a los marinos correr por la cubierta del barco con las ropas en llamas fue peor cuando escucharon un ruido grave, furibundo, que tapó el resto de las explosiones, los motores de los aviones, los silbidos de las balas y el impacto de las bombas. Fue el crujido más fuerte que alguna vez hubieran escuchado.

El barco se partió en dos. Es el lugar que más bajas produce: 1177 muertos 08.20 Hs. Le informan al presidente Roosevelt del ataque. Uno de sus hombres dice que debe haber un error. Que Japón nunca lanzaría una ofensiva de este tipo sin declaración formal de guerra. Roosevelt le dice que está equivocado, que ese fue el modus operandi nipón en los últimos grandes ataques en el Pacífico. 08.25 Hs. El Oklahoma es alcanzado por un cuarto torpedo. Dan la orden de evacuarlo. El buque se va inclinando hasta darse vuelta en el agua.

 Mueren 415 soldados que no lograron escapar. 08.26 Hs. El Almirante Kimmel mientras da órdenes, avisa a Washington y reagrupa las fuerzas que quedan a disposición mira por la ventana de su despacho como los barcos a su mando son impactados y sus hombres mueren. Un disparo rompe la ventana y la bala roza su pecho, desgajando el uniforme pero no lo hiere. Tiempo después el marino dijo: “Preferiría haber muerto en ese momento antes de ver a mi flota ser despedazada”. 08.30 Hs. Los aviones japoneses se alejan de la zona. Se acalla el intercambio de disparos. Se escuchan algunos gritos, explosiones tardías y las llamas crepitando. En tierra impera el ruido de los motores de los camiones y los jeeps utilizados para transportar a los heridos. 08.40 Hs. Kimmel ordena que los barcos que puedan movilizarse y no tuvieran averías graves salieran del puerto por si eran atacados de nuevo. 08.50 Hs. La calma duró muy poco. 

El comandante Shigekazu Shimasaki encabezó la segunda ola. Otra vez los aviones cubren el cielo. Las defensas antiaéreas tratan de espantarlos. 08.51 Hs. Cordell Hull, el secretario de estado, recibe a Kichisaburo Nomura, embajador japonés en Estados Unidos. El diplomático le entrega el mensaje de 14 partes completo. Pide disculpas porque le ordenaron entregarlo una hora y media antes pero se demoró en la decodificación. Hull furioso le grita que es el mensaje más infame, falso y distorsionado de la historia. Se supone que Nomura desconocía que el ataque ya había sido lanzado. 

 Una vista aérea de Pearl Harbor la tarde del 7 de diciembre de 1941. Se ven los buques dañados o hundidos (Corbis via Getty Images) Una vista aérea de Pearl Harbor la tarde del 7 de diciembre de 1941. Se ven los buques dañados o hundidos (Corbis via Getty Images) 08.52 Hs. El jefe de prensa de la Casa Blanca se presenta en la sala de periodistas y les informa: “Los japoneses han atacado desde el aire todas las instalaciones y actividades militares y navales que Estados Unidos tiene en la Isla de Oahu, principal base de Hawái”. Con el correr de los minutos y las horas, Early fue ampliando los informes. 09.01 Hs.

 La radio de la CBS interrumpe su programación para informar en un flash de noticias del ataque. La información es breve y sucinta. Durante las primeras horas la programación siguió de manera habitual con actualizaciones de los partes hasta que se tomó real magnitud de los hechos. 09.10 Hs. Los aviones atacantes se centran en hangares y en los aviones rivales que están en las pistas. Destruyen gran parte de la flota. También atacan los buques que se habían salvado en la primera ola. 09.15 Hs Algunos de los aviones japoneses caen en picada impactados por las defensas antiaéreas. 09.30 Hs. Los ataques ceden. Los aviones se van retirando. El daño es enorme. 09.35 Hs. Los heridos son llevados a tierra firme. Hay mutilados, moribundos, gran cantidad de quemados. La situación es desastrosa. Los médicos y enfermeras no dan abasto

. Las camillas se ubican en la calle y se levantan carpas para atenderlos. 10.00 Hs Se difunde la declaración de guerra de Japón a Gran Bretaña y Estados Unidos. Cordell Hull declara que el accionar japonés fue “muy poco sabio ya que de manera inmediata unió a todos los pobladores de Estados Unidos”. 10.10 Hs. Los aviones que formaron parte de la primera ola regresan. Son recibidos como héroes. Los informes que los japoneses reciben es que el daño que propinaron fue enorme 10.15 Hs. Los comandantes japoneses debaten si lanzar una tercera ola. Todavía tienen objetivos por golpear. En especial de gran importancia logística: instalaciones en el puerto, fábricas, los depósitos de combustible. Pero deciden no arriesgarse. 

Sus bajas no fueron muchas y fueron muy inferiores a las del enemigo, destruyeron parte de su flota y de sus aviones de combate, aprovecharon el factor sorpresa y sacaron ventaja anímica, además de destartalar la fuerza americana en el Pacífico. Temen que el tercer ataque no sea tan efectivo ya que las defensas norteamericanas están alistadas. 10.30 Hs. Roosevelt cita en el Salón Oval a todo su gabinete, los jefes militares y sus asesores más importantes. Las informaciones llegan todavía confusas. Sólo se sabe que el ataque ha sido grave y los daños enormes. 

 Restos de los aviones destruidos por el bombardeo. las aeronaves se encontraban en los hangares o estacionadas en la pista (Corbis via Getty Images) Restos de los aviones destruidos por el bombardeo. las aeronaves se encontraban en los hangares o estacionadas en la pista (Corbis via Getty Images) 11.00 Hs. Roosevelt se reúne con los principales líderes del congreso. Les pide que se reúnan al día siguiente para declarar formalmente la guerra contra Japón. Se acababa la neutralidad norteamericana en el conflicto. 12.00 Hs Las naves japonesas retornan y se agrupan. De las 353 aviones que despegaron sólo no regresaron 29. En el ataque perdieron un submarino y, lo que ya se sabía previamente, los cinco midgets o mini submarinos. 12.30 Hs.

 El ataque japonés a Pearl Harbor no fue su única acción en el Pacífico en el día. Atacó también Guam, Hong Kong, Filipinas, Singapur e invadió Malasia y Tailandia. 14.00 Hs Durante todo el transcurso de la tarde y durante varios días se disparan falsas alarmar en Hawái y en toda la Costa Oeste sobre posibles ataques japoneses y se habló hasta de invasiones. 8 DE DICIEMBRE 06.00 Hs Los diarios norteamericanos anuncian la agresión en sus portadas. Informan con bastante certeza de las acciones y los daños y bajas sufridas. “Japón en guerra contra Estados Unidos y Gran Bretaña: Ataque sorpresa a Hawái”, tituló el New York Times. Discurso de Franklin D. Roosevelt 12.00 Hs Roosevelt habla ante el Congreso y a la nación. Su breve discurso quedó en la historia: “Ayer, el 7 de diciembre de 1941, una fecha que quedará como infame para la historia, Estados Unidos fue atacado por fuerzas navales y militares del Imperio del Japón.

 Estábamos en paz con Japón y a pedido de ellos, de su gobierno y su emperador, todavía en conversaciones para mantener la paz en el Pacífico. (…) La distancia entre Japón y Hawái demuestra que el plan fue orquestado hace semanas o meses y que el gobierno japonés ha intentado engañar de manera deliberada a Estados Unidos mediante declaraciones falaces y esperanzas falsas de mantener la paz. El ataque de ayer ha causado graves daños a las fuerzas militares y navales de nuestro país. Lamento informar que se han perdido muchas vidas. (…) Japón ha emprendido una ofensiva sorpresa por todo el Pacífico. (…) Nuestra nación siempre recordará este ataque. No importa cuánto tiempo nos tome superar esta invasión premeditada, el pueblo norteamericano con su honrada fuerza triunfará hasta la victoria absoluta. Con confianza en nuestras fuerzas armadas y con la ilimitada determinación de nuestro pueblo obtendremos un triunfo inevitable, con la ayuda de Dios”.

“Mi mamá se casó así de enamorada, mi papá del brazo de su amante”: la historia detrás de la foto vira

 

La boda de Luis y Elba tuvo una invitada muy particular, que hasta tuvo la osadía de posar para el fotógrafo al lado de los novios. “Mi mamá se enteró 15 años después. Y fue ella quien le contó que había mantenido una relación paralela con mi papá que duró un año y medio”, aseguró Paula a Infobae luego de ventilar una intimidad familiar que revolucionó Twitter Por Cinthia Ruth 7 de Diciembre de 2021 cruth@infobae.com




El tuit de Paula que se hizo viral Elba se casó completamente enamorada de Luis. Era el hombre de su vida, el que había elegido para formar una familia. Pero parece que él tenía tanto amor para dar que era imposible que ella fuera la única. Luis era un galán, un verdadero seductor. Y las mujeres destinatarias de sus piropos y su mirada cautivante caían rendidas a sus pies. 

No importaba si estaban en pareja o casadas. Ni siquiera evitó acercarse a la novia de su hermano, a quien conquistó meses antes de casarse con Elba. (Y todo esto es lo que cuenta su hija). La mujer en cuestión fue una de las invitadas al casamiento donde Luis y Elba oficializaron su relación. De hecho, hasta tuvo la osadía de posar muy sonriente para las fotos junto a los recién casados mientras su novio, el hermano de Luis, los miraba sin tener la más mínima sospecha. 

 A 52 años de la boda, una foto que publicó Paula -hija del matrimonio- dejó la infidelidad que su madre le reveló años después al descubierto y generó tanto revuelo en Twitter que se hizo viral. “Mi mamá se casó así de enamorada, mi papá del brazo de su amante”, escribió Paula al mostrar a la tercera en discordia. En la imagen se lo ve a Luis con una actitud ganadora, posando entre las dos mujeres, y a Elba que lo mira completamente enamorada sin sospechar que la novia de su flamante cuñado ocultaba un secreto perturbador. Paula se topó con esa foto de casualidad, días atrás, mientras ordenaba la ropa de su placard; y al recordar lo que su mamá le había contado decidió tuitearlo sin imaginar la catarata de comentarios que generaría esa confesión. 

“Todavía no entiendo por qué mi mamá nunca rompió esa foto y me la regaló”, se preguntó una y mil veces sin encontrar respuesta. “Esa mujer era la novia del momento de mi tío. Nunca llegó a ser alguien importante. Ni en la vida de mi tío ni en la de mi papá, pero salieron durante un año y medio. Pero ella no fue la única. Mi papá le fue infiel a mi mamá toda la vida”, admitió Paula a Infobae a pocos días de que se cumplan dos años del fallecimiento de Elba. En ese entonces, su padres vivían en Parque Avellaneda y mantenían una relación fluida con la mujer de la foto. Incluso, cuando se separó del hermano de Luis, ella comenzó a salir con un amigo que tenían en común y la siguieron frecuentando.

 “Mi mamá supo de muchas infidelidades pero nunca sospechó de ella. Es más, se enteró porque fue la propia mujer quien le blanqueó que habían tenido un romance. Lo hizo cuando se separó de mi tío, cuatro años después de la boda. Le pidió disculpas y como ella era tan buena la perdonó. Y a mi papá también”, relató Paula. “Mi papá nunca lo negó. De hecho, cuando la mujer le contó su verdad lo hizo delante de mi papá. Él dijo que había sido algo pasajero y tiempo después le terminó admitiendo que al momento de casarse también tenía otra amante a la cual sigue viendo hasta el día de hoy ya que la señora está casada y tiene dos hijos”, señaló la mujer al referirse a la conducta reincidente de su padre. Paula tiene 47 años, es la tercera de 3 hermanos y nació cuando sus padres ya llevaban 5 años de casados. 

Durante su infancia vivió momentos que prefiere olvidar pero que aún conserva en su memoria con lujo de detalles. Y a puro coraje, tuvo que sortear situaciones familiares que eran poco comunes para chicos de su edad. “La que siempre laburaba y paraba la olla era mi mamá. Tuvo una heladería, un kiosco, limpió casas, trabajó como niñera, cuidó ancianos... hizo de todo”, recordó Paula sobre los esfuerzos que hizo para sacar a la familia adelante. Luis se ganaba la vida como maestro mayor de obra y su trabajo era bastante inestable. Cuando Paula tenía 8 años, se fueron a vivir a Chubut y asegura que hubo un episodio que la marcó por completo. En 1978, contratado por el gobierno militar de esa época para construir casas en Comodoro Rivadavia, Luis también habría tenido una amante en la Patagonia. “Me acuerdo como si fuese hoy que mi vieja fue a buscar a mi papá hasta la casa de una mujer chilena, que sabía perfectamente que andaba con él. Mis hermanos y yo la acompañamos. 

Nos llevó de la mano. Y cuando se abrió la puerta salió mi papá con la misma cara que se lo ve en la foto del casamiento y le dijo; ‘Nena no me hagas quilombo, vamos para casa’. Y así fue, nos fuimos todos sin decir una sola palabra”, admitió con la voz quebrada. “Lamentablemente uno no puede elegir el padre que lo tocó y mi mamá era todo corazón”, señaló Paula antes de irrumpir en llanto. Finalmente, Elba y Luis se separaron cuando Paula tenía 15 años. Fue ella quién lo dejó, cansada de sus infidelidades, por otro hombre que con el tiempo -según contó Paula- resultó mucho peor. “Era una mierda este tipo. Mi papá, más allá de haberle sido infiel toda la vida, nunca la insultó, ni le levantó la mano. No fumaba ni tenía vicios”, lo defendió.

 Tras separarse, Luis nunca más volvió a formar pareja: siempre mantuvo relaciones ocasionales y además siguió frecuentando a su amante casada, quien ahora tiene 85 años y es dos años mayor que él. “Mi papá a los 83 años años sigue siendo igual y no para de sorprendernos. Para que tengas una idea, ahora está de novio con una mujer de 43 años que podría ser mi hermana”, se resignó. Actualmente, Luis vive con su hijo mayor en una casa que Elba había comprado con su última pareja. Vive de la pensión que ella le dejó y tiene muy poca relación con Paula y su hermano menor. De hecho, casi ni se hablan por teléfono y prácticamente no visita a sus nietos. 

 “Lamentablemente mi mamá estuvo enamorada de mi papá hasta el día en que murió. Se lo veía en la cara, tal cual quedó retratado en la foto del casamiento. Él era el famoso picaflor. Pero uno no elige de quién enamorarse…”, la justifica. Elba llegó a comparar la infidelidad de Luis con una enfermedad que no tenía cura. “En la familia ya estábamos como resignados de su conducta de seductor. Pero nunca se me ocurrió juzgar a mi mamá por que lo perdonó mil veces. Cada uno sabe por qué lo hace”, concluyó Paula, cuya madre ahora descansa en paz y pudo “llegar a reírse en vida” de todo lo que pasó con las amantes de su marido.

Tensión cambiaria: cuál es el unicornio argentino que empezará a vender dólares financieros

 

Una de las billeteras digitales que incursionó en los fondos comunes de inversión ahora quiere meterse en el negocio de las sociedades de Bolsa Por Jorgelina do Rosario y Carolina Millan (Bloomberg)
La startup argentina de servicios financieros Ualá lanzará su propio servicio de sociedad de Bolsa para potenciar las opciones de inversión que ofrece a sus clientes a través de su aplicación de billetera virtual. Ualintec Capital comenzará a operar este martes y permitirá a algunos usuarios del país sudamericano comprar dólares a través de un tipo de cambio paralelo conocido localmente como “Dólar MEP”, dijo Pierpaolo Barbieri, fundador y director ejecutivo de la empresa. Ualá tiene previsto permitir a los usuarios comprar certificados de depósito de acciones estadounidenses, conocidos como Cedears, y ofrecer sus propios fondos a principios de 2022.

Ualá, valorada en USD 2.500 millones en su última ronda de inversión, es una de las muchas empresas de tecnología financiera que se enfrentan a los bancos tradicionales a medida que la clase media de la región busca servicios financieros más sofisticados. En Argentina, donde la inflación anual supera el 50%, la opción de que los usuarios de Ualá inviertan el efectivo de sus billeteras electrónicas en un fondo de inversión de money market ganó rápidamente popularidad, con la adopción de 1,3 millones de usuarios de los 3,5 millones que tiene en el país. 

 “Queremos complementar el fondo común de inversión con ofertas que puedan ofrecer una mejor rentabilidad o un perfil de riesgo diferente” (Barbieri) Los clientes podrán seguir invirtiendo en ese fondo del mercado monetario, que se ofrece desde noviembre de 2019 a través de una asociación con el corredor local SBS Asset Management SA. Ahora, Barbieri quiere dar a sus usuarios la opción de invertir en sus propios productos. “Queremos complementar eso con ofertas que puedan ofrecer una mejor rentabilidad o un perfil de riesgo diferente”, dijo en una entrevista telefónica. Dado que Ualá tiene más del 30% de todas las cuentas de inversión en Argentina, “¿por qué le daríamos ese negocio a otro broker?” La compra de dólares a través de una serie de operaciones de bonos conocidas como “Dólar MEP” ha ganado popularidad en Argentina en medio de estrictos controles de capital que solo permiten a los ahorristas comprar hasta USD 200 al mes a través de los canales oficiales, ya que el Gobierno busca preservar las reservas internacionales del banco central. 

Estas compras también pagan altos impuestos. El tipo de cambio MEP es de unos 200 pesos por dólar, el doble que el oficial, que se cotiza en torno a los 100. Ualintec cuenta con un equipo de unas 20 personas liderado por Andrés Rodríguez Ledermann, director de gestión patrimonial de Ualá. Los usuarios mayores de 18 años podrán acceder a las opciones de inversión a través de la aplicación habitual de Ualá. Como parte de su plan de crecimiento, la empresa anunció a principios de este año la compra de un banco en Argentina y de otro en México, iniciativas que le permitirán tener una licencia bancaria en cada país una vez que los reguladores locales finalicen los acuerdos. 

Barbieri declinó hacer comentarios sobre el progreso en la obtención de esas aprobaciones. La compañía también anunció la semana pasada que estaba ampliando su programa de fidelización en Argentina a todos los clientes del país y agregando más servicios, incluida una alianza para permitir a los usuarios acumular millas de viajero frecuente con American Airlines. El conglomerado japonés SoftBank Group Corp. y el gigante chino de internet Tencent Holdings Ltd. lideraron la ronda de financiación de serie D más reciente de la empresa, de USD 350 millones. La empresa también está respaldada por inversores como George Soros, Steve Cohen y Goldman Sachs Group Inc.

lunes, 6 de diciembre de 2021

CON GRAN CONVOCATORIA CERRÓ EL SEGUNDO DÍA DE FIT 2021


 El turismo se vistió de fiesta en la segunda jornada de la 25° edición de la Feria Internacional de Turismo con un gran acompañamiento del público que colmó los stands y disfrutó de shows, colores y sabores de cada provincia de Argentina y de distintos lugares del mundo. Durante la jornada los stands participantes ofrecieron promociones, sorteos, charlas, clases de cocina, degustaciones de comidas típicas y muestras artísticas y shows. Las familias que visitaron la FIT vivieron experiencias únicas para todas las edades a través de simuladores de realidad virtual, juegos interactivos, bandas en vivo, bailes típicos de distintos rincones de Argentina y el mundo.

 El espacio FIT SHOW reunió, además, comparsas de los carnavales más representativos de nuestro país y bailes típicos de toda Argentina. A través del FIT SALE, los visitantes pudieron comprar sus próximas vacaciones, aprovechando los beneficios del Previaje y el asesoramiento profesional de las agencias de viajes. Por su parte, los auditorios presentaron una variada oferta de charlas, exposiciones y capacitaciones que mostraron las maravillas de los distintos puntos turísticos del país y del mundo. Una variedad de temas que abarcaron desde el turismo deportivo como herramienta de crecimiento y la naturaleza como atractivo de viaje hasta la presentación de las temporadas de verano 2022 en los distintos puntos de nuestro país.

 “Vivimos otra gran jornada en FIT 2021, que está superando nuestras expectativas. La 25° edición de nuestra Feria va a pasar a la historia como el encuentro bisagra que marcó el camino de la reactivación del turismo” señaló Gustavo Hani, presidente de FIT, al finalizar la jornada. FIT abrirá sus puertas mañana a partir de las 10hs para recibir exclusivamente a los profesionales del sector. La jornada contará con el inicio de las Rondas de Negocios, un clásico que ofrece un espacio de comercialización exclusivo en donde confluyen operadores mayoristas, proveedores de servicios turísticos y cientos de profesionales de varios países y de Argentina que participan como compradores. 

Además, el pabellón FIT TECH reunirá a los mayores expertos de las áreas de marketing, distribución, tecnología e innovación en turismo en diferentes charlas a lo largo de la jornada.

domingo, 5 de diciembre de 2021

Abella felicitó a la Dra. Mónica Gutiérrez por la Orden de la Campana


 Este viernes, la Dra. Mónica Gutiérrez –directora Médica Asociada del Hospital Municipal San José- recibió la Orden de la Campana por su destacada labor en pos de la comunidad durante la pandemia. El intendente Sebastián Abella acompañó a Gutiérrez durante la premiación que se llevó a cabo en la CUCEI, donde estuvieron también presentes, la secretaria de Salud, Cecilia Acciardi, la subsecretaria, Eleonora Penovi, y todo el equipo. El jefe comunal se sumó a los discursos de felicitaciones y tuvo un especial reconocimiento a su destacada labor, sobre todo, durante la pandemia. “La doctora Gutiérrez es un ejemplo de calidad humana, cordialidad e idoneidad. Durante la época más crítica de la pandemia, ella coordinó el equipo de trabajo que realizó el seguimiento de más de 5.000 pacientes de COVID 19”, comentó. 

 Para cerrar, comentó: “Junto a todo el personal del hospital municipal, ella demostró su compromiso ético y profesional. No solo ofreció la asistencia médica necesaria sino que también brindó una importante contención emocional a muchos de nuestros vecinos en el momento más crítico del virus”. Por su parte, la misma Dra. Gutiérrez aseguró que “todo el equipo hospitalario formó ‘una barrera’ contra el virus. Estuvimos asistiendo no solo desde el servicio de salud sino también en otros aspectos. Campana fue un ejemplo para la provincia”. Gutiérrez lleva casi 40 años ejerciendo la medicina y, más de 35 de ellos, los vivió entre salas de emergencias y terapias intensivas. La Orden de la Campana resume y reconoce una labor comprometida y apasionante.

Pingüíno antártico viajó por mar, más de 3000 km y llegó a Nueva Zelandia


 

El pingüino Adelia en cuestión, apodado "Pingu" por los lugareños, fue visto luciendo algo perdido en Birdlings Flat, un pequeño asentamiento en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Es solo el tercer caso registrado de un pingüino Adelia vivo, una especie que tiene su hogar en la Península Antártica, que llega a Nueva Zelanda. Su llegada es un recordatorio de las amenazas que enfrentan las aves por el aumento de la temperatura del agua, una mayor competencia por los suministros de alimentos y los cambios de hábitat. Después de darse cuenta de que el pingüino no se caía al agua y podría ser susceptible a los perros, los lugareños llamaron a Thomas Stracke de Penguin Rehabilitation en Christchurch.

Stracke dijo que cuando llegó con un veterinario, se sorprendió al encontrar un pingüino Adelia. "Aparte de estar un poco hambriento y muy deshidratado, en realidad no estaba tan mal, así que le dimos algunos líquidos y jugo de pescado".

El pingüino ha sido liberado en una bahía en la península de Banks, donde sus ayudantes esperan que pueda regresar a casa. Las aguas más cálidas significaban que las aves estaban luchando por encontrar alimentos.

Cuando la temperatura del agua sube porque los peces suelen ir al agua más fría, no hay peces alrededor ". Las poblaciones de pingüinos amarillos de Nueva Zelanda también estaban luchando mientras competían con las compañías pesqueras por comida, y el centro de rehabilitación estaba viendo un número creciente de pingüinos desnutridos o hambrientos, dijo, describiendo la situación como una "pesadilla".

El profesor de zoología de la Universidad de Otago, Philip Seddon, dijo que la aparición del pingu era "extremadamente rara" y que probablemente era un ave más joven que se había alejado demasiado y había caído en un arroyo que lo llevaba a aguas de Nueva Zelanda. Seddon dijo que si bien las poblaciones de pingüinos Adelia parecían estables por ahora, aumentando en algunas áreas y disminuyendo en otras, había muchas amenazas potenciales por delante, y los cambios en el comportamiento de los pingüinos podrían ser una señal de advertencia temprana de que el ecosistema marino estaba en problemas.

"Todos los tipos de pingüinos son como guardabosques … cuando les va mal, nos dan una señal temprana, los canarios en las minas de carbón, una indicación temprana de que las cosas no están bien", dijo.

"Creo que si comenzamos a recibir llegadas anuales de pingüinos Adelia, realmente vamos a ir, algo ha cambiado en el océano que debemos entender", dijo Seddon, aunque ni una sola llegada marcó una tendencia. "Más estudios nos ayudarán a comprender mejor a dónde van los pingüinos, qué hacen, cuáles son las tendencias de la población; nos dirá algo sobre la salud de este ecosistema marino en general".

El calentamiento global está afectando los hábitats de los pingüinos antárticos de manera desigual y a veces impredecible: en algunas áreas, el hielo marino se está expandiendo, pero en otras está disminuyendo. Esto podría tener un efecto mixto en las poblaciones de pingüinos: algo de pérdida de hielo marino podría ayudar a los Adelia y permitir un espacio de reproducción más viable.

Pero el calentamiento excesivo también puede alterar esos hábitats, o los pingüinos dependen de los suministros de alimentos: según la NASA, en áreas de la Antártida que experimentan calentamiento, las poblaciones de Adelia están o está bajando o se espera que baje. En los próximos 40 años, y a medida que disminuya el hielo marino, podría provocar cambios en los patrones de migración de los pingüinos en el Mar de Ross.

A veces, estos cambios han llevado al desastre: en 2017, una colonia de 40.000 pingüinos Adelia, sufrió un evento reproductivo catastrófico. Todos menos dos de los polluelos murieron de hambre. Esta fue la segunda muerte masiva en solo cuatro años, lo que representa un grupo de desastres reproductivos nunca antes vistos en más de 50 años de observación.

VIDEO, del pingüino Adelia, llegando a las costas de Birdlings Flat, un pequeño asentamiento en la Isla Sur de Nueva Zelanda., haga clic a continuación: www.marambio.aq/video/pinguino3000.html

¿Fuego en la Antártida? Los incendios forestales prehistóricos que asolaron al continente helado


 

La Antártida hoy es notoria por su clima seco e inhóspito y su paisaje en gran parte sin vegetación, pero en una época tuvo bosques e incendios. Imagina los bosques de la Patagonia: húmedos y fríos, densos de araucarias y otras confieras resistentes. Ahora imagínalo con dinosaurios caminando por ahí. Y en llamas.

Así era la Antártida hace 75 millones de años, durante el período Cretácico, una época conocida por los investigadores como un "mundo de superincendios". Un artículo publicado recientemente en Polar Research por Flaviana Jorge de Lima, de la Universidad Federal de Pernambuco, y otros científicos de Brasil, demuestra que ningún continente se libró de estas conflagraciones, ni siquiera el territorio que hoy es notorio por su clima seco e inhóspito y su paisaje en gran parte sin vegetación.

Aunque la investigación sobre los incendios forestales prehistóricos —llamados propiamente "paleoincendios"— lleva décadas en marcha, gran parte de ella se ha concentrado en el hemisferio norte. La Antártida fue "antes considerada como una región sin grandes incendios, pero eso cambió", dijo André Jasper, de la Universidad del Valle de Taquari, en Brasil. Es uno de los autores del trabajo y forma parte de un grupo de investigadores de todo el mundo que buscan pruebas de incendios que ardieron hace entre 60 y 300 millones de años.

"Es realmente interesante para nosotros porque ahora estamos demostrando que no solo el hemisferio norte ardía, sino también el hemisferio sur", dijo. "Era algo global".

Paleoincendios Los científicos pueden encontrar pruebas de los paleoincendios con el estudio de los anillos de los árboles carbonizados, el análisis de los sedimentos de los lagos antiguos o al examinar las moléculas del carbón vegetal fosilizado. Para este trabajo, los investigadores analizaron el carbón vegetal extraído de los sedimentos de la isla James Ross de la Antártida en 2015 y 2016.

Los científicos pueden encontrar pruebas de los paleoincendios con el estudio de los anillos de los árboles carbonizados, el análisis de los sedimentos de los lagos antiguos o al examinar las moléculas del carbón vegetal fosilizado. Este carbón vegetal no es, en apariencia, nada especial. "Si haces un asado, tendrás el mismo tipo de material", dijo Jasper. Pero el equipo utilizó software de imágenes y microscopía electrónica de barrido para analizar estos lustrosos pedazos, del alto de una moneda y varias veces más anchos. Encontraron algo mucho más interesante que los restos de una comida al aire libre: células homogeneizadas y un patrón de picaduras que demostraba que estos fósiles comenzaron su vida como plantas antiguas. Al emplear el carbón vegetal, "es posible entender un poco mejor el escenario del fuego, hace 75 millones de años", dijo Jasper.

Con técnicas cada vez más sofisticadas, los científicos pueden reconstruir ecosistemas antiguos y patrones de incendios con una precisión cada vez mayor, mencionó Elisabeth Dietze, vicepresidenta de la International Paleofire Network, que no estuvo afiliada al estudio. Señaló que los marcadores moleculares del carbón vegetal podrían indicar a los científicos qué tipo de vegetación se quemó: por ejemplo, las formas moleculares más redondeadas y chapadas indican biomasa leñosa.

Muestras mal conservadas

En el año 2010, investigadores en la isla 25 de mayo (Rey Jorge) reunieron por primera vez pruebas de que la Antártida no se libró de los antiguos incendios forestales. Pero las muestras de esa expedición estaban mal conservadas y los investigadores solo pudieron especular que el carbón vegetal procedía de una conífera.

Los investigadores hicieron una evaluación más precisa de estos nuevos restos carbonizados: sospechan que proceden de una Araucariaceae, una antigua familia de coníferas. Para los investigadores de los paleoincendios, la siguiente gran pregunta sobre estos antiguos incendios se refiere a la relación causal. El Cretáceo estuvo marcado por extinciones masivas, fluctuaciones en la cantidad de oxígeno en la atmósfera y cambios en la cantidad de vegetación que cubría el planeta.

¿Fueron los incendios los causantes de estos cambios, o fueron los cambios los que provocaron los incendios? Entender este mundo de superincendios ayuda a los investigadores a desarrollar modelos para los periodos de rápido cambio ecológico y creciente número de incendios, como ahora. "Cuanto más sepamos sobre el pasado y los vínculos entre el ecosistema y el clima, mejor preparados estaremos para el futuro", afirma Cathy Whitlock, de la Universidad Estatal de Montana, que no está afiliada al estudio. En cierto modo, la época en que vivimos los humanos no se puede comparar con el Cretáceo: en aquella época, nuestros continentes, incluida la Antártida, aún se estaban formando. v Pero sigue siendo notable que las regiones de alta latitud fueran cálidas, boscosas, sin hielo y propensas a las llamas, una dirección hacia la que podríamos estarnos dirigiendo. "Por supuesto, esto fue hace millones de años, pero ahora tenemos un conductor", dijo Jasper. "Nosotros somos el conductor. Hoy en día tenemos a los humanos poniéndole fuego a todo".

Un ejemplo: en el año 2018, los investigadores trasladaron estas muestras de carbón vegetal del Museo Nacional de Brasil a otro laboratorio. Unos meses después, el museo se incendió y el país perdió innumerables reliquias. Estos antiguos trozos de carbón vegetal, usados para desvelar los secretos del tiempo profundo, estuvieron a punto de perderse en las llamas.

ARRANCÓ FIT 2021: 25° EDICIÓN DEL ENCUENTRO DE TURISMO MÁS IMPORTANTE DE LATINOAMÉRICA


 Ante un auditorio colmado, se llevó a cabo la apertura oficial de la 25° edición de FIT - Feria Internacional de Turismo de América Latina- en la Rural, predio ferial de exposiciones.

 La emoción de todos los presentes por el reencuentro ocupó el centro de la escena en el acto que contó en el estrado con la presencia del presidente de FIT, CAT y FAEVYT, Gustavo Hani; el Ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens; Eduardo “Wado” de Pedro, Ministro del Interior de Argentina; Tabaré Viera Duarte, Ministro de Turismo de Uruguay país invitado de FIT 2021; Mario Ijelman, vicepresidente de FIT; Alfredo González, presidente de CAME; Ricardo Sosa, Secretario Ejecutivo del INPROTUR; Yanina Martínez, Secretaria de Promoción Turística de la Nación; Claudia Grynszpan, presidenta CFT y Gonzalo Robredo, presidente del Ente de Turismo de Buenos Aires. Durante su discurso Gustavo Hani señaló “Es trascendental volver a tener a todo el turismo unido en un solo lugar, podemos tomar a esta 25 edición de FIT, como una bisagra, un puntapié inicial para la reactivación de nuestra actividad. El turismo es parte de nuestro ADN como país y la FIT es el punto de encuentro más importante del turismo. No se pueden explicar los últimos 26 años del turismo sin mencionar y reconocer a FIT”. 

Asimismo, el Presidente de la Feria Internacional de Turismo, hizo especial hincapié en la importancia de contar con reglas claras y previsibilidad para la industria y detalló las herramientas ya logradas para la actividad y los desafíos futuros. Resaltó, además, que el Ministro Lammens haya incluido, en el proyecto de ley, el programa Previaje para que “ya no sea solo una política de reactivación sino que se convierta en una política de estado”. Por su parte, Matías Lammens, Ministro de Turismo y Deportes de la Nación señaló que “Está Feria es una de las más importantes del mundo, es un logro de todo el sector” y agregó “El turismo es una de las industrias principales del país y va a ser protagonista del desarrollo en los próximos años”. 

 En su intervención, Tabaré Viera Duarte, Ministro de Turismo de Uruguay señaló "Es un placer volver a encontrarnos en esta feria, una de las más importantes del mundo, luego de tantos meses. Agradecemos la distinción de estar acá como país invitado. Nos sentimos como en casa”. Con una nutrida agenda de actividades FIT ofreció, en su primera jornada, todo el color y la experiencia del turismo nacional e internacional y la posibilidad, para los visitantes, de aprovechar el FIT SALE para comprar sus próximas vacaciones sumando los beneficios del Previaje. Contó, además, con disertaciones y charlas que coparon los auditorios y con el exclusivo desfile Argentina Fashion and Travel, uniendo moda y turismo.

 Mañana la 25 edición de la Feria de Turismo más importante de América Latina abrirá sus puertas nuevamente a las 14hs. para que el público pueda seguir disfrutando de shows, música y todas las actividades que ofrecen los stands de las provincias de Argentina y de más de 40 países de las distintas regiones del mundo. FIT estará el domingo a todo el público en general de 14 a 21 hs. y lunes y martes, exclusivamente para profesionales. Más información: www.fit.org.ar

San Cayetano ya no tiene calles de tierra


 El intendente Sebastián Abella recorrió esta semana San Cayetano, donde el Municipio culminó la colocación de escoria fina dejando al barrio sin calles de tierra. Las tareas se completaron con el aporte de la empresa Tenaris Siderca, que realizó la donación del material, y se extendieron por la totalidad de las arterias que no habían sido alcanzadas oportunamente por el plan de pavimentación. El jefe comunal caminó varias cuadras del lugar y se mostró muy contento con la finalización de los trabajos ya que “es una solución inmediata a los problemas que sufren los vecinos durante el verano cuando se levanta el polvillo o cuando llueve con el barro que se genera en la puerta de sus hogares”.

 Durante la recorrida, además, visitó y conversó con familias del lugar, las que agradecieron las distintas mejoras realizadas en el barrio que transformaron su realidad.

 “En San Cayetano hicimos desde 2016 decenas de calles de hormigón, mejoramos la iluminación y construimos un hermoso espacio público que hoy disfrutan todos los vecinos. Este año volvimos a asfaltar y ahora estamos muy conformes con las recientes tareas. Y ello se debe a la alegría que nos transmiten los vecinos cuando caminamos por los barrios, cuando nos cuentan cómo se transformó su vida diaria con el asfalto, con la escoria, con la iluminación en la puerta de su casa”, expresó Abella. Según informó la Secretaría de Espacio Público, la colocación de escoria continuará las próximas semanas en otros barrios de la ciudad.

Uruguay: ¿Quién gana y quién pierde con el referéndum de la LUC?


 ¿Cómo evitar que pierdan todos?

Por Andrés Scavarelli

Diversas investigaciones, que han pasado distintas instancias de revisión por pares, han llegado a la conclusión de que las decisiones que las personas tomamos con frecuencia, muchas de ellas con cierto grado de complejidad, tienen un alto componente emocional, es decir que decidimos más con el corazón que con la razón. Eso explica por qué las campañas públicas suelen enfocar más a la fidelización oa la identificación por efectos como “arrastre” que a la exposición racional, sistemática y clara de los componentes de la plataforma.

Vemos muchas veces consignas del tipo “el campo vota tal cosa” o “los trabajadores votamos tal cosa”, más que hablar de la cosa en sí misma. Las ciencias enfocadas a los “procesos persuasivos” con el advenimiento de técnicas cada vez más sofisticadas de influencia como el mayor dominio de la información personal por medio la utilización más eficaz de macrodatos “big data” permite apuntar cada vez de forma más ajustada y precisa a los elementos que pueden llevar a cabo una persona ratifique su convicción o la modifique, según sea el interés.

Con el referéndum de impugnación contra la llamada "LUC" vemos algo similar de ambos lados, apelaciones a prejuicios compartidos, divisiones, lugares comunes, la utilización de posverdades y desinformación para incidir en la convicción de distintos grupos sociales a fin de embarcarlos en la posición que cada grupo en pugna busque, pero de la razón, la reflexión y la argumentación sobre los efectos reales de las normas se ha visto muy poco ya lo que se ve se le trata de traidor, quinta columna o tibio.

Parece que el fanatismo está de moda y cuando eso sucede, la auténtica democracia huye por la ventana, porque democracia es poder popular y no hay tal sin reflexión, ya lo dice la Biblia “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”, es solo a través del debate serio, de la información ecuánime y serena que se puede tener libertad real de elección, porque en la estridencia del griterío no hay posibilidad alguna de reflexión, solo de dejarse llevar por la corriente, y no es casual, es lo que se busca por parte de muchos de un lado y otro.

El resultado del referéndum que más me importa o preocupa no es quien gana, no es si sale 1 a 0 o 0 a 1, sino como quedan los jugadores para después. Porque el resultado va a tener tantas lecturas como intereses haya, pero la forma en que se haga la campaña puede determinar más que el resultado en sí mismo.

Si la campaña, como el agua por una pared, discurre por las grietas de su estructura, es inevitable que lo que tendremos será deterioro de la edificación y se ampollan los techos, pisos y paredes, lo mismo sucede con los discursos inflamatorios en el edificio de la democracia, no importa tanto el resultado visible sino el menos notorio, el de las secuelas, daños colaterales y ampollas que queden en nuestro sistema democrático luego de pasar por una campaña de medio término.

No hay cura fácil para una democracia herida, lo que hay es prevención, un llamado a todos los actores políticos y sociales involucrados a priorizar la convivencia social y la salud de la democracia y no un resultado electoral que con importante que pueda ser, jamás lo será tanto como la paz social de una democracia fuerte y plena.

 

Hay referéndum: pierde el país, por Oscar Licandro

El sistema democrático representativo que nos dimos los uruguayos se basa en la idea de que los ciudadanos elegimos nuestros representantes para que sean ellos quienes propongan leyes, las discutan y las aprueben. No obstante ello, nuestra Constitución prevé dos mecanismos de democracia directa: el referéndum y el plebiscito.

Sobre el primero se establece en el artículo 79: “El veinticinco por ciento del total de inscriptos habilitados para votar, podrá interponer, dentro del año de su promulgación, el recurso de referéndum contra las leyes y ejercer el derecho de iniciativa ante el Poder Legislativo”.

Claramente, el objetivo es dar a los ciudadanos un instrumento para oponerse a leyes votadas en el Parlamento y para impulsar leyes que éste no impulsa.

El referéndum es un instrumento pensado para ser usado por los ciudadanos. No fue diseñado para que los partidos políticos (incluidas las organizaciones sociales que controlan) lo usen para revertir sus derrotas en el Parlamento. No fue pensado para “ganar en la liga lo que se pierde en la cancha”.

Los que pierden hoy en el Parlamento, pueden tener su revancha en la próxima legislatura (corregir allí todo lo que creen malo de la mayoría actual). Los verdaderos demócratas tienen esta convicción.

La Democracia no es sólo un conjunto de elementos formales (elecciones, referéndums, Parlamento, etc.), sino también un conjunto de valores que deben regir el comportamiento de los partidos y de los dirigentes políticos democráticos (una cultura política). Entre esos valores cuenta el saber perder, el no utilizar vilmente las herramientas democráticas para torcer el funcionamiento de la democracia representativa. Eso lo tienen claro los partidos fundacionales y el Partido Independiente, que no utilizaron el mecanismo del referéndum para intentar derogar leyes con las que no estaban de acuerdo (que fueron muchas y muy importantes), votadas durante los gobiernos frenteamplistas.

Lo inverso ha ocurrido con el FA, que ha llegado al colmo de utilizar infructuosamente dos veces la democracia directa para derogar la llamada Ley de Caducidad.

La izquierda frentista no entiende el espíritu de la democracia. Por esa razón solamente acepta las reglas de juego formales (lo que algunos de ellos llaman “democracia formal”), pero no creen ni aceptan la dimensión cultural de la democracia (¡para Andrade, en Nicaragua hay democracia porque se realizaron elecciones!). Aceptan formalmente que perdieron las elecciones, pero no tienen la actitud moral de actuar como partido democrático de oposición, cuyo rol consiste en controlar, criticar, denunciar, pero no en distorsionar los mecanismos formales del sistema para imponer su punto de vista.

Es en función de estas convicciones personales que me tomo el atrevimiento de resumir todas las preguntas que formula Voces en una sola.

En vez de preguntarme si gana el gobierno o gana el FA, según sea el resultado, prefiero formular una pregunta más trascendente y relevante para la vida de los uruguayos: ¿es bueno para el país este referéndum?

Es decir, ¿gana algo el país según la opción que triunfe? En mi opinión, sea cual sea el resultado, el Uruguay pierde. En realidad, ya perdió.

Me explico. Uruguay arrastra desde hace décadas importantes problemas sociales y económicos (el de los asentamientos es quizá el más grave), a los que se sumaron los efectos dramáticos de la pandemia. Hay un gobierno electo por la mayoría de los uruguayos, que tiene una agenda y una estrategia para abordar esos problemas (esa mayoría les delegó el poder para hacerlo). A ello debería destinar todos sus esfuerzos.

Hay una oposición que, si se focalizara en proponer alternativas negociables a las propuestas del gobierno, criticar y controlar, estaría contribuyendo a mejorar las decisiones del gobierno para el bien de los ciudadanos. A ello debería destinar todos sus esfuerzos.

El referéndum distrae a ambos actores de las importantes responsabilidades que les demanda la situación del país. Mientras miles de uruguayos esperan soluciones a sus dramáticos problemas, la dirigencia política dilapidará tiempo y energía en la campaña del referéndum. Y el único gran culpable de esto es el FA, que con tal de imponer su punto de vista, violenta el espíritu de la institucionalidad democrática y saca al sistema político del que debería ser su foco: resolver los problemas de la gente.

A efectos de legitimar el referéndum, el FA argumenta que el gobierno impuso esta ley entre gallos y medias noches y que impidió un debate serio con la izquierda. Para el FA, la LUC es una falta de “calidad democrática” (¡porque en Cuba, Venezuela y Nicaragua, el gobierno y la oposición debaten las leyes!!!), que es necesario subsanar mediante un referéndum, en el que finalmente se dará ese debate y el pueblo decidirá.

De ahí, para el FA, la legitimidad moral del referéndum. Pero este argumento es absolutamente falso.


En 2019, a lo largo de toda la campaña electoral, se dio ese debate sobre los contenidos de la LUC (en particular, los artículos que se quieren derogar). La LUC resume la agenda de gobierno de la coalición multicolor. Esa agenda fue lo que, en particular Lacalle Pou, propuso y discutió con todo el FA durante la campaña de 2019. Después vinieron el anteproyecto y el proyecto de ley, pero el debate fue en 2019.

La estrategia preferida por la izquierda frentista es la de instalar un relato falso de los hechos, que sea funcional a sus objetivos. Instalar que no se discutió públicamente (y con calidad democrática) el contenido de la LUC es una gran mentira, que tiene un único objetivo: legitimar ante los ciudadanos el uso vil de un instrumento de democracia directa, a pesar de que la campaña por el referéndum saca energías al sistema político para dedicarse a resolver los problemas que tenemos los ciudadanos.

Para el FA (y todas las organizaciones que controla) lo más importante es infringir una derrota al gobierno. Los casi 200.000 uruguayos que viven en asentamientos, que aguanten y esperen. Total, si durante los 15 años de gobierno del FA, tampoco les dieron bola. La mejora de la educación, la reducción del delito, la creación de empleo y las decenas de problemas que afectan la calidad vida de miles de uruguayos (aquí sí es válido hablar de calidad) son menos importantes que imponer una derrota al gobierno.

Si gana el NO, el gobierno probablemente se sentirá fortalecido para avanzar con su agenda de reformas, pero sus ministros y legisladores habrán distraído tiempo de su trabajo en defender la LUC. Si gana el SI, el FA se sentirá con fuerzas para “ir por más”, lo cual reforzará un comportamiento opositor destructivo. No podemos saber cuál de ellos ganará. Lo único seguro es que perderá el Uruguay. Ya está perdiendo.

 

No al trancazo, por Gonzalo Pérez del Castillo

Es de toda evidencia que el Frente Amplio no termina de digerir que fue derrotado en las urnas en noviembre 2019. El pueblo uruguayo, después de haberlo apoyado por quince años consecutivos en todo el país, les dijo “basta” y los sacó. Años de laborioso trabajo conquistando y acumulando espacios de poder en todos los niveles de la educación, la cultura, la administración pública y el sindicato único terminaron por asfixiar a la población y esta, mayoritariamente, pidió un cambio.

El pronunciamiento fue explícito porque la oposición al gobierno del FA, durante toda la campaña, dejó bien claro los cambios que proponía. No hubo misterios. Al vencer la coalición multicolor, se redactó un programa conjunto que fue de orden público. Ese mismo programa es el que, una vez instalado el nuevo gobierno, se convierte en Ley y se somete al Poder Legislativo para su aprobación urgente.

No existe, tal vez, otro mandatario en el mundo al cual la catastrófica pandemia del COVID 19 le cayó a tan escasos días de haber asumido el mando. Al gobierno de coalición le entregaron las arcas del Estado con un déficit fiscal de casi el 5% del PIB, una cifra cercana a los 3000 millones de dólares. Ninguno de los logros que tuvo el FA (que los tuvo) puede justificar este desproporcionado exceso en el gasto público.

A pesar de estas dos calamidades el gobierno de la coalición tuvo un desempeño frente a la pandemia que ha sido ejemplar en el mundo. Se tomaron medidas adecuadas, se confió en la población, no se la confinó, no se paralizó la economía, se vacunó eficazmente y dieciocho meses más tarde se están recuperando los niveles pre pandemia de actividad económica y de empleo.

El FA quedó desconcertado y tuvo un comportamiento errático durante el período de la crisis sanitaria. Estuvo perdido y desorientado, peleando con sus propias autoridades e intentando marcar un perfil opositor que la población no acompañó. El sindicato de ANCAP, intentando salvar el pellejo propio, le tiró un salvavidas: un referéndum contra algunos artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). El FA realizó una movilización impresionante para juntar las firmas necesarias y lo consiguió. Habrá referéndum. Gobierno y oposición deberán entonces re-encaminar buena parte de su tiempo, de su creatividad y de sus habilidades en esta intrascendente contienda.

Efectivamente, los artículos impugnados de la LUC, que están plenamente vigentes desde hace meses y no han producido ninguna catástrofe, no tienen importancia en este referéndum. Es simplemente un intento del FA por reposicionarse en el tablero político, obstaculizando la labor del gobierno. Significará un desperdicio de tiempo, de esfuerzo y de escasísimos recursos que bien podrían ser mejores causas en estos momentos críticos por el que atravesamos todos los uruguayos.

Hay una contribución que los uruguayos todavía podemos hacer. Lo del título.

viernes, 3 de diciembre de 2021

Catorce muertos, un “traidor” y un suicidio: el sangriento alzamiento militar que selló el destino de los carapintadas

 

El 3 de diciembre de 1990, una rebelión encabezada por el coronel Seineldín intentó si no derrocar al entonces presidente Carlos Menem, forzar cambios en la conducción del Ejército e imponer sus propias condiciones a una sociedad que había vivido aterrada los anteriores alzamientos y veía ahora cómo los rebeldes sellaban a sangre y fuego sus pretensiones

 Por Alberto Amato 3 de Diciembre de 2021





El 3 de diciembre de 1990 la sociedad argentina afrontó el último y más sangriento alzamiento carapintada Fue el final de los carapintadas. Y fue también un baño de sangre, de esos que el país creía olvidados a siete años de recuperada la democracia. El 3 de diciembre de 1990, hace treinta y un años, una rebelión militar encabezada por el coronel Mohamed Alí Seineldín intentó si no derrocar al entonces presidente Carlos Menem, forzar cambios en la conducción del Ejército, en su estructura, reglamentos y normas de disciplina, e imponer sus propias condiciones a una sociedad que había vivido aterrada los anteriores alzamientos militares y veía ahora cómo los carapintadas sellaban a sangre y fuego sus pretensiones. 

 Fue un horrible juego de ajedrez en el que el gobierno supo siempre lo que se avecinaba y los rebeldes supieron que el gobierno sabía hasta el día del alzamiento y juzgaron que era tarde para dar marcha atrás. Lo que siguió fue una larga jornada de enfrentamientos militares que provocaron catorce muertos, seis en las fuerzas leales, tres entre los rebeldes y cinco civiles; y cincuenta y cinco heridos, diez leales, veintiún rebeldes y veinticuatro civiles, la mayoría de estos últimos pasajeros de un colectivo de la línea 60 al que un tanque rebelde embistió, hizo volcar y aplastó en su huida a ninguna parte cuando la rebelión estaba ya vencida.

 Si el movimiento fracasó, y con él se hundieron las ansias carapintadas, fue primero porque el gobierno estaba advertido, segundo porque el intento de fuga y rescate de Seineldín, preso en San Martín de los Andes, también fracasó y la sublevación quedó sin su líder, tercero porque Menem decidió reprimir con todo rigor el alzamiento y cuarto, acaso el factor decisivo, porque dos jefes militares, el teniente coronel Hernán Pita, segundo jefe del Regimiento I Patricios, y el mayor Federico Pedernera, jefe de Operaciones de ese regimiento, fueron asesinados a balazos por los rebeldes y rematados con disparos en la cara cuando ya habían caído en el intento por recuperar la unidad. 

Esas muertes sellaron también el destino de la rebelión y volcaron hacia el lado leal a quienes mostraban alguna simpatía, sin llegar más lejos, hacia los carapintadas. El sector rebelde del Ejército estalló en Córdoba, en abril de 1987, cuando el entonces capitán Ernesto “Nabo” Barreiro, condenado hoy a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, se negó a presentarse ante la Justicia. Al mismo tiempo, en Campo de Mayo, el teniente coronel Aldo Rico sublevó a la Escuela de Infantería e ignoró el emplazamiento a desistir que le hizo en persona el entonces juez federal de San Isidro, Alberto Piotti, en el que debe haber sido el primer caso en la historia de un país que de rebeliones militares entiende un rato, en el que un juez intimó a un jefe militar sublevado a que se rindiera. 

 Raúl Alfonsín no tuvo apoyo suficiente de las fuerzas armadas para enfrentar a los rebeldes y su decisión primaria fue la de negociar para evitar un enfrentamiento que avizoraba, con razón, fatal. Esa rebelión, la de Semana Santa de 1987, terminó con la famosa frase del Presidente desde el balcón de la Rosada, a su regreso de Campo de Mayo de dialogar con Aldo Rico: “Argentinos, Felices Pascuas, la casa está en orden y no hay sangre en la Argentina”. La casa estaba lejos de estar en orden y habría sangre en la Argentina. El Presidente buscó cierta empatía con la gente que desbordaba la Plaza de Mayo y confesó que algunos de los militares rebeldes eran “héroes de Malvinas”, lo que provocó una sonora rechifla. Alfonsín enfrentó dos sublevaciones más, la de Monte Caseros, liderada por Rico, en enero de 1988, a nueve meses de la anterior, y la de Villa Martelli, en diciembre de 1988. 

Esos alzamientos condicionaron al gobierno, lo obligaron a sancionar las leyes de Obediencia Debida y Punto final, para intentar poner fin a los procesos que la justicia seguía a quienes estaban acusados de graves delitos durante la última dictadura. Aquel Ejército también estaba devastado por la herencia de horror que había dejado la dictadura, por la permanencia en actividad de oficiales y suboficiales que habían sido parte del terrorismo de Estado implantado por el “proceso”, y por la derrota de Malvinas. Y entre los rebeldes y los leales que se enfrentarían el largo de ese lunes 3 de diciembre, había camaradas que, o habían compartido trinchera en las islas, o habían caído prisioneros de los británicos.

 El general Martín Balza, que sería el encargado de dirigir a las tropas leales contra los sublevados, guarda entre sus recuerdos una foto en la que se lo ve, en un buque británico, junto a Seineldín y al coronel Jorge Alberto Romero Mundani, segundo mejor promedio en la historia del Colegio Militar, que se suicidó en el interior de un tanque rebelde en el atardecer del 3 de diciembre, cuando la rebelión estaba aplastada. Menem llegó al gobierno en julio de 1989, en medio de una tremenda crisis económica, al abrigo de un acuerdo, o de un entendimiento, o de una simpatía con Seineldín, el nuevo líder carapintada que estaba a punto de romper con Rico por su decisión de hacer política. 

Seineldín, que había entrenado a grupos comando en Panamá y gustaba calzar una pistola automática rusa Makarov, regalo del entonces dictador de ese país, Manuel Noriega, se desencantó rápido de Menem y de su política alineada con la receta económica que dictaba desde Estados Unidos Ronald Reagan primero y George Bush después, comprendidas en el llamado “Consenso de Washington”. Menem supo entonces que tenía en Seineldín a un enemigo de cuidado, que iba a intentar una nueva sublevación con la idea de reformular la estructura del Ejército, pero funcional a quienes aspiraban a eludir los juicios por crímenes de lesa humanidad. 

En marzo de 1990, en previsión de lo porvenir, nombró jefe del Ejército al general Martín Bonnet, que reemplazó a su par, Isidro Cáceres, que había muerto de un aneurisma de aorta a o cho meses de asumir la jefatura. El referente natural era el coronel Mohamed Alí Seineldín, a quien consideraban un líder e ideólogo y que estaba detenido en San Martín de los Andes El referente natural era el coronel Mohamed Alí Seineldín, a quien consideraban un líder e ideólogo y que estaba detenido en San Martín de los Andes Bonnet era un duro opositor de los carapintadas. Como segundo jefe fue nombrado el general Martín Balza, un artillero veterano de Malvinas. 

Lo primero que hizo Bonnet fue sancionar con veinte días de arresto, por inconducta, a Seineldín. Y sacarlo del tablero: la mandó preso a La Pampa y, luego, a San Martín de Los Andes: aislado y solo, pero en activa conspiración. La SIDE que dirigía entonces Hugo Anzorreguy estaba al tanto del alzamiento carapintada: un mes antes le había advertido a Menem lo que los carapintadas traían entre manos y un par de días antes le dio al Presidente la fecha exacta de la sublevación: “Es el lunes”, le dijo, por el 3 de diciembre. 

Anzorreguy tenía intervenidos los teléfonos de los líderes carapintadas y de algunos de los civiles que simpatizaban con ellos. Los complotados también supieron que entre ellos había un delator. O más de uno. El miércoles 28 de noviembre, el teniente coronel Ángel León, uno de los ideólogos del movimiento carapintada, se vio con Anzorreguy para que intentara una especie de mediación con Menem: lo que iba a suceder no era contra el Presidente, le dijo el militar al jefe de los espías. Al día siguiente, el “estado mayor” clandestino de Seineldín, un grupo de doce coroneles, capitanes y tenientes, se reunió en un local de Vicente López para escuchar una cinta grabada por el coronel en la que daba su aprobación al “Plan de operaciones” de la sublevación. La había traído a Buenos Aires el mayor Jorge Breide Obeid, el oficial que tres años antes había movido a Alfonsín a calificar a los alzados de Semana Santa como “héroes de Malvinas”. 

El domingo 2, cerca del mediodía y a la salida de una misa, el mayor Hugo Abete y el teniente coronel Osvaldo Tévere se encontraron en la esquina de Cabildo y Juramento para una evaluación final. ¿Debían seguir adelante? Más que decir que sí a ese interrogante, concluyeron que ya era demasiado tarde para echarse atrás. Había otra razón para dar luz verde al alzamiento. El 5 de diciembre llegaría en visita oficial el presidente de Estados Unidos, George Bush. Una cancelación de la visita a causa de la rebelión militar sumiría al país en el descrédito, pero le daría a los carapintadas un triunfo político. ¿Qué querían los rebeldes, o qué decían querer? Abete lo explicó en su libro Por qué rebelde. Imaginaron un plan de acción “lo suficientemente original y decisivo para no dejarle otra opción al poder político que la de aceptar nuestros objetivos”. 

Y para que, “producido el pronunciamiento, ningún general estuviese en condiciones de impartir órdenes y nosotros controláramos aquellos lugares identificados con el ejercicio del comando”. Diez años después de los hechos, un jefe militar confió a dos periodistas que Seineldín pretendía, “algo así como un soviet de oficiales jóvenes y de suboficiales de sargento para abajo, lo que era inaceptable”. La sublevación del 3 de diciembre empezó a las diez de la noche del domingo 2. A esa hora, el teniente coronel Luis Enrique Baraldini llegó al Distrito Militar Buenos Aires, dentro del gran complejo militar de Palermo, e instaló un puesto de comando. A la una y media del lunes 3, Baraldini, Tévere y el mayor Jorge Mones Ruiz entraron al Regimiento de Patricios, coparon el puesto de guardia a cargo de un soldado conscripto de 19 años y luego se dirigieron al edificio principal del regimiento. Hablaron con el oficial a cargo, le pidieron su pistola y le dijeron que el regimiento estaba tomado. 

 Era el inicio de la “Operación Virgen de Luján”. A esa misma hora, en San Martín de los Andes, Seineldín intentó fugarse para llegar a Buenos Aires y ponerse a la cabeza de los sublevados. Su presencia en Patricios era vital para el éxito de la operación. Estaba preso en el Casino de Oficiales del Regimiento 4 de Caballería de Montaña, que se suponía leal al jefe del Ejército. Pero los carapintadas tenían allí unos sesenta suboficiales que lo apoyaban, se suponía que debían vigilarlo y que iban a facilitar su fuga. Seineldín ató unas sábanas que echó por la ventana para simular el escape y no comprometer a sus vigiladores, y salió por la puerta de su celda-despacho en el Casino de Oficiales. El plan de escape era un poco complicado. 

Requería que un sector de la Fuerza Aérea copara un espigón del Aeroparque Jorge Newbery para que Seineldín aterrizara allí, desde el sur, en un avión privado que despegaría de Chapelco. De Aeroparque llegaría en helicóptero a Patricios. Pero la confirmación del apoyo de la Fuerza Aérea nunca llegó y entonces Seineldín optó por la alternativa B: viajar por tierra a Buenos Aires, lo que suponía una demora de varias horas o dirigirse a un regimiento carapintada de la Patagonia que aceptara plegarse al motín. Nada de esto sucedió. La demora en trasladar a Seineldín se hizo interminable, el coronel carapintada terminó, con los años, en creer que lo habían traicionado y en culpar a Rico de esas traiciones. 

Se instaló en una estación del Automóvil Club donde lo encontró el teniente coronel Félix Conforte, que llegaba de Neuquén con una mala noticia: le había sido imposible sumar al golpe al coronel Torres, jefe de la Brigada VI que a esa hora, poco antes de las cinco de la mañana, manejaba dos datos decisivos: un radiograma del Ejército que le advertía de la rebelión, y la información, por la misma vía, del asesinato de Pita y Pedernera en Patricios. Lo que ningún carapintada sabía era que el general Balza, ya a cargo de la represión, había ordenado a la Gendarmería que inundara la pista de aterrizaje de Chapelco con barriles de hierro para que no pudiera aterrizar allí el avión que debía llevar a Buenos Aires a Seineldín, y para que no pudiera despegar de allí ningún otro avión. Seineldín volvió entonces a su habitación de preso en el Casino de Oficiales del Regimiento 4, donde fue a verlo el jefe de la unidad, teniente coronel Rómulo Menéndez, una visita ordenada por Balza. Menéndez, que no era carapintada, le devolvió la llamada a Balza con una frase reveladora: “General, Seineldín está acá y se va a quedar acá”.

 El coronel carapintada estaba atenazado por una pregunta: si él mismo había dado la orden de que no se derramara sangre, ¿cómo era que estaban muertos Pita y Pedernera? El teniente coronel Pita y el mayor Pedernera eran amigos. “Quedáte tranquila -había dicho a su esposa antes de salir de casa para intentar recuperar el regimiento copado por los rebeldes- Hablále a Maripaz, háganse compañía”. Maripaz era la esposa de Pedernera. “Mis suboficiales van a hablar conmigo. No me van a disparar”. Su familia no volvió a verlo vivo. Tres horas después de dejar su departamento de Belgrano, Pita yacía muerto, boca arriba, cerca del mástil de la Plaza de Armas del Regimiento del que era segundo jefe. Tenía seis balazos en el tórax y el abdomen y otros dos, en el cuello y la cara. 

A su lado estaba su amigo Pedernera, Jefe de Operaciones de la unidad, muerto también a balazos y con un disparo en la cara: los habían rematado. Las dos muertes sellaron el destino del alzamiento. Varias unidades comprometidas con la sublevación decidieron permanecer leales y otros jefes y suboficiales “dejaron la boina a un lado”, la boina era símbolo de los comandos de Seineldín. Pita y Pedernera se habían unido al jefe de Patricios, coronel Manuel De la Cruz, en el Regimiento de Granaderos donde tenía su puesto de comando el jefe del Ejército, general Bonnet, que no podía pisar el Edificio Libertador, también tomado por los rebeldes. Fue el primer alzamiento militar de la historia argentina en el que se tomó por asalto la sede del Ejército, el despacho del jefe de la fuerza, el principal centro de comunicaciones y operaciones y la jefatura de Inteligencia. Los tres jefes de Patricios, junto a dos grupos de Granaderos a cargo de los tenientes Mariano Naveyra y Horacio Verdaguer, dialogaron cerca de las tres y media de la mañana en la esquina de Cerviño y Sinclair, hundida en las sombras.

 Avanzaron por la Avenida Bullrich en dos columnas, una contra el terraplén del ferrocarril y otra cobijada por los árboles que bordean la unidad militar. Una de las dos columnas entró al regimiento y empezó un violento tiroteo. La Justicia no pudo determinar de dónde partieron los primeros disparos y, entre los sublevados, pervive un pacto de silencio para no revelar detalles del enfrentamiento, ni dar los nombres de quienes dispararon contra los leales. Según el testimonio del entonces teniente primero Enrique Bianchi, Pita se internó en el regimiento mientras él y Pedernera apresaban a dos rebeldes que viajaban en una Ford F-100. Pedernera siguió los pasos de su amigo Pita y se cree que los dos militares, vestidos como civiles porque sus ropas de combate estaban en el regimiento tomado, avanzaron por la calle central y rodearon el Edificio 1 de Patricio para llegar a la Plaza de Armas.

 Por el lado opuesto, apareció un grupo de oficiales rebeldes: los dos bandos se encontraron detrás del despacho del jefe de Patricios, cerca del mástil. Los rebeldes recién rendirían Patricios a las cinco de la tarde, después de un duro cañoneo dirigido por Balza y de un intenso fuego de fusiles FAL entre leales y sublevados. Los cuerpos de Pita y Pedernera descansaban ya en el Hospital Militar. La autopsia de Pita descubrió un disparo más, en el antebrazo izquierdo, un signo de última e inútil defensa ante sus asesinos. Tampoco el general Balza tenía uniforme de combate.

 El suyo estaba en la sede del Ejército, en manos rebeldes. Así que buscó a quien le pudiera prestar una ropa adecuada para reprimir la sublevación y encontró al soldado Guillermo Vanucci, conscripto, barman del Casino de Oficiales de Granaderos, que medía cerca de los dos metros que mide Balza. Lo que no calzaban bien eran los grandes borceguíes del soldado, que ampollaron los pies del general. A Balza, recién llegado de una boda familiar en Córdoba, le avisaron del alzamiento a las tres y media de la mañana del 3 de diciembre. Poco después, la notica del asesinato de Pita y Pedernera en Patricios hizo que le dijera al jefe del Ejército: “Mirá, Bonnet, esto es totalmente diferente a todo lo anterior”. Desde casa de Gobierno la decisión de Menem había llegado a los jefes militares. Había que aplastar la rebelión y a los rebeldes. Dicen que Menem dijo: “A degüello…”. Diez años después de los hechos confesó a dos periodistas que tal vez, sólo tal vez, lo hubiera dicho en algún momento: “Era una frase del Chacho Peñaloza…”, murmuró con picardía.

 A media tarde, cuando le represión se hizo más intensa, los carapintadas tenían tomado Patricios, el edificio Libertador, la fábrica de tanques TAMSE, de Boulogne, el Edificio Guardacostas, sede de la Prefectura Naval, tomado por el grupo Albatros y que reprimiría la propia Prefectura, y unos rebeldes habían robado unos tanques en Villaguay, después de asesinar a un soldado de un disparo en la cabeza. En Casa de Gobierno habían ordenado que la Fuerza Aérea bombardeara la ruta 14 de acceso a Buenos Aires desde Entre Ríos, y la Gendarmería había cerrado el paso con camiones de carga en el puente Zárate-Brazo Largo. La presión que, a pedido de Menem, ejerció sobre la Fuerza Aérea el entonces jefe de la Casa Militar, brigadier Andrés Antonietti, hizo que varios aviones de combate pasaran rasantes sobre los techos de la fábrica TAMSE. 

Allí los combates entre rebeldes y leales llevaban horas, ante el pánico de los vecinos. La ruta Panamericana cerrada impedía cualquier intento de los blindados de ingresar a la Capital. A las tres de la tarde, a las órdenes del coronel Jorge Romero Mundani, los carapintadas dejaron TAMSE en cinco tanques y enfilaron hacia la Panamericana. Recorrieron unos mil metros, bajo el calor de la tarde, mientras esquivaban autos y camiones y vecinos, hasta que un blindado dio contra un camión. Regresaron a la fábrica sólo para recibir más fuego leal de morteros y de francotiradores. En medio de aquel escenario de guerra, Romero Mundani decidió una nueva huida: esta vez se fugaron todos los rebeldes en diez tanques.

 Uno de ellos desató una tragedia, chocó e hizo volcar a un colectivo de la línea 60. Cinco pasajeros quedaron destrozados bajo los hierros y una decena más resultaron heridos, algunos de gravedad. Enfilaron entonces hacia Mercedes en un escape imposible, hasta que, en la ruta, Romero Mundani decidió pegarse un tiro en la cabeza, sentado en el puesto de mando de su blindado. A las fuerzas leales le quedaban por recuperar Patricios y el Edificio Libertador. Balza tenía un plazo: el presidente Bush, en su escala en Uruguay, esperaría hasta las 17 para saber si podía o no llegar al país el 5 de diciembre. El entonces subjefe del Ejército temía que, una noche más con los rebeldes en armas, sumara más carapintadas a la intentona. Atacó el edificio de Patricios primero con las ametralladoras de veinte milímetros de los blindados y apostó a una columna de cadetes del Colegio Militar en posición de combate, lo que turbó un poco a los carapintadas que avizoraban desde horas la inminente derrota de la sublevación. 

 El coronel Baraldini lo admitió ante los suyos y sugirió que el paso más razonable era el de la rendición. Balza decidió entonces reforzar el ataque con la artillería pesada instalada frente al campo de polo, sobre la avenida Luis María Campos y a un lado de las vías del tren, frente al regimiento. Eran cañones de 105 milímetros, similares a los que se habían usado contra los ingleses en Malvinas, ideales para campo abierto pero peligrosos en terreno urbano. Los impactos sacudieron al regimiento y los carapintadas se rindieron cerca de las seis de la tarde. Balza telefoneó al general Bonnet para decirle que había recuperado Patricios y que tenía en su poder a noventa sublevados presos. Era hora de ir a retomar el edificio Libertador. Al presidente Menem lo había despertado a las tres de la mañana el jefe de la custodia presidencial, Guillermo Armentano, con la noticia de la rebelión militar. A las cinco, Menem llegó a la Casa de Gobierno, jean, remera y una campera reversible celeste y blanca. Llevaba una pistola en la cintura. Lo esperaba el ministro del Interior, Julio Mera Figueroa, con una novedad: dos civiles simpatizantes de los carapintadas le querían hacer saber que lo que ocurría no era contra él ni contra su autoridad presidencial. 

“¡Qué no va a ser contra mí! ¡Que digan lo que quieran! ¡Es una sedición y hay que aplastarla!”. Pidió a su ministro de Bienestar Social, Alberto Kohan, que fuera a dialogar con los sublevados en el Edificio Libertador, distante doscientos metros de la Casa Rosada. A Kohan lo trataron bastante mal, pero le pasó un resumen de su charla a Menem desde un teléfono de la planta baja de la sede del Ejército. Menem le dijo que exigiera la rendición de los rebeldes. Kohan volvió con las manos vacías y con la sensación de que en el edificio reinaba cierta desorganización y que “ni sabían lo que querían”.

 En la Rosada el Presidente armó una especie de comité de guerra, “a lo Menem”, que integraban el secretario general de la presidencia, Eduardo Bauzá, el empresario Jorge Antonio, el jefe de los diputados oficialistas, José Luis Manzano, el ministro de Economía, Erman González, el secretario de Cultura, Julio Bárbaro, César Jaroslavsky, diputado de la UCR en representación de la oposición, y un amigo inefable de Menem, Armando Gostanián. Los ojos estaban puestos en la sede del Ejército. ¿Y si las unidades militares empezaban a responder al comando en jefe rebelde? A Bauzá lo obsesionaba también la imagen que el país daba al exterior, con la jefatura del Ejército copada en vísperas de la visita del presidente de Estados Unidos. El entonces vicepresidente, Eduardo Duhalde, llegó más preocupado, por razones diferentes: “¡Me tiraron…! ¡Esos hijos de puta me tiraron”¸ gritó al entrar al despacho presidencial: había recibido fuego rebelde al aterrizar en el helipuerto de la Rosada! A Menem también le habían disparado. Recordaría después: “Cuando llegué a la Casa de Gobierno silbaban las balas. 

Encontré a algunos de mis colaboradores cuerpo a tierra en mi despacho. Todos me pedían que me protegiera, pero yo no me tiré al piso. Nunca había pasado por una experiencia así... Tomé la decisión de no implantar el estado de sitio y la decisión política de seguir con mi actividad y recibí al embajador de Bulgaria”. El estado de sitio sí se implantó. El ministro de Defensa, Humberto Romero, intentó aconsejar la evacuación de la Casa de Gobierno. Mejor hubiese pensado otra cosa. Recibió un tajante no y una orden: reprimir sin negociar otra cosa que no fuese la rendición incondicional de los sublevados. Los improvisados miembros del comité de guerra sugirieron retomar el edificio Libertador con la Gendarmería, o bombardearlo con proyectiles que, con llamativa precisión, cayeran en los patios internos del edificio, sin mayores daños colaterales. Algunas de esas sugerencias le llegaron a Balza, que iba de camino a retomar la sede del Ejército. “Vea, -dijo Balza a su interlocutor- lo que vamos a hacer lo vamos a decir nosotros. 

Y, si sale mal, correrán nuestras cabezas”. Cuando llegó a la Plaza Colón, frente a la Rosada y al Comando, le advirtieron que no avanzara porque “tiran con una ametralladora doce siete”. Eso señaló el fallo de la Cámara Federal que juzgó a los rebeldes. Balza intentó entrar por la Avenida Belgrano y el frente de la Aduana y vio cómo las balas picaban a su alrededor, se apostó detrás de un árbol y disparó seis o siete veces con su FAL, según recordó tiempo después. Dentro del edificio las cosas no iban bien: no había ni agua ni luz, cortados ambos servicios desde la mañana. Allí estaba a cargo el mayor Breide Obeid y unos cien suboficiales rebeldes que lo habían copado a las dos de la mañana, en un operativo del que fueron alertados algunos periodistas, entre ellos Jorge Grecco, entonces en la revista Somos y Fernando Carnotta, de Radio Mitre: ambos serían heridos en la mañana, cerca de la Casa de Gobierno por disparos rebeldes. 

 En el edificio Libertador esperaban que el teniente coronel Julio Carreto se pusiera al frente de esa parte de la sublevación. Pero Carreto nunca apareció, Patricios había sido recuperado por las tropas leales y Seineldín no había podido llegar a Buenos Aires. A todo, se sumaba la noticia del suicidio de Romero Mundani, que las radios reiteraban una y otra vez. Breide Obeid decidió rendirse cerca de las siete de la tarde. Pero no quiso hacerlo ante Balza. Pidió a uno de sus prisioneros, el teniente coronel Jorge Tereso, jefe del importante Centro de Operaciones del Comando, que avisara que iba a entregarse ante el entonces coronel, luego general, Aníbal Laiño, en ese momento director de la Escuela Superior de Guerra y más tarde subjefe del Estado Mayor del Ejército. Laiño era también el jefe que Seineldín proponía para conducir la fuerza, en el caso de un acuerdo que ya era imposible. Breide Obeid y sus hombres se reunieron en un patio interno, prepararon una bandera blanca y dejaron en la puerta del edificio Libertador, tras los gruesos cristales, al sargento Daniel Verdes y a otros suboficiales. Verdes era a esas horas un símbolo del alzamiento y un emblema mediático de los rebeldes; su cara, casi siempre desencajada, ennegrecida por el betún de guerra, sus gritos en la puerta del Comando en Jefe, su escopeta recortada y su actitud de estar al mando de todo cuanto allí sucedía, estaba en todas las pantallas de televisión, emitida por los canales seguían los hechos en directo. 

Fue incluso, uno de los suboficiales que maltrató un poco al ministro Kohan cuando fue a exigirles la rendición en nombre del Presidente. El sargento, de alguna manera, simbolizaba aquella figura del “soviet” de suboficiales que había enarbolado un alto jefe militar, años después del alzamiento. Verdes cayó abatido por un balazo en la cabeza, disparado por un francotirador leal, apostado en una de las terrazas de los edificios que eran de Aerolíneas Argentinas y del Ministerio de Defensa, al 200 de Paseo Colón y frente al Libertador. Laiño fue sin armas a entrevistarse con Breide Obeid: “Mi coronel, depongo mi actitud”, le dijo el oficial rebelde, frente a medio centenar de suboficiales y al cuerpo de Verdes, en un charco de sangre. 

Ya entrada la noche, después de pedir a los rebeldes que pusieran en marcha los vehículos militares estacionados en la playa del Libertador, por temor a bombas, y luego de recorrer uno a uno los trece pisos del edificio aún a oscuras, siempre con Breide Obeid “delante de mí” por temor a trampas cazabobos en las escaleras, Balza dio por recuperada la sede del Ejército: no quedaba ningún foco rebelde. Se lo comunicó al general Bonnet y al ministro Romero. Ya con agua y luz, fue hasta su despacho del quinto piso, se bañó, cambió su uniforme y fue al velorio de Pita y de Pedernera. Seineldín fue juzgado por el alzamiento y condenado a cadena perpetua por un tribunal militar. El juicio fue revisado por la Cámara Federal y el 7 de agosto de 1991, en la misma sala de audiencias que en 1985 había cobijado el juicio a las juntas militares del “proceso”, Seineldín expuso los fundamentos políticos, y morales, de su movimiento, basado en el nacionalismo católico, pro hispanista; acusó a Menem de ser “un agente del imperialismo yanki” y de desmantelar la defensa nacional, auguró la destrucción del aparato productivo de la economía y puso sus esperanzas en el surgimiento de una

 Segunda República. Habló, frente a una pantalla donde se proyectaban diagramas de flujo, como si lo que estuviese en juicio fuese la raíz del movimiento carapintada y no los hechos que habían ensangrentado al país y acabado con la vida de dos de sus camaradas de armas, rematados sin piedad frente al mástil del regimiento de Patricios. Seineldín pasó doce años en prisión, primero en la cárcel de Caseros y luego en el penal militar de Magdalena. En 2003 fue indultado por el presidente Eduardo Duhalde, junto al ex guerrillero del Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP, Enrique Gorriarán Merlo. Murió el 2 de septiembre de 2009 por un infarto. Bush llegó a la Argentina el 5 de diciembre, después del alzamiento. 

Trajo un doble que bajó primero que él en Aeroparque, por las dudas. Jugó al tenis con Menem y le dijo “You are the winner” (”Sos el ganador”). Y Menem no supo si hablaba del set de tenis o de la rebelión carapintada: tampoco quiso preguntar. El americano, un duro que había dirigido la CIA en 1976, hizo sudar a sus custodios del servicio secreto, y también a sus colegas argentinos durante el homenaje a San Martín porque, frente al monumento al Libertador, Bush quedaba expuesto, en especial en el inmóvil y eterno minuto de silencio, a más de trescientos ochenta puntos de fuego, desde donde podía dispararle un francotirador. No pasó nada y esa es una historia casi pintoresca de aquellos días. El verdadero drama, había quedo atrás y había dejado huellas profundas que acaso perviven tres décadas después.

Noticias que interesan