El hecho ocurrió cerca de las 20, en un domicilio humilde en las esquinas de las calles Juan Larrea y Roque Sáenz Peña. Una pareja de una mujer y un hombre delincuentes ingresaron a robar a la casa mientras otra acompañante de los ladrones se quedó como “campana” en la calle a bordo de una moto.
De acuerdo a la versión oficial, el hecho finalizó a los pocos minutos, con el delincuente herido de bala en el suelo del living y con las dos mujeres de la banda escapándose en la moto sin llevarse ningún objeto de la familia que había sido atacada.
Por el momento, el fiscal Andrés Marchi empezó a recabar información sobre el episodio, que fue calificado como “confuso” y que todavía amerita una ardua investigación para poder saber qué ocurrió.
Al momento del robo, en la casa se encontraba la dueña de casa, su hermana, su hija y un hombre y dos chicos menores de edad, de 5 y de 2 años. Al llegar la policía y un equipo médico del servicio de emergencias provincial, los especialistas pudieron constatar que el delincuente tirado en el suelo había perdido la vida.
Así, según pudo averiguar Infobae, una de las principales hipótesis que se investigan es que el propio crimen se produjo a raíz de una discusión entre los propios delincuentes.
De acuerdo a la primera reconstrucción de esa versión, en un momento del robo, el hombre intentó amenazar a la familia y apuntó con su arma a las cabezas de los dos menores de edad, de 2 y 5 años.
La compañera del robo no estaba de acuerdo con apuntar a los chicos, por lo cual le recriminó el acto a su cómplice del delito. Por ende, ambos iniciaron una fuerte discusión delante de las víctimas del robo.
Al parecer, en circunstancias que todavía no quedaron claras, la ladrona le efectuó un disparo a su compañero del ataque y decidió escaparse del domicilio rápidamente, acompañada por la cómplice que se encontraba en la calle a bordo de la moto. Al parecer, una de las armas se disparó durante un forcejeo entre los dos ladrones.
Fueron las propias víctimas del robo las que llamaron al 911 para notificar sobre la presencia del delincuente malherido dentro de la casa, tras el intento de robo frustrado.
A su vez, a las pocas horas de lo ocurrido, y ya con la policía en el lugar, se acercó al domicilio una joven que argumentaba ser la hija del delincuente asesinado. La mujer aseguró que el ladrón se llamaba Ariel Villalba.
Este se trató del asesinato número 52 que se produjo en la capital de Santa Fe en lo que se lleva de 2021.
La provincia se vio convulsionada en las últimas semanas, después de que el subjefe de la Policía de Santa Fe Ariel Zancocchia –que asumió ese cargo el 3 de septiembre del año pasado– fuera desplazado de su función el jueves 29 de julio en el marco de una causa donde está investigado junto a otros uniformados y civiles por presuntas maniobras irregulares vinculadas a las reparaciones de patrulleros que estaban en la base del Comando Radioeléctrico.
En la investigación se detectó que la proveedora más importante de autopartes de la fuerza de seguridad era la firma “Genarino Mecánica”, cuyo socio fue Zancocchia antes de ser alto mando provincial.