¿Sabés cómo lo logran? Es fácil, cuando estás cerca de tener un hijo te examina un médico, examina al feto y luego de ese examen él decide si el embarazo sigue adelante o si tenes que abortar.
Todo esto depende del potencial riesgo que presenten tanto la madre el feto.
Si la supervivencia del feto puede llegar a quedar comprometida por algo, pasas a cuchillo.
Si aún así pasaste por ese filtro, el bebé nace y poco después fallece, el médico reclasifica la muerte como "muerte fetal tardía", y no como "muerte neonatal temprana", lo cual jamás afecta negativamente el índice de mortalidad infantil.
Así se construye el mito de la salud cubana.
Esto es bien sabido desde hace décadas (hay muchos casos bien documentados por médicos no cubanos que vivieron y trabajaron en Cuba) y se puede corroborar preguntándole a cualquier médico cubano que haya trabajando como partero y salido del país.
Cuba ha sido una mentira, y ya va siendo hora de que deje de serlo.
Gustavo Castro