El gobierno de Alberto Fernández hace un pago parcial de 430 millones de dólares y pospone el vencimiento de otros 2.000 millones hasta el 31 de marzo de 2022
Argentina ha obtenido un balón de oxígeno para su apretada agenda de pagos externos. Tras meses de negociaciones, el gobierno de Alberto Fernández ha obtenido este martes “un puente de tiempo” con el Club de París que le evitará caer en default el 31 de julio próximo, cuando debía pagar 2.400 millones de dólares. El acuerdo incluye el pago de 400 millones de dólares y patear al 31 de marzo de 2022 el saldo pendiente. Mientras tanto, Argentina avanzará en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, a quien adeuda los 44.000 millones de dólares que el multilateral prestó al gobierno de Mauricio Macri en 2018. Argentina se sube a la pelea por la presidencia de la CAF “Lo importante de un acuerdo con el FMI es hacerlo bien, más que rápido” Un peso argentino, un caramelo ‘Mini’ “Pagar (los 2.400 millones de dólares al Club de París] hubiese sido un golpe a las reservas internacionales”, ha dicho el ministro de Hacienda argentino, Martín Guzmán, en rueda de prensa. “Hubiese generado más inestabilidad cambiaria y macroeconómica en general.
Una situación de default también hubiese generado efectos desestabilizantes y de incertidumbre e imprevisibilidad que en este contexto harían particular daño”, agregó, en referencia a los efectos de la pandemia sobre la economía. En 2020, el PIB argentino cayó 9,9%, solo superado en la región por Venezuela y Perú, mientras lucha contra una inflación que supera el 40% anual y por sostener los pagos de una deuda externa de 341.000 millones de dólares, equivalentes a casi el 90% de su PIB. Meses después de iniciada la pandemia, el país cerró un acuerdo con sus acreedores privados tras caer en default. Alberto Fernández viajó el mes pasado a Europa para sumar apoyos en una negociación similar con el Club de París y el Fondo Monetario Internacional.
El acuerdo anunciado este martes sonaba como posible, pero no se daba por hecho. “Argentina tenía tres opciones”, explica Pablo Waldman, jefe de Estrategia del grupo de servicios financieros StoneX Argentina. “Podía pagar la totalidad de la deuda, no pagar y entrar en default o negociar un punto intermedio. Este acuerdo entre las partes, logrado en medio de contrapuntos entre referentes de la coalición gobernante, es una señal de buena fe a los mercados. Argentina tiene espacio ahora para negociar con el FMI sin la espada de Damocles de un default vigente con otro grupo de acreedores internacionales”, explica Waldman.
El ministro Guzmán aclaró que la fecha acordada con el Club de Paris no supone un límite para la otra negociación, la del FMI. La reuniones con el Fondo se retomarán “de manera presencial” el mes que viene, cuando la comitiva argentina que viajará el mes que viene la cumbre del G20 en Italia se reúna con los equipos de Kristalina Georgieva. Cualquier acuerdo, sin embargo, quedará para después de noviembre. Argentina celebra ese mes elecciones legislativas y un acercamiento con el FMI amenaza con espantar a los votantes que apoyan a Fernández.