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martes, 7 de septiembre de 2021

¿Cómo nos verán dentro de mil años? Esta exposición se lo imagina


El dúo de artistas italianos Dionigi Biolatti y Gualtiero Jacopo Marchioretto, conocido como 'The Bounty Killart' mezcla obras clásicas griegas y romanas con aparatos electrónicos de nuestra era. Desde los asistentes la la Última Cena viendo televisión, a la diosa Venus siguiendo 'Juego de Tronos' en su ordenador portátil. 

 Las dos salas recrean la atmósfera de un templo antiguo, descubierto por arqueólogos en el año 3115, dando una idea de lo que nos preocupaba, interesaba y obsesionaba en el siglo XXI. "Una mirada desde el futuro: Excavaciones del templo de Lucca del siglo XXI", en el Museo Erarta de Arte Contemporáneo de San Petersburgo, hasta el próximo nueve de enero.

sábado, 17 de julio de 2021

¿Cuándo fue que perdimos el futuro?

 

La periodista y conductora cuestionó la política económica del Gobierno y se refirió a la situación de los jóvenes que deciden emigrar del país Por Cristina Pérez 17 de Julio de 2021
La Argentina fue alguna vez una tierra de promesas. Las oleadas de inmigrantes que llegaron a principios de siglo XX, llegaban en busca de lo mismo que hace partir a muchos compatriotas: un horizonte. ¿Cuándo se nos escapó el futuro? Esa certeza de que el hijo podía estar mejor que el padre si se esforzaba, que caracterizó el sueño de la movilidad social de las clases medias, parece haberse hecho añicos del todo. 

Ahora son los propios padres los que lo reconocen e instan a sus hijos a hacer las valijas, o los que se van pensando en ellos. “Todo lo que tengo es un departamento en Villa Crespo. Le dejo esto a mi hijo o le dejo un país”, fue una de las frases más dramáticas que escuché de un argentino que dejó Argentina para radicarse en otro país, el que quería dejarle a su hijo. “Preparé a mis hijos para que se vayan. Uno ya lo entendió, al otro lo estoy convenciendo porque es más apegado”, escuché el otro día. 

No era una madre simplemente pragmática, porque también había desgarro en la expresión. La frustración de los padres por no poder darles un futuro en la propia tierra deriva en que elijan muchas veces el sacrificio de la distancia con tal de que sus hijos puedan encontrar esa llave que parece haberse perdido hace demasiado tiempo aquí: la del progreso.

 Hace unos días escuché una descripción descarnada por parte de un colega del extranjero: “Argentina se ve a la distancia como un limbo demodé, anacrónico y enfermizo”. Sin entrar a las explicaciones teológicas de qué es el limbo, sentí que se refería a que somos un lugar en suspenso, quedado en el tiempo, sumido en discusiones, por momentos, preconstitucionales, y lo peor de todo, que no hacemos nada para solucionar nuestros problemas, como si estuviéramos pegados a la decadencia, empecinados en seguir haciendo las cosas igual, aunque tengan el mismo resultado nefasto. 

Podría caer en la tentación de no hablar en plural, de culpar al gobierno de turno o al anterior, de protegerme en el cinismo o en el derrotismo, dos deportes nacionales muy practicados, o simplemente acusar a los Estados Unidos. Pero eso sería inútil. Hay otra característica que notan los argentinos emigrados de oleadas anteriores. “En Miami antes se venía por una oportunidad, ahora los argentinos que llegan lo hacen por desesperación”, dice un compatriota desde el sur de la Florida. 

“Aquí en Barcelona cada vez hay más millenials argentinos en las calles que se vinieron a probar suerte, y son muchos”, advierte otro compatriota desde la metrópoli catalana. Los jóvenes y los desesperados. Los que no quieren quedarse sin el futuro generacional que les corresponde y los que directamente se quedaron sin presente. ¿Es que la Argentina no puede progresar o no quiere progresar? ¿Para qué gobiernan los que nos gobiernan? El actual gobierno, no sólo no puede contestarle al Fondo Monetario Internacional cuál es su plan económico, tampoco puede contestárselo a los argentinos. 

Más que un plan de futuro parecen tener un plan de poder que deja a los argentinos más impotentes. Un plan de poder en el que vale todo cuando lo hacen ellos y al enemigo, ni la ley. La pobreza llega a niveles inmorales y la única solución que ofrecen es poner cepos que no tienen resultados y sólo sirven para bravuconadas ideológicas. No hay ni un atisbo de salida productiva real y sólo un Estado que parece una aspiradora de lo poco que queda en pie de la actividad privada para hacer asistencialismo entre los pobres que crean en vez de promover el trabajo. 

 Argentina no puede ofrecer certeza ni del valor de los alimentos de un mes para el otro. Más que economía parecemos una deseconomía. Hoy por hoy, nuestro país está sumido en una tensión sistémica. La certeza de qué sistema nos gobierna llega por ahora a las próximas elecciones. Así de dramático. Estamos entre un oficialismo que si lograra las bancas necesarias terminaría con la división de poderes, es decir, con la república, y una oposición que debe dar pruebas de madurez, pero también de firmeza y no olvidar que está en juego la constitución en su afán de centrismo, corrección política y supuesta moderación.

 El futuro que anhelan los que compran un pasaje sólo de ida también podría estar acá, pero es muy difícil proyectarse hacia ese futuro si las propias reglas de nuestra convivencia son asediadas desde adentro. Ese es el limbo en el que estamos atrapados: democracia republicana o algo que todavía no tiene nombre, pero que puede perfilarse. Si el Gobierno elige como aliados a China, Rusia, Cuba, Irán o Venezuela, difícilmente quiera parecerse a Alemania, Noruega o Estados Unidos, que por cierto, son democracias. *Editorial de Cristina Pérez en “Confesiones en la noche” - Radio Mitre

viernes, 18 de junio de 2021

Novedades importantes de la pandemia.

 


Por correo electrónico de Ben Guarino 

 La cobertura de coronavirus de The Post vinculada en este boletín es de acceso gratuito desde este correo electrónico. El presidente Biden señaló en un discurso el viernes que Estados Unidos ha administrado 300 millones de vacunas contra el coronavirus en 150 días, pero reconoció que el país aún se está quedando atrás de su objetivo de vacunar al menos parcialmente al 70 por ciento de los adultos para el 4 de julio. Hizo un llamado a los no vacunados: “La mejor manera de protegerse contra estas variantes es vacunarse por completo. Así que, por favor, si tienes una oportunidad, haz la segunda tan pronto como puedas ".

 Mientras tanto, la pandemia continúa sacudiendo la economía. Abril marcó el nivel más alto de renuncias de EE. UU. Desde 2000, cuando la Oficina de Estadísticas Laborales comenzó a rastrear este número; solo en abril, 4 millones de personas renunciaron a sus trabajos. Seis personas explicaron su motivación detrás de renunciar a The Post. Algunos se jubilaron. Otros cambiaron de carrera o crearon sus propias empresas. Como dijo a The Post Jeffrey Pfeffer, profesor de comportamiento organizacional en la Universidad de Stanford, la pandemia ha sido una "llamada de atención" profesional para muchos estadounidenses. 

 Los republicanos están intentando limitar a quienes califican para la asistencia alimentaria, que se había ampliado para ayudar a más estadounidenses durante la pandemia. El esfuerzo para reducir la red de seguridad federal está en marcha en varios estados, incluidos Arkansas, Missouri y Ohio; allí, por ejemplo, los republicanos agregaron criterios al presupuesto estatal que podrían evitar que las personas que poseen un automóvil por valor de más de $ 4,650 o que tienen $ 2,250 en una cuenta bancaria reciban beneficios de SNAP. A medida que la economía sale del cráter pandémico del año pasado, los más ricos ya se han lanzado a las carreras: ha comenzado una avalancha de gastos de lujo. Las membresías de clubes, las estancias en hoteles y los viajes a parques de atracciones se encuentran entre las categorías de gasto donde el aumento se ha acelerado más. Pregúntele al agente de viajes que está reservando viajes en crucero por $ 20,000 a las Bahamas.

 Los evangélicos blancos siguen estando poco vacunados en comparación con la población estadounidense en general, y los pastores y los expertos en salud luchan por convencer a las congregaciones de la iglesia para que se vacunen. Las apelaciones incluyen enfoques basados ​​en la fe, como las súplicas para vacunarse que provienen del púlpito. En el código postal que rodea Langley Park, Maryland, (al lado de Washington DC) alrededor del 12 por ciento de las personas han sido infectadas con el coronavirus. Así es como un sacerdote católico, el primer hombre latinoamericano en ser ordenado entre los residentes de Langley Park, difunde esperanza en su comunidad. Otras noticias importantes La directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo que espera que la variante delta se convierta en la cepa dominante en Estados Unidos este verano. Hizo hincapié en que la vacunación completa la protegería. 

 Los funcionarios de Israel ofrecieron 1 millón de dosis casi caducadas de vacunas contra el coronavirus a la Autoridad Palestina, bajo la expectativa de que Israel recibiría una cantidad equivalente de vacuna nueva en el futuro. Los palestinos cancelaron el trato porque las dosis estaban muy cerca de expirar.

 Fredericksburg en el norte de Virginia y Schwetzingen en el oeste de Alemania son ciudades hermanas. Una mujer de cada ciudad, ambas madres, describió a The Post cómo ha sido la vida en la pandemia: diferentes caminos con preocupaciones universales, adaptaciones y resiliencia. La Unión Europea recomendó que los países miembros comenzaran a levantar las restricciones para permitir viajes no esenciales desde Estados Unidos. Un hombre que prometió vender millones de máscaras al Departamento de Asuntos de Veteranos, pero que no tenía la capacidad de conseguirlas, fue condenado a 21 meses de prisión. Los Países Bajos están tratando de atraer a la gente para que se vacune con una oferta de arenque en escabeche gratis.

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