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El 80% de los 250000 afganos que han huido de sus hogares desde finales de mayo son mujeres y niños. Temen que los talibanes impongan de nuevo su interpretación radical del Islam. Durante los 5 años en los que gobernaron antes de la invasión de Estados Unidos en 2001, entre otras cosas, prohibieron la educación de las niñas, el trabajo de las mujeres o que pudieran viajar solas.
Los talibanes también llevaban a cabo ejecuciones públicas, cortaban las manos a los ladrones y apedreaban a las mujeres acusadas de adulterio.
En los últimos años las mujeres habían conseguido cuestiones como que las niñas pudieran ir a la escuela o que estuvieran en el Parlamento , el Gobierno o los negocios.
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Zarmina Kakar, activista por los derechos de las mujeres destaca: "Durante la última época de los talibanes, recuerdo que mi madre me llevó a comprarme un helado. Fui testigo de cómo los talibanes azotaron a mi madre por revelar su rostro durante un par de minutos, nunca podré olvidar la sensación de impotencia a pesar de ser una niña pequeña.
Hoy vuelvo a sentir que si los talibanes llegan al poder, volveremos de nuevos a esos días oscuros".
No se ha confirmado la existencia de medidas tan extremas en las zonas que los combatientes talibanes han tomado recientemente. Sin embargo, se ha informado de que los militantes han asaltado algunas casas y han incendiado al menos una escuela.
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¿Será un retroceso en todos los sentidos?
Marianne O'Grady, directora adjunta de CARE International en Kabul, afirma que los avances logrados por las mujeres en las dos últimas décadas han sido espectaculares, sobre todo en las zonas urbanas, y añade que no puede ver que las cosas vuelvan a ser como antes, ni siquiera con la llegada de los talibanes al poder.
"No se puede deseducar a millones de personas", dice. Si las mujeres "vuelven a estar detrás de los muros y no pueden salir tanto, al menos ahora pueden educar a sus primos, a sus vecinos y a sus propios hijos de una forma que no se podía dar hace 25 años".