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lunes, 12 de julio de 2021

¿Qué pasa en Cuba para que se haya dado una protesta histórica contra el Gobierno?

 

Por Juan Carlos De Santos Pascual • última actualización: 12/07/2021 - 17:02 La espontaneidad de la protesta de este domingo en Cuba tiene una explicación que va más allá de las clásicas justificaciones del castrismo.

 Es verdad, según los expertos, que el bloqueo impuesto por Trump a las remesas está entre una de las razones que explican esta manifestación de malestar, pero hay muchos más factores que explican por qué ahora los cubanos han protagonizado una de las mayores protestas que ha vivido el país desde el año 1994 con el Maleconazo: La escasez de alimentos y medicamentos Las protestas en Cuba están impulsadas según los expertos por la desesperación económica de la población. "Sobre todo, desde que el Gobierno tuvo la idea de desdoblar la moneda", señala Laura Tedesco, profesora de estudios latinoamericanos de Saint Louis University en Madrid.

 "Sacó el peso convertible y eso ha hecho que muchos productos estén solamente en las tiendas de libre convertibilidad y no todos los cubanos tienen remesas, no todos los cubanos tienen acceso al dólar. Eso hace que muchísima gente no tenga acceso a lo que se vende en esas tiendas y que tengan que hacer horas y horas de cola para comprar pollo", apunta Tedesco. Protestas en La Habana y otras ciudades de Cuba contra el Gobierno de Díaz-Canel Según el profesor de Gobierno en la Universidad Americana de Washington DC, William Leogrande:"Las sanciones impuestas por el presidente Trump han bloqueado las remesas de 3.500 millones de dólares anuales, y la pandemia ha cerrado la industria del turismo. Como resultado, el Gobierno no tiene las divisas que necesita para importar alimentos y medicinas, que ahora escasean".

 Además, no solo no hay medicamentos para la COVID. "Casi no hay medicamentos para cualquier tipo de enfermedad que además son medicamentos que también están muy caros, los que lleva a una situación explosiva", aclara Laura Tedesco. Para Leogrande "la respuesta inicial de Cuba a la pandemia fue muy eficaz. El cierre de la isla a los viajes, combinado con duras medidas de cuarentena y un cuidadoso rastreo de contactos, mantuvo el número de casos extremadamente bajo". Sin embargo, el intento de reabrir la isla para reactivar el turismo ha resultado contraproducente. "La variante del delta se ha extendido por la comunidad y el sistema sanitario, sumido en la pobreza, no puede gestionarla", apunta el profesor. 

 De hecho el país ha encadenado varios días de record de contagios y decesos. Una de las zonas más afectadas ha sido la de la provincia de Matanzas. Cuba lista para lanzar la vacuna Abdala Cuba autoriza el uso de emergencia de Abdala, la primera vacuna contra la COVID de América Latina Ya no hay un hermano mayor que proteja a Cuba Cuba siempre sobrevivió gracias a un gran hermano. Al principio quien le ayudaba era la Unión Soviética y luego Venezuela. 

"Hoy por hoy no tienen a nadie que les subvencione esa economía que es absolutamente ineficiente", según señala Tedesco. "Casi todos los países se han concentrado en sus problemas y Cuba en ese sentido se ha quedado muy sola, debido a que la situación en Venezuela es cada vez peor y las ayudas a Cuba han dejado de ser relevantes", añade la profesora de estudios latinoamericanos de Saint Louis University. Ya no hay ningún Castro y el discurso es el mismo El presidente Miguel Díaz-Canel instó a sus partidarios a salir a las calles listos para el "combate", como respuesta a las protestas. 

"La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios", exhortó el mandatario en una comparecencia televisiva especial. Según Laura Tedesco: "Siempre tienen este mismo discurso de que los que están en la calle son contrarrevolucionarios, que les pagan los EEUU, que si el embargo… La gente está muy cansada de ese discurso" Díaz-Canel llama a combatir las protestas contra el gobierno El último gran incidente de malestar social fue el Maleconazo de 1994, pero esta vez los acontecimientos se han desarrollado de forma muy diferente, según Tedesco: "En el 94 salió Fidel y bueno, les dijo tranquilícense y se fueron todos a casa, pero Díaz Canel tuvo otro discurso. Además, si Díaz Canel llega a ir a uno de esos lugares le tiran huevos... porque Díaz Canel no es carismático, no sabe hablar y no le eligió nadie. Le llaman 'el que le pusieron a dedo'. 

No es Castro, no es nieto ni sobrino ni nada" "Hay malestar en el Gobierno porque tienen miedo porque ya no hay ningún Castro, porque la legitimidad del Gobierno es mínima porque tampoco tienen soluciones", apunta la profesora. Sin embargo, según William Leogrande sería exagerado decir que el Gobierno está perdiendo el control. "Las manifestaciones fueron pequeñas en comparación con lo que hemos visto en muchos otros países latinoamericanos en los últimos años. Dicho esto, será interesante ver si hay más manifestaciones después de éstas, y cómo reaccionará el Gobierno", dice William Leogrande. 

 Ahora hay redes sociales que prenden el motor del cambio "En Cuba, las asociaciones voluntarias independientes no son legales, las redes sociales virtuales han ocupado su lugar", destaca William Leogrande. "Gracias a ellas, las personas que están enfadadas con el Gobierno pueden conectar con otras, sentirse menos aisladas y animarse a actuar", añade el profesor. A finales de 2018 el Gobierno permitió que los cubanos tuvieran acceso a las redes sociales en sus teléfonos móviles. Según la profesora Tedesco, "eso fue un “error” del Gobierno porque los cubanos comenzaron a tener acceso a Twitter y a Facebook y ahí es cuando la información empezó a circular. Se comunican con la gente que está fuera y eso ha minado mucho el monopolio que tenía el Gobierno sobre la información, bueno, lo ha destruido."

 Alegría en Miami Pero aún hay barreras Hay muchas Cubas en Cuba. Si cualquiera sigue las redes sociales el cambio parece que está a la vuelta de la esquina. Mensajes como #SOSCuba o vídeos como el de Yotuel, uno de los protagonistas de esta protesta debido a su canción 'Patria o Vida' han ayudado a movilizar a la juventud. Sin embargo, no toda Cuba está dentro de Twitter: "Son los jóvenes los que están en las redes, pero en la generación de los que hoy tienen 50 años, hay mucha gente que apoya al Gobierno porque no hay otra alternativa", aclara Tedesco. 

Además, el Gobierno tiene a las fuerzas armadas que son las que tienen el poder económico más grande en Cuba. "Son las que manejan los hoteles, las que están relacionadas con la entrada de divisas o con el turismo y ese poder no lo van a soltar tan fácilmente", argumenta la profesora de estudios latinoamericanos de Saint Louis University. ¿Cuál será la respuesta del Gobierno a partir de ahora? En las calles de La Habana las fuerzas de seguridad y brigadas de partidarios del Gobierno interceptaron las manifestaciones pacíficas que gritaban "libertad", produciéndose enfrentamientos violentos y arrestos. Sin embargo, los expertos no creen que vaya a haber una masacre. 

"Hay miedo, pero creemos que no habrá una masacre porque sería muy contraproducente. La relación con España quizás se vería perjudicada. El tema del turismo se vería perjudicado", según Tedesco. En general, el Gobierno ha respondido con cautela a las protestas anteriores sobre los derechos de los animales, los derechos LGBTQ, etc. Según William Leogrande la policía también utilizó ayer una "fuerza limitada". "El Gobierno parece ser muy consciente de que una fuerte represión contra los manifestantes puede intensificar la confrontación y sacar a más gente a la calle. Sin embargo, no me sorprendería ver una ola de detenciones de disidentes conocidos que el Gobierno sospecha que están detrás de estas manifestaciones", concluye el profesor de Gobierno de la Universidad Americana de Washington DC.

Asi sin tapujos reprimen abiertamente al pueblo oprimido y en la miseria sin que nadie ayude




El dictador Miguel Díaz-Canel consideró este lunes que la jornada de la víspera, en la que miles de cubanos protestaron contra el régimen, fue histórica, pero no por los opositores sino por la “defensa de la revolución” que realizaron los adeptos al régimen. 

 “Un abrazo a nuestro heroico y querido pueblo cubano, que ayer una parte importante de sus hijos protagonizaron una de las jornadas más históricas en defensa de la Revolución”, indicó desde el Palacio de la Revolución, rodeado por el buró político castrista, en una conferencia de prensa que aseguró que estaba planeada desde hace días. 

El mandatario afirmó que las protestas masivas del domingo en toda Cuba buscaban “fracturar la unidad de nuestro pueblo”. Miles de cubanos tomaron las calles el domingo para protestar contra el Gobierno al grito de “¡libertad!” en una jornada inédita que se saldó con decenas de detenidos y enfrentamientos después de que Díaz-Canel conminara -también por televisión- a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes y defender la Revolución. 

 Manifestantes opositores en La Habana (Reuters) Manifestantes opositores en La Habana (Reuters) “Ayer vimos delincuentes. La propuesta no era pacífica, hubo vandalismo, apedrearon tiendas en divisas, se robaron artículos”, criticó Díaz-Canel en la transmisión televisiva. “El domingo es el día de descanso de las familias, quisieron alterar la tranquilidad en medio de una pandemia. ¿No es cruel, brutal, genocida? Ante ello, han tenido la respuesta que merecían, como la han tenido en Venezuela”, añadió. “Es legítimo que tengamos insatisfacciones, pero debemos ser capaces de discernir dónde nos quieren manipular, dónde nos quieren dividir”, comentó el secretario del Partido Comunista de Cuba. “A los que quieren aparecer como salvadores no les interesa ni la salud del pueblo ni la alimentación del pueblo.

 Quieren cambiar un sistema para imponer el régimen de la privatización de los servicios públicos, el que da más posibilidades para una minoría rica y no para las mayorías, el que no tendría en cuenta los intereses y necesidades de todos”, añadió. Tras el llamado del régimen, simpatizantes del gobierno también salieron a las calles de la capital (Reuters) Tras el llamado del régimen, simpatizantes del gobierno también salieron a las calles de la capital (Reuters) 

El líder castrista se preguntó que montaron esas “insatisfacciones” y respondió: “Al problema eléctrico, que es una realidad. Al desabastecimiento de alimentos y medicamentos, y al problema de las tiendas con ventas en divisas. Todos esos temas que tenemos hoy en nuestra sociedad, ¿cuál es el origen, la causa? es el bloqueo”, indicó, en referencia al embargo estadounidense. Díaz-Canel también comparó la situación con las “guarimbas” venezolanas y comentó que el dictador Nicolás Maduro fue uno de los primeros en llamarlo la tarde del domingo para ofrecerle su apoyo y solidaridad.

jueves, 6 de mayo de 2021

La represión de las protestas sella el divorcio de Duque con los jóvenes

 

Una encuesta muestra que el 74% de los ciudadanos entre los 18 y los 25 años tienen una imagen desfavorable del presidente de Colombia




Bogotá - 06 MAY 2021 - 04:35 GMT-3 Los jóvenes de Colombia están en la primera línea de las protestas contra el Gobierno de Iván Duque que han desatado enfrentamientos con la fuerza pública en las calles. Son esos manifestantes los que han arrinconado al Ejecutivo, al punto de forzarlo a retirar la fallida propuesta de reforma tributaria que detonó las movilizaciones. 

También son los jóvenes los que han puesto los 24 muertos que se cuentan hasta este miércoles, cuando se cumple una semana de marchas en el marco del llamado paro nacional, en medio de confusos episodios de brutalidad policial que han sido condenados por los organismos internacionales. : A riot police officer shoots towards protesters at Bolivar Square during national strike on May 05, 2021 in Bogota, Colombia.. (Photo by Guillermo Legaria/Getty Images) Fotogalería: 

Colombia, sumergida en las protestas y el abuso policial “Nos están matando” es una de las frases que más se repiten en las pancartas de las movilizaciones que han ocurrido en Colombia durante el mandato de Duque, que atraviesa una pronunciada crisis de popularidad. Antes, ese lema se refería principalmente al incesante asesinato de líderes sociales en lugares apartados del país, pero ahora también recoge a los jóvenes de las ciudades y los numerosos episodios de exceso de uso de la fuerza en el marco de las protestas. “Yo quiero estudiar para cambiar la sociedad”, es otro de los cánticos más repetidos. MÁS INFORMACIÓN “Si así son las marchantes, qué rico echarles gases”: cómo acosan los policías a las mujeres que protestan en Colombia Iván Duque tiende la mano a los manifestantes para frenar la violencia en las calles de Colombia Los manifestantes se han volcado a las calles a pesar de que el país atraviesa el peor momento de la pandemia y una tercera ola de contagios con los hospitales cerca del colapso. “Hay gente muriendo de hambre, no es solamente por covid … La peor pandemia es el racismo”, señaló a este periódico Isamari Quito, una estudiante de Derecho de 20 años vinculada a organizaciones del “pueblo negro”, en medio de las primeras marchas en Bogotá. “Básicamente esto es una cacería”, valora Luna Giraldo Gallego, estudiante universitaria en la ciudad de Manizales, que ha salido a marchar todos los días desde el 28 de abril y ha inhalado en más de una ocasión los gases lacrimógenos del Escuadrón Móvil Antidisturbios, el Esmad. En vídeo, declaraciones del presidente colombiano, Iván Duque.PRESIDENCIA DE COLOMBIA Las encuestas coinciden en que Duque ha perdido decididamente el favor de los jóvenes. El 74 % de los consultados entre 18 y 25 años tenía una imagen desfavorable del mandatario en una reciente medición de la firma Cifras y Conceptos. A sus 44 años, Duque es el presidente más joven en la historia reciente de Colombia y, aunque llegó al poder con 42 años recién cumplidos, siempre ha exhibido, desde la propia campaña, sus credenciales conservadoras. 

Esa paradoja ha planeado durante todo su mandato, y lo ha hecho, una vez más, durante esta semana de zozobra. Aunque el Gobierno se abrió a un proceso de diálogo político en busca de una nueva reforma consensuada, la movilización no amaina, y los jóvenes son un componente central del cóctel de descontento que cerca al Ejecutivo del Centro Democrático, el partido de Gobierno fundado por Álvaro Uribe. El expresidente ha defendido que policías y militares tienen derecho a usar las armas en las protestas. “Con los que hay que dialogar es con los que están en las calles, que son los jóvenes, quienes en su mayoría ni estudian ni trabajan. Jóvenes que sienten con dolor que no tienen futuro y que no se les está escuchando”, declaró este miércoles la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, al aludir al difícil proceso que ha echado a andar el Gobierno nacional. La noche de enfrentamientos en la capital dejó casi un centenar de heridos, y durante las movilizaciones de la jornada un grupo de encapuchados tumbó las vallas de seguridad que rodean el Capitolio, en la plaza de Bolívar. Algunos congresistas fueron evacuados de manera preventiva. 

La semana de protestas y disturbios en distintas ciudades ha dejado 24 muertos, según la Defensoría del Pueblo, que también ha publicado un listado con decenas de desaparecidos, mientras Human Rights Watch ha recibido denuncias sobre 31 muertes. “Uno siente que este Gobierno, a pesar de que está en cabeza del presidente más joven de la historia, insiste en ideas absolutamente vencidas, caducas, que están mandadas a recoger”, expresa Jennifer Pedraza, de 25 años, representante estudiantil de la Universidad Nacional y miembro del Comité del Paro, que agrupa a las organizaciones que convocan las manifestaciones. Anticipa que, a pesar de que hayan retirado la reforma tributaria, la movilización continuará para exigir que el Ejecutivo garantice el derecho constitucional a la protesta y desmilitarice las ciudades. “Salir a marchar con este Gobierno ha sido una actividad de alto riesgo”, se lamenta. La población colombiana en general, y los jóvenes en particular, asegura, están esperando un cambio. “Llevamos años de gobiernos represivos, con un paradigma demasiado ortodoxo de la economía. Eso no nos ha hecho a las generaciones actuales la vida más fácil sino cada vez más y más difícil”. Los une el desencanto, el rechazo a la clase política y un profundo malestar frente al Gobierno. En la oleada de protestas que ya habían sacudido al país a finales de 2019, los jóvenes de universidades públicas y privadas fueron destacados protagonistas. 

Con su acción colectiva, los estudiantes “lograron una tarea titánica en un país en donde el cinismo y el escepticismo son la norma: lograron inspirarnos”, escribe la politóloga e internacionalista Sandra Borda en Parar para avanzar, su libro sobre el movimiento estudiantil. Pero la actual oleada de movilizaciones marca diferencias. La pandemia y los confinamientos han contribuido al aumento de la desigualdad y han hecho más difícil acceder a la educación, la salud, e inclusive, la manutención, con protestas sociales muy difíciles de controlar. Son manifestaciones más espontáneas y emocionales, menos controladas por organizaciones –sindicales o estudiantiles– y potencialmente, como se ha visto en los últimos días en ciudades como Bogotá o Cali, más violentas. Muchos de estos jóvenes no están integrados ni en el sistema educativo ni en el laboral. Sus familias están marginadas, sin redes de apoyo. “Esta es una manifestación por la supervivencia. 

Son jóvenes que están mucho más en el límite, y por la naturaleza de los barrios que habitan, tienen una relación fatal con la fuerza pública”, valora Borda. El diálogo que convoca el Ejecutivo de Duque presenta problemas difíciles de superar con respecto a estos jóvenes, entre ellos la represión de las fuerzas de seguridad. “No puedes convocar a la gente que asesinas en la calle a que se siente a conversar. Ahí hay un problema de credibilidad enorme”.

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