Por estos días se empieza a vislumbrar los primeros pasos de los contendientes para los próximos comicios en Uruguay, quizás como “toreándose” desde criticas que peguen buscando respuestas que puedan resultar valiosas al momento de responder con el efecto a favor buscado cualquiera de los que dirimen esta dura campaña hacia el sillón Presidencial y mas allá de ello una inesperada puesta en escena de un candidato hasta hace un poco tiempo inimaginable para todos, ni partidarios, ni oficialistas.
Quizás esta sea una de las más grandes circunstancias políticas del resurgimiento ya caudillesco de este hombre que lo ubica como el que es capaz de afrontar un desafío de volver al País al camino tradicional, al País de nuestros padres y abuelos basado en trabajo y respeto a sus semejantes con códigos que se maman desde los propios colegios y formara generaciones que enaltecen su origen en cualquier parte del mundo.
Lacalle expreso en su primer discurso algo tan importante como en su decir “tener cuidado ante un triunfo como el que acababa de lograr de no entrar en la altivez o en caer en la soberbia” palabras mas, palabras menos, y esto es justamente un mensaje al cual se debe prestar mucha atención partidaria, ya que sabemos perfectamente que no hablaba de el, sino claramente a su gente como el dijo, “agradecerle a cada uno que ayudo desde su lugar para alcanzar este logro, muchos de los cuales no conocemos y quizás no conozcamos nunca, pero ahí estuvieron”, no mas de una hora después sucedería otro acto que las historia hablara de ello, el Senador Larrañaga se sumaba con todas sus fuerzas a conformar lo que hoy tiene el partido Nacional para dirigir durante 5 años, un mandato verdaderamente unificado en sus propias fuerzas, abierto hacia quienes comparten la misma voluntad de lograr un Uruguay renovado en su bases tradicionales hacia un mundo que siempre nos tomo muy en serio, aun en los peores momentos del cual no debemos apartarnos detrás de cortinas de humo multicolores.
Tengamos mucho cuidado en la dirigencia de mantener en estos meses el equilibrio necesario para llevar adelante el triunfo final, sino también de comenzar a pensar que no solo es alcanzarlo sino afianzarlo, no olvidando aquellos como dijo Qki que “desde el anonimato pusieron el corazón y la pasión” deben transformarse en participes de los proyectos los cuales Senadores, Diputados e Intendentes deberán representarles con la mayor eficacia posible, sin alejarse a un circulo inalcanzable.
Sergio Yusef Neme