sábado, 24 de julio de 2021

Quién fue Guillermo Ardohain, el padre de Pampita: murió en un accidente cuando la modelo tenía 6 años e inspiró el nombre de su beba

 

La conductora habló en contadas ocasiones de la relación con su papá, de quién tiene recuerdos muy presentes pese a haberlo perdido de muy pequeña
Por estos días, en el mundo del espectáculo no se habla de otra cosa que del nacimiento de la primera hija de Carolina Pampita Ardohain y Roberto García Moritán. Tras la noticia de la llegada de Ana Carolina, un dato llamó la atención. Entre repercusiones mediáticas, saludos ensamblados y la ternura de la primera foto, el detalle nombre de la beba no pasó desapercibido. Ana Carolina, como la mamá, a la que el mundo del espectáculo conoce como Pampita, que recién ahora supieron que Carolina es, en realidad, su segundo nombre. 

 No es el único detalle desconocido de Ana Carolina Ardohain, nacida en La Pampa hace 43 años, quien contrasta su alta exposición mediática con el bajo perfil de sus años previos a la fama. Especialmente de su padre, Guillermo, que falleció en un accidente de tránsito cuando la modelo tenía apenas seis años. En pocas ocasiones la conductora hizo referencia a su progenitor, de quien dice tener muchos recuerdos a pesar de haberlo perdido a tan corta edad.

 Y en esos recuerdos se explica la elección del nombre de su primera hija con Roberto García Moritán. Pampita dio su primera entrevista como flamante madre en Pampita Online, el programa que conduce en NET TV. En diálogo con Denise Dumas -a cargo del ciclo durante su licencia- habló de los posibles nombres para su quinta hija, algo que recién revelaron luego de su nacimiento. Allí contó que entre las opciones estaban Sofía o Carlota, entre otros nombres. Y que si era varón, se iba a llamar Roberto, como el papá, por tradición familiar, porque así se llama también el papa de su marido. En la elección definitiva también había una historia, en este caso vinculada a la familia materna.

 “Yo me llamo Ana y mi papá me dijo así siempre”, contó Pampita y reveló el dato poco conocido de su identidad. “Él eligió ese nombre y me llamó así. Mi papá se fue cuando yo era muy chiquita y no me llamaron más así, me empezaron a decir Carolina. Y siempre sentí que había desaparecido esa parte de mí”, señaló. 

 El 5 de febrero pasado, mientras transitaba su cuarentena luego de contagiarse de coronavirus, lo había recordado con motivo de su cumpleaños número 67: “Un beso al cielo, feliz cumpleaños papá”, escribió en su cuenta de Instagram junto con dos fotos de ella cuando era chica, a su lado. Hace un año lo recordó para el día del padre: “Siempre en tus brazos Papá! La presencia de tu amor permanece conmigo eternamente.

 Feliz día a todos los papás! Muchas bendiciones! y que les llegue multiplicado todo el amor que nos dieron. Siete años atrás, lo había mencionado en Twitter: “Guillermo Ardohain, hoy habrías cumplido 60. Sea dónde sea que estés ...Te amo Papá!”, publicó, junto a otra foto juntos, esta vez en una postal campestre. Por fuera de estos mensajes, fueron pocas las veces que Pampita hizo referencias públicas a su padre. Una vez fue durante una entrevista a Los ángeles de la mañana: “Mi papá falleció a mis 6 años y eso hizo que los hermanos seamos muy unidos. Me acuerdo absolutamente todo. 

Es raro porque uno piensa que los chicos no recuerdan pero yo tengo millones de recuerdos de antes de que falleciera mi papá”, relató en el programa de Ángel de Brito, y añadió: “Mi abuela paterna cumplió un poco el rol que hubiera tenido mi papá y me criaron dos mujeres, dos personas muy fuertes y luchadoras. Mi abuela no tuvo el rol de abuela sino que participó en todo lo que fue la educación con mi mamá”. 

 Durante su visita a PH Podemos hablar, contó donde veía con mayor claridad la influencia paterna: “De mi papá, más que de él creo que de la familia de mi papá, la cultura siempre fue muy importante. Siempre nos inculcaron leer, mi abuela fue maestra y directora de colegios, mis tíos, profesores, todos tocaban el piano y tenían los medios económicos y viajaban por el mundo”, reveló en el programa de Andy Kusnetzoff.

Quién es quién en el magnicidio de Jovenel Moïse

Al menos 26 personas han sido detenidas y 10 están prófugas de un asesinato que involucra a ciudadanos de Estados Unidos, Colombia, Ecuador o Venezuela SANTIAGO TORRADO | CATALINA OQUENDO
Desde que el presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue torturado y asesinado a tiros en su domicilio de Puerto Príncipe la madrugada del 7 de julio, las investigaciones transnacionales han arrojado un saldo de al menos 26 detenidos y diez prófugos, en una trama que involucra también a ciudadanos de Estados Unidos, Colombia, Ecuador y Venezuela. 

Estos son algunos de los principales implicados en el magnicidio que ha sacudido al continente. La trama en Haití En la convulsa nación caribeña, donde la guardia presidencial sobrevivió sin heridas el ataque de un comando armado a la residencia presidencial, la justicia ya ha apuntado a varios de los cerebros de la operación, en una investigación que arroja algunas certezas y varias inconsistencias. Estos son los algunos de ellos: Christian Emmanuel Sanon, un médico y pastor evangélico haitiano, de 63 años que llevaba dos décadas viviendo en el sur de la Florida. Sin muchas conexiones en las altas esferas políticas del país caribeño aspiraba a sustituir a Moïse en el poder. 

Así lo señalaron a menos de una semana del magnicidio las autoridades caribeñas al acusarlo de ser el autor intelectual y de haber sido la primera persona a la que llamaron varios miembros del comando que perpetró el crimen cuando se vieron acorralados. Sanon fue detenido en Haití, a donde había llegado a principios de junio en un avión privado, acompañado de un pequeño grupo de mercenarios colombianos, de acuerdo con la policía. 

Ya el 12 de mayo había sostenido un encuentro en Fort Lauderdale con el objetivo de plantear su visión para reconstruir la nación caribeña. Entre los asistentes estaban un par de empresarios de Florida, otras dos piezas de las investigaciones como parte de la conexión en Miami: el ecuatoriano Walter Veintemilla y el venezolano Antonio Intriago. El jefe de la policía haitiana, Leon Charles, supervisa la seguridad del funeral de Jovenel Moïse el 23 de julio. El jefe de la policía haitiana, Leon Charles, supervisa la seguridad del funeral de Jovenel Moïse el 23 de julio.

 Poco después emergió en las investigaciones trasnacionales el nombre de Joseph Félix Badio, un exfuncionario del ministerio de justicia de Haití que sigue prófugo y, según la policía colombiana, fue quien dio la orden a los exmilitares para asesinar al presidente. De acuerdo con el director de la policía de Colombia, el general Jorge Luis Vargas, tres días antes del magnicidio les informó a Duberney Capador y German Rivera, los reclutadores colombianos, que la orden ya no era arrestar sino matar a Moïse. Badio trabajaba en la Unidad de Lucha contra la Corrupción (ULCC) y fue destituido el 17 de mayo de 2021 “por infracciones a normas éticas”, según las autoridades haitianas. El exsenador haitiano John Joël Joseph, un conocido opositor al partido del fallecido presidente Moïse, al que llegó a comparar con la covid-19, también está implicado. 

La policía haitiana acusa al político, en paradero desconocido, de proporcionar las armas utilizadas en el ataque. La guardia presidencial que sobrevivió sin rasguños el ataque de un comando armado ha estado desde el principio en el ojo del huracán. Dimitri Hérard, el jefe de seguridad del Palacio Nacional, capturado el 14 de julio después de haberse negado a comparecer, estaba en el punto de mira de los investigadores desde antes del magnicidio por supuesto tráfico de armas. Junto al jefe de seguridad de Moïse, Jean Laguel Civil, son sospechosos de permitir que el presidente fuera torturado y asesinado en su vivienda sin que hubiera siquiera un intercambio de disparos.

 A Hérard también lo investigan en Colombia, pues el país sudamericano fue un lugar de tránsito en siete ocasiones en que viajó a Ecuador, Panamá y República Dominicana, escalas en las que llegó a permanecer hasta un par de días. El primero de esos viajes fue el 19 de enero y el último el 29 de mayo, de acuerdo con la policía colombiana. Hérard se formó en 2012 en Ecuador, en la Academia Militar Eloy Alfaro, y “se movilizaba por el mundo con una cédula de identidad de Ecuador legítimamente obtenida”, según confirmó este jueves el presidente Guillermo Lasso en una entrevista con CNN. Además de Hérard, hay varios policías haitianos capturados. 

Desde el mismo momento en que se conoció el ataque, circulaban versiones sobre la participación de integrantes de la fuerza pública. Este martes, León Charles, comandante de la policía de Haití, confirmó que gracias a las declaraciones de los exmilitares colombianos identificaron y capturaron a Boni Grégoire, Clifton Hyppolite y Dominique Cauvin, como partícipes del asesinato. “Cauvin asistió a todas las reuniones de planificación del asesinato del Presidente de la República. Estas reuniones se organizaron con Reynaldo Corvington (otro agente detenido), que ya fue capturado”, aseguró Charles.

 Los mercenarios colombianos Por lo menos 24 mercenarios colombianos –18 capturados, tres muertos y tres prófugos– llegaron hasta Haití. Varios de sus familiares han insistido en que fueron contratados como personal de seguridad, no como sicarios. Al menos dos de los exmilitares que ayudaron a reclutar a sus compañeros sabían que debían asesinar a Moïse, mientras que otros habrían viajado engañados.

 Estos son algunos de ellos: Duberney Capador, un exmilitar colombiano de 40 años, es quien reclutó al grupo de soldados retirados. Según la policía de Colombia también conocía el plan de asesinar al presidente Moïse. Oriundo de Génova, Quindío, en el eje cafetero, se había retirado del Ejército en 2019 después de dos décadas de servicio. Tenía entrenamiento en fuerzas especiales y era uno de los exmilitares que recibió la formación que el Ejército de Estados Unidos da a las tropas colombianas.

 Capador murió en enfrentamientos con la policía haitiana un día después del magnicidio. Alcanzó a comunicarse con su hermana a través de Whatsapp y le dijo que estaba acorralado pero negociaría una salida. El excapitán del Ejército Germán Rivera es, según la policía colombiana, otro de los reclutadores y conocedor del plan contra Moïse. “Sabemos que Germán Rivera y Duberney Capador participaron en la planeación y organización de lo que inicialmente era una supuesta operación de arresto del presidente de Haití y para ello contactaron a más personas en nuestro país”, dijo el general Jorge Luis Vargas. Según esas informaciones, Rivera también fue informado de los avances de una reunión en Miami en la que se concretó la contratación de los mercenarios. 

Recibió 50.000 dólares para los gastos de alojamiento y mantenimiento del grupo de colombianos en Haití. Otro eslabón clave entre los mercenarios colombianos es Mario Antonio Palacios, uno de los por lo menos tres exmilitares que aún están fugitivos. Palacios se ha convertido en uno de los hombres más buscados de Haití. Según algunas versiones, ingresó la noche del crimen a la residencia presidencial junto a Capador y Mauricio Javier Romero, otros miembros del comando armado que murieron abatidos luego del crimen, de manera que su testimonio podría aclarar lo que ocurrió. Conexión Miami La investigación para buscar a los presuntos autores intelectuales y financiadores del magnicidio ha llevado a los investigadores hasta Miami.

Según las autoridades haitianas, en esa ciudad se realizó una reunión que fue clave en el plan. Varios de los señalados aseguran que los encuentros buscaban planear una transición gubernamental en Haití, pero no un asesinato. Según la Policía de Haití, en esta reunión en Miami se planeó el magnicidio de Jovenel Moïse.

La primera de varias conexiones con Miami, el destino de buena parte de la diáspora haitiana, emergió a las pocas horas del magnicidio. Junto a los mercenarios detenidos en Puerto Príncipe luego del crimen también se entregaron James Solages (35 años) y Joseph Vincent (55), dos ciudadanos estadounidenses de origen haitiano que acompañaron al comando armado. Residentes del sur de la Florida, ambos han declarado que su papel se limitaba a ser intérpretes de los colombianos –pues en Haití se habla creole–, y que creían que el grupo iba a arrestar al presidente Moïse, no a asesinarlo. 

 Parte de las investigaciones también han apuntado a las empresas que intermediaron en el reclutamiento y traslado de los exmilitares colombianos, en particular una de ellas, Security LLC (Counter Terrorist Unit Federal Academy), con sede justamente en Florida. El gerente de CTU es un venezolano radicado en Miami, Antonio ‘Tony’ Intriago. La Policía de Colombia “ratificó” que Intriago participó en reuniones de planeación para contratar a los mercenarios. En esos encuentros estuvieron también Sanon, Solages y el colombiano Arcángel Pretelt (buscado). 

Con una tarjeta de crédito de CTU se pagaron 19 billetes aéreos desde Bogotá hasta República Dominicana, para algunos de los exmilitares colombianos. Desde Caracas, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha vinculado a Intriago a la oposición política, mientras en Bogotá la Presidencia ha desmentido las versiones de que Iván Duque se había reunido con él en Florida. En un comunicado, señaló que el sábado 10 de febrero de 2018 en Miami, “en el acercamiento propio de un evento público de campaña, el entonces candidato accedió a saludar y tomarse fotografías con algunos de los asistentes” entre los que estaba el venezolano. Además del papel de la firma CTU Security, entre las conexiones con Miami también está el ecuatoriano Walter Veintemilla, de 53 años, quien dirige Worldwide Capital Lending Group, una compañía de préstamos a la que recurrieron Intriago y Sanon, según las autoridades. 

El abogado de Veintemilla, Robert Nicholson, le dijo al Miami Herald que su cliente otorgó dos préstamos a la compañía de Intriago y a Sanon para financiar lo que creía era un plan para reemplazar a Moïse con un Gobierno interino en una transición pacífica, pero que nunca hubo ninguna discusión sobre un asesinato. Según el abogado, las múltiples reuniones con Sanon en Florida se limitaban a estrategias para financiar proyectos de infraestructura y sus aspiraciones políticas en Haití. 

 Arcángel Pretelt, considerado el eslabón perdido en la investigación, ha sido mencionado por la policía colombiana como uno de los hombres que participó en las reuniones con Intriago, Sanon y Solages. También conocido como Gabriel Pérez, es un empresario oriundo de Cali (Colombia) que vive en Estados Unidos. Experto en asuntos de seguridad, fue mencionado por los exmilitares colombianos como uno de los hombres que influenció a los políticos haitianos para el operativo.

El drama de las familias binacionales separadas por las restricciones de ingreso: “Se nos priva de nuestro derecho”

Por Camila Hernandez Otaño

 

Parejas a miles de kilómetros de distancia, madres separadas de sus hijos que hacen deberes por Zoom. Las nuevas medidas disponen que la reunificación familiar solo se tramite en los consulados argentinos, algo complejo y costoso. Reclaman no ser considerados turistas y que se hagan excepciones humanitarias. “Son nuestras familias”, se lamentan
“Veo cómo la gente sale a festejar en la calles un triunfo deportivo y hace cinco meses que no puedo abrazar a mi hijo. Tengo impotencia y bronca”, se quiebra Erica Gribaudo (36) desde Rosario, mientras Bruno (6), está en Santa Catarina con su padre, brasileño, Daniel Fossati (39), sin poder volver al país.

 En pareja con Daniel desde hace una década, para las vacaciones de verano, Erica llevó a su hijo en auto hasta Paso de los Libres, para pasar tiempo con su familia brasileña. “Tenían pensado volver los primeros días de marzo a la Argentina para el inicio de clases. El cierre de fronteras por la segunda ola del coronavirus no se los permitió. No lo veo desde febrero. Estoy desesperada”, se lamenta. Y sigue, tratando de contenerse: “No puedo parar de llorar. 

Hablo con él a diario por videollamada para hacer la tarea, para compartir juegos de mesas o festejar su cumpleaños pasado... por qué tiene que estar lejos”. Bruno y Erica haciendo la tarea a distancia Bruno y Erica haciendo la tarea a distancia Angustiada, y sin saber cuándo se encontrarán, ya hizo varios pedidos de reunificación familiar a la Direcciones de Migraciones (habilitadas desde noviembre del 2020) que fueron rechazadas. 

Ahora el trámite se hace a través de los consulados de cada país. “Estoy dispuesta a volar a buscarlo con todo el esfuerzo económico que implica pero ahora se sumó el cepo de vuelos. Me da una impotencia espantosa no tener a mi hijo”. La historia de la familia Gribaudo no es la única. Hay otras personas con vínculos binacionales que sufren la distancia, el desapego, como las consecuencias del cierre de fronteras a extranjeros y ahora se sumó al cupo de ingresos al país mediante la resolución oficial. De esta manera, reclaman exenciones humanitarias que permitan los reencuentros por no tratarse de turistas. 

 En noviembre vieron una luz: la Dirección Nacional de Migraciones habilitó la reunificación familiar, sin embargo dio marcha atrás. “Acorde a la Disposición 1798/2021 publicada en el Boletín Oficial de Argentina el 26 de junio del 2021, se suspendió la Disposición Administrativa 3763/2020 entrada en vigor desde el 28 de noviembre 2020″, dice el Boletín Oficial. El tweet por parte de la Directora de Migraciones que explica la nueva resolución El tweet por parte de la Directora de Migraciones que explica la nueva resolución Gonzalo García Labat (33) está en pareja con Claudia (29) desde hace 5 años. Él vive y trabaja en Buenos Aires, pero ella reside en México.

 Se conocieron por Internet, luego él viajó a Monterrey para hacer un intercambio estudiantil y perfeccionarse en marketing y la relación se consolidó. Hasta antes de la pandemia la relación a distancia era viable. Solían encontrarse cada dos o tres meses en Argentina o en el exterior. Con el cierre de fronteras para extranjeros, durante el 2020 hicieron malabares para verse. En noviembre vieron la luz, la Dirección Nacional de Migraciones habilitó el ingreso al país de familiares directos de ciudadanos argentinos, con el correr de los días comprobó que los trámites que le exigían para acreditar el vínculo eran engorrosos y, sobre todo, muy costosos. 

 Gonzalo Labat (argentino) y Claudia (mexicana) Gonzalo Labat (argentino) y Claudia (mexicana) “El trámite sale más de $40 mil sin contemplar la tasa de $9 mil que le cobran al llegar a Ezeiza, más el pasaje”, relató Gonzalo a Infobae. En los consulados en el exterior piden tramitar una “Visa por reunificación familiar”, que cuesta entre 550 y 850 dólares y habilita al extranjero a solicitar la residencia permanente en Argentina. Para ello deben presentar certificado de nacimiento, matrimonio, convivencia o unión convivencial, debidamente apostillado o legalizado, que compruebe el vínculo directo con un ciudadano argentino o residente y copia del DNI argentino del familiar. Y dentro de las 48 horas previas al embarque, completar DDJJ electrónica con PCR negativo (no más de 72 horas previas al embarque). 

 Claudia pudo volar para las fiestas, y se quedó en la Argentina hasta abril. Ella regresó a su país. Y en junio Gonzalo decidió ir a visitarla a su casa. Ahora ninguno puede volver a Buenos Aires. “Podría tratar de retornar, siendo argentino tengo más posibilidades, pero tendríamos que separarnos. Las reunificaciones familiares se complejizaron a partir de la disposición. La otra manera de estar juntos es tramitar una visa que tampoco es una garantía... en Monterrey no hay ni consulado argentino”, agrega. Gonzalo no sabe qué decisión tomar. “Estoy en una encrucijada porque si vuelvo a la Argentina me tengo que separar de Claudia y no sé cuándo la reencontraré. Es un muro invisible que te ponen, es agotador saber que las reglas del juego cambian constantemente “, explica.

 Los vínculos sentimentales binacionales se encuentran limitados. Natalia Gilabert (44), es argentina, su pareja Sam es de California. Se conocieron hace 3 años. Ambos son terapeutas, especializados en apego. No están casados, pero sí son familia. En febrero 2021 Sam logró la reunirse con Natalia y sus dos hijos en Buenos Aires. Sam tiene una hija en los Estados Unidos que ahora está enferma. ”Él necesita salir, de hecho puede hacerlo aunque no hay garantías que pueda retornar.

 Es una situación de terror sumado al contexto de pandemia. Un varado argentino tal vez pueda regresar, un extranjero es casi imposible de poner los pies en el país.“, se lamenta. Es por eso que Natalia no baja los brazos. “Le pido al Estado que vuelva a admitir la reunificación familiar y que a las personas no casadas se las considere como familia. Son nuestros vínculos”. Gonzalo, Natalia y Erica forman parte del grupo: “Love is not Tourism”, (el amor no es turismo, es esencial) una campaña que comenzó en 2020 en redes para visibilizar las historias familias de diferentes nacionalidades a las que el coronavirus las encontró a kilómetros de distancia. “A pesar del cupo sea lo que sea para controlar el ingreso de cepas, que la familia y seres queridos no entren en la categoría de turistas, porque no lo son. Es nuestro derecho estar con nuestra familia”, sintetiza Natalia.

Entrevista a un grupo de Sinverguenzas....un grupo increible en el escenario

Uruguay alcanzó el 60% de su población completamente vacunada contra el COVID-19

 

Más de 2.127.000 personas fueron inoculadas con las segundas dosis de las vacunas de los laboratorios estadounidense Pfizer, chino Sinovac o anglo-sueco AstraZeneca
Uruguay alcanzó este sábado el 60 % de su población con las dos dosis de vacuna contra el COVID-19, según la información brindada por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

 Según puede verse en el monitor web desarrollado por la cartera sanitaria, a las 11:22 horas (14:22 GMT) de este sábado 2.127.057 personas fueron inoculadas con la segunda dosis de las vacunas de los laboratorios estadounidense Pfizer, chino Sinovac o anglo-sueco AstraZeneca, lo que supone un 60,04 % de la población. Además, otras 2.532.547 personas han recibido la primera dosis de alguna de esas tres vacunas, que son las que llegaron a Uruguay, las dos primeras por compra directa y la última dentro del mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

 El departamento Flores es el que presenta un mayor porcentaje de población inmunizada, con un 68,51 %, seguido por Durazno, con un 67,54 %. Además, Rivera, situado en la frontera con Brasil y que registró una alta incidencia del COVID-19 desde el inicio de la pandemia, suma un 61,88 % de su población con ambas dosis. Uruguay volvió el pasado domingo, después de siete meses, a la zona amarilla del índice de Harvard, que acumula el promedio semanal de casos nuevos de COVID-19 cada 100.000 habitantes (entre 1 y 10). 

Actualmente, el índice del país es de 7,02 y los únicos departamentos que permanecen naranjas son Paysandú y Treinta y Tres, mientras que otros 16 ya están en amarillo y Flores en verde. Poco a poco, el país sudamericano va recuperando su normalidad, con el regreso total a la presencialidad en la educación, la reapertura de salas para espectáculos -aunque con aforo y protocolos de seguridad- y el retorno de los funcionarios públicos al trabajo en oficina. 

 No obstante, las fronteras del país continúan cerradas a los no residentes, salvo excepciones por motivos diplomáticos, personales o económico-laborales, con autorización expresa del Ejecutivo. En comparación con el resto de los países de la región, Uruguay está muy bien posicionado. Solo es superado por Chile, que ya vacunó con dos dosis al 62,19%. Colombia inoculó con ambas dosis al 21,4%, Brasil al 17,42%, Argentina al 12,98%, Perú al 12,26%, Ecuador al 11,29%, Bolivia al 6,82%, Venezuela al 3,87% y Paraguay al 1,98%. En el resto del continente, Canadá vacunó con dos dosis al 54,15%, Estados Unidos al 48,57% y México al 17,93%. El porcentaje de vacunados con dos dosis en el mundo: (Mapa de Our World in Data - Proporción de la población totalmente vacunada contra el COVID-19)

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