domingo, 30 de mayo de 2021

Cali se mantiene en tensa calma tras el despliegue del Ejército, Duque v...


Reina el silencio en Cali. El fin de semana transcurre sin protestas ni enfrentamientos después de que el presidente Iván Duque ordenara el despliegue del Ejército en la tercera ciudad más importante de Colombia. La decisión fue anunciada el viernes por la noche tras una sangrienta jornada de enfrentamientos que dejó 14 muertos, casi un centenar de heridos y decenas de infraestructuras vandalizadas. 

 La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, expresó su preocupación por la situación en Cali, dónde se detectó la presencia de civiles armados. "Estos hechos son muy preocupantes tras el progreso que se estaba haciendo para resolver la revuelta social a través del diálogo", dijo la alta comisionada, quien reclamó que se investigue a todos aquellos que causaron muertes o heridas, lo que incluye a funcionarios del Estado, y se les sancione de acuerdo con su responsabilidad.

 El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, ha descrito el episodio de violencia como "un día fatídico, un día doloroso". También denunció los actos de "vandalismo puro e irracional" contra inmuebles privados y públicos. Por su parte, el presidente Duque visitó nuevamente Cali donde fue recibido con reacciones mixtas, el sábado sostuvo un consejo extraordinario de seguridad con las autoridades locales para evaluar los daños. 

 La tensa calma en Cali no se reproduce en otras zonas de Colombia. En la ciudad de Facatativá, en el departamento de Cundinamarca, una turba intentó incendiar el Palacio de Justicia y una sede de la Alcaldía donde había almacenadas vacunas contra la covid-19.

 El gobernador de Cundinamarca explicó que los vándalos no dejaron pasar a los bomberos, por lo que tuvieron que enviar al Ejército para actuar. La ciudad de Facatativá también está militarizada desde el sábado. "Situaciones como las que se presentaron esta mañana en Facatativá no tienen justificación y requieren la intervención inmediata de la fuerza pública", alegó el gobernador. Según la ONG Temblores y el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), han ocurrido 60 muertes en el marco de las protestas, de las cuales 43 se las atribuyen a la fuerza pública. 

Mientras que la Fiscalía contabiliza 43 muertes, aunque solo "17 de ellas tienen nexo directo en el marco de las protestas". Además, las autoridades siguen buscando a 123 personas reportadas como desaparecidas en las protestas, pero organizaciones como la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos asegura que falta por encontrar a 327.

Las calles de Brasil piden un juicio político contra Bolsonaro


En Brasil, miles de personas protestaban contra el presidente Jair Bolsonaro este sábado en Río de Janeiro, pidiendo un juicio político contra el mandatario a quien critican por su gestión de la pandemia. Piden además que se acelere el proceso de vacunación y exigen ayudas de emergencia para los más afectados por la crisis sanitaria.

 Ayudas que ahora son de menor cuantía, y que están llegando a menos gente que en 2020. Gente indignada que pide la dimisión de Bolsonaro "Estoy aquí para revindicar los derechos de los más necesitados, los derechos de mis hijos, el derecho a vivir, y a tener vacunas para todos. Este es un gobierno de incompetentes que está arruinando a Brasil, acabando con nuestros bosques, empobreciendo a la población, y hundiendo las bases del país", decía indignada esta brasileña. A la pésima gestión de la pandemia, se le añade una pobreza vertiginosa

 Las protestas han sacudido diferentes ciudades de Brasil, donde la pobreza se extiende cada vez a más hogares que no llegan al salario mínimo. Una situación que se ha disparado en el primer trimestre de 2021, cayendo a los peores niveles desde hace casi una década, según datos del centro de política social de la Fundación Getulio Vargas.

El amontonamiento de progresistas que parasita los votos del peronismo

 

Volver a votar a partir de los principios que nos definen es el camino hacia el renacimiento de la política y a la verdadera derrota del kirchnerismo
Por Julio Bárbaro 30 de Mayo de 2021 Politólogo y Escritor.

 Fue diputado nacional, secretario de Cultura e interventor del Comfer. Alberto Fernández y Cristina Kirchner Alberto Fernández y Cristina Kirchner El síntoma más definitivo de la decadencia es el triunfo de los peores.

 En nuestra apabullada sociedad se enriquecieron los vivos, aquellos que nos convencieron de regalar los bienes del Estado para apropiarse de ellos sin inversión alguna. Inventaron la teoría del “privatismo virtuoso” moderno y pretencioso cuento del tío que implicaba regalar las propiedades colectivas a pocas manos, en su mayoría extranjeras. 

El relato era la inversión privada y el fruto amargo, un saqueo a pura corrupción. Esa es la matriz de la actual miseria, las otras provienen de ese oscuro origen con pretensiones de modernidad. Primero el golpe, luego la deuda y finalmente la disolución del Estado. Y ahora se quejan, generaron un monstruo infinitamente más dañino que aquel que intentaron combatir. El grave conflicto que vive nuestra sociedad es que la derecha es muy de derecha, sólo mira su ombligo y la izquierda también se ocupa únicamente de sus necesidades. 

Ambas comparten la ignorancia que resulta de la desmesura de la codicia. Quienes gobiernan dicen ser progresistas pero habitan en las zonas más elegantes y sus gustos en nada los diferencian de sus supuestos enemigos: Puerto Madero y barrios privados, amigos y a veces socios de las empresas privatizadas. Son propietarios de los lujos y la soberbia de nuevos ricos. Con las elecciones los curros no fueron desarticulados, sólo cambiaron de dueño, de mano. Esos inventos de privatizaciones que nunca existieron, para administrar bienes del Estado dibujaban concesionarios con testaferros y los saqueaban en nombre del “libre mercado”. 

Todo aquello que era nuestro y rentable, lo perdimos, lo despedazamos, ya vimos que sucesivos gobiernos no alteraron esa matriz colonial. Desde semejante destrucción, la pobreza y la deuda nunca dejaron de crecer a la par que los números de esta burocracia con dos versiones, derecha con el PRO e izquierda con el amontonamiento de pretendidos progresistas que parasitan los votos del peronismo.

 Un gobierno cree ser de izquierda si acomoda, favorece y contrata a los militantes que dicen pertenecer a esa ilusión de ayer revertida en deformación. Para ser peronistas deberían ocuparse de la gente, integrar socialmente, recuperar trabajo, temas que ni siquiera llegan a ocupar sus intereses. Hoy sufren el daño todos, hasta los más necesitados.

 Gobiernan dejando dudas, ellos dicen cuidar, demasiados perciben oprimir. Ahora viene la discusión sobre si nos amontonamos para ganarle al gobierno o si podemos votar según nuestras ideas y no por los temores. Se siente como si todas nuestras opiniones fueran convertidas en dogmas y acusaciones hacia quien piensa distinto. El gobierno irá unido, en consecuencia parece que sólo importa reducirlo a la menor cantidad posible de votos. Que cada sector recupere la pureza de sus propuestas y de ese modo, la dispersión le imponga al poder desnudar su mayor debilidad. Juntarse para enfrentarlos es regalarles los votos del espanto. 

 Asumamos que en toda aglomeración se entrega la identidad a cambio de una pretendida nobleza de causa tan falsa como absurda. Volvamos a votar a partir de los principios que nos definen, ese es el camino hacia el renacimiento de la política y a la verdadera derrota del kirchnerismo. La debilidad del Gobierno solo se sostiene en la ausencia de oposición. Si somos capaces de construir una alternativa que devuelva la esperanza de un mejor mañana, este conjunto conformado por la suma de codicias que nos gobierna se disolverá para siempre. 

Si por el contrario volvemos a revivir los fracasos que facilitaron su retorno, si ni siquiera nos diferenciamos en asumir con humildad la autocrítica, terminaremos entendiendo que el enojo que engendra la denuncia no es capaz de iluminar algún futuro. Debemos hacernos cargo de nuestros errores, acabemos con la cantinela de que el pueblo vota mal como si alguno le hubiera ofrecido una opción superadora. “La historia es un cementerio de elites”, supo afirmar Vilfredo Pareto y hace tiempo que entre nosotros no surge nada parecido a una minoría lúcida. No tenemos ni políticos, ni empresarios ni sindicalistas que sobresalgan como dignos de escuchar. 

Y contados pensadores. Un ejército de quejosos no reemplaza a un grupo pequeño de talentos, casualmente lo que nos falta y necesitamos. Serían la inspiración para reencontrar el camino hacia un futuro que vuelva a ilusionar. Abundan los vivos capaces de parasitar la decadencia, temible virus contra el que hay una única vacuna y es la política en serio, que invite a trascender.

 Hoy el enemigo no es sólo el gobierno, es la desesperanza, una melancolía que nos lleva a pensar que no tenemos salida. La solución hay que construirla, forjarla, entre aquellos que amamos la patria y no tenemos deuda con dogma alguno, entre los que aprendimos a dudar y que hoy debemos iniciar el esfuerzo de consensuar. La situación es angustiante pero el desafío es digno de ser asumido, debatamos un nuevo modelo productivo que genere trabajo y producción. Como escribió Ortega y Gasset : “Argentinos a las cosas”.

La “tremenda frustración” de Fangio: la historia de su decepcionante paso por las 500 millas de Indianápolis, donde fue tratado como novato

 

Este domingo, con 135.000 espectadores, se corre la legendaria carrera estadounidense, donde el Chueco intentó correr en 1958. La apuesta de un magnate para que compitiera y cómo, de todos modos, se ganó el respeto de la IndyCar
Por Darío Coronel 30 de Mayo de 2021 La cara del Chueco lo dice todo... Vivió una gran frustración en el mítico óvalo (Archivo CORSA). La cara del Chueco lo dice todo... Vivió una gran frustración en el mítico óvalo (Archivo CORSA). En 1958 Juan Manuel Fangio era considerado el mejor piloto del mundo por sus cinco títulos de Fórmula 1. 

En esa temporada solo corrió una carrera en la Máxima, donde fue cuarto en la Argentina. Un mes antes de cumplir 47 años, el Chueco quiso cumplir con un objetivo pendiente: correr las 500 Millas de Indianápolis. Ese intento lo definió como una “tremenda frustración”, por no tener un auto rápido, pero demostró su potencial en la previa y se ganó el respeto del ambiente de la IndyCar. Ya en 1957, el doctor Vicente Álvarez, alguien muy vinculado al automovilismo norteamericano, le hizo llegar al balcarceño la inquietud de A. E. Dean para que manejara uno de sus Dean Van Line Special.

 En aquel momento el argentino corrió y venció en Mónaco con la F1 el 19 de mayo y la cita en el óvalo estadounidense fue el 30 del mismo mes. Con poco tiempo al balcarceño le pareció poco ético confirmar su presencia al no saber si iba a poder estar. Entonces Dean contrató a un novato que largó 12º e hizo una gran carrera hasta que abandonó por un trompo: el joven fue Anthony Joseph Foyt, cuatro veces ganador de las Indy 500 y séptuple campeón de la IndyCar. En 1958 se ausentó en las fechas de Mónaco y Países Bajos en la F1.

 Si bien por esos días Fangio empezó analizar su retiro, el 24 de abril dio una conferencia de prensa y expresó su intención de correr en Indianápolis, una carrera que estuvo incluida en el calendario de la Máxima en la década del cincuenta, pero que los equipos de F1 la obviaron por los altos presupuestos de logística para viajar a los Estados Unidos y la obligación (si pretendían ser competitivos) de desarrollar un auto exclusivo para un óvalo. “Mi deseo de participar en Indianápolis es una aspiración que he tenido desde hace mucho tiempo”, dijo en aquel momento el Chueco, que aceptó el desafío del magnate californiano Floyd Clymer, quien dudó de sus condiciones y pergaminos y cuestionó el estatus de Fangio por no enfrentarse a los pilotos estadounidenses en la Carrera de los Dos Mundos en Monza en 1957 (una competencia entre autos de la F1 y la IndyCar). 

También por no haber corrido nunca en Indianápolis. Fue así que Clymer le apostó a Fangio un premio total de 6.500 dólares. De ellos, 500 le corresponderían al argentino cuando se inscribiese en la carrera, 1.000 si llegaba a clasificar entre los 33 pilotos habilitados a largar, 2.500 si terminaba la carrera entre los cinco primeros con un auto yanqui o 5.000 si lo hacía en un auto europeo. El Quíntuple solo puso dos condiciones: contar un vehículo competitivo y donar el dinero que él pudiese ganar con la apuesta a una entidad de beneficencia. Fangio observa un monoposto. 

A la izquierda aparece Marcelo Giambertone, quien le gestionó el equipo para las Indy 500... (Archivo CORSA). Fangio observa un monoposto. A la izquierda aparece Marcelo Giambertone, quien le gestionó el equipo para las Indy 500... Fangio llegó el 30 de abril a los Estados Unidos y por medio de otro argentino, Marcelo Giambertone, hizo un acuerdo con el equipo de George Walther, que no tuvo un coche rápido. Era un Kurtis Kraft 500G Offenhauser con el N° 77. Los dueños del auto eran fabricantes de frenos que además tenían una fundición y el patrocinio era “Dayton Steel Foundry”. 

 No fue buena la primera impresión de Juan Manuel con el coche, que se guardó en un garage que no era un taller y vio muchas piezas desparramadas por el piso. “Me llevé una gran desilusión. La verdad es que yo había llegado hasta allí porque un italiano, el ingeniero Gianni Dotto, ex integrante de Alfa Romeo, le había dicho a Giambertone que él trabajaba en el auto de esta gente y que estaba estudiando una caja de cambios especial para correr en Indianápolis. 

Pero cuando salí a pista me convencí de que no hacía falta poner cambios”, contó el Chueco. Fangio no se desmoralizó, todo lo contrario: de inmediato se puso en campaña para averiguar las cláusulas reglamentarias para poder estar presente. -Le colocaron tres tiras en la parte trasera de su auto que era para identificar a los “novatos”. -Debió dar diez vueltas a 115 millas de promedio (185,074 km/h). En ninguna de ellas podía ir a menos de 114 ni a más de 119. -Luego, un tope de promedio de 120 millas (192 km/h). Cumplió con esas pruebas el 7 de mayo. Al otro día completó otras dos: -La primera fue dar diez giros a 125 millas (201,100 km/h). -Después una cantidad similar a 130 millas (209,200 km/h). “Las pruebas me parecieron perfectas. Las tandas sucesivas a promedios más altos de forma progresiva constituyen un sistema notable”, contó el Chueco. 

“Lo que la pista de Indianápolis pedía era andar en forma sostenida. Es una pista peligrosa en la que hay que tratar de caminar de la manera más pareja posible. Como había superado las exigencias, en una ceremonia simple se arrancaron las tres tiras de mi coche y quedé automáticamente aprobado”, contó el Quíntuple. Juan Manuel Fangio en su auto en Indianápolis. Nótese en la parte trasera las tres tiras para identificar a los "novatos" (Archivo CORSA). Juan Manuel Fangio en su auto en Indianápolis. Nótese en la parte trasera las tres tiras para identificar a los "novatos". 

“A partir de entonces, busqué ir todos los días a mayor velocidad, pero el coche no respondía. Primero fue un problema de dirección que pudo ser solucionado. Luego apareció una falla en el motor; en el garage no había magneto de repuesto y yo mismo fui a pedir uno prestado a otro equipo. Cuando en una de esas vi que uno de mis mecánicos no sabía poner a punto un motor de cuatro cilindros, que es lo más sencillo del mundo, me di cuenta de que había que pegar la vuelta porque si no sería un papelón. Esa máquina tenía su tercera temporada. Nunca haría nada bueno…”, confesó. La diferencia entre su auto y el resto fue notable.

Su velocidad final rondaba los 228 km/h contra los 234 km/h de los punteros. “El coche no está en óptimas condiciones para permitirle al señor Fangio mantener su reputación como piloto campeón del mundo”, señaló un portavoz del Chueco el 15 de mayo. Sin embargo, antes de hacer las valijas, recibió la invitación del equipo Novi Automotive Air Conditioning para probar el Kurtis Kraft 500F que en la carrera lo corrió Bill Cheesbourg. Fue con uno de los dos coches impulsados por motores V8 con turbina mecánica. “Con el coche del Novi salí de una sola vez a la pista. 

Di como diez vueltas y me di el gusto de que el otro piloto del equipo, que era Paul Russo, no me pudiera alcanzar. El coche recién mostraba toda su potencia en alta (máxima velocidad)”. Logró bajar el tiempo de Russo y llevó monoposto a 135 millas (217,260 km/h). Pero cuando Fangio por fin pudo subirse a su Kurtis Kraft solo completó tres vueltas y en una de ellas hizo un trompo. “Me acuerdo que hice un trompo en una curva mientras trataba de pasar a dos autos; fui forzado a tomar la curva por arriba y el tren trasero se me despegó del piso. 

Me inquietó la reacción del auto. Paré en boxes y me informaron que el tanque había sido llenado la vuelta anterior; yo había probado el coche con muy poca nafta; el peso extra que yo llevaba sin saberlo, lo sacaba fuera de balance en un momento crítico”, aseguró. Sin embargo, en aquella edición el primer auto que probó Fangio sí se clasificó por medio del piloto que lo sustituyó, Mike Magill (lo hizo en 31ª posición), pero el argentino no estuvo interesado en participar con una máquina que no fuese competitiva. 

 El Quíntuple se prepara para salir a pista en la previa de las 500 Millas (Archivo CORSA). El Quíntuple se prepara para salir a pista en la previa de las 500 Millas (Archivo CORSA). “Me hubiera gustado correr en Indianápolis con un auto adecuado y también haber tenido un buen entrenamiento para hacer una buena carrera. Solo probé dos días y en total completé doce vueltas. No digo correr para ganar, pero al menos para competir adelante y tener alguna chance”, reconoció en una entrevista. De todas formas, el Chueco guardó un buen recuerdo del ambiente “yanqui”. 

“La verdad es que todo el mundo me ayudó para que yo pudiera correr en las mejores condiciones; no me escondían nada y me trataron de la mejor manera posible. Me hicieron sentir siempre muy bien, pero nunca tuve un auto rápido. Pero no pude probar lo suficiente”, admitió. “Así fue que la ‘operación Indy’ resulto ser una tremenda frustración, pero esto es solo una parte de la historia. Lo que de verdad me importaba era haber conocido una atmósfera muy limpia y saludable. La caballerosidad todavía era como un escudo en Indianápolis”. 

 El magnate Clymer reconoció que Fangio no era un cobarde y que aceptó el reto de acelerar en el mítico óvalo. Como una especie de reconocimiento y en función de lo que pidió el Chueco en su apuesta, depositó 500 dólares (por haberse inscripto) en la cuenta de una fundación de lucha contra el cáncer llamada Damond Runyan. El Quíntuple no corrió, pero se ganó el respetuoso afecto del ambiente de la IndyCar y de Indianápolis. Aquella experiencia fue premonitoria para Fangio. Sin un buen auto no sintió motivaciones y se bajó de las Indy 500. 

Dos meses más tarde, en el Gran Premio de Francia de F1 corrido en Reims, el rendimiento de su Maserati 250F no fue óptimo. Preguntó en el equipo por qué habían cambiado los amortiguadores (por los Koni neerlandeses) y la respuesta fue “porque los nuevos pagan”. Terminó cuarto y se retiró. Dos meses más tarde Fangio volvió a la Fórmula 1. En la foto está lidera el pelotón. Se retiró en esa carrera en Reims (Archivo CORSA). Dos meses más tarde Fangio volvió a la Fórmula 1. En la foto está lidera el pelotón. Se retiró en esa carrera en Reims (Archivo CORSA). Un clásico. La IndyCar es la segunda categoría más importante de autos de fórmula detrás de la F1. Nacida en 1911, es la más antigua del mundo más allá de los diferentes nombres que tuvo. 

Arrastra una fuerte tradición y su evento más relevante son las 500 Millas de Indianápolis, cuya primera edición también fue ese año. Desde entonces no hay privilegios para nadie y cualquier piloto que quiera participar debe ajustarse a su reglamento particular. No importan los nombres ni pergaminos, como pasó con Fangio, que tuvo que cumplir una serie de requisitos previos y fue tratado como un novato a pesar de sus cinco títulos mundiales. 

Si Lewis Hamilton quisiera correr en Indianápolis debería pasar por toda una etapa previa donde es sometido a alcanzar velocidades finales y luego intentar ser uno de los 33 más veloces en la clasificación para entrar en la carrera. Aparte de Fangio, otros cinco campeones de F1 que no pudieron clasificar para largar la histórica prueba estadounidense son Giuseppe Farina (1956 y 1957), Graham Hill (1963), Denny Hulme (1970), Nelson Piquet (1992) y Fernando Alonso (2019). Sin embargo, Hill tuvo revancha, venció en 1966 y es uno de los cinco campeones de F1 que vencieron en el legendario óvalo junto a Jim Clark (1965), Mario Andretti (1969), Emerson Fittipaldi (1989 y 1993) y Jacques Villeneuve (1995). Además, Graham es el único que ganó la “Triple Corona del Automovilismo” (no es un trofeo, sí un título honorífico), producto de sus triunfos en Indianápolis (con un equipo americano), el GP de Mónaco de F-1 y las 24 Horas de Le Mans. 

Quienes hoy pueden igualarlo son el español Fernando Alonso, que le falta festejar en USA y el colombiano Juan Pablo Montoya, que adeuda su éxito en Le Mans. Scott Dixon, el autor de la pole positions para la edición de este año de las Indy 500. Iceman pisa una bolsa de hielo (Prensa IndyCar). Scott Dixon, el autor de la pole positions para la edición de este año de las Indy 500. Iceman pisa una bolsa de hielo (Prensa IndyCar). El fin de semana pasado Scott Dixon (Chip Ganassi Racing) consiguió la pole positions y largará adelante este domingo.

 El neozelandés alcanzó un promedio de velocidad de 231,685 millas por hora (370 km/h). “Iceman”, como se lo conoce, es el actual campeón de la IndyCar donde suma seis títulos y ganó las Indy 500 en 2008. Luego de un 2020 a puertas cerradas, en esta edición (la 105ª) se permitirá el ingreso de 135.000 personas y será la mayor cantidad de público en un evento deportivo en los Estados Unidos desde que estalló la pandemia de COVID-19. 

 El autódromo de Indianápolis sirvió de centro de vacunación masivo del 24 de abril hasta el 27 de mayo. A la gente se le pedirá tapabocas y se le controlará la temperatura en el ingreso. También como protocolo se establecerá el distanciamiento social entre los grupos en las tribunas. En un marco excepcional, pero con la misma pasión desde hace 110 años, este domingo se disputará una de las carreras más importantes del planeta.

Marcha 3 arboles por guitarristas Zarateños

Malvinas secreta: el ataque de los pilotos argentinos al portaviones Invencible, que Gran Bretaña jamás reconoció

 

El 30 de mayo de 1982 una misión conjunta de la Aviación Naval y la Fuerza Aérea impactaron sobre el portaviones británico con el lanzamiento de un misil y bombas. Dos pilotos fueron abatidos por la defensa enemiga. En el libro “La Guerra Invisible” se revelan los enigmas de esa operación
Fue una misión conjunta de la Aviación Naval y la Fuerza Aérea. El objetivo estaba a cien millas de la costa de la isla Soledad. Era el 30 de mayo de 1982 e iban a atacar al portaviones Invencible. La operación tenía un riesgo extra al que todo ataque a la flota británica ya tenía para los pilotos argentinos: existía la posibilidad de encontrar a buque como “piquete radar” que interceptaba los vuelos desde el continente.

 Los dos aviadores de los Super Étendard de la marina en la Base de Río Grande conocían el peligro. Los cuatro pilotos de de los A-4C Skyhawk de la Fuerza Aérea que volaron hasta allí desde la Base de San Julián, también. Todos tenían conciencia de que quizás no volverían. El Exocet de la aviación naval se disparó en la milla 17. 

El misil dio en el blanco. Los pilotos de la Fuerza Aérea vieron el humo negro, antes de lanzar sus bombas en el blanco sobre un mar encrespado. De estos aviadores solo regresaron dos. En La Guerra Invisible de Marcelo Larraquy se revelan los secretos y enigmas de un ataque que los ingleses jamás reconocieron. Aquí, el extracto del libro La Guerra Invisible de Marcelo Larraquy La Guerra Invisible de Marcelo Larraquy El 27 de mayo, dos días después del ataque al Coventry y al Atlantic Conveyor, los radaristas elaboraron otro ploteo sobre un avión que desaparecía en determinado punto. 

La información se reportó a Comodoro Rivadavia y de allí bajó al búnker de la base de Río Grande. El jefe de la escuadrilla de Super Étendard, capitán Colombo, llamó al capitán Alejandro Francisco. Era su turno. Volaría él con su numeral, el teniente Luis Collavino. Colombo pidió que prepararan la operación para el mediodía del día siguiente. El objetivo estaba ubicado a cien millas al este de la isla Soledad. Había un riesgo adicional: existía la posibilidad de que hubiera un buque como “piquete radar” para interceptar los vuelos del continente. Tenían que saltear esa barrera. Francisco y Collavino prepararon un diseño de vuelo más largo, con doble abastecimiento, en la carta de navegación. Nunca se había realizado en una misión.

 La última posición para la recarga debería hacerse, como mínimo, a 200 millas del blanco. El radio de acción hasta el lanzamiento sería de 480 millas, el más largo de todos los vuelos. El diseño suponía despegar, volar a 20 mil pies durante cincuenta minutos, realizar el primer abastecimiento y seguir el vuelo hasta llegar a 200 millas del objetivo. Allí se realizaría la segunda carga. Luego deberían volver a descender, realizar la aproximación rasante, subir, emitir radar, visualizar el blanco, lanzar el misil y regresar en altura hacia la base. Este era el perfil básico, en el supuesto de que la acción no fuera alterada por un buque enemigo. 

La información que disponían era muy limitada. En la mañana de 28 de mayo Francisco y Collavino revisaron los detalles finales. Sentían algo en el estómago, pero nada que no fuera controlable. A estas alturas, con las naves británicas en control del aire y el mar, cada vez había menos certeza del regreso de cada misión que despegaba hacia las islas. En la sala del hangar se vivía con nerviosa expectativa el tiempo de espera entre la partida y el aterrizaje de los aviones. Francisco siguió durmiendo en forma normal. Una misión exigía dormir bien, tener concentración plena, estar con la mente cinco minutos adelante del avión. En un adiestramiento en la Base Espora, si un piloto no había dormido bien, pedía no volar. Podía hacerlo.

 Pero en una guerra a nadie se le habría ocurrido un pedido semejante por una mala noche. Alejandro Francisco preparandose para salir al ataque Alejandro Francisco preparandose para salir al ataque El primer tramo del vuelo tomaría cuarenta minutos. El segundo contacto con el Hércules para el abastecimiento sería una hora después. Y luego habría treinta minutos más para la aproximación y el lanzamiento. Llegarían al blanco prácticamente con el tanque lleno. Ya estaba todo. Fueron a sus aviones. El último Exocet AM-39 de la escuadrilla de Super Étendard lo cargaba el capitán Francisco; su numeral lo acompañaría para informar cualquier anomalía. Solo dispararía sus cañones si lo interceptaba un Sea Harrier. 

Ya estaban por rodar cuando les avisaron que el Hércules no estaría disponible. La misión se postergaba para el día siguiente. Al día siguiente ocurrió lo mismo. La puesta del casco, el ajuste al asiento, la señal para empezar a rodar, el Exocet enganchado bajo el ala derecha, la aproximación a la cabecera de pista y la comunicación desde la torre de control: no habría avión tanque. Después se enteraron de que cambiaría la planificación. 

 A las siete de la tarde llegaron cuatro aviones A-4C Skyhawk desde la Base San Julián. El comando de Fuerza Aérea Sur, en Comodoro Rivadavia, había decidido agregar mayor munición sobre el blanco, que —sospechaban— sería un buque de 20 mil toneladas. Los cuatro aviones A-4C llevarían tres bombas de 250 kilogramos cada uno. Esa misma noche, el jefe de Escuadrón de A-4C Fuerza Aérea con base de San Julián, comodoro Juan José Lupiañez, reunió en el búnker a los pilotos del SUE para conocer el diseño del vuelo; quería saber si sería factible para los pilotos de su fuerza. 

Nunca habían recibido adiestramiento en ataques con vuelos rasantes sobre unidades de superficie, pese a la audacia y el valor que demostraban en sus misiones sobre el estrecho San Carlos. Luis Collavino antes del ataque Luis Collavino antes del ataque Los pilotos le explicaron los detalles de la misión, los puntos de abastecimiento, el amplio arco del radio del vuelo. Lupiañez dijo que podrían hacerlo. Se ordenó el despegue para el 30 de mayo al mediodía. Ese día, a las diez de la mañana, en la sala del hangar, se reunieron por primera vez los dos pilotos de la Aviación Naval con los cuatro de la Fuerza Aérea. Sería la primera vez que harían una operación conjunta. Francisco les informó la disciplina a seguir: no se hablaría por radio, tampoco habría comunicación electrónica. 

Todo debía ser discreto; silencio absoluto incluso para el segundo Hércules que se sumaba para el reabastecimiento. Después de este último contacto en la milla 200 antes del blanco, volarían rasante hasta la milla 55. Desde este punto en adelante, la misión se volvería absolutamente evidente. Todos estarían en riesgo. Los Super Étendard treparían en altura, abrirían radar, se comunicarían entre ellos para compartir la información del visor y luego volverían a bajar. Los A-4C debían posicionarse mil metros detrás y seguirlos.

 Ya estaba todo acordado. Dos Super Étendard, cuatro A-4C Skyhawk y otros dos KC-130 Hércules para traspaso de combustible volarían por el sur de las islas Malvinas en busca del objetivo, del punto dato, del ploteo envolvente en el que desaparecían los aviones británicos. Los dos SUE despegaron primero, diez minutos después lo hicieron los cuatro A-4C. Desde la base de Río Gallegos partieron los Hércules. 

El abastecimiento se realizó en los dos puntos previstos. La sonda salió por abajo del avión tanque, se mantuvo tiesa, y con su canasta enganchó en el caño que salió por arriba del SUE. Los pilotos fueron viendo la aproximación, con el volante firme, hasta que escucharon el sonido, “clap”. Era la señal de que la canasta enganchaba en el caño y empezaba la descarga. Un Hércules abasteció a los dos SUE en simultáneo, cada avión detrás de cada ala. Lo mismo sucedió con los aviones A-4C, aunque en este caso el abastecimiento se hizo en dos turnos. La misma acción se repitió a 200 millas del blanco. 

 El piloto Ernesto Ureta fue el primero en ofrecerse como voluntario El piloto Ernesto Ureta fue el primero en ofrecerse como voluntario Las seis aeronaves ya estaban con el tanque lleno. Entonces los SUE bajaron a 15 mil pies, 4500 metros, hasta la milla 120, y desde ahí descendieron a 30 metros del mar, vuelo rasante. El navegador inercial les iba indicando la distancia y la altura. Los cuatro aviones A-4C volaban detrás. Cuando llegaron a la milla 55 cumplieron lo pactado. Los dos Super Étendard ascendieron hasta dos mil pies, a 600 metros, y encendieron el radar. El vuelo se hizo indiscreto. Implicaba dar aviso a los radares enemigos; era como hablar con un megáfono en medio del mar. Fueron apenas uno o dos segundos, dos o tres barridas, pero ya estaban los seis aviones en evidencia. Ya podrían ser detectados. El capitán Francisco vio en su pantalla un eco grande y otro mediano. Los dos dispuestos en horizontal en el visor. El mayor era como una banana grande. 

La imagen podía ser compatible con un portaviones. Estaban situados cinco grados más a la derecha de la posición original que había dado el puesto de radar de Malvinas. Corrigió la posición. Collavino vio lo mismo. Apagaron radar y bajaron. Volaron hasta la milla 40 del blanco. Los A-4C seguían detrás. En ese punto, los SUE volvieron a subir y encendieron radar otra vez. Observaron el eco en el visor; ahora se veía mucho más grande. Francisco ya podía lanzar el misil. Solo debía colocar el cursor sobre el eco mayor, sobre el objetivo, y engancharlo.

 Comenzó a manejarlo con la mano izquierda, como si fuera el joystick de un videojuego. Mantuvo la mano derecha en el comando. Un ojo en el radar y el otro adelante, para no chocar contra nada, el límite entre el cielo y el mar era una frontera imprecisa. Hasta que la alidada se enganchó al blanco, apretó el gatillo del joystick y lo dejó fijo. Al radar le llegó la orden y en el visor apareció la información de la distancia. Leyó “accroché”. Enganchado. Blanco enganchado con el radar. 

Faltaba avanzar un poco, unos segundos más. A mayor acercamiento, mayor probabilidad de eficacia de impacto, pero también de mayores riesgos. Avanzaban a 150 metros por encima del mar, con el avión estabilizado. El lanzamiento no admitía movimientos bruscos. El misil tenía una plataforma inercial y el avión debía darle estabilidad para que entrara en acción. El 1er Teniente José Daniel Vázquez trepando a su Skyhawk tras ofrecerse como voluntario para una misión sumamente peligrosa. Tenía 30 años y acababa de ser padre por tercera vez El 1er Teniente José Daniel Vázquez trepando a su Skyhawk tras ofrecerse como voluntario para una misión sumamente peligrosa. Tenía 30 años y acababa de ser padre por tercera vez En la milla 17 Francisco gatilló. El radar Agave transmitió al Exocet la dirección y la distancia del blanco. El misil comenzó a bajar de su posición en el ala derecha, 660 kilos que se desprendían. Pero bajó bruscamente, como un peso muerto; parecía que iba a estrellarse contra el agua, aunque enseguida se encendió, estabilizó su posición, se puso en paralelo a las aguas y se dirigió hacia su objetivo. La misión de los Super Étendard había sido cumplida. Francisco y Collavino giraron e iniciaron el escape. Los cuatro A-4C debían seguir su vuelo para lanzar sus bombas. Debían sobrevolar al blanco.

 El mar estaba encrespado, el viento hacía saltar nubes de espuma. Llovía. Los pilotos fijaron la vista en el misil. Siguieron la estela que producían los gases de combustión. El misil era más veloz que los aviones y pronto lo perdieron de vista en el horizonte, totalmente gris. Al minuto de vuelo, a lo lejos, vieron la silueta de su blanco. Lo encontraron inmenso, majestuoso, una estructura de casi 200 metros desplegada en el mar. Dejaron de ver todo lo que pasaba alrededor. “¡El portaviones!”, le avisó por radio el alférez Jorge Isaac al teniente José Vázquez, jefe de la formación. Vázquez se había ofrecido como voluntario en esta misión y eligió al teniente Omar Castillo como numeral. El teniente Ernesto Ureta había elegido a Isaac. A medida que se aproximaban, comenzaron a ver humo negro enrollado desde los dos lados de la torre del barco. Iba aumentando su densidad: el misil lo había impactado. Ahora lo tenían cada vez más cerca.

 Se juntaron los cuatro, entrarían por la popa. Atacarían dos de cada lado. A cinco millas del blanco, Isaac sintió una explosión fuerte en su cabina, pero enseguida advirtió que no era su avión. A su izquierda, a 150 metros vio un A-4C que caía contra el mar. Enseguida, más cerca del blanco, a un kilómetro, sintió un cimbronazo mucho más intenso a cinco metros de él. Otro A-4C se convertía en una bola naranja de fuego.

 El blanco, de la pista para abajo, ya estaba cubierto de humo. Viró a la derecha y comenzó a descargar sus cañones. Tenía 200 proyectiles. Siguió volando por el lateral de la nave y apretó las bombas. Ureta disparó dos o tres veces sus cañones, pero se trabó, levantó la trompa de su avión, atravesó el blanco enemigo, descargó sus bombas y giró a la izquierda para su huida. Cuando se alejó pegado al agua, la silueta de la nave no se veía más: estaba cubierta de humo. Isaac avisó por radio que había salido sin novedad, pero nadie contestaba. 

En el horizonte vio un punto que se acercaba, pensó que podría ser un Sea Harrier, pero reconoció a Ureta por el buzo color naranja. Entendió que Vázquez y Castillo habían sido derribados. Isaac relató las dos bajas al comandante del Hércules al momento del enganche. Desde Comodoro Rivadavia le transmitieron si había posibilidad de ir a buscarlos. Isaac afirmó que no había ninguna posibilidad de que se hubieran eyectado. Omar Jesús Castillo cayó durante el ataque al portaviones inglés Omar Jesús Castillo cayó durante el ataque al portaviones inglés El capitán Francisco fue escuchando la comunicación por radio de los pilotos de la Fuerza Aérea. Sabía que solo regresarían dos. Decidió con Collavino no reabastecerse e ir directamente a Río Grande. 

Tenían diez minutos de autonomía y les bastaban para seguir volando. La meteorología era buena. Cuando aterrizaron, los costados de la pista estaban llenos de gente. El comodoro Lupiañez los esperaba en tierra. “Hay dos que no vuelven”, dijo Francisco. Todavía no se había bajado de la cabina. El comodoro lo sabía. Se lo habían transmitido desde el Hércules. La misión conjunta del último Exocet AM-39 había dejado dos pilotos muertos y una nave averiada. Francisco se bajó del avión y dio el informe verbal al capitán Colombo.

 Al día siguiente entregaría el texto escrito. Los dos pilotos de la Fuerza Aérea relataron por separado lo que habían observado. Ambos habían visto al portaviones Invencible con humo en la cubierta. Gran Bretaña nunca lo reconocería. Después Francisco se duchó, se cambió y esa misma noche voló a la Base Espora junto a Collavino en un avión Electra. Sentía un sabor amargo. Habían caído dos pilotos. Pero a la vez sentía cierta satisfacción por la misión cumplida. El resto de la escuadrilla también abandonó Río Grande. 

Ya no tenían más misiles. Habían descargado los cinco sobre sus blancos: el Sheffield, el Atlantic Conveyor y, aparentemente, el Invencible, en tres misiones. Los sobrevivientes del ataque conjunto del 30 de mayo en Malvinas: Ernesto Ureta y Gerardo Isaac y los pilotos de SUE Alejandro Francisco y Luis Collavino, por primera vez reunidos por un medio de prensa (Foto: Infobae) Los sobrevivientes del ataque conjunto del 30 de mayo en Malvinas: Ernesto Ureta y Gerardo Isaac y los pilotos de SUE Alejandro Francisco y Luis Collavino, por primera vez reunidos por un medio de prensa (Foto: Infobae) Todavía existía la esperanza de que el capitán Corti y el capitán Lavezzo consiguieran misiles de Irán, por intermedio de Libia. Corti también estaba a la expectativa de recuperar el dinero transferido a un intermediario holandés para la compra, y pedía ayuda a Carlos Oliva Campos, gerente de la sucursal París del Banco de la Nación Argentina. 

Había comprobado que los fondos estaban todavía en el Slavenburg’s Bank de Ámsterdam, Holanda, que era propiedad del Crédit Lyonnais francés. Había 6.300.000 dólares pendientes por los misiles que nunca habían sido entregados y el dinero estaba bloqueado. La escuadrilla comenzó a adiestrarse en vuelos nocturnos en la costa de Puerto Belgrano, en Punta Alta, localidad próxima a Bahía Blanca. Ya no estaban las fragatas Santísima Trinidad o Hércules para ser utilizadas como blanco, pero el perfil de aproximación lo conocían. Seguían la guerra por radio. Tenían la esperanza de que, con nuevos misiles, podrían volver a Río Grande. (…) Marcelo Larraquy es periodista e historiador (UBA) www.marcelolarraquy.com

Marcha 3 arboles por el Turco Amado en Zarate.wmv

Cómo una red de lavado de dinero del régimen de Maduro ayudó a Nayib Bukele a llegar a la presidencia de El Salvador

 

Millones de dólares de Alba Petróleos, filial salvadoreña de la venezolana PDVSA, fueron desviados en préstamos a colaboradores cercanos del entonces alcalde de Nuevo Cuscatlán y actual mandatario. Infobae revela detalles del caso de Carolina Recinos, la comisionada presidencial que acaba de ser incluida en una lista de funcionarios centroamericanos corruptos confeccionada por el Departamento de Estado
Martha Carolina Recinos de Bernal y su esposo Efrén Arnoldo Bernal Chévez firmaron el préstamo el 29 de diciembre de 2012 a las 10:25 a.m.: USD 227.000 de la sociedad Alba Petróleos de El Salvador (filial local de la petrolera estatal venenezolana PDVSA). Los documentos fueron avalados por el notario José Mauricio Cortez Avelar, quien entonces ya era representante legal de la entidad que prestó el dinero. A primera vista, una transacción común y corriente: un matrimonio obtiene un préstamo de una financiera -Alba Petróleos lo era entonces- para consolidar sus deudas hipotecarias, que era el destino de los USD 227.000 según consta en documentos legales en poder del autor de esta nota.

 Más de ocho años después de aquella firma, sin embargo, el asunto parece mucho más complicado. Hoy, Carolina Recinos es la Comisionada Presidencial para las Operaciones del Gabinete de Gobierno del presidente Nayib Bukele; un nombre pomposo para describir el cargo de una de las funcionarias más poderosas de El Salvador. Su esposo es el embajador salvadoreño en Rusia. Y Cortez Avelar es un hombre que ha sido investigado en Estados Unidos y El Salvador por su supuesta participación en un esquema masivo de lavado de dinero. 

 Recinos aparece en una lista de funcionarios centroamericanos a los que el Departamento de Estado de Estados Unidos señala por sospechas de vínculos con actos de corrupción o narcotráfico, publicada el 17 de mayo pasado. De la funcionaria de Bukele, los estadounidenses dicen que “ha participado en significativos actos de corrupción durante su tiempo en el cargo”. Recinos obtuvo un préstamo de USD 227.000 de Alba Petróleos Recinos obtuvo un préstamo de USD 227.000 de Alba Petróleos La inclusión de Recinos y otros cuatro funcionarios salvadoreños en la lista del Departamento de Estado ha deteriorado aún más la relación entre Bukele y Washington, que reclamó al presidente salvadoreño porque diputados oficialistas destituyeron a cinco magistrados de la Corte Suprema de Justicia y al fiscal general para nombrar, en su lugar, a reemplazos afines al bukelismo.

 Alba Petróleos de El Salvador (Apes), la empresa que prestó dinero a los esposos Bernal Recinos, fue sancionada en marzo de 2019 por el gobierno de los Estados Unidos por sospechas de que a través de ella y otras empresas “se diseñaron una variedad de confabulaciones para malversar miles de millones de dólares”. Apes es una de varios conglomerados público-privados creados la década pasada en Centroamérica y el Caribe por el régimen venezolano que entonces dirigía Hugo Chávez con dinero de la petrolera estatal PDVSA. En el papel, el destino de esos fondos era la asistencia para la cooperación en temas de desarrollo social y económico, pero investigaciones posteriores en varios países, incluso en Venezuela, determinaron que el dinero terminó alimentando un esquema masivo de corrupción y lavado de dinero. 

 En El Salvador, la Fiscalía General de la República (FGR) allanó a finales de mayo de 2019 al menos 23 empresas relacionadas con Alba Petróleos en el marco de una investigación formal por lavado. Dos agentes de la fiscalía salvadoreña han confirmado que en esos allanamientos encontraron centenares de documentos que detallan cómo, desde su fundación, Alba Petróleos y su conglomerado de empresas realizaron transacciones financieras, movimientos bancarios y préstamos descritos como “indicios y alertas de lavado de dinero”, según documentos anexos al expediente SA-3-4-19 presentado por la FGR al juzgado cuarto de paz de San Salvador para solicitar los allanamientos de mayo. 

 El documento notarial del préstamo de Alba Petróleos a Carolina Recinos por USD 227.000 Fue en esos allanamientos que la Fiscalía recuperó copias del préstamo otorgado en 2012 a Carolina Recinos, así como de otros por millones de dólares entregados a empresas y personas cercanas al entonces alcalde Nayib Bukele de Nuevo Cuscatlán. Además de los USD 227.000 que ella y su esposo recibieron a finales de 2012, Carolina Recinos recibiría entre 2013 y 2014 USD 1.100.694 como apoderada legal de Starlight, empresa que era parte del entramado de Alba Petróleos. De ese dinero, USD 1.030.694 fueron desembolsados por Inverval, una empresa financiada en su totalidad por Alba Petróleos y una de las 23 que fueron allanadas entre el 30 y el 31 de mayo de 2019 por la Fiscalía como parte de una investigación por lavado de dinero. 

 El dinero que recibieron los Bernal Recinos suma a una bolsa de al menos USD 3.474.894 que llegó hasta Nayib Bukele y los colaboradores políticos del entonces alcalde de Nuevo Cuscatlán, y quienes a la postre se convertirían en importantes funcionarios del Ejecutivo cuando Bukele asumió como presidente del país en junio de 2019. La mayor parte de ese dinero fue entregado a Carolina Recinos, su esposo, Bukele y los demás en forma de préstamos bajo condiciones de mercado -10 años de plazo para los pagos e intereses mensuales entre 7.5 y 9.5%- o como inversión a capital para otras empresas con las que los funcionarios estuvieron relacionadas, como Starlight en el caso de Recinos. Todo ese dinero hace parte de un hueco financiero que oscila entre los USD 646.600.000 y los USD 934.400.000 que las empresas del conglomerado Alba Petróleos no han podido justificar ante la fiscalía salvadoreña. Además, de acuerdo con los fiscales que realizaron los allanamientos a estas compañías en mayo de 2019, estos fondos son parte de un esquema de préstamos y “donaciones que superan el monto de las utilidades -generadas por las empresas- entre 2010 y 2019”. Este, dicen los agentes fiscales, es un indicio claro de lavado de dinero. 

 En una investigación publicada en septiembre de 2020, la consultora independiente estadounidense IBI Consultants estableció que Alba Petróleos lavó al menos mil millones de dólares de dinero proveniente del petróleo venezolano a través de mecanismos como los préstamos a particulares, similares a los recibidos por Carolina Recinos y Nayib Bukele. El reporte de IBI también dice que las fuerzas criminales que idearon el esquema de lavado de Alba Petróleos siguen teniendo influencia importante en el gobierno de Bukele. El informe apunta a José Luis Merino, alias Ramiro Vásquez, un excomandante guerrillero que fue diputado del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y viceministro de Exteriores durante el gobierno del expresidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), como arquitecto de toda la operación. 

 Lo cierto es que la huella del dinero venezolano es profunda en el entorno Bukele, del que Carolina Recinos, hoy en la mira del Departamento de Estado en Washington, es miembro privilegiada. Un asunto de gobierno El de Carolina Recinos no es el rostro más visible del gabinete de Nayib Bukele, tampoco lo es su presencia en las redes sociales, como Twitter o Facebook, dos de las herramientas favoritas del presidente y sus más allegados para mover su comunicación política. Recinos, eso sí, suele aparecer en los momentos más críticos para el gobierno. Fue ella una de las principales encargadas de intentar sosegar al cuerpo diplomático acreditado en El Salvador luego de que su jefe, el presidente Bukele, entró al recinto de la Asamblea Legislativa el 9 de febrero de 2020 acompañado de soldados y policías para exigir la aprobación de un préstamo. Dos días después, el 11 de febrero, Recinos dirigió una reunión en Casa Presidencial con los embajadores para dar explicaciones. 

 Y en la primera semana de octubre de 2020, Recinos volvió a saltar a las entrevistas televisivas y al Twitter para intentar acallar las críticas que la administración recibió tras un septiembre particularmente complicado, marcado por reclamos de congresistas estadounidenses por el irrespeto a la libertad de prensa, confrontaciones con el Congreso por la aprobación del presupuesto nacional de 2021 y por el impago de salarios a funcionarios públicos. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, encendió las alarmas internacionales por su estilo autocrático y la decisión de barrer con la los jueces de la Corte Suprema y el fiscal general apoyado en su mayoría parlamentaria El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, encendió las alarmas internacionales por su estilo autocrático y la decisión de barrer con la los jueces de la Corte Suprema y el fiscal general apoyado en su mayoría parlamentaria Recinos aparece ligada a Bukele por primera vez a principios de la década pasada. Según la hoja de vida colgada en el sitio web de la presidencia salvadoreña,

Recinos fue asesora del despacho del alcalde de Nuevo Cuscatlán entre 2012 y 2014, justo cuando la carrera política de Bukele empezaba a tomar rumbo bajo la bandera del FMLN. El currículo vitae de Carolina Recinos también dice que ya en 2009 era asesora privada de diversos gobiernos municipales. Fue entonces que, según un exasesor de Bukele, empezó la relación. Tanto Recinos como Bukele recibieron el grueso de los préstamos registrados en los papeles de Alba Petróleos entre 2012 y 2014, cuando el joven político empezaba su carrera hacia mayores derroteros electorales. Entre el 26 de noviembre de 2012 y el 18 de noviembre de 2013, Alba Petróleos de El Salvador desembolsó -en calidad de préstamos y donaciones- USD 15.500.000 a Inverval, una de sus empresas fachada, y la cual fue listada por la Fiscalía General como una de las que sirvió para el desvío de fondos venezolanos.

 Inverval utilizó el 70% de esos 15,5 millones de dólares para el desarrollo, entre 2013 y 2014, de dos complejos urbanísticos de lujo en el pequeño municipio de Nuevo Cuscatlán, del que Bukele era entonces alcalde y desde el cual preparaba su salto a la candidatura a la alcaldía de San Salvador. El dinero de Inverval también sirvió para que Bukele invirtiera en Starlight, una empresa de comunicaciones y productora de televisión desde la que el político empezó a consolidar su figura mediática. 

En 2013, Carolina Recinos adquirió una deuda de USD 70.000 dólares con Alba Petróleos en nombre de Starlight, de la que ese año fue apoderada legal, según documentos en poder del autor. En febrero de 2013, Inverval giró un cheque a nombre de Bukele por USD 1.390.200 para la compra de Starlight. Y entre abril y octubre de ese año, Inverval giró cheques a favor de Starlight por otros USD 1.030.000 como “aporte a capital de trabajo”. Con esa inversión, Starlight consolidó el canal TVX, que Bukele puso al mando de uno de sus amigos más cercanos: Federico Anliker, el actual presidente de los puertos y aeropuertos de El Salvador y uno de los más entusiastas defensores del régimen. En pocas palabras: a través de una empresa fachada, Alba Petróleos desvío dinero proveniente del petróleo venezolano a una compañía de comunicaciones dirigida por la actual jefa de gabinete de Nayib Bukele. Toda aquella operación es hoy parte de una investigación por lavado de cerca de mil millones de dólares. Los primos Pablo (centro) y Federico Anliker (derecha), otros de los funcionarios cercanos a Buekele que se beneficieran del lavado de dinero de Alba Patróleos Los primos Pablo (centro) y Federico Anliker (derecha), otros de los funcionarios cercanos a Buekele que se beneficieran del lavado de dinero de Alba Patróleos La bonanza venezolana y el dinero canalizado a través de Apes y sus empresas también alcanzó para otros miembros del clan Bukele. 

Obermet, una empresa familiar dedicada a la publicidad y que entre 2015 y 2018 tenía 14 contratos con el gobierno central, también recibió cheques para invertir en Starlight. Obermet está al centro de otra investigación en El Salvador, esta por supuesta evasión de impuestos, aunque en principio no directamente relacionado con el dinero de Alba Petróleos. En 2018, un estudio patrimonial elaborado por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a los ingresos de Nayib Bukele cuando era alcalde de Nuevo Cuscatlán determinó que su hermano, Karim Bukele, le transfirió desde Obermet US$846,622.45 en concepto de donaciones, por los cuales los Bukele no pagaron impuestos. Karim Bukele es otro de los asesores cercanos del actual presidente.

 En 2018, la Fiscalía General abrió una investigación por posible evasión de impuestos en el caso Obermet, pero, tres años después, el caso sigue estancado. Otro de los amigos de Nayib Bukele que recibió dinero a través de las empresas ligadas a Alba Petróleos es Pablo Salvador Anliker Infante, el actual viceministro de Agricultura y Ganadería. La conexión del dinero de Alba Petróleos con Pablo Anliker también descubre otro vínculo importante en esta historia, el del entorno Bukele con Erick Vega, un médico que fue la mano derecha de José Luis Merino, el cerebro tras la operación Alba-PDVSA y quien, según investigaciones en Estados Unidos, ha sido por más de dos décadas el nexo entre la política salvadoreña y grupos criminales como las FARC de Colombia, la mafia estatal venezolana e incluso grupos rusos. Merino ha sido listado como sospechoso de actividades criminales por el Departamento de Estado en Washington y es objeto de una investigación por narcotráfico en El Salvador. De izquierda a derecha: el presidente del Congreso, Ernesto Castro, junto a su esposa y ministra de Vivienda, Michelle Sol; el asesor presidencial y nexo con Alba Petróleos Erick Vega junto a su pareja y el president Bukele y su eposa. 

De izquierda a derecha: el presidente del Congreso, Ernesto Castro, junto a su esposa y ministra de Vivienda, Michelle Sol; el asesor presidencial y nexo con Alba Petróleos Erick Vega junto a su pareja y el president Bukele y su eposa. Los allanamientos e investigaciones de la Fiscalía han determinado, entre otras cosas, que Vega aparece como directivo en varias empresas del conglomerado Alba Petróleos y en varios contratos pactados entre esas compañías y terceros. Una investigación realizada por Connectas lo nombra como uno de los principales “testaferros” de Merino y el informe de IBI Consultants asegura que ha viajado a Venezuela varias veces para participar en negociaciones para realizar movimientos de dinero hacia El Salvador, paraísos fiscales en el Caribe e incluso Rusia. Entre 2013 y 2014, Anliker Infante y Vega fueron miembros de la junta directiva de Precocidos de El Salvador, una empresa de importación y distribución de alimentos e insumos agrícolas que también fue allanada por la FGR en mayo de 2019 como parte del entramado Alba Petróleos. 

 Fundada en 2009 con apenas USD 2.000, Precosal vio su mayor crecimiento un par de años después, cuando, a través de Vega, empezó a recibir dinero de Alba; entonces, la empresa llegó a reportar cerca de USD 12.000.000 de ingresos al Ministerio de Hacienda, según consta en el Registro de Comercio de El Salvador. Para 2012, ya Alba Petróleos era el principal acreedor de Precosal: la empresa de Anliker Infante debía USD 7.053.757 al conglomerado dirigido por Merino y Vega, según registros contables a los que InSight Crime tuvo acceso. No está claro si Precosal pagó alguna vez esa deuda. Nayib Bukele. Carolina Recinos. Federico Anliker. Salvador Anliker Infante. 

Los nombres más influyentes del gobierno salvadoreño desde 2019 recibieron millones de dólares del conglomerado Alba Petróleos. Uno de los principales proveedores fue Erick Vega, quien, en la actualidad, de acuerdo con la investigación de IBI Consultants, es asesor en inversión extranjera del presidente Bukele. Es muy poco probable, ahora, que la Fiscalía salvadoreña investigue todos estos entramados, o que abra expedientes a los funcionarios de Bukele señalados por el Departamento de Estado, como Carolina Recinos, la jefa de gabiente. Rodolfo Delgado, el fiscal general al que los diputados bukelistas nombraron el 1° de mayo de 2021 ha dicho que le “tienen sin cuidado” la lista estadounidense en que Carolina Recinos aparece.

Horror en Virrey del Pino: un efectivo de la policía porteña mató a su hija de 6 años mientras discutía con mujer

 

Ocurrió en la vivienda familiar. La mujer también es integrante de la fuerza de seguridad. La menor recibió un disparo en el abdomen y llegó sin vida al hospital. El agresor fue aprehendido
Una discusión de pareja entre dos efectivos que se desempeñan en la Policía de la ciudad de Buenos Aires terminó con una consecuencia impensada y de la peor manera: el hombre efectuó un disparo en el suelo para amedrentar a su mujer pero la bala rebotó e impactó en el abdomen de su hija de 6 años, que falleció camino en el hospital. 

 El hecho se produjo esta madrugada en la vivienda que la pareja comparte en Virrey del Pino, partido de La Matanza, situada en la calle Albateiro 3600. El agresor fue identificado como Juan Ramón Herrera, de 34 años, quien cumple funciones en la Comisaría 6 B de la Ciudad de Buenos Aires; mientras que su pareja, de nombre Natalia Analía Bergamaschi, de 29 años, trabaja en la Comisaría 13 B. 

 El agresor fue identificado como Juan Ramón Herrena, de 34 años, quien cumple funciones en la Comisaría 6 B de la Ciudad de Buenos Aires pero antes se desempeñaba en la Policía Federal El agresor fue identificado como Juan Ramón Herrena, de 34 años, quien cumple funciones en la Comisaría 6 B de la Ciudad de Buenos Aires pero antes se desempeñaba en la Policía Federal Fuentes policiales precisaron que Herrera estaba bebiendo alcohol en el comedor de la vivienda cuando ocurrió el fatal desenlace. 

Tras mantener una conversación subida de tono con Bergamaschi, el policía se violentó y la amenazó con su arma reglamentaria -una Bersa Thunder 9 mm- delante de la menor, que se encontraba en el lugar observando todo lo que ocurría y pagó las consecuencias. Herrera junto a su hija, en 2019 Tras quedar gravemente herida en el piso, la nena es llevada de urgencia al Centro De Salud N° 2 Dr. Domingo Roca, de La Matanza. 

Pero cuando la ingresaron en la guardia ya era tarde porque estaba sin signos vitales. La hija de los policías falleció camino al hospital. El caso, donde intervino personal de la Comisaría Nº 3 de Virrey del Pino, es investigado por el fiscal Gastón Duplaá, de la Unidad Temática de Homicidios de los Tribunales de La Matanza. El agresor quedó aprehendido, se le secuestó el arma y será indagado en las próximas horas. El policía lleva tatuado el nombre de su hija en la espalda Como sucede en estos, donde un efectivo de la fuerza porteña se ve involucrado en un hecho de conflicto, interviene la Oficina de Transparencia. 

A diferencia de lo que sucedía antes con Asuntos Internos, que estaba a cargo de personal policial, esta oficina está integrada por civiles, principalmente abogados, explicaron a Infobae fuentes oficiales. “Como Herrera está disposición de la justifica quedó automáticamente separado de la fuerza hasta que se resuelva su situación. Desde la Oficina de Transparencia se suministrará toda la información necesaria que requiera el fiscal para avanzar con la investigación”, remarcaron. Además, aclararon que Herrera no contaba con ninguna denuncia de violencia de género por parte de su mujer.

Cepo a la carne: la Argentina ya perdió la posibilidad de exportar USD 120 millones, el costo de 12 millones de dosis de la vacuna Sputnik V

 

Mañana se cumplirán 2 semanas desde que el Gobierno suspendió por 30 días las exportaciones de carne, lo que disparó un cese de comercialización de hacienda que seguirá hasta el miércoles. Riesgos y consecuencias de que la medida del oficialismo perdure en el tiempo
Por Juan Martín Melo 30 de Mayo de 2021 Se agrava el conflicto por el cepo a las exportaciones de carne vacuna. Se agrava el conflicto por el cepo a las exportaciones de carne vacuna. Antes de que Alberto Fernández asumiera la presidencia del país había un consenso y una suerte de seguridad entre economistas, analistas y referentes del sector agropecuario de que ante la crisis de deuda que dejó la gestión de Mauricio Macri, el Gobierno nacional no se podía dar el lujo de perder ni el más mínimo dólar que pudiese ingresar al país. 

 Con la pandemia esa premisa ganó fuerza. Los índices económicos y sociales, ya golpeados, se agravaron con la implementación de la cuarentena, más allá de las asistencias que dispuso el Estado. Se hizo todavía más claro que con el déficit de las cuentas públicas, una moneda inestable y niveles de pobreza siderales, Argentina no podía permitir dejar que se le escapara un solo dólar. PUBLICIDAD Pero el sentido común en la Argentina suele dejarse de lado. Lo indispensable deja de serlo y la lógica da vueltas tan intrincadas que terminan profundizando un problema en busca de una solución que, de antemano, se sabe que no funciona. 

 El Gobierno preocupado por el aumento del precio de la carne. El Gobierno preocupado por el aumento del precio de la carne. Si bien la inflación en los alimentos es un tema muy preocupante. Encima, la carne subió un 65% en los doce meses hasta abril. Pero la receta de cerrar las exportaciones para hacer bajar el precio ya se comprobó que no funciona y que si se mantiene en el tiempo genera consecuencias graves para el sector ganadero, difíciles de corregir con el correr de los años. Pero sí es seguro, de entrada, que lo que se logra es que no ingresen dólares, algo que puede agravarse con el correr de los días. En diálogo con Infobae, el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo, sostuvo que con las dos semanas que se llevan de cierre de exportaciones, Argentina perdió el ingreso de USD 120 millones, teniendo en cuenta que en un mes, los despachos promedio del país se ubican en USD 240 millones.

 Para tomar dimensión de lo que significa este número, Miazzo dijo que ese monto es equivalente a lo que saldría comprar 12 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V o, por ejemplo, si se pasa esos USD 120 millones a pesos, o sea, unos $ 12.000 millones al tipo de cambio oficial, sobraría para solventar la suma que el Estado vuelca mensualmente a la Tarjeta Alimentar, unos 10.604 millones de pesos. Las consecuencias Estos números corresponden a los efectos dañinos inmediatos para la cadena cárnica y para el país, sobre todo en lo que respecta al frente externo, restringiendo la entrada de divisas. Pero las consecuencias negativas de mantener el cierre de exportaciones en el corto y mediano plazo pueden ser contundentes y difíciles de recuperar. 

 “Para el sector, un cierre de exportaciones es muy dañino porque Argentina está exportando casi un 30% de lo que produce y, si bien quedaron afuera del cierre cuotas como la Hilton, éstas representan solo el 8% de las exportaciones totales de 2020. Se está cerrando más del 90% de las exportaciones y cortando una parte muy importante de la demanda a la cadena”, señaló Miazzo. El impacto de los impuestos en el precio final de la carne. (FADA) El impacto de los impuestos en el precio final de la carne. (FADA) En lo inmediato, el impacto en los frigoríficos exportadores, más allá de la pérdida de dinero, será en la colocación de la faena con destino el mercado externo. Y si la medida se extiende en el tiempo, los frigoríficos se verán obligados a bajar el ritmo de producción, cuestión que afectará a trabajadores que venían haciendo doble turno por el alto ritmo de producción que había en los establecimientos.

 Por el lado del sector productivo, la mayor afectación estará del lado de los precios, los cuales “se van a destruir, en especial los de la vaca”, puntualizó Miazzo. El precio de esta última será lo más distorsionado, ya que “es lo principal que iba a China y eso afecta principalmente a los tambos y a los criadores, porque el que las va sacando son los criadores, no los feedlots. Ahora esa vaca va a pasar a no valer nada, porque en el mercado interno tampoco lo vale”, dijo el experto. Estas medidas y señales mellan la confianza del productor y construyen un escenario de incertidumbre que golpea, en primer lugar, a la inversión: “Así, la producción empieza, de un día para otro, a decrecer, porque nadie piensa en crecer, si no en reducirse, para no ser golpeado con todas estas medidas”. 

Cabe recordar que las medidas restrictivas que impulsó el kirchnerismo entre 2006 y 2010 provocaron una caída de 10 millones de cabezas del stock ganadero y un desplome del 65% en las exportaciones. El presidente, Alberto Fernández, mantiene sus restricciones a las exportaciones de carne vacuna. (Juan Mabromata/Pool via REUTERS) Ahora bien, si este cierre, planteado por el Gobierno nacional como temporal y que solo durará 30 días, trasciende ese plazo, el panorama para la actividad se proyecta mucho más sombrío: “Si va más allá, están en juego unos USD 2.400 millones anuales, sin contar las cuotas anuales en exportaciones y cerca de 100.000 puestos de trabajo relacionados al sector exportador, que van desde el productor, el engordador, los frigoríficos y la logística”, sentenció Miazzo

. La imagen Por supuesto que la imagen de Argentina como un país confiable a la hora de la provisión de alimentos en el mercado mundial queda tocada, sobre todo si se plantea tamaña incertidumbre en nuestro “caballito de batalla”, por lo que somos conocidos en el mundo aparte de Messi y Maradona. Nuestro producto estrella, de calidad inigualable. El país tiene tanto la fama de tener la mejor carne del mundo como la de ser imprevisible. “Esto le genera un daño a la imagen comercial del país, más cuando somos reincidentes, porque si esta fuera la primera vez que la Argentina lo hace, por un tema en particular, vaya y pase.

 Pero venimos de cierres de 9 años en los cuales hubo interrupciones y tras cinco años volvieron. Esto hace que Argentina es alguien en quien no se puede confiar en lo que respecta a carnes”, sostuvo Miazzo. Es algo insólito en los mercados mundiales. “Jamás escuche que un país exportador de carne cierre las exportaciones. Eso no existe. Al contrario, tratan de promover las exportaciones, pelear y abrir mercados. Eso trata de hacer un país lógico”, concluyó Miazzo.

Restablecimiento del servicio en barrio Los Ceibos


El municipio, a través de su Secretaría de Servicios Públicos y la empresa Aguas de Zárate estuvieron trabajando en Los Ceibos en horas de la mañana, para restablecer la provisión del suministro de agua que estuvo interrumpido, debido a que una nueva baja de tensión eléctrica causó fallas en el funcionamiento de la bomba del barrio. El secretario del área, Guillermo Sokol, informa que ya se encuentra solucionado el inconveniente. Desde ya, pedimos disculpas por las molestias ocasionadas.

Operativos Detectar en el centro

 

El Municipio de Zárate llevará a cabo en el día de mañana un nuevo operativo destinado a la detección de posibles casos positivos de Covid-19 entre la comunidad. El mismo se realizará a partir de las 9 hs en calle Justa Lima entre Belgrano y Rivadavia y contará con la presencia del equipo de salud del Municipio y del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires para que todas las vecinas y vecinos puedan realizar consultas, informarse y en caso de ser necesario, realizarse los testeos correspondientes para saber si son portadores o no del coronavirus. Estas acciones son impulsadas con el objetivo de la detección temprana, el aislamiento y el seguimiento de los casos confirmados para minimizar la transmisión del covid-19.

Noticias que interesan