En la sección "Torre de papel", de la edición del 25 de enero próximo pasado, nos sorprendimos al leer
"El informe de Green Cross sobre Botnia " subtitulado: "Igual no te creo"
Luego de una lectura detenida, surge como inevitable preguntarse a cuenta de qué la nota de Brecha.
¿Cuál su propósito? ¿Cómo sostener que se trata de "un informe independiente", sin conocer los orígenes de Green Cross y sus actores?
¿Desde cuándo confiamos en la independencia del Sr. Gorbachov?
¿Es independiente un señor que figura como modelo publicitario de grandes corporaciones trasnacionales como Pizza Hut, Vuitton, etcétera?
Brecha debió preguntarse, antes que nada, quién es Green Cross y más específicamente quién es Green Cross-Argentina, quién la invitó al "acontecimiento", ¿se auto-invitó? ¿Cuál es el interés "verde" de Green Cross por el agua y la energía? ¿Cuáles son sus vínculos en Argentina?
Estas y otras interrogantes, nos llevan a la reflexión acerca del rol de la prensa nativa en relación con los temas ambientales, desconociendo que los seres humanos somos parte del ambiente. Más aún cuando se puede influir positiva o negativamente en la creación de una política nacional explícita en relación a costos ambientales y límites del crecimiento económico.
¿Por qué y para qué? Para que no suceda lo de Botnia.
Para que exista un equilibrio socialmente deseable entre crecimiento económico y preservación ambiental.
De lo contrario, todo desequilibrio será siempre un punto de tensión, lo que lo convierte en un trade off socialmente difícil de acordar.
Es decir, mientras más lejos se encuentre ese equilibrio, potencialmente mayor será el conflicto entre la sociedad -con sus propias estrategias y consensos- y el Estado, con sus disensos y actuando mediante la "lógica de los hechos consumados".
Por lo general, las fuentes consultadas provienen fundamentalmente de las empresas y del gobierno, y los temas son abordados dando a conocer la opinión de las fuentes oficiales sin mayor cuestionamiento o análisis.
De esta manera, como consecuencia del rol jugado por la prensa, la opinión de las empresas y del gobierno se convierte en "la opinión" en los diferentes conflictos suscitados.
El conflicto ambiental ha estado presente en la prensa fundamentalmente por sus supuestos efectos económicos, más que por sus efectos en la calidad de vida local.
En este contexto, de modo consciente o no, los medios de comunicación han contribuido a fortalecer la visión de los actores de mayor influencia política frente a temas ambientales en los que el acuerdo social está aún pendiente, favoreciendo la postergación de una política ambiental explícita en su relación con el crecimiento económico.
La prensa también juega un rol importante por el sólo hecho de privilegiar determinados temas y determinadas fuentes en sus criterios de selección de la información, estableciendo finalmente la "agenda de temas" que son expuestos a la opinión pública. Por esta vía los medios le dicen al público de qué temas se debe preocupar y formarse opinión y, por omisión, de cuáles no debe hacerlo.
El tema en definitiva, no es Botnia, los asambleístas o el ministro de turno, sino hasta dónde puede el poder del Estado, la "academia oficialista" decidir sobre lo que la gente quiere para estar bien, así de simple.
La contaminación, por sí o por no, en estas instancias de conflictividad pasa a un segundo plano.
Pero, ¿cómo actúa la prensa frente a ello?
Comisión Multisectorial
covitradi@adinet.com.uy
"El informe de Green Cross sobre Botnia " subtitulado: "Igual no te creo"
Luego de una lectura detenida, surge como inevitable preguntarse a cuenta de qué la nota de Brecha.
¿Cuál su propósito? ¿Cómo sostener que se trata de "un informe independiente", sin conocer los orígenes de Green Cross y sus actores?
¿Desde cuándo confiamos en la independencia del Sr. Gorbachov?
¿Es independiente un señor que figura como modelo publicitario de grandes corporaciones trasnacionales como Pizza Hut, Vuitton, etcétera?
Brecha debió preguntarse, antes que nada, quién es Green Cross y más específicamente quién es Green Cross-Argentina, quién la invitó al "acontecimiento", ¿se auto-invitó? ¿Cuál es el interés "verde" de Green Cross por el agua y la energía? ¿Cuáles son sus vínculos en Argentina?
Estas y otras interrogantes, nos llevan a la reflexión acerca del rol de la prensa nativa en relación con los temas ambientales, desconociendo que los seres humanos somos parte del ambiente. Más aún cuando se puede influir positiva o negativamente en la creación de una política nacional explícita en relación a costos ambientales y límites del crecimiento económico.
¿Por qué y para qué? Para que no suceda lo de Botnia.
Para que exista un equilibrio socialmente deseable entre crecimiento económico y preservación ambiental.
De lo contrario, todo desequilibrio será siempre un punto de tensión, lo que lo convierte en un trade off socialmente difícil de acordar.
Es decir, mientras más lejos se encuentre ese equilibrio, potencialmente mayor será el conflicto entre la sociedad -con sus propias estrategias y consensos- y el Estado, con sus disensos y actuando mediante la "lógica de los hechos consumados".
Por lo general, las fuentes consultadas provienen fundamentalmente de las empresas y del gobierno, y los temas son abordados dando a conocer la opinión de las fuentes oficiales sin mayor cuestionamiento o análisis.
De esta manera, como consecuencia del rol jugado por la prensa, la opinión de las empresas y del gobierno se convierte en "la opinión" en los diferentes conflictos suscitados.
El conflicto ambiental ha estado presente en la prensa fundamentalmente por sus supuestos efectos económicos, más que por sus efectos en la calidad de vida local.
En este contexto, de modo consciente o no, los medios de comunicación han contribuido a fortalecer la visión de los actores de mayor influencia política frente a temas ambientales en los que el acuerdo social está aún pendiente, favoreciendo la postergación de una política ambiental explícita en su relación con el crecimiento económico.
La prensa también juega un rol importante por el sólo hecho de privilegiar determinados temas y determinadas fuentes en sus criterios de selección de la información, estableciendo finalmente la "agenda de temas" que son expuestos a la opinión pública. Por esta vía los medios le dicen al público de qué temas se debe preocupar y formarse opinión y, por omisión, de cuáles no debe hacerlo.
El tema en definitiva, no es Botnia, los asambleístas o el ministro de turno, sino hasta dónde puede el poder del Estado, la "academia oficialista" decidir sobre lo que la gente quiere para estar bien, así de simple.
La contaminación, por sí o por no, en estas instancias de conflictividad pasa a un segundo plano.
Pero, ¿cómo actúa la prensa frente a ello?
Comisión Multisectorial
covitradi@adinet.com.uy
