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jueves, 2 de septiembre de 2021

Los muertos por la pandemia en todo el mundo serían 15,2 millones

 

Por el fenómeno llamado “exceso de muertes”, tal como lo refiere el semanario británico The Economist, la cifra de fallecidos podría ser mayor a la oficial. La visión de los expertos a Infobae
Analistas de datos de The Economist estimaron que los muertos por COVID-19 en vez de ser 4,5 millones serían alrededor de 15,2 millones (EFE/Joédson Alves/Archivo) 

 ¿Cuántas personas han muerto a causa de la pandemia del COVID-19? La respuesta depende tanto de los datos disponibles como de cómo se definen las causas del fallecimiento. Muchas personas que mueren mientras están infectadas con SARS-CoV-2 nunca se someten a pruebas y no ingresan, por lo tanto, a los registros oficiales. Por el contrario, algunas personas cuyas muertes se han atribuido al COVID-19 tenían otras dolencias y/o comorbilidades que podrían haber terminado con sus vidas en un período de tiempo similar de todos modos. ¿Y qué pasa con las personas que murieron por causas evitables durante la pandemia, porque los hospitales llenos de pacientes con COVID-19 no pudieron tratarlos? Si esos casos cuentan, deben compensarse con muertes que no ocurrieron pero que sí se habrían producido en épocas normales, como las causadas por la gripe o la contaminación del aire. 

 En lugar de tratar de distinguir entre tipos de muertes, el semanario británico The Economist decidió contarlas todas. El método estándar de seguimiento de los cambios en la mortalidad total es el “exceso de muertes”. Este número es la brecha entre cuántas personas murieron en una región determinada durante un período de tiempo determinado, independientemente de la causa, y cuántas muertes se habrían esperado si no hubiera ocurrido una circunstancia particular (como un desastre natural o un brote de enfermedad). “Aunque el número oficial de muertes causadas por el COVID-19 es ahora de 4,5 millones , nuestra mejor estimación es que la cifra real es de 15,2 millones de personas. 

Los analistas de datos descubrieron que hay un 95% de probabilidad de que el valor real se encuentre entre 9,3 millones y 18,1 millones de muertes adicionales”, alertaron. “La razón por la que solo podemos proporcionar una estimación aproximada, con una amplia gama de incertidumbres circundantes, es que calcular el exceso de muertes para todo el mundo es complejo e impreciso. Incluyendo estadísticas publicadas por unidades subnacionales como provincias o ciudades, entre los 156 países del mundo con al menos 1 millón de habitantes, logramos obtener datos sobre la mortalidad total de solo 84. 

Algunos de estos lugares actualizan sus cifras con regularidad; otros los han publicado una sola vez”, explicaron. ¿Cómo lo hicieron? Construyeron un modelo de aprendizaje automático, que estima el exceso de muertes para cada país todos los días desde que comenzó la pandemia. Se basa tanto en datos oficiales de exceso de mortalidad como en más de 100 indicadores estadísticos más. Los recuentos finales utilizan las cifras oficiales de exceso de muertes de los gobiernos cuando y donde estén disponibles, y las estimaciones del modelo en todos los demás casos.

 Las diferencias entre países en la escala y frecuencia de las pruebas para el SARS-CoV-2, que, junto con la gravedad de la pandemia, determinan que el número oficial de muertes por COVID-19, pueden ser enormes. Los datos sobre el exceso de muertes son esenciales para hacer comparaciones entre países sobre la base de “manzanas con manzanas”. En los casos en que las tasas de mortalidad cayeron por debajo de las normas prepandémicas, porque el COVID-19 cobró relativamente pocas víctimas, mientras que los cambios en el estilo de vida redujeron el número de víctimas de otras causas como la gripe, este número es negativo.

 “Estos datos dejan en claro que el COVID-19 ha provocado la muerte de muchas más personas de lo que sugieren las estadísticas oficiales”, advirtieron. Medido por el exceso de muertes como porcentaje de la población, muchos de los países más afectados del mundo se encuentran en América Latina. Aunque el recuento oficial de muertes de Rusia sugiere que ha protegido a sus ciudadanos tolerablemente bien, sus cifras sobre la mortalidad total implican que, de hecho, ha sido bastante afectada por el COVID-19. De manera similar, estimaron que el número de muertos en India es en realidad de millones, en lugar de cientos de miles. En el otro extremo de la tabla, en un puñado de países han muerto menos personas durante la pandemia que en años anteriores.

 Aunque las estadísticas de exceso de muertes son la medida más completa del costo humano del COVID-19, solo están ligadas de manera vaga al número de personas que se han infectado con el SARS-CoV-2. Debido a que el virus es mucho más letal para las personas mayores que entre los jóvenes, el número de muertes está fuertemente influenciado por la estructura de edad de la población de un país. Manteniendo constantes otros factores, se necesita un número menor de infecciones para producir un número determinado de muertes en exceso en lugares donde muchas personas tienen más de 65 años que en aquellos donde relativamente pocas personas son vulnerables.

 Como resultado, los datos de exceso de muertes solo se pueden usar como un buen indicador de la propagación del COVID-19 si también se tiene en cuenta la demografía. Los analistas llegaron a la conclusión de que la probabilidad de que una persona seleccionada de la población del país al azar muera después de contraer el COVID-19, asumiendo un tratamiento médico según los estándares del mundo rico. Cuanto más joven es la población de un país, menor es esta probabilidad. 

 Esta estimación es extremadamente aproximada. No tiene en cuenta la variación entre países en la propensión de los miembros de grupos demográficos particulares a infectarse, ni las diferencias en la prevalencia de afecciones médicas subyacentes que aumentan la vulnerabilidad al COVID-19. Dado que en los países pobres es más difícil conseguir un buen tratamiento médico, se sobreestima el número de casos en esos lugares.

 En algunos países, esto arroja una estimación del total de infecciones que excede la población de un país, un escenario que es teóricamente posible, ya que ocurren reinfecciones, pero probablemente es bastante improbable. Los investigadores señalaron las limitaciones del cálculo, dado a que este método tampoco incorpora datos sobre vacunas, que han reducido drásticamente la tasa de mortalidad por infección en 2021 en muchos países

. Y carece de información sobre la prevalencia de nuevas variantes de SARS-CoV-2 como Alpha y Delta, que pueden tener un grado diferente de virulencia de la cepa original. A pesar de todas estas advertencias, este enfoque al menos proporciona un punto de partida para estimar cuántas personas han contraído el virus que no depende de los caprichos de los programas de prueba. Hay dos formas principales en las que las cuentas de exceso de muertes podrían tergiversar la realidad. La primera es que se basan en el supuesto de que las cifras de exceso de mortalidad publicadas oficialmente son precisas.

 Dada la interrupción que ha causado el COVID-19, es plausible que algunos gobiernos hayan cambiado la forma en que compilan los datos sobre el total de muertes durante la pandemia. Esto podría llevarnos a publicar cifras incorrectas para los países en cuestión. También podría introducir errores en las estimaciones que produjeron los analistas de datos en este modelo para todos los demás países. En segundo lugar, debido a que la mayoría de los países que informan un exceso de muertes son ricos o de ingresos medios, la mayor parte de los datos utilizados para entrenar el modelo proviene de esos lugares.

 Los patrones que detecta el modelo en estas áreas podrían ser una guía inexacta de la dinámica de la pandemia en los países pobres. Una salvedad similar se aplica a nuestras estimaciones para los países que han sufrido un gran número de muertes en exceso por razones distintas a la pandemia, como la guerra o los desastres naturales. Consultado por Infobae, el ingeniero en sistemas creador de CovidStats Mauro Infantino, advirtió en relación a la estimación de The Economist: “El artículo me parece bueno porque, si bien hace estimaciones que son muy imprecisas, aclara los lugares por los que pueden estar “flojas”.

 Lo dice la nota y coincido plenamente en que las cifras más confiables son de países desarrollados. Por dar un ejemplo, lo que liberamos en Argentina es más bien poco así que hay que tener en cuenta este factor para los países de menor ingreso”. “El único punto que creo que no mencionó y me parece importante es que no alcanza ni siquiera con medir la muerte pasada. Lo bien o mal que un país manejó la pandemia puede repercutir en indicadores de mortalidad y/o bienestar en el mediano y largo plazo. Me parece que es imposible lograr un modelo que capture bien eso. 

Lo importante es que dice bien que son estimaciones imprecisas”. En diálogo con este medio en mayo, Rodrigo Quiroga, investigador en bioinformática del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba, explicaba: “en cuanto a la mortalidad, toda Latinoamérica está muy arriba en cuanto a fallecidos por COVID-19, estamos liderando como región el ranking a nivel mundial. La situación es muy mala, pero se complica comparar entre países ya que no sabemos qué tan bien están contabilizados los muertos por coronavirus en algunas naciones. En la Argentina sabemos que se contabilizan bastante bien, o al menos eso sucedió durante 2020. Los estudios de exceso de muertes que hicieron la provincia de Buenos Aires y Córdoba por ejemplo arrojaron un porcentaje muy pequeño en este sentido. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de otros países como Ecuador, Perú y Brasil en donde los fallecidos serían muchísimos más que los reportados”. 

 Los especialistas aseguran que “la evaluación del impacto general de la pandemia en la mortalidad requiere la medición del exceso de muertes, calculado como la diferencia entre el número de muertes por todas las causas que ocurrieron durante el curso de la pandemia y el número esperado de muertes basado en una línea de base histórica de años”. La mortalidad por debajo de los niveles esperados se denomina “mortalidad evitada” o “déficit de mortalidad”, mientras que el “desplazamiento de la mortalidad” se caracteriza por un período de exceso de muertes seguido de un período de déficit de mortalidad, según publicó The BMJ. 

 El desplazamiento de la mortalidad indica que las personas que murieron durante el curso de un evento (en este caso, la pandemia del COVID-19) habrían muerto poco después en ausencia del evento. Esto es equivalente a decir que su muerte se adelantó por un período corto. Es que en la actualidad interactúan dos categorías de enfermedades: la infección por el SARS-CoV-2 y una serie de enfermedades no transmisibles (ENT) y el retraso en las consultas por éstas últimas, la cancelación de controles y tratamientos en curso, sumado a un contexto de disparidad social y económica exacerba los efectos adversos de cada enfermedad por separado.

lunes, 26 de julio de 2021

Sexo descontrolado, dos niños asesinados y un atroz enigma: el estremecedor caso de la madre acusada de matar a sus hijos

 Por

Los casos policiales intrincados suelen tener miles de aristas. Este es uno de ellos. Contaremos la historia oficial de la señora Alice Crimmins, pero también los detalles que no despejan todas las dudas sobre los asesinatos de sus hijos. Alice, nació el 9 de marzo de 1936 en el Bronx, un barrio de Nueva York, en los Estados Unidos y fue educada en el Saint Raymond, un colegio irlandés de monjas. En 1959, con 23 años, se casó con su novio Edmund “Eddie” Crimmins, mecánico de aviones. 

 Los primeros tiempos fueron felices, pero después del nacimiento de su primer hijo, Eddie comenzó a trasnochar con sus amigos y a tomar en exceso. Mientras él engordaba con tanto alcohol, Alice se sentía presa en su casa y desplazada del centro de atención. Atención que comenzó a buscar en otros hombres. Cuando nació su hija menor decidió que no quería pasar por más embarazos y comenzó a tomar pastillas anticonceptivas a escondidas. Eddie, controlador y católico fervoroso, halló las píldoras en su cartera y no se lo perdonó. Las cosas fueron empeorando hasta que, en 1964, se separaron.

 Ese mismo año tuvo lugar un escandaloso episodio (ya lo relataremos más adelante) que culminó con Eddie pidiendo la custodia de sus hijos. Celos y escuchas enfermizas Antes de llegar a ese juzgado a pedir la tutela, Eddie ya venía espiando a su mujer con micrófonos que había ocultado en el dormitorio y el teléfono de Alice. Aunque ya no vivía en el edificio, tenía copias de las llaves y había montado un centro de escuchas en el sótano. Su obsesión por invadir la vida privada de su mujer había comenzado cuando su pequeño hijo, Eddie Jr, le dijo que mamá invitaba “primos” que se quedaban a dormir e iban a la cocina en ropa interior. 

 Alice se había volcado al sexo descontrolado e introducía hombres en su cuarto y en su cama. Celoso en extremo y adicto a la tecnología, Eddie empezó a pasarse horas grabando las relaciones sexuales de su mujer con otros. Una vez, en medio de un ataque de furia, subió desde el sótano de manera intempestiva y entró a la habitación. El amante de Alice salió corriendo desnudo de la casa, cruzó la calle y se subió a su auto. Alice y Edmund Crimmins, llegando juntos al tribunal de Nueva York. después del crimen de sus hijos se reconciliaron, pero el matrimonio no duró (Bettmann) Alice y Edmund Crimmins, llegando juntos al tribunal de Nueva York. después del crimen de sus hijos se reconciliaron, pero el matrimonio no duró (Bettmann) Eddie justificó su conducta invasiva diciendo que tenía por objetivo juntar evidencia para obtener la tutela de los menores, pero lo cierto es que su obsesión era enfermiza y revelaba una personalidad oscura. 

Cuando Alice le reclamó por esas apariciones sin aviso, él le soltó que como ella no le prestaba atención había tenido que exponer sus genitales a unas niñas en el parque. Alice no le creyó y dejó pasar el repugnante comentario. En eso estaba la familia cuando pasó lo impensable. Desaparición forzada La mañana del miércoles 14 de julio de 1965 amaneció soleada y calurosa. Eddie atendió el teléfono de su casa. Del otro lado de la línea estaba Alice que lo acusaba de haberse llevado, sin su permiso, a los chicos. Eddie lo negó. Ella le dijo que cuando destrabó la puerta del dormitorio (tenía una traba con un gancho por fuera) sus camas estaban revueltas, pero ellos no estaban. Eddie, que trabajaba de noche, rápidamente se dirigió al complejo de ladrillos colorado llamado Regal Gardens, en Kew Gardens Hills, en el barrio neoyorquino de Queens. El departamento quedaba en la planta baja y daba a la calle. Una vez juntos, llamaron a la policía para reportar la desaparición de Eddie Jr, de 5 años, y de Alice Marie (a quien todos llamaban Missy), de 4. Para las 11 de la mañana el lugar estaba repleto de patrulleros. Lo primero que pensaron los investigadores fue en un secuestro.

 La señora Crimmins les dijo que la ventana de la habitación de sus hijos estaba abierta a 75 grados, pero ella recordaba haberla cerrado la noche anterior porque el mosquitero tenía un agujero y no quería que entraran insectos. ¿Dónde están los niños? Un par de horas después la misteriosa desaparición de los chicos Crimmins se transformó en una investigación por homicidio. Un chico de 9 años, llamado Jay Silverman, encontró el cuerpo de Missy en un baldío en la calle 162, a unas ocho cuadras de la casa donde vivía la familia. Su cadáver estaba de costado y tenía puestos una remera de algodón blanca y una bombacha amarilla. 

La parte superior del pijama era floreada y estaba atada sobre su cuello tapándole la boca. Solo sobresalía el pelo rubio. Informado del hallazgo, el detective Gerard Piering, llevó a la madre a la escena sin previo aviso. Alice casi se desmaya. “Es Missy”, dijo con un hilo de voz, sin llorar ni gritar. De regreso a su casa, en el auto de la policía, se mantuvo como ausente. Cuando descendió del vehículo ya había periodistas en la entrada del edificio que la ametrallaron a fotos. Recién ahí, empezó a sollozar. Edmundo con sus hijos Missy y Eddie Jr Edmundo con sus hijos Missy y Eddie Jr El cadáver fue derivado para los pertinentes análisis forenses que determinaron que Missy había sido estrangulada. La hemorragia en sus ojos era evidente y, también, los daños en el cuello. El perito médico Milton Helpern no encontró pruebas de abuso sexual. Las otras hemorragias en la mucosa de su garganta y en sus cuerdas vocales demostraban que había sido asfixiada hasta morir. 

En el estómago encontró su última comida: pasta. A la mañana siguiente, los oficiales de policía quedaron estupefactos cuando tuvieron que esperar un buen rato antes de interrogar a Alice. Se estaba maquillando. El retrato de una madre frívola y poco angustiada había empezado a dibujarse. Sobre el destino de Eddie Jr no tuvieron novedades hasta la mañana del lunes 19 de julio. Vernon Warnecke y su hijo Ralph (10) caminaban por el barrio cuando se asomaron para mirar dentro de una casa para niños construida sobre un árbol. Desde allí observaron un cuerpo tirado en un terraplén. El sitio quedaba a un kilómetro y medio de la casa de los Crimmins. El pequeño cuerpo había sido devorado por ratas e insectos y estaba totalmente descompuesto. Eddie Jr. era irreconocible a simple vista y el estado de sus restos no permitió determinar la causa de muerte

. Los chicos habían aparecido de la peor forma. Delineador, botellas de alcohol y souvenirs Una semana después de los dos entierros, la madre comenzó, en apariencia, a llevar una vida “normal”. Unidos por la tragedia, Alice y Eddie, se habían reconciliado. Por las noches, ella comenzó a ir a bares, donde bebía y bailaba. Su falta de lágrimas podía ser parte del shock sufrido; su obsesión por su aspecto, podía ser por un sentimiento de inferioridad que arrastraba desde hacía años y, por otro lado, las salidas nocturnas podían deberse a un mecanismo de escape de la realidad. 

Todas estas interpretaciones psicológicas no fueron tenidas en cuenta. El retrato que se hizo de ella no contribuyó para nada a la imparcialidad del público ni de la policía ni de la justicia. El detective Piering, padre de seis hijos, se dio cuenta de que el caso podría ser su gran oportunidad para conseguir una promoción laboral. Que la madre de los chicos no estuviera llorando desconsolada le cayó mal. Su aspecto, peor. La veía maquillada en exceso, con abundante delineador. Además, llevaba una llamativa blusa floreada y unas calzas negras y estaba trepada a tacos altos. No parecía una madre destrozada. 


 Otros pequeños detalles alimentaron su desconfianza hacia la joven de 29 años. Cuando se supo por los peritajes que Missy tenía pasta en el estómago, Piering recordó que la madre había dicho haberles dado carne para cenar. Además, él había encontrado una caja de pasta en la basura de Alice junto con una docena de botellas de alcohol. La impertérrita Alice se había justificado diciendo que había limpiado la casa porque tendría una inspección de los servicios sociales debido a la custodia de los chicos. Los detectives encontraron algo más entre lo descartado: una pequeña libreta negra con una lista de hombres. 

Y, debajo de la cama, un bolso con invitaciones a comer, souvenirs románticos y cartas. Entre esos papeles había varios que confirmaban el romance de la dueña de casa con Anthony “Tony” Grace, 52, un poderoso constructor de autopistas y edificios, casado, con lazos con el mundo del hampa y con políticos del partido demócrata. También hallaron pruebas de que Alice había conocido al ex alcalde de Nueva York, Robert Wagner. Antes de las desapariciones Los investigadores le pidieron a Alice que contara cómo había sido su martes 13 de julio. Esta es la historia que se reconstruyó con sus dichos. Entre las 14.30 y las 16.30, ella y los chicos, hicieron un picnic a seis cuadras del departamento, en el parque Kissena. En el camino de regreso, Alice compró comida para la noche en Sever ‘s delicatessen: carne, una lata de porotos y una gaseosa grande. 

Al llegar a su casa se comunicó con su abogado Michael LaPenna -un recomendado de Tony Grace-. Hablaron sobre una ex empleada doméstica que le reclamaba 600 dólares para no decir algo que podría perjudicarla en el juicio por la tutela. La audiencia por la custodia tenía fecha en cinco días más: el 19 de julio. Nunca se llevaría a cabo. Terminó de conversar con Michael y, a las 19.30, cenó con los chicos. Luego, salieron a dar una vuelta. Alice llenó el tanque de nafta de su auto y quiso ver dónde estaba localizado el departamento amoblado que Eddie había alquilado. Volvieron a casa y, alrededor de las 21, los preparó para que fueran a dormir. Siguió dando vueltas, quería reemplazar el mosquitero roto de la ventana de sus hijos. Tomó uno que tenía en su cuarto, pero se dio cuenta de que estaba sucio con lo que parecía ser excremento de perro. 

Devolvió entonces el mosquitero agujereado al cuarto de los menores, lo apoyó sin atornillarlo y cerró la ventana. Missy fue estrangulada, Eddie fue hallado cerca de su casa y el cuerpo ya presentaba signos de descompsición Missy fue estrangulada, Eddie fue hallado cerca de su casa y el cuerpo ya presentaba signos de descompsición Apiló y ordenó la ropa vieja y se deshizo de las botellas de alcohol. 

A las 22.30, agotada, se tiró en el sillón del living a ver el programa de tevé The Defenders. Mientras, esperaba que Tony Grace le devolviera una llamada. Pero fue ella quien discó celosa el teléfono del bar del Bronx que Tony frecuentaba. Lo encontró, pero no concretaron nada. Cortaron y Alice atendió el llamado de otro hombre, Joe Rorech (lo había conocido cuando trabajaba como moza en un bar en Long Island). Joe la invitó para que fuera a un bar en Huntington. Alice le dijo que no tenía babysitter y colgó. Siguió mirando televisión y, a medianoche, llevó a Eddie Jr al baño. Luego, cerró la puerta del cuarto con la traba. 

Alice dijo que lo hacía para evitar que Eddie Jr atacara la heladera de noche, pero los policías terminaron convencidos de que lo hacía para que los menores no interrumpieran sus escarceos amorosos. Sacó a la perra Brandy para que hiciera pis y, al volver, se sentó en el porche. Cuando estaba por irse a dormir, llamó Eddie y discutieron por la empleada que reclamaba dinero. Alice se puso nerviosa y sacó de nuevo a pasear a Brandy. Volvió, se dio un baño y se fue a dormir entre las 3:30 y las 4 de la madrugada. Dinero para no hablar ¿Por qué la ex empleada de Alice la chantajeaba? Evelyn Linder Atkins podía contar algo que había ocurrido el año anterior, en 1964, estando Eddie y Alice ya separados. La anécdota que tenía para ventilar en el juicio la perjudicaba. Alice la había llamado para que cuidara a sus hijos porque tenía una fiesta en un yacht privado de Tony Grace. 

Grace era gordito y petiso, llevaba un bigote muy fino, le gustaba usar trajes de seda y ostentaba en uno de sus dedos un impactante anillo con un diamante rosado. Evelyn aceptó y se quedó con ellos. Alice nunca volvió porque, según dijo, Grace y sus amigos encerraron a las mujeres en el baño, como una broma, y salieron a navegar con destino a las Bahamas. Como la madre no regresó, la babysitter terminó llamando a Eddie para que fuera a buscarlos. Él los recogió y los llevó a lo de su suegra. Estaba furioso. Al día siguiente, se presentó en los tribunales y pidió la custodia. 

“No estás preparada para criar a los chicos”, le gritó a Alice. El día 13 de Eddie El padre de los chicos también tuvo que contar qué había hecho el 13 de julio. Le dijo a la policía que a las 7 de la mañana había jugado nueve hoyos de golf en una cancha pública. Luego se tomó tres cervezas en el club house con un amigo y miró en televisión un partido de baseball de los New York Mets. A las dos de la tarde dejó el lugar y manejó hasta Huntington para ver si Alice estaba con Joe Rorech. Allí no había señales de su viejo auto, un Mercury convertible que usaba ella. Kew Gardens Hills: Ralph Warnecke, de 10 años, señala el lugar donde junto a su padre Vernon, hallaron el cuerpo de Edmund Crimmins (Getty) Kew Gardens Hills: Ralph Warnecke, de 10 años, señala el lugar donde junto a su padre Vernon, hallaron el cuerpo de Edmund Crimmins (Getty) Se dirigió a su departamento y a las 17 se tiró a ver televisión. A las 23 tuvo hambre y manejó hasta un local de comidas rápidas donde comió una pizza y bebió una Pepsi.

 Más tarde fue hasta un bar donde pidió unos gin tonic. A las 2.45 se marchó y manejó hasta el estacionamiento que estaba ubicado detrás del departamento de Alice y los chicos. Miró las ventanas del que había sido su dormitorio y del living. Había luz. Volvió a su casa y llamó a Alice, pero ella le colgó. Miró una película y se durmió cerca de las 4 de la madrugada. Eddie colaboró con la investigación y se sometió a un detector de mentiras. Alice no quería, pero él la convenció. Luego de un par de preguntas, sin embargo, ella se negó a continuar. La policía se concentró en Alice como sospechosa y olvidó a Eddie. 

 La libreta negra Los detectives intentaron seguir varias pistas, pero siempre volvían a su sospechosa favorita: la señora Crimmins. Estudiaron los nombres de los hombres que figuraban en la libreta negra de Alice. Entre ellos a Tony Grace quien admitió que había manejado esa madrugada hasta un restaurante llamado Ripples para ir a jugar al bowling con un grupo de “chicas”. Otro de los nombres de la libreta era Joe Rorech quien le dijo a los detectives que había llamado a Alice dos veces esa noche: a las 22 y a las 2 de la madrugada. La primera la invitó a un bar y ella no quiso ir; la segunda, directamente ella ya no le respondió. Joe se quedó bebiendo hasta que se emborrachó. El 6 de diciembre de 1965 le hicieron la primera de dos pruebas de la verdad con una inyección de pentotal sódico.

 La pasó sin contratiempos. Luego, aprovechando su vulnerable estado económico, lo convencieron para que hiciera de espía. Querían que la grabara. La policía instaló micrófonos en una habitación de hotel a la que Joe llevó a Alice varias veces. De las grabaciones no surgió nada. El sonido del sexo El matrimonio se mudó a vivir a un nuevo departamento de tres habitaciones en Queens. Querían alejarse de la mirada de la gente, pero no pudieron escapar a la vigilancia de la policía que colocó micrófonos ocultos en toda la vivienda. Esperaban que, escuchando sus conversaciones, surgieran pruebas del crimen. Era una apuesta rara porque Alice sabía que estaban oyéndolos. El desfile de encuentros sexuales siguió alimentando las escuchas como una película triple XXX. Su vida promiscua había entrado en el tablero de ajedrez de la investigación.

 La policía lo intentó todo para quebrarla. Llegaron a pinchar las gomas del auto de Joe Rorech para provocar una pelea entre él y Eddie. Aunque no se encontró suficiente evidencia para vincularla con los asesinatos, el 11 de septiembre de 1967, Alice fue arrestada. El 9 de mayo de 1968 comenzó su juicio. Entre los que declararon estuvo el Dr. Milton Helpern, el experto médico forense, que aseveró que la comida hallada en el estómago de Missy era consistente con una ingesta hecha menos de dos horas antes de su muerte. Si tenía razón y Alice era la única que les había dado de comer, no podía haberla visto viva a la medianoche cuando llevó a Eddie Jr al baño. Missy ya habría estado muerta para ese entonces. 

Y en su estómago había pasta, no carne como había dicho Alice. Nada cerraba. Alice junto a su abogado Herb Lyon, en los tribunales. Un ex amante aseguró: “Ella no quería que Eddie tuviera a los chicos. Hubiese preferido ver a los chicos muertos antes que con él” 

 “Ella no quería que Eddie tuviera a los chicos. Hubiese preferido ver a los chicos muertos antes que con él”. El defensor de Alice pensó que el jurado comprendería que era solo algo que se dice en el fragor de un divorcio. Pero Rorech sostuvo, también, que ella había dicho que los chicos “entenderían, ellos sabían que era lo mejor (...) Joseph, perdoname, los maté”. Alice reaccionó alterada frente a los dichos de Joe Rorech y le gritó: “¿Por qué hacés esto? Eso no es verdad… ¡Oh mi Dios!”. Luego se sumó el testimonio de la testigo Sophie Earomirski, una vecina de Alice que padecía insomnio. Subió al estrado y se explayó con lo que había visto desde la ventana de su living esa madrugada del 14 de julio.

 Dijo haber observado, poco después de las dos de la mañana, a un hombre y a una mujer caminando. Ella iba detrás y llevaba un bulto de mantas blancas debajo de su brazo izquierdo y a un niño con la mano derecha. Un perro los acompañaba. El hombre le gritó a la mujer que se apurara; ella le dijo que se quedara tranquilo, que alguien los podría ver y que la perra estaba preñada. El hombre tomó el bulto de mantas y se sentó en el asiento trasero del auto, el niño hizo lo mismo. La perra podría haber sido Brandy, la mascota de los Crimmins, que una semana después parió un cachorrito. 

 El jurado entendió que era razonable creer que el bulto de mantas era nada menos que el cadáver de la pequeña, que la mujer era Alice y el niño Eddie Jr. La defensa intentó atacar a la testigo por sus antecedentes de depresión, un supuesto intento de suicidio y porque, una vez, había metido la cabeza dentro del horno para ver cómo iba la comida. No alcanzó. Los periódicos mostraron como Alice se desvaneció cuando escuchó la condena por el crimen de sus hijos Los periódicos mostraron como Alice se desvaneció cuando escuchó la condena por el crimen de sus hijos Cuando Alice subió a declarar las preguntas de los fiscales fueron directo a cuestionar su intensa vida sexual. 

Salió a relucir todo: lo del yacht, el amante corriendo sin ropa y una escena en la pileta de Joe Rorech donde ella se bañó desnuda. Esa fue la estocada final. El diálogo entre la acusada y el fiscal fue el siguiente: - ¿Tiene (Joe Rorech) una piscina allí, Señora Crimmins? -Sí, la tiene. - ¿Estuvo usted en esa piscina? - Sí, he estado. -¿Qué tenía puesto usted, Señora Crimmins, en la piscina? - Una vez un traje de baño; otra vez, nada. -¿Dónde estaban sus chicos mientras usted se bañaba en la piscina del señor Joe Rorech sin traje de baño? - Ellos estaban muertos. No había mucho más que agregar. El juicio duró 13 días y fue condenada el lunes 27 de mayo de 1968. El juez la envió al correccional estatal de mujeres Bedford Hills, donde debería cumplir no menos de 5 años de cárcel y no más de 20. Juzgada por segunda vez No estuvo mucho tiempo presa porque un abogado de alto perfil mediático, Herbert Lyon, tomó su caso. Logró que Alice se mantuviera libre casi tres años y que se la volviera a juzgar. Lyon dijo que la había aceptado como clienta porque sentía lástima por ella. Las malas lenguas murmuraban que, en realidad, era porque detrás estaba el poderoso amante de Alice, Tony Grace. Grace fue leal con ella y la visitó en prisión, una vez por semana, durante todo su encierro. El segundo juicio se llevó a cabo entre marzo y abril de 1971. 

Otra vez, hubo testigos sacados de la galera. Unos la involucraban diciendo que la habían visto aquella noche; otros se adjudicaban ser ese grupo familiar y la sacaban de la escena. La portada de los periódicos hablaban del crimen y de los amantes de la madre acusada La portada de los periódicos hablaban del crimen y de los amantes de la madre acusada El 13 de mayo de 1971, el jurado encontró a Alice Crimmins nuevamente culpable y fue sentenciada a pasar su vida en prisión por dos asesinatos en primer grado. La cosa no terminó ahí. En 1973, la Suprema Corte de Nueva York consideró que su condena debía ser anulada en lo que hacía a Eddie Jr porque nunca se había determinado la causa de su muerte. Apelaciones, anulaciones, salidas de la cárcel, reingresos… La vida de Alice era una novela negra. Arañando la libertad En enero de 1976 Alice tuvo el derecho a pedir la libertad condicional. En agosto de ese mismo año el diario The New York Post publicó una noticia que impactó: Alice había pasado ese domingo “bajo el bálsamo del sol del verano, en un crucero de lujo en City Island”. Los lectores se enfurecieron con la “madre asesina”. 

En julio de 1977, ella contrajo matrimonio con el dueño de aquel crucero, su millonario novio Tony Grace. Y fue publicada una foto de ella subiendo al Cadillac blanco de su flamante marido. La prensa, indignada, la mostró en bikini y disfrutando de su nueva vida de mujer rica. Dos meses después, le fue otorgada la libertad bajo palabra. Se mudaron primero a Cayo Largo, donde tenían un crucero llamado Alicia II y, luego, a Boca Ratón, en el estado de Florida, donde intentaron volver al anonimato. La incertidumbre de la verdad La fiscalía no pudo demostrar el motivo por el cual Alice podría haber querido eliminar a sus hijos ya que su presencia no impedía su alocada vida sexual. Además, podría haberle cedido la tenencia a Eddie. ¿Cuál era el móvil de los crímenes? Los rumores eran contradictorios. 

Que habían muerto en manos de sicarios enviados por su amante que no quería niños en el medio; que su marido celoso era el verdadero criminal; que ella no quería a Missy y la había matado durante un ataque de furia y que su otro hijo había sido un testigo indeseado… Nada pudo probarse. Eddie Crimmins no fue investigado, incluso habiendo estado esa noche en el lugar. Fue descartado por ser considerado tan elemental que no podría haber planeado los hechos. Tony Grace, por supuesto, dijo no tener nada que ver con esas muertes. Alice, para ser justos, también siempre lo negó. Las tribulaciones de los Crimmins fueron la plataforma, en 1975, para el best seller de la famosa escritora de misterios Mary Higgins Clark, ¿Dónde Están Los Niños? 

 En julio de 1977, Alice contrajo matrimonio con su millonario amante Tony Grace. La Corte había determinado que no se la podía condenar por el crimen de Eddie Jr (Getty Images) En julio de 1977, Alice contrajo matrimonio con su millonario amante Tony Grace. La Corte había determinado que no se la podía condenar por el crimen de Eddie Jr (Getty Images) Eddie Crimmins se volvió a casar y se mudó a Leesburg, Florida, donde murió en 2012. Joe Rorech siguió, hasta su muerte en 2006, en bancarrota. 

Tony Grace murió en 1998, en Harrison, Nueva York. Alice Crimmins, o Alice Grace, tendría hoy 85 años. Hay quienes afirman haberla visto en Florida, viviendo bajo otro nombre; otros, paseando por Nueva York. De seguir con vida, Alice podría ser la única capaz de develar lo ocurrido con sus hijos. Inocente o culpable, lo más seguro es que no quiera recordar aquella negra etapa de su vida donde se convirtió en “la madre más odiada de los Estados Unidos”. Un podio que comparte hoy con la convicta Susan Smith quien ahogó a su dos hijos en 1995 y con Casey Anthony, quien fue acusada por matar a su hija en 2008 pero por falta de pruebas evitó ser condenada.

jueves, 15 de julio de 2021

Tormenta letal en Alemania con 20 muertos y 70 desaparecidos

 

 Al menos 20 muertos y 70 desaparecidos por fuertes lluvias en Alemania Las últimas fuertes lluvias han provocado una tragedia con inundaciones y torrentes desde el martes en el oeste de Alemania El temporal ha afectado especialmente a los estados federados de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país, y de Renania-Palatinado, donde ha causado inundaciones y el derrumbe de edificios. Entre los muertos hay dos bomberos. 

Uno murió ahogado tras caer al agua y otro a consecuencia de un colapso que sufrió mientras realizaba labores de rescate. Una catástrofe", según la primera ministra del estado federado, Malu Dreyer que añadió que los daños en los municipios superan cualquier previsión. En el municipio de Ahrweiler, a unos 50 kilómetros de Bonn seis edificios se han desplomado y más de veinte bloques están dañados. Las inundaciones han obligado a cortar el servicio eléctrico en varios municipios para evitar cortocircuitos y el transporte ferroviario en la región también se ha visto afectado.

lunes, 28 de junio de 2021

LA INDIA | Miles de cuerpos de víctimas de la COVID resurgen del Ganges

 

 Miles de cuerpos amortajados de víctimas de la COVID-19 resurgen de las aguas del Ganges. Habían sido enterrados en las orillas de este río sagrado en la India, pero las inundaciones monzónicas los han devuelto a la superficie. La mayoría fallecieron durante los pasados meses de abril y mayo, los más duros de la pandemia en este país.

 El ciclón Tauktae toca tierra en la India con vientos que podrían alcanzar los 185km/h Crematorios improvisados en la India "Los cuerpos han acabado en el río y están flotando en el agua", explica un vecino de la zona. "Las autoridades locales están organizando las incineraciones, como se puede ver en la madera apilada. Pero como el nivel del río está subiendo, muchos cuerpos acabarán en el agua y existe la posibilidad de que el río se contamine".

 La mayor parte de los casi 400 000 muertos por COVID en la India fueron incinerados, pero muchas familias pobres no pudieron permitirse pagar la leña que requieren las cremaciones tradicionales hindúes. Las autoridades han comenzado una carrera contrarreloj para incinerar los restos y evitar nuevos brotes epidémicos.

sábado, 15 de mayo de 2021

Las razones sanitarias que explican cómo llegamos a los 70 mil muertos por COVID-19 en la Argentina

 

Infobae consultó a expertos en relación a la situación epidemiológica que atraviesa el país, la mortalidad, la tendencia de alza en los casos y por qué, de mantenerse este escenario, “podría llegar a ser dramático el colapso en muy poco tiempo”
Por Francisco Reyes 15 de Mayo de 2021 freyes@infobae.com 

Argentina superó hoy los 70 mil muertos por COVID-19 (Foto: Franco Fafasuli) Argentina superó hoy los 70 mil muertos por COVID-19 (Foto: Franco Fafasuli) Argentina superó hoy los 70 mil fallecidos a causa del coronavirus en Argentina. El último reporte dio cuenta de 21.469 nuevos casos, y 400 muertos, lo que da un total de 3.290.935 contagiados y 70.253 decesos respectivamente. La primera muerte por COVID-19 en el país fue el 7 de marzo de 2020, era un hombre que había viajado a Francia y estaba internado en el Argerich. 

 Desde ese día y hasta hoy, el ritmo de contagiados y decesos diarios creció vertiginosamente y con tres meses de tendencia a la baja, el 21 de abril -hace tan solo 24- días- Argentina alcanzó los 60 mil muertos. En menos de un mes fallecieron 10 mil personas. Durante la jornada se realizaron 10.6916 testeos y acumulan 12.331.859 pruebas diagnósticas. La ocupación de camas en terapia intensiva en nación corresponde a 70.1% para todas las patologías, del sector público y privado; mientras que el porcentaje de ocupación camas UTI Adulto AMBA es de 76.5%. 

 Los pacientes recuperados por COVID-19 en la Argentina son 2.933.946, y los casos activos en este momento ascienden a 286.736. A pesar de las restricciones, es alta la circulación de personas en los principales accesos de la ciudad de Buenos Aires (Foto: Adrián Escandar) A pesar de las restricciones, es alta la circulación de personas en los principales accesos de la ciudad de Buenos Aires (Foto: Adrián Escandar) 

En este contexto, Infobae contactó a especialistas que siguen el día a día de la situación epidemiológica en la Argentina en relación a la mortalidad, las cifras de la segunda ola que tienen en vilo a los sanitaristas y si se mantiene esta tendencia, ¿qué nos espera? Para Rodrigo Quiroga, investigador en bioinformática del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba, “lo preocupante del momento en el que estamos es que sin dudas tenemos más contagios que nunca, casos que habían empezado a bajar un poco en el AMBA y en las provincias de la región Centro, pero en estos últimos días hemos visto que parecen crecer en todos lados y esta situación preocupa enormemente”. Según el experto, esto “posiblemente sea producto del frío que nos lleva puertas adentro y a cerrar ventanas, lo cual aumenta el riesgo de contagio.

Pero es muy preocupante ya que si empiezan a crecer en caso en este nivel en el que estamos ahora podría llegar a ser dramático el colapso en muy poco tiempo”. “Las camas de terapia intensiva ya están saturadas en muchos lugares, no solo en el AMBA, sino también en Mendoza, en Neuquén, en Rosario, por lo cual estamos en una situación muy complicada y porque además solo con mantener esta cantidad de casos diarios estamos hablando de 400 a 600 fallecidos por día, cifra que no es tolerable”, advirtió y recomendó: “Sin lugar a dudas cada vez se vuelve cada vez más inevitable que se tomen medidas más duras que nos permitan bajar los casos, porque empezar a subir desde este nivel vamos hacia una catástrofe segura”. Consultado por Infobae, el doctor en medicina y ex titular del PAMI Carlos Javier Regazzoni, manifestó: “Argentina, con la marca de 70.000 muertos por el COVID-19, se ubica entre los países más castigados del mundo por esta enfermedad. 

Llevamos 16 meses a lo largo de los cuales se han repetido errores de diagnóstico que impidieron hacer los cambios sustanciales que este contexto requería. Los diagnósticos fueron siempre de corto plazo, primero el dengue era más importante, después era una gripe, después aquí no iba a llegar, luego era el pico y ya todo pasa, después las millones de vacunas, después con el verano el virus se iría. Todos estos errores de diagnóstico hicieron que nunca se ensayase una estrategia de supresión de la circulación viral con tolerancia cero al virus, mediante testeos masivos, trazabilidad y aislamiento, una frontera sanitaria sólida, el desarrollo de tecnología para la trazabilidad, y un sistema sofisticado de vigilancia epidemiológica”. "Las camas de terapia intensiva ya están saturadas en muchos lugares, no solo en el AMBA", advirtió a Infobae el investigador Rodrigo Quiroga (Foto: Franco Fafasuli) "Las camas de terapia intensiva ya están saturadas en muchos lugares, no solo en el AMBA", advirtió a Infobae el investigador Rodrigo Quiroga (Foto: Franco Fafasuli) Por su parte y para el físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga, “que estemos en los 70 mil muertos es esperable, ya que pasamos los 3.250.000 casos confirmados, no contagiados que seguramente hay muchos más. Cuando uno tiene tamaña cantidad de casos, irredemediablemente se incrementan los muertos. Argentina ya desde mayo de 2020 dejó de aspirar a controlar la cantidad de casos, lo único que aspiró muy presionado por CABA y la situación económica fue a que no colapse el sistema de salud, y así los casos acumulados se transforman en fallecidos”. “En este momento hubo una baja en la circulación nocturna sólo para que no colapse el sistema de salud y para seguir vacunando. 

Y eso lo que hizo fue que los casos dejaran de crecer a la velocidad que estaban creciendo, pero estamos en más de 22 mil casos promedio semanal por día. Con esa cantidad de casos, irredemediablemente uno tiene en el orden de los 400 fallecidos por día, es inevitable”, analizó Aliaga. Adolfo Rubinstein, sanitarista y ex ministro de Salud, opinó a Infobae: “Evidentemente la Argentina ha tenido una situación sanitaria muy complicada, desde el principio de la pandemia. Uno de los indicadores que más lo evidencian es el altísimo número de muertos que nos coloca dentro de los países que más muertes por millón han tenido en el mundo, que por otro lado es una de las características de los países latinoamericanos. Hay que entender un contexto socioeconómico, demográfico, epidemiológico, que tiene que ver con que existen enormes bolsones de pobreza y marginalidad en la región en general y que muchas de las medidas muy restrictivas que se tomaron, incluyendo en la Argentina que fue una de las más restrictivas del mundo, no calibró el hecho de que la pobreza hace intolerable prolongar la cuarentena durante mucho tiempo”. El factor variantes e invierno De acuerdo a Rodrigo Quiroga, “sabemos que tanto las variantes de Reino Unido como la de Manaos y la Andina, que todas están circulando en estos momentos en la Argentina, son más contagiosas que la variante que teníamos el año pasado. 

También sabemos que entre esas tres variantes se compone la enorme mayoría de los casos, al menos en el AMBA, y sin dudas en otras provincias representa un porcentaje importante del total. Con estas variantes, los cuidados que antes alcanzaban ya no alcanzan. Por eso la enorme subida de casos que tuvimos desde marzo hacia acá son las nuevas variantes que son más contagiosas, sumado a un cierto relajamiento de los cuidados y el aumento de la circulación ciudadana, es decir mayor cantidad y número en tamaño de reuniones sociales”. “Todo esto junto más el factor estacional que nos mete puertas para adentro, la situación se vuelve muy muy complicada. No veo que podamos evitar igualar o superar el número de fallecidos que tuvimos el año pasado si no implementamos urgente una cuarentena estricta de al menos 10 o 14 días”, distinguió. Adolfo Rubinstein, sanitarista y ex ministro de Salud, opinó a Infobae: “Evidentemente la Argentina ha tenido una situación sanitaria muy complicada, desde el principio de la pandemia (Foto: Maximiliano Luna) Adolfo Rubinstein, sanitarista y ex ministro de Salud, opinó a Infobae: “Evidentemente la Argentina ha tenido una situación sanitaria muy complicada, desde el principio de la pandemia (Foto: Maximiliano Luna) Las vacunación “Llegada la vacuna, nos faltó una clara visión estratégica regional para negociar un bien que desde un principio se sabía sería escaso; Argentina necesita una estrategia latinoamericana para encarar seriamente la vacuna que necesita, 

El control de circulación fronteriza del virus, y la homologación de un plan sanitario a mediano plazo”, opinó Regazzoni y reparó: “En estos momentos nos encontramos en el peor momento de la pandemia, en toda su trayectoria en la Argentina. Con esta extensión geográfica y estos altísimos niveles de circulación viral y mortalidad, y con el sistema de salud al límite, o tomamos medidas urgentes, o la experiencia internacional indica que nos mantendremos con picos subentrantes en un nivel cada vez más elevado de circulación, como fue el caso de Brasil, o Estados Unidos, por citar dos ejemplos”. “La estrategia hacia delante no es solo la vacuna, porque nos encontramos a 6 o 9 meses de lograr una cobertura efectiva del 20% de la población, lo que implica vacunar al 25 % con dos dosis, Y ese nivel de cobertura no será efectivo si predomina la cepa de Manaos, o la incidencia continúa siendo elevada. ambos problemas se combaten suprimiendo la circulación viral”, añadió. Para Regazzoni, “además debemos pensar ya mismo en la reconstrucción de un sistema de salud inclusivo para una población que tendrá altísimos niveles de enfermedad residual y pobreza, de un sistema de vigilancia epidemiológica del siglo XXI, debemos pensar en un plan de reconstrucción institucional para una sociedad con mayor conflictividad, en la reforma del sistema educativo, y desde ya en un plan de reconstrucción económica”. Mortalidad Jorge Aliaga cree que la vacunación fue clave para que la cifra de 70 mil fallecidos no sea aún más alta. “Una cosa que también tendríamos que mirar es que si uno hace la comparación entre los fallecidos menores y mayores de 50 años que había en las últimas 7 semanas del año 2020, y compara con la proporción de muertos menores y mayores de 50 que hay hoy, lo que se ve es que en proporción hoy se ven muchos menos fallecidos mayores de 70 de lo que hubiera habido si se mantenía la proporción de las últimas semanas del año pasado. Si se hace una regla de tres y compara, da que este año estarían faltando 5.800 muertos mayores de 50 años, fundamentalmente mayores de 70. Esto es producto de la vacunación. 

Estamos en 70 mil muertos, pero podríamos estar mucho peor. Seguro estamos por encima de esos potenciales muertos porque hay un montón de casos contagiados de los últimos 15 días que van a morir los próximos 15 días, por lo cual seguro vamos a seguir creciendo en la mortalidad”. De acuerdo a Quiroga, “en cuanto a la mortalidad, toda Latinoamérica está muy arriba en cuanto a fallecidos por COVID-19, estamos liderando como región el ranking a nivel mundial. La situación es muy mala, pero se complica comparar entre países ya que no sabemos qué tan bien están contabilizados los muertos por coronavirus en algunas naciones. En la Argentina sabemos que se contabilizan bastante bien, o al menos eso sucedió durante 2020. 

Los estudios de exceso de muertes que hicieron la provincia de Buenos Aires y Córdoba por ejemplo arrojaron un porcentaje muy pequeño de exceso de muertes. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de otros paìses como Ecuador, Perú y Brasil en donde los fallecidos serían muchísimos más que los reportados”. Jorge Aliaga cree que la vacunación fue clave para que la cifra de 70 mil fallecidos no sea aún más alta (Foto: Adrián Escandar) Jorge Aliaga cree que la vacunación fue clave para que la cifra de 70 mil fallecidos no sea aún más alta (Foto: Adrián Escandar) En este punto, por su parte, Ragazzoni reflexionó a Infobae: “La pandemia de coronavirus como tantas otras infecciones severas, aún contando con la vacuna no quedará en el olvido, sino que probablemente persista en forma endémica como ocurre con la tuberculosis, o el paludismo, exigiendo nuevos dispositivos sanitarios”. “Finalmente pensemos que todos los niños que nacieron en pandemia, la mitad celebrará el Año Nuevo 2100; y pensemos en qué país estamos diseñando para educarlos, nutrirlos, y ayudarlos a que se desarrollen, ya que se realicen, cuando el 65 % de ellos habrá nacido en la pobreza y en una sociedad profundamente fracturada”, opinó. En esta línea coincidió Rubinstein: “No se pudo mejorar la situación sanitaria, los resultados fueron muy malos, y esto acompañado de un colapso económico y social. La altísima cantidad de muertes por COVID-19 que tenemos en la Argentina responde a que se utilizó la cuarentena como único recurso, no se calibró adecuadamente ni fue resistido por la sociedad, porque después de dos o tres meses de confinamiento muy estricto no había margen social para seguir guardándose con un país con una enorme pobreza y economía informal, en donde un 60% de la población no recibe un salario, y no podía aguantar el contexto ya que las medidas de subsidio eran muy insuficientes en comparación con por ejemplo los países europeos”. “Fue por un lado una cuarentena demasiado estricta que se rompió en mil pedazos y obviamente con un aumento de la circulación y mayor tasa de contagios, complicaciones y muertes.

 Por el otro lado tampoco se recurrió a estrategias proactivas para poder mitigar el control de la pandemia, solamente se apeló a las restricciones. No se hicieron ni implementaron dispositivos comunitarios de testeo, rastreo y aislamiento, tempranamente, para poder mitigar la expansión y controlar la propagación del virus SARS-CoV-2. Recién el DETECTAR comenzó tardíamente en el AMBA en junio julio de 2020 cuando ya habían explotado los casos, y luego en algunos puntos del países e incluso en los últimos meses disminuyó”, agregó. Según el sanitarista, “el último factor que explica el alto número de muertos es que también perdimos la ventana de oportunidades que teníamos en los primeros meses de este años para poder acelerar un plan de vacunación que permitiera resistir mucho mejor el embate de la segunda ola”. Carlos Javier Regazzoni, manifestó: “Argentina, con la marca de 70.000 muertos por el COVID-19, se ubica entre los países más castigados del mundo por esta enfermedad (Foto: Gustavo Gavotti) Carlos Javier Regazzoni, manifestó: “Argentina, con la marca de 70.000 muertos por el COVID-19, se ubica entre los países más castigados del mundo por esta enfermedad (Foto: Gustavo Gavotti) Ventilación y los cuidados de siempre “Lo fundamental es seguir ventilando los ambientes.

 Aunque tengamos la calefacción prendida, igualmente tener por lo menos dos ventanas o una ventana y una puerta abiertas 5 centímetros. Con eso, en general, es suficiente para que se ventile adecuadamente el ambiente y podamos reducir enormemente los riesgos. Lo otro es intentar hacer las reuniones sociales de día en vez de de noche, cosa que se puedan hacer afuera, ya que la temperatura de día es agradable aún en muchos lugares del país”, recomendó Quiroga. “Por otro lado, recordar los cuidados básicos: el uso del barbijo, la distancia social y la ventilación, siempre que estemos reunidos con personas que no sean convivientes”. Según el especialista en bioinformática, “si los casos continúan en aumento deberíamos ir a una cuarentena estricta. A pesar de las restricciones vigentes los contagios parecen estar aumentando en todo el país. La Patagonia está muy complicada nuevamente, San Luis, San Juan, La Pampa también. 

Las provincias centrales que mostraban un amesetamiento volvieron a repuntar en los casos diarios, en Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Ya hay muchas ciudades en donde la ocupación de camas está al extremo. Si no queremos tener la misma cantidad de muertos del año pasado o más va a ser urgente alguna medida más fuerte de restricción, al menos por un tiempo corto, será importante señalar a la población que no se estiraría en el tiempo y mientras más acatamiento tenga esta medida vamos a poder bajar más los casos, los fallecidos y evitar tener que implementar este tipo de acciones más adelante”. “No sabemos qué va a pasar con los casos, pero si sigue esta tendencia no habría por qué confiar en que van a volver a bajar. 

Tenemos que esperar a lo sumo hasta la semana que viene, y si siguen aumentando tomar medidas fuertes con urgencia, no podemos seguir con 600 muertos por día”, sugirió. Inmunidad de rebaño ¿El porcentaje de personas vacunadas no alcanza para que comience a actuar de alguna forma la tan esperada inmunidad de rebaño? Según coinciden los especialistas, la inmunidad colectiva se comienza a ver. “Si se observa el porcentaje de fallecidos por grupo etario, las cifras que representan del total de los fallecidos vienen bajando significativamente en los mayores de 80 desde que se empezó a vacunar, lo mismo ya se observa en las franjas de 70 y se empieza a ver en los mayores de 60. 

Esto lleva tiempo, al menos un mes hasta que se genera una buena reacción inmune, una buena protección y además está el problema de la cantidad de casos. La cantidad de fallecidos diarios es por la gran cantidad de contagiados por día que tenemos. Sin vacunación estaríamos hoy tranquilamente arriba de los mil muertos por COVID-19 por día”, puntualizó Quiroga. “Las estadísticas muestran que a raíz de la enorme cantidad de contagios está produciendo más fallecimientos de jóvenes por una cuestión de proporción, ya que ahora tenemos vacunados a más del 77% de los mayores de 60, entonces al haber muchos contagios y estar inoculados los más grandes, empezamos a ver más muertos jóvenes. Y puede que las variantes tengan que ver en este fenómeno también”, aseguró a Infobae.

miércoles, 5 de mayo de 2021

La terrible imagen que indigna a Venezuela: los muertos por coronavirus son arrastrados por las escaleras de un centro de salud

 

En el Hospital Universitario de Maracaibo no funcionan los ascensores, por lo que el traslado de los cuerpos a las morgues se realiza sin cumplir con los protocolos adecuados..Ver video en link https://www.infobae.com/america/venezuela/2021/05/05/la-terrible-imagen-que-indigna-a-venezuela-los-muertos-por-coronavirus-son-arrastrados-por-las-escaleras-de-un-centro-de-salud/

Un video que circula en las redes sociales muestra cómo los muertos por coronavirus en el Hospital Universitario de Maracaibo son arrastrados por las escaleras a las morgues dado que los ascensores del establecimiento médico no funcionan. La organización Monitor Salud Venezuela publicó las imágenes en sus redes sociales y afirmó que como “no se da cumplimiento a las medidas de bioseguridad, el personal es sometido a tratar con los pacientes sin los equipos de protección personal adecuados”.

 En el Universitario de Maracaibo actualmente hay 30 pacientes hospitalizados por COVID-19, seis de ellos en unidades de cuidados intensivos. Según su página web, la misión de la organización es “establecer un sistema de supervisión, evaluación y vigilancia permanente de los datos epidemiológicos que se generan en el sistema de salud en Venezuela, que sirva de instrumento para la toma de decisiones en materia de diseño, aplicación y evaluación de planes y políticas de salud”. Trabajadores de la salud caminan frente a la sala de emergencias del Hospital Ana Francisca Pérez de León II en Caracas (Venezuela). EFE/ Rayner Peña/Archivo Trabajadores de la salud caminan frente a la sala de emergencias del Hospital Ana Francisca Pérez de León II en Caracas (Venezuela). EFE/ Rayner Peña/Archivo La entidad funciona como la voz de los trabajadores sanitarios en Venezuela, quienes exigen mejores condiciones para desarrollar sus tareas durante la pandemia de coronavirus. 

Realiza denuncias en las redes sociales para visibilizar los problemas que aquejan al sistema de salud del país sudamericano, ofrece balances semanales de la situación en los hospitales y publica las cifras de miembros del personal sanitario que mueren por COVID-19. Abril de 2021 fue el mes con mayor cantidad de muertes entre los trabajadores de la salud, con 103. 

 El pasado 1 de mayo, con motivo del Día Internacional del Trabajo, trabajadores de distintos gremios en Venezuela exigieron salarios “dignos” y vacunación masiva contra el COVID-19 en medio de la “crisis humanitaria” y la pandemia que, según cifras oficiales, ha dejado 197.683 contagios y 2.136 muertes en el país. 

 En varios estados como Distrito Capital, Miranda (centro), Lara (oeste), Táchira (oeste) y Zulia (noroeste), decenas de trabajadores, acompañados de organizaciones civiles y políticos opositores, se concentraron para manifestar su rechazo a las condiciones laborales que tienen actualmente y que, consideran, no les garantizan una calidad de vida. En Venezuela el salario mínimo es de 0,63 centavos de dólar, según la tasa oficial. Los trabajadores se manifestaron exigiendo con pancartas “sueldos dignos”, “reivindicaciones laborales” y “vacunas para todos”, pero también expresaron su “rechazo a la represión” del régimen de Nicolás Maduro.

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