El Intendente se mostró sensibilizado al momento de destacar la compañía de su círculo familiar durante su carrera política y actualmente en la gestión.
Sobre el final de un discurso protocolar ante el HCD que incluyó no solo el anuncio de importantes obras sino también un informe sobre el estado en el que halló la ciudad, el intendente Sebastián Abella tuvo un momento para la reflexión y la emoción al hablar de su familia.
Ante los presentes, el jefe comunal se mostró sensible y emocionado. Hizo referencia a su matrimonio destacando que Marina Casaretto si bien no era una persona vinculada a la política “por mi culpa hoy es una persona que está muy comprometida con la sociedad que ejerce de la mejor manera su rol como concejal”.
También señaló que su madre, quien actualmente se desempeña como consejera escolar, “tras casi 40 años de trayectoria había decidido jubilarse, pero aceptó la propuesta para asumir tan importante función”.
No obstante, el momento más emotivo de su discurso fue al referirse a su padre, a quien calificó como un “compañero de ruta” que lo introdujo en el mundo del automovilismo.
“Pero no solo comparto mi vida y mis días con ellos sino también con mis dos hermanas: Elisa y Claudia. Ellas apuestan a que me vaya lo mejor posible. Estoy muy orgulloso de eso. No lo oculto, todo lo contrario, soy feliz”, aseguró.
En este sentido, también hizo especial hincapié en su relación con el concejal Javier Contreras y Sergio “Chiche” Constantino, sus cuñados. “Son personas a las que recurro y consulto periódicamente por el vínculo familiar que compartimos”, destacó.
Y para cerrar, comentó: “Nos hablamos, nos relacionamos simplemente porque somos una familia. La familia es la base fundamental de la sociedad; si uno tiene una buena familia será una buena persona. Y yo amo a mi familia.”
