El Museo y Archivo Histórico Municipal “Quinta Jovita” y la Asociación Amigos del Museo presentan el ciclo de cine “Tres películas veraniegas de Eric Rohmer”.
Se trata de una muestra interesante de los filmes del director francés fallecido en 2010, uno de los protagonistas de la Nouvelle Vague junto a Godard, Chabrol y Rivette, entre otros, quienes desde fines de los años ‘50 cambiaron la manera de concebir el cine en el siglo XX. El programa es el siguiente: · Sábado 24 de febrero: La rodilla de Clara ( 1970) · Sábado 3 de marzo: Cuento de verano ( 1996 ) · Sábado 10 de marzo: El rayo verde ( 1986 ) Las proyecciones se realizarán en el patio de las glicinas del Museo Municipal Quinta Jovita (Ituzaingó 278).
La selección, presentación y coordinación del debate posterior estará a cargo de Armando Borgeaud. La entrada será libre y gratuita y la proyección comienza a las 20:30 horas. La rodilla de Clara: un cuento moral Eric Rohmer, profesor de literatura, crítico de cine y redactor-jefe de Cahiers du Cinéma, ha sido uno de los autores cinematográficos más prolíficos del cine europeo. Con más de 80 películas a sus espaldas, este filósofo entendió el séptimo arte como el vehículo para plantear sus inquietudes filosóficas y morales. La película narra la historia de un joven diplomático próximo a casarse que, instigado por una amiga novelista, intentará conquistar sin mucho interés a una adolescente. Finalmente, el seductor terminará seducido por otra joven que pasa unos días de vacaciones con su novio en el lugar de encuentro de todos los personajes de la película: un paradisíaco rincón entre lagos y montañas en pleno verano.
Hay un juego permanente de manipulaciones disfrazadas de prematuros desengaños y deseos sofocados, en una historia atravesada por una permanente necesidad de afirmación personal de todos los que se animan al juego. Ganadora de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, la cinta es puro Rohmer: la compleja sencillez a la hora de contar historias. Las ganas irremediables que el protagonista muestra por acariciar la rodilla de la chica es una reflexión sobre el deseo. Pero un deseo no entendido como erótico o sexual, sino como la atracción hacia la belleza entendida como perfección, aunque sea sólo por un instante. Se trata de la humana locura que nos impulsa a querer alcanzar lo imposible.