Nuevos estudios confirman que existe un 'desajuste' perenne entre lo que dos interlocutores piensan que van a durar Ser firme al cerrar una reunión por videollamada puede evitar malos entendidoselEconomista.es 21/05/2021 - 14:38 El confinamiento y el teletrabajo nos han llevado a estar pegados a una pantalla más de la cuenta. Y ahí, las reuniones por Skype, Zoom y plataformas similares se han convertido en el día a día de todas las empresas. Imprescindibles muchas veces, algunas investigaciones con encuestas en distintas empresas han concluido algo que parece evidente: muchas de ellas podrían solucionarse con un correo electrónico. Sin embargo, a ello se suma ahora un nuevo estudio científico que corrobora por qué a veces se alargan demasiado.
El desajuste que hace que estemos incómodos en las videollamadas
La investigación, publicada en la revista PNAS, concluye que las interacciones y conversaciones por norma general casi nunca terminaban cuando ambos individuos quieren, algo que se acrecienta especialmente en el contexto de una videollamada.
Para ello analizaron las reacciones fisiológicas y neuronales de varios sujetos al conversar. No importaba si las personas interactuaban con gente que conocían muy bien o con completos desconocidos, seguían sintiendo el mismo desajuste.
El estudio descubrió una discrepancia del 46% entre la duración real y la deseada de las conversaciones.
Esto se suma todo la llamada 'Fatiga por Zoom', el esfuerzo también demostrado que nos exige relacionarnos por videollamadas debido de a que produce una carga cognitiva de señales no verbales que agota más al cerebro humano.
Mejor irte antes que enfadarte: cómo salir de una videollamada sin parecer grosero
Así las cosas, durante todos estos meses quien más o quien menos ya ha desarrollado su propia metodología para salir de una videollamada cuando la cosa se alarga.
Antes de tirar de trucos como hacer que se ha perdido la conexión a internet, expertos en gestión empresarial como David Finker aboga por reunirse solo cuando sea realmente necesario, no tener miedo a cancelar una reunión si lo necesitamos, y ser sincero si se considera que se está alargando demasiado.
Lógicamente, esto no soluciona nada, pero Finker recomienda "empezar fuerte y terminar igual", en referencia a cerrar también de forma enérgica y directa una reunión siempre que podamos, algo que será mejor que dejar que se alargue innecesariamente.
Luego están lo que podemos considerar como 'mentiras piadosas', incluyendo la caída de la red WiFi o decir que tenemos otra videollamada, algo que puede funcionar como un 'lubricante social', según lo definían en este ensayo en The Atlantic, mejor que hacer que la reunión se eternice.