lunes, 29 de enero de 2018

El campo en las disputas político ideológicas contemporáneas


Las ideas en la tierra 27 ene. 2018 | Escribe: Aldo Marchesi en la diaria Semanas después de la histórica derrota del batllismo en las elecciones de 1958, una polémica en el semanario Marcha mostraba la incertidumbre que el crecimiento del movimiento ruralista liderado por Benito Nardone, en gran medida responsable del triunfo electoral del Partido Nacional, tenía en el pensamiento de izquierda uruguayo. Este movimiento, compuesto mayoritariamente por medianos y pequeños productores rurales, había impactado en la política de los 50 con un discurso ambiguo que oscilaba entre una crítica populista a los partidos, una reivindicación de sus tradiciones y un profundo anticomunismo En términos ideológicos denunciaba al estatismo batllista como un totalitarismo y proponía una economía abierta liberal. Por último, miraba el conflicto social por medio de una difusa contradicción entre la gente de botas y los galerudos. En su visión el poder estaba asociado a los sectores medios ilustrados de la ciudad, que eran denunciados por su actitud parasitaria, y el pueblo era asociado al mundo rural, que era visto como el verdadero productor de la riqueza nacional. Ante la crisis del neobatllismo que se expresaba en dicha elección, el sociólogo e historiador Carlos Rama se preguntaba: ¿Es posible un fascismo uruguayo?, y advertía que “si no se resolvían los problemas estructurales del país”, era posible que “la situación para todo el mundo se hará más desesperada y las clases medias por su misma ignorancia y falta de criterio propio buscaran otros culpables. [...] De esta posición a un fascismo uruguayo hay un solo paso, y hay muchos dispuestos a darlo” En esta visión el ruralismo era considerado un posible embrión fascista por su crítica al liberalismo, su recurso al factor emocional, su desprecio a la deliberación intelectual y su anticomunismo irracional. Sin embargo, otros en el semanario proponían una mirada diferente. Una serie de intelectuales influenciados por lo que se llamó la izquierda nacional encontraron en el ruralismo cierta autenticidad vinculada a los sectores populares del campo que habían quedado al margen del modelo urbano y cosmopolita impulsado desde el batllismo. El católico Alberto Methol Ferré fue el intelectual que más claramente expresó su entusiasmo por el surgimiento de esta nueva plebe, que, en su visión, estaba cambiando Uruguay. En su crónica de la elección en el mismo semanario describía una división en el festejo del Partido Nacional. Por un lado, estaban aquellos de “colachatas” y gente “bien vestida” cercanos a la Unión Blanca Democrática y, por otro, “camiones, forchelas y algunos de a caballo”, que eran los votantes de la alianza herrero-ruralista . A partir de esa distinción, establecía una contradicción económica y social entre el sector primario y el sector terciario de la economía. El triunfo del ruralismo era el triunfo de las fuerzas del campo, que realmente serían las que tendrían que controlar el Estado, ya que en la visión de Methol Ferré eran los principales sostenedores de la nación uruguaya. Methol festejaba el triunfo como un encuentro entre el gobierno y la sociedad. Por primera vez, el sector primario, el sector auténtico de la sociedad, no el sector terciario, que era el resultado artificioso del Estado, estaría vinculado al gobierno. Dos años después, Methol Ferré escribió una fuerte declaración pública en Marcha en la que se alejaba del ruralismo. En Adiós, señor Nardone lo acusaba de haberse aliado con “los enemigos estructurales del ruralismo”, con la alianza “latifundio-mercantil” que rige al país, que oprime a las clases medias rurales y tiene congelado el progreso nacional”. Methol, así como varios de los que habían puesto ciertas ilusiones en el ruralismo en los 50, culminaron en la izquierda, primero en la Unión Popular de Enrique Erro y luego en la creación del Frente Amplio (FA) en 1971 Los diferentes posicionamientos de los intelectuales de Marcha frente al ruralismo a fines de los 50 reverberan en algunos de los debates que hemos presenciado en estas semanas. En alguna medida el debate contemporáneo está marcado por la historia del siglo XX. No se trata de meros prejuicios que son el resultado de la mala fe, sino de una historia que fue construyendo los perfiles del conflicto entre campo y ciudad. Es cierto que el conflicto distributivo durante gran parte del siglo XX se articuló mediante la oposición ciudad-campo, en la que los impulsos reformistas estuvieron asociados a la ciudad y las resistencias conservadoras al campo. Izquierdas y derechas se alinearon de esa manera. Socialmente ambos territorios fueron heterogéneos, pero en términos políticos no lo fueron tanto. Basta repasar cómo algunos de los líderes asociados al pensamiento conservador, Luis Alberto de Herrera, Benito Nardone, las tres generaciones de Bordaberry (Domingo, Juan María y Pedro), definieron el territorio como un campo de batalla, reivindicando al campo como una comunidad de valores específicos que se sentía atacada frente a los valores de la ciudad. Del otro lado, el batllismo intentó incidir en ciertas áreas productivas y en las ciudades del interior, pero sólo logró mantener posiciones y nunca pudo interpelar la hegemonía conservadora. La izquierda también intentó avanzar en los sectores de trabajadores rurales y en las ciudades, pero la persecución fue muy fuerte. El anticomunismo penetró de una manera intensa desde los 50 de la mano de ese pensamiento conservador. El recientemente fallecido poeta Washington Benavides recordaba que en 1955 un grupo ultraderechista quemaba su primer libro Tata Vizcacha en una plaza de Tacuarembó bajo acusaciones de comunismo. Durante los 60 y 70, en el marco de la polarización que vivía el país, la movilización social de derecha también estuvo muy asociada a esas ideas y a esa oposición campo-ciudad, interior-Montevideo. Por último, la dictadura intentó enfatizar la división y buscó posicionarse como la reivindicadora de los sectores olvidados del interior. De un siglo a otro Más allá de los usos políticos de los movimientos conservadores y de la represión social y política, existió una base real que amplificó ese discurso. El centralismo montevideano y la inequidad de distribución de recursos en el territorio fue la base mediante la que los sectores conservadores rurales construyeron su liderazgo en esos territorios. La inercia de la política por la que los crecientes electores urbanos eran los que más reclamaban y tenían mayores canales de cercanía con los sectores reformistas para articular sus demandas amplificó el problema. Esta fue la escenografía política del siglo XX pero no necesariamente tendría que ser la del siglo XXI. De hecho, el preámbulo del siglo XXI fue algo diferente. Hace no mucho tiempo la llegada del FA al gobierno estuvo marcada por el encuentro entre sectores cercanos al FA y sectores del campo. En el marco de la crisis de 2002 la llamada Concertación para el Desarrollo, donde estaban sectores rurales y el PIT-CNT, convocó a una histórica caravana que llegó a 100.000 personas. En 2012 Juan Castillo recordaba que nunca más el PIT-CNT había logrado convocar tanta gente. Ese encuentro social, inédito si lo miramos desde la historia del siglo XX, seguramente ayuda a explicar el cambio en la demografía electoral que no solamente llevó al triunfo del FA en el gobierno sino también al triunfo en varias intendencias. En estas semanas la emergencia del movimiento de “autoconvocados” que declara tener una relación problemática con las tradicionales asociaciones del agro vuelve a poner en el centro la discusión sobre el carácter político de la movilización del campo. Nuevamente, aparece el campo con su heterogeneidad y ambigüedad. Por un lado, la proclama de los “autoconvocados” habla de que el Estado apoya al gran capital y deja al margen a los pequeños empresarios. Pero, por otro, denuncia al “voraz” Estado como el responsable de todos los problemas en una suerte de populismo neoliberal, muy a tono con los discursos conservadores en la región. Por un lado, intentan mostrar la tragedia de diversos pequeños empresarios de la granja, arroceros, o lechería. Ciertamente, varios de ellos tienen el mismo nivel de ingresos que el salario de un trabajador urbano y sufren varios de los mismos problemas. Por otro, el movimiento se asocia con las cámaras empresariales –hasta la Asociación Nacional de Broadcasters del Uruguay apoyó la marcha–, hablan de la “mochila” del costo del trabajo y tienden a eludir los conflictos que se dan dentro del mismo campo en torno al problema del arrendamiento de la tierra y el crecimiento de su valor en la última década. Más allá de las décadas pasadas, aquellos debates de Marcha parecen tener una productiva vigencia para pensar este momento. ¿Se trata de una reacción de ciertos sectores medios indignados que frente a la percepción de sus problemas se adhieren a una reacción conservadora que en el largo plazo los va a terminar perjudicando, o se trata de un movimiento legítimo de sectores incomprendidos por el mundo urbano? Seguramente hay de ambas cosas. Pero, además, la movilización de los “autoconvocados” pone en la discusión un asunto para el que aquella izquierda (de la liberación nacional y el socialismo) y este progresismo (del “capitalismo en serio”) no parecen tener una política tan clara: su relación con los pequeños y medianos empresarios urbanos y rurales. Estos sectores con niveles de ingreso similares a varios sectores de trabajadores, que forman parte del mundo popular, que tiene incidencia a nivel social, pero que tienen una sensibilidad y preocupación empresarial. Es en esos sectores en los que la queja parece emerger en forma más evidente. El proceso de crecimiento económico ha llevado a una mejora del salario real por varios años, pero también parece haber estado acompañado por un proceso de concentración en ciertas áreas de la economía, como en el campo o en el comercio que afecta a pequeños y medianos. Son esos sectores que se quejan de la formalización de la economía y de las relaciones laborales. No necesariamente por reaccionarios, sino porque su margen de maniobra es mucho menor que el de las grandes empresas. En el capitalismo la escala importa. Con esos sectores medios de aspiración empresarial la izquierda siempre ha tenido una relación problemática. La viabilidad de esos sectores requiere de un Estado activo que no sólo apoye sino que dé garantías de sustentabilidad en el largo plazo, sea mediante formas cooperativas, de apoyos estatales, o de transformaciones estructurales. En la medida en que el progresismo no logre convencer a estos sectores de que existe un camino para ellos, los dejará a la deriva de un discurso antiestatal que tendrá un sentido catártico pero no resolverá sus problemas y que también podrá tener consecuencias electorales para el propio FA.

´El gobierno no puede hablar de la oligarquía porque ellos son los representantes de la oligarquía´

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Lo del gobierno uruguayo es un show; ellos son los que impulsan el modelo que favorece a la oligarquía: Dr. Rómulo Rodríguez (26M-UP, Florida) Acá en mi departamento sabemos quiénes son, con nombre y apellido, la gente que más tierra y más capital ha concentrado sin ninguna duda, y sabemos quiénes están con privilegios de todo tipo, tributarios y demás. Y esas políticas las instaló el gobierno De manera inesperada, con el comienzo del 2018 saltaron los fusibles en los ámbitos agropecuarios, con importantes reclamos y movilizaciones por todo el país a los que el presidente de la República les dio sistemáticamente la espalda, hasta que la firmeza y el incremento de la movilización y su incidencia en la sociedad toda llevó al Dr. Vázquez a recular en chancletasy recibirlos el pasado viernes, incluso antes de la reunión que tiene prevista para mañana con la ARU y el resto de las “gremiales institucionales”. Este tan inesperado como significativo movimiento se ganó apoyos y críticas, sumó la atención interesada de algunos sectores ajenos y el ninguneo y desprecio de otros. En dialogó con Rómulo Rodríguez acerca de cómo se llega a esta situación, de cómo se caracteriza este movimiento desde la perspectiva de la lucha de nuestro pueblo por la liberación nacional y de cómo se posiciona respecto a las políticas del gobierno y los intereses que ésta favorece. “Es un tema interesantísimo; tiene más de medio siglo, pero vamos a agarrarlo de acá cerquita porque si no terminamos más. En la raíz de esto hay una vieja historia que tiene distintos eslabones y este es uno ya en esta época” La Economía Real La economía real tiene sus leyes, y se cumplen. Y por más aparato de propaganda del poder, el productor directo llega un momento en que choca con la realidad y -como decía alguien- los hechos económicos provocan hechos en el espíritu, y ese hombre que está todos los días muy cerca del trabajo, sobre el trabajo mismo, llega al conocimiento que algo anda mal en el modelo económico que se está impulsando. Que se está impulsando hace décadas, por marcar algún momento, digamos desde la dictadura Tenemos que darnos cuenta que el productor, sobre todo ahora que ha cambiado mucho la familia de productores, que accede más a la información con gente más joven cerca de ellos, el conocimiento avanza en ellos mucho más rápido de lo que algunos burócratas creen Así aparece este aspecto, que no solo abarca a los productores sino que -el que ha vivido en el campo sabe que- el comerciante, el tallerista, el transportista… el que está cerca tuyo es de tu familia. Por eso se extiende, y se extiende a los trabajadores, vamos a entendernos. ¡Cuidado con eso! Creo que este es un elemento que hay que tener muy en cuenta. Entonces es una cosa que hay que estudiarla con mucho rigor doctrinario digámoslo así, metodológico. No Nació De Un Repollo En 2016 hubo una convocatoria parecida, que fue inmediatamente después de un tarifazo recaudador del Sr. Astori. Y esa convocatoria tenía elementos muy interesantes, por ejemplo la crisis social que se denunciaba allí en el campo; y el despoblamiento de la campaña; la emigración del campo a la ciudad; el hecho de que habían ya más de 12.000 producciones menos, en poco más de una década que había transcurrido. Y es un hecho olvidado; pero esa convocatoria fue también promovida así como la de ahora, y por gente predominantemente joven Yo fui por mis propios medios a 2 movilizaciones que hubo acá cerca, y era muy interesante ver esa gente; yo provengo de una familia de campo, estuve muchos años en el campo, y no era mentiroso el movimiento, era gente de trabajo. Y eso nació por el costado de las grandes gremiales; que las grandes gremiales son partes del sistema de poder, vamos a entendernos y llamar las cosas por su nombre. Y fue boicoteado aquel movimiento por el gran capital de la ANPL (Asociación Nacional de Productores de Leche) que son los que mueven la pelota, el INALE (Instituto Nacional de la Leche), la Intergremial de Productores de Leche, el propio sindicato de CONAPROLE tuvo una posición muy tibia, los medios informativos por supuesto y políticos de la derecha neoliberal que lo boicotearon, lo invisibilizaban de los 4 partidos neoliberales, es decir los 2 partidos tradicionales, el Partido Independiente y por supuesto el partido de gobierno, el frente económico y político neoliberal como me gusta decir a mí. Y lo desgastaron. Mientras tanto, las gremiales lecheras chicas de los departamentos jugaron a 2 bandas, porque por un lado están en relación para arriba y por otro lado tienen que dar la cara con los de abajo que los tienen todos los días al lado. Pero así que no los apoyaron de hecho firmemente tampoco. Y toda esa maniobra fue encabezada y estuvo atrás el Ministro Aguerre apoyado por el INALE; jugaron al desgaste, las maniobraron, las desorganizaron, y la gente tenía que trabajar y no pudo mantenerse en la movilización Vuelve A Volver ¿Y qué pasó después? Que en 2 años se fundieron cerca de 200 establecimientos, es lo que están diciendo ahora, y eso es un hecho, son números reales, por eso digo la economía real. Y las multinacionales que ya hicieron la guita se van y dejan otro pozo de trabajadores y productores por todos lados Y ahora reaparece lo mismo, ¿y quiénes están atrás tratando de apagar el fuego? El Ministro Aguerre le pasó la pelota al Sr. Benech Ahora, la oligarquía esa está alarmada por una cosa que para mí hay que destacarla; que las bases eluden al poder de la institucionalidad -como dijo el presidente- que es la institucionalidad del poder. La oligarquía se alarma porque las bases no le tienen confianza, se reúnen por sí mismas. Y no solamente se reúnen las bases de la actividad agropecuaria, los productores, sino que se reúne el resto de la gente vinculada al campo. ESTE ES UN MOVIMIENTO DE MASAS AGROPECUARIO Y EXTRA AGROPECUARIO. La herramienta de control de la base productiva agropecuaria que tiene el gobierno, que son la ARU (Asociación Rural), la Federación Rural, el INALE, la ANPL y todo ese tipo de cosas no le sirvió en este caso; el productor se organizó por su lado y salió con críticas fuertes al modelo, que es lo que les duele. Ellos dicen que es político, y es político pero no partidario ¡ojo! Me parece que esa lectura hay que hacerla con mucha delicadeza El Sr. Presidente salió a decir aquello de que hay que ir por el lado de la institucionalidad, es decir el verticalismo de arriba abajo a través de las grandes gremiales, dejando de lado la convocatoria democrática y espontánea del pueblo; una actitud que hay que calificarla de manera dura desde el punto de vista del funcionamiento de la democracia, porque yo no me explico cómo se puede decir eso… pero se dijo. El Fenómeno De La Movilización La movilización es por motivos y con objetivos económicos sin ninguna duda, y es lógico. Y político, pero no político partidario; yo conozco gente que fue a la convocatoria de todos los partidos. Ahora, es político porque está criticando el modelo económico; al modelo económico neoliberal que ellos se empeñan en seguir aplicando a rajatabla. Y por eso atacan a la convocatoria. Además en los autoconvocados, están los productores que fueron y los que no fueron porque no pudieron, porque no es fácil movilizarse desde el campo varios kilómetros hasta otra población; no es fácil. De hecho, hay una unidad de reclamos como un proceso que está uniendo evidentemente amplios sectores de la producción agropecuaria, comercial, industrial, transporte, etc., etc., con una fuerte crítica desde el punto de vista programático – económico al gobierno. ES UNA CONVOCATORIA DE MASAS…¡esto fue una convocatoria de masas que tiene un programa! Que sea un programa modificable, perfectible, a desarrollar… sí, sí, todo lo que quieras, pero tiene un programa, se plantea un programa y manejó una convocatoria de masas. Y salen de una asamblea convocada en forma democrática, totalmente abierta, absolutamente abierta; es una especie de ejercicio de la convocatoria del pueblo de empoderamiento por sí mismo. Yo creo que esta lectura hay que hacerla. El Papel En La Perspectiva De La Lucha Por La Liberación Nacional Caracterizar esta movilización de oligarca y de que quienes asistan benefician y fortalecen a la oligarquía criolla y su programa, es un show; lo que hace el gobierno es un show, porque el modelo lo impulsaron ellos y favorece a la oligarquía, es evidente Acá sabemos… acá, acá en mi departamento sabemos quiénes son, con nombre y apellido, la gente que más tierra ha concentrado y más capital ha concentrado sin ninguna duda, y sabemos quiénes están con privilegios de todo tipo, tributarios y demás. Y ESAS POLÍTICAS LAS INSTALÓ EL GOBIERNO. El gobierno no puede hablar de la oligarquía PORQUE ELLOS SON LOS REPRESENTANTES DE LA OLIGARQUÍA. Yo digo más, digo QUE EL VERDADERO PARLAMENTO ESTÁ EN LAS CÁMARAS EMPRESARIALES, ahí está el verdadero poder y ahí dan las órdenes. Y el parlamento y todos los partidos neoliberales que nombraba con el Sr. Presidente y su gabinete son funcionarios de ese poder económico. Eso es evidente, y hay cosas que son irrefutables, por ejemplo los números que la producción y su movilización están tirando arriba de la mesa; ¡Son irrebatibles! Absolutamente irrebatibles. Y por eso yo digo que esto se invisibiliza de muchas maneras y el poder está en todos lados; porque estos temas increíblemente en un departamento lechero como Florida, en la Junta Departamental no se tratan nunca. ¿Y por qué no se tratan, porque son tontos? No, porque hay una línea, estas cosas no se tocan.Y ahí están de acuerdo los blancos, los colorados, los frenteamplistas… todo el mundo; nadie habla de la crisis del sector. Defensa Del Trabajo Nacional Entonces, yo creo que este es un movimiento muy importante, porque de algún modo en esas reivindicaciones se plantea por ejemplo el concepto de la defensa del trabajo nacional. Dicho así es un titular muy general, pero expresa un sentimiento que hay en la población vinculado al trabajo en el interior. Ellos advierten, comienzan a darse cuenta que EL CAPITAL EXTRANJERO GOZA DE TODOS LOS PRIVILEGIOS HABIDOS Y POR HABER; Y EL EMPRESARIO, EL TRABAJADOR NACIONAL NO TIENE ABSOLUTAMENTE NINGÚN BENEFICIO. No hay políticas para la pequeña producción. La otra cosa que ya está denunciada desde el año 2016,fue que no hay políticas sociales y económicas para la pequeña producción. El reclamo de los colonos por ejemplo… lo que el “Bebe” Sendic decía del Instituto de Colonización que era un “Instituto Mendicante” y era verdad, que ha estado siempre en manos de testaferros de la ARU y la FR… y ese productor produce con enorme sacrificio producciones casi siempre de tipo familiar y poco más, sin ningún tipo de políticas que lo amparen. ¿Eso qué es? Política neoliberal, eso es el FMI. Y paralelamente la concentración de la tierra con esos enormes neolatifundios ¿QUIÉN LOS PROMOVIÓ? Todos los gobiernos desde el ’85 en adelante; y ya antes había extranjerización,pero yo creo que cuando advino el 1er. gobierno de Sanguinetti creo que la extranjerización de la tierra no llegaba al 8%, y ahora no me acuerdo pero estamos con la mitad de la tierra en manos extranjeras. Entonces, ellos tienen un sentimiento de protección del trabajo nacional que es real. Que lo digan con las palabras que lo digan, pero ¿qué están pidiendo ellos? Que se proteja al trabajo nacional, a la población rural… ¡que no se despueble más el campo! Que se sostenga la familia productora en el campo. Sentimiento Antiimperialista La otra cosa es la denuncia del capital extranjero que están haciendo los autoconvocados; ellos identifican perfectamente las regalías al capital extranjero, y sobre todo los últimos hechos que todos conocemos acerca de la forestación y UPM y toda esa cosa realmente escandalosa que incluye incluso pagarle un ferrocarril. Y ya están preocupados con el tema de la ley de riego, porque se empieza a conocer. Y otro elemento es algo que en algún pasaje de algún discurso ellos hablan de una conciencia agropecuaria. Yo diría que sí, es cierto, y que esa conciencia agropecuaria se trata de algo como el viejo nacionalismo entre comillas, en el sentido de la defensa de lo nuestro. Amplitud. Y la otra cosa que tenía esa convocatoria es que fue realmente muy abarcativo; es decir, ahí había sectores de clase media, no solo chica sino gente de clase media alta… Había productores que eran más que medianos productores (no sé qué suelos tendrán para explotación, porque a veces podes tener una extensión regular pero el suelo no te ayuda en su calidad) Y tienen una concepción en esa denuncia de la intervención del capital extranjero, ES UN SENTIMIENTO ANTIIMPERIALISTA. Se le abre la puerta de la frontera nacional al capital extranjero que viene, hace y deshace y se lleva lo que quiere. Son cosas muy importantes que tenemos que ver cómo evolucionan. Cómo Se Para La UP La Unidad Popular comienza a prepararse en la clave de la campaña electoral, en una etapa de crecimiento caracterizado por el respeto, los aciertos políticos y las victorias populares, y al mismo tiempo de descomposición del gobierno. En este marco, la Unidad Popular debe aprender mucho de estos fenómenos, ser muy respetuosa. TENEMOS QUE APRENDER MUCHO DE LA GENTE DEL CAMPO, porque el aparato de control del Estado es tremendamente poderoso, opera a través de un montón de cosas. La gente del campo es realmente muy desinformada, pero muy de orejas abiertas cuando se va con humildad a ver qué pasa, qué pasa realmente. Tenemos que aprender mucho de ellos, que ya nos están enseñando algo; no es fácil AUTOCONVOCAR así a estos movimientos de masa en el campo, no es fácil. Tenemos mucho que aprender, y algo nuevo está pasando en la conciencia social del pueblo trabajador, productor, clase media, pequeña burguesía, mediana nacional, y los propios trabajadores. Esta es una etapa riquísima de aprendizaje y también de trabajo. Escuchar y aprender pero también informar. Pero informar de forma sencilla, con un lenguaje accesible a ellos; porque yo he visto asambleas de productores que van con el máximo interés de saber qué pasa, pero se le habla en un lenguaje que el hombre no entiende y no lo puede seguir. Y se le vende verso como dicen los muchachos, entonces no pueden resistir. Sin embargo esta gente de alguna manera adecuó sus explicaciones a la gente, y por ahí logró llegar a ellos y movilizarlos. Estamos en una etapa nueva, en el interior, un lugar tan privado de los aparatos partidarios oligárquicos y de ese aparato de poder que son las grandes gremiales, que hay que acordarse cómo nació la ARU en relación con la dictadura de Latorre. Esas cosas tenemos que verlas con muchísima atención, y aprender muchísimo. Otra cosa que hay ahora, es que hay una juventud que está cerca de los padres, que están trabajando, son familias de padres relativamente jóvenes con hijos estudiando. Hay toda una cadena de información que los ha ayudado mucho evidentemente. Tenemos que informar y ayudar a comprender lo que es el neoliberalismo. Cómo en definitiva somos la parte última de un modelo agroexportador primario, que sirve al mercado internacional a través de un control del aparato del Estado que ha creado este modelo. Somos una especie de Estado Asociado, el grado de colonialismo es brutal. Sin ninguna duda, esta etapa de trabajo es por ahí

Tango en Quinta Jovita


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