Cualquiera puede hacer una fiesta privada en su domicilio sin molestar a los vecinos. Pero esa fiesta pasa a ser clandestina cuando se vende alcohol, se venden entradas y el Municipio no dio permiso para que se realice, y hay un agravante que es si hay menores de edad dentro del predio”, sostuvo esta mañana el funcionario. Giménez explicó que el Municipio no está en contra de las fiestas “pero deben cumplir con una serie de requisitos y condiciones, sobre todo de seguridad” y añadió que el objetivo del Departamento Ejecutivo Municipal es “cuidar a nuestros jóvenes, ayudamos a los padres en el cuidado de sus hijos”. “El protocolo de respuesta para evitar fiestas clandestinas está activo desde el año pasado, hemos evitado la realización de siete fiestas clandestinas en diferentes predios de la periferia de la ciudad”, informó el Secretario de Gobierno.
Luego añadió que “falta que la gente entienda los peligros que existen en este tipo de fiestas, por ejemplo, la falta de control en la venta de alcohol y en la capacidad de personas que están dentro del predio”, además de otras medidas de seguridad (matafuegos, salidas de emergencias, seguro, sistema de emergencia médica contratado, entre otras). “No queremos perjudicar a nadie pero primero está cuidar a nuestros jóvenes” dijo Giménez y aseveró que “como un tema secundario pero no menos importante estamos defendiendo a nuestros comerciantes que pagan sus tasas y habilitan sus locales”.
Giménez informó que para las fiestas de Navidad y fin de año el Municipio hará controles de alcoholemia en los ingresos de la ciudad y por eso solicitó prudencia y que en caso de movilizarse en autos particulares elijan un conductor designado. Los interesados en conocer los requisitos para organizar una fiesta deben dirigirse a la Oficina de Inspección General, ubicada en Bolívar 620.
