Los pilares sobre los que descansa son los Acuerdos de la OMC, que han sido negociados y firmados por la mayoría de los países que participan en el comercio mundial y ratificados por sus respectivos parlamentos. Su objetivo es garantizar que los intercambios comerciales se realicen de la forma más fluida, previsible y libre posible. La OMC o WTC por sus siglas en ingles tiene diversas funciones: administra un sistema mundial de normas comerciales, funciona como foro para la negociación de acuerdos comerciales, se ocupa de la solución de las diferencias comerciales entre sus miembros y atiende a las necesidades de los países en desarrollo.
El representante diplomático Simatovich, quien además es un reconocido Experto en Asuntos Globales (Gobierno Corporativo, Administración Concertada y Transparencia Institucional), explicó que también desde el CCICaMe se están realizando contactos con el Foro Económico Mundial (WEF), que es la organización internacional más importante para la cooperación público-privada, a los efectos de evaluar los impactos en América Latina y el Caribe de la crisis post pandemia y las posibles rutas de salida de la misma.
El diplomático señala que también desde el CCICaMe se están realizando contactos con la Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC), ya que muchos actores institucionales no han tomado real consciencia de la crisis económica que causo la pandemia sanitaria de coronavirus, dada la destrucción del tejido productivo y social en los países en vías de desarrollo, donde en algunos aún no se ha podido acceder ni a la compra de las vacunas contra el COVID-19, lo cual llevara décadas poder volver a reconstruir a los magros niveles existentes pre-pandemia.
Finalmente el CEO del CCICaMe señala su compromiso con la reactivación económica de la región, pero advierte sobre la necesidad de tener una mirada más amplia del panorama de lo que sucede en el mundo entero, pues existen problemas propios del continente americano, pero también se tendrá que lidiar con los efectos colaterales de la crisis económica que se están generando en otras regiones del mundo, que tendrán impactos aun no previstos ni cuantificados, en casi todos los países, un ejemplo de esto será el sobre costo de los sistemas sanitarios que deberán atender las secuelas del coronavirus en los recuperados, posibilidad del surgimiento de nuevas cepas resistentes debido a mutaciones del virus, limitaciones de la movilidad internacional para tratamientos médicos de alta especialización ante nuevos focos epidémicos que puedan surgir, la incorporación de las vacunas contra covid-19 al esquema de vacunación permanente (como acontece en la actualidad con la inmunización contra la gripe). etc.
Por último el funcionario internacional reflexiona y expresa que el futuro es más incierto que nunca para la civilización humana, tal cual la conocíamos hasta el momento y no parece existir una respuesta consensuada, coordinada, articulada y armonizada a nivel mundial, por una falta clara de liderazgo internacional y la ausencia de una agenda común sobre el tema, cada cual está llevando adelante su estrategia propia sin considerar que la misma no tendrá ninguna eficacia, si sus países vecinos o viajeros de otras partes del mundo no llevan adelante la misma estrategia, la supuesta nueva normalidad, no puede implicar estar cerrando países completos ante la detección futura de un caso positivo en un una persona.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias