martes, 28 de septiembre de 2021

Cine en la Explanada de la Intendencia el próximo viernes 1ª de octubre


 

La Intendencia de Colonia a través de la Dirección de Cultura informa e invita a estudiantes liceales, sus familias y público en general a una actividad cultural a realizarse en el marco del convenio entre la ANEP y el Goethe-Institut Uruguay que tiene como objetivo ampliar las oportunidades del aprendizaje del idioma alemán en Colonia y el país, con la proyección de la película alemana subtitulada en español “ESTE NIÑO NECESITA AIRE FESCO” de la Directora Alemana Caroline Link ganadora del OSCAR a la mejor película de habla no inglesa en el año 2001.

 Esta actividad se llevará a cabo el próximo viernes 1ª de octubre a las 20 horas en la Explanada de la Intendencia de Colonia. Se cumplirá con el protocolo sanitario vigente (Uso de barbijo obligatorio) Se sugiere traer silla.

Donación a entidades de Colonia


 A través de una gestión realizada por la Dirección de Turismo de la Intendencia con la Directora Departamental del Ministerio de Desarrollo Social, se llevó a cabo el pasado viernes 24, una donación de 30 pares de zapatillas deportivas de la marca Reebook. Santiago Comba, embajador del Crossfit en Uruguay, entregó la misma al Centro de Educación y Cuidados "Los Indiecitos”, de la ciudad de Colonia del Sacramento. 

Esta acción se lleva adelante a través del compromiso social del deportista, quien tiene gimnasios en el país, y de la marca Reebook. Cabe destacar que también se realizó la donación de un lava secarropa al Hogar de Ancianos "Dr. Luis Mazza".

Actividades de Escuelas del Hogar por "Semana del Corazón"




 La Intendencia de Colonia a través de la Dirección de Cultura informa las variadas actividades que se están llevando a cabo durante la presente semana en el Sistema de Escuelas del Hogar en adhesión a la "SEMANA DEL CORAZÓN" Nueva Palmira: Curso gratuito teórico-práctico martes 28 de setiembre. Docentes de alimentación y Licenciada en Nutrición Cecilia Vico

Tarariras: se realizó un rincón decorado con motivo del corazón y se trabajará sobre el tema con grupos de escolares.

Juan Lacaze: utilizarán un logo en el uniforme durante la semana del corazón.

Florencio Sánchez: el 1° de octubre se desarrollará una clase sobre "viandas saludables". Área Vestimenta confeccionará alfileteros en forma de corazón y manualidad "ta-te-ti"

Conchillas: se harán recetas cardiosaludables

Nueva Helvecia: miércoles 28 se instalará un puesto en la escuela con personal de enfermería para controlar presión arterial y pulso, en coordinación con ASSE local.

Cufré: se trabaja con diferentes recetas y se entrega folletería alusiva a los alumnos.

Valdense: se entrega folletería solicitada a la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular y se trabaja con recetas cardiosaludables.

Carmelo: se utilizará logo alusivo en la vestimenta y se trabaja con preparaciones cardiosaludables.

Miguelete: El jueves 30 se asistirá a la escuela n°46, para trabajar con alumnos de 4to, 5to y 6to sobre recetas cardiosaludables. A las 17:00 hs en Escuela del Hogar un enfermero dará una charla sobre salud cardiovascular.

Rosario: se hizo cartelera y se trabajará con recetas y pautas para conocer factores de riesgo.

Colonia: realizará cartelería alusiva y recetas cardiosaludables.

Estanzuela: se compartirá material y recetas con los alumnos sobre prevención de enfermedades. El día 28 del corriente, hora 7 am, en programa "La región en marcha" de Radio del Oeste, participará la directora de Nueva

Palmira: Prof. Susana Coscia, hablando sobre cómo llevar una vida y alimentación sana en el marco de la Semana del Corazón.

Ombúes: se invitará a Nutricionista a dar charla sobre alimentación saludable

La Paz: Curso gratuito sobre prevención de la muerte súbita (MS) el lunes 27 de setiembre a la hora 17 Dictado por Alejandro Pérez Noya y María Eugenia Frías

Plantación de árboles en Liceo Nª 2 de Colonia


 

El próximo jueves 30, a la hora 11:00, en el patio del Liceo Nª 2 de la ciudad de Colonia, el Intendente Carlos Moreira, participará de la plantación de 60 árboles nativos que realizará COPAC, en conjunto con la Intendencia de Colonia. Se inicia a las 10 hs. con un taller que realizarán los técnicos de la Intendencia y los decentes de la institución para los 230 estudiante del turno, y a las las 11 hs se realizará la plantación.

Esta actividad surge en el marco de las prácticas de Responsabilidad Social de la Cooperativa, dando cumplimiento al 7mo. principio cooperativo que supone compromiso con la comunidad y ha sido coordinada en conjunto con la Dirección de Paseos Públicos de la intendencia y la Dirección del Liceo N°2. La definición de las especies a plantar fue chequeada con PLANTATON Uruguay y la compra realizada en viveros locales. Dada la relevancia del bosque nativo en la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad, el objetivo de la práctica es la plantación de árboles nativos junto a una institución educativa.

La participación de los más jóvenes nos permite trabajar y fortalecer valores fundamentales: - Compromiso por el cuidado del planeta

- Sentido de la responsabilidad por los espacios públicos

- La cooperación de las partes como la clave para el logro de objetivos mayores

En definitiva, es una actividad que permite vivenciar el ejercicio de la ciudadanía.

La oportunidad de que la plantación sea dentro de la institución educativa, nos permite multiplicar el impacto de la práctica, agregando un componente académico y la continuidad de los cuidados para el adecuado crecimiento de los árboles plantados, así como la generación de un patio verde que sin duda mejorará la experiencia de los estudiantes actuales y venideros en el Liceo N°2.

Homenaje al poeta y escritor coloniense Alejandro Germán

 


La Intendencia de Colonia a través de la Dirección de Cultura informa que en el mes del ESCRITOR NACIONAL el próximo jueves 30 de setiembre en el Salón de Artes Escénicas (Sala de Teatro) de la Casa de la Cultura de Colonia del Sacramento (Rivera 346) a la hora 19, se brindará un merecido homenaje al Poeta y Escritor Coloniense ALEJANDRO GERMÁN, con la presencia de algunos de sus muchos amigos artistas. Se cumplirá con el protocolo sanitario vigente

Diversas actividades en el Departamento de Colonia con motivo del Día del Patrimonio


 Se llevó a cabo ayer, lunes 27, en la Casa de la Cultura de Colonia, el Lanzamiento de las actividades que se desarrollarán en diversos puntos del Departamento con motivo de conmemorarse el próximo fin de semana el Día del Patrimonio, este año homenajeando al escritor y político José Enrique Rodó, bajo la consigna “Las ideas cambian el mundo”. Participaron el Director de Cultura Maestro Eduardo Barale, el Sub Director Profesor Santiago Pittamiglio, la Directora de Bibliotecas Sandra Bustos, el Historiador Marcelo Díaz Buschiazo, el Director de Deportes Doctor Diego Berreta, el Director de Turismo Martín de Freitas y el Presidente del Club Plaza Emilio Fernández. 

 También se hizo propicia la oportunidad para presentar la segunda edición de “e’a Festival de Ilustración y Lectura de Colonia del Sacramento”, que se desarrollará en el BIT, Centro Cultural AFE y Bastión del Carmen desde el próximo jueves hasta el domingo.

Presentación del Programa "Box por la vida" en el Departamento de Colonia

 


Se presentará mañana miércoles 29, a la hora 14:30, en el Salón de Actos del Palacio de Gobierno Departamental, el programa "Box por la vida" que se lleva adelante en varias partes del país, y en este caso la implementación del programa, en la ciudad de Rosario, en nuestro Departamento. Estarán presentes el Intendente de Colonia Doctor Carlos Moreira Reisch, el Director de Deportes Doctor Diego Berreta, y los representantes de la Secretaría Nacional de Deportes Alejandro Sagasti y Gabriel Belela. En la mencionada presentación se darán a conocer todos los detalles como cantidad de cupos, profesor encargado de la actividad y lugar en el que se realizarán las prácticas, como así también los objetivos del programa. 
 Se invita a medios de comunicación a la hora 14:30, mañana miércoles 29, en el Salón de Actos, del Palacio de Gobierno Departamental.

La imposible “bala mágica” que atravesó el cuerpo de Kennedy y el informe oficial sobre su muerte en el que nadie creyó


Nadie creyó una palabra. Con los años, más de cincuenta y siete, lo que había prometido ser la investigación más rigurosa de la historia sobre el asesinato del siglo, del pasado siglo, el del presidente de Estados Unidos John Kennedy, pasó a ser una especie de fantochada sostenida con alfileres por quienes dijeron buscar una verdad que resultaba demasiado pesada para ser revelada en toda su dimensión. El de Kennedy fue un crimen de Estado. Las balas que el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, destrozaron la cabeza del trigésimo presidente americano fueron disparadas quién sabe por quién o por quiénes, quién sabe cuántas balas se dispararon y desde dónde y, tal vez, algún día, los documentos clasificados que todavía no vieron la luz, la echen sobre quienes planearon el crimen y sobre quienes apretaron el gatillo. 

O los gatillos. En 2017, Donald Trump prometió desclasificar toda la información secreta sobre el caso: lo hizo con dos mil ochocientos documentos sobre el que trabajan ya siete documentalistas. Sin embargo, Trump mantuvo en secreto una cantidad no determinada de documentación a pedido del FBI y de la CIA, sospechados ambos de haber tenido participación en el asesinato. La misma tarde de la muerte de Kennedy, la policía detuvo a Lee Harvey Oswald a quien acusó, ya al caer el día, de asesinar a Kennedy. Según la policía, Oswald había disparado tres balazos desde la ventana del sexto piso del Depósito de Libros de la ciudad, tres únicos balazos, con un rifle Mannlicher Carcano, 6.5 milímetros, accionado por cerrojo. Huyó, llegó a su casa, asesinó a un policía, J. D. Tippit que pasó a verlo nadie sabe con cuáles intenciones y luego se metió en un cine, donde fue apresado. 

 Oswald negó siempre haber hecho los disparos, pero no tuvo mucho tiempo para fundamentar su negativa: el 24 de noviembre fue asesinado de un balazo en el estómago por el hampón Jack Ruby, en los sótanos del cuartel central de la policía de Dallas, a la vista de un medio centenar de detectives, agentes y periodistas, y cuando era trasladado, esposado y custodiado por dos hombres, a la cárcel de la ciudad.

Muerto Kennedy y muerto el sospechoso de su asesinato, el flamante presidente de Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, nombró una comisión de notables para que investigaran el asesinato de su antecesor. La comisión pasó a la historia como “Comisión Warren”, porque su titular era el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Earl Warren, que el 20 de enero de 1961 había tomado juramento a Kennedy. El 27 de septiembre de 1964, diez meses después de Dallas, Warren entregó a Johnson las conclusiones de su investigación: eran veintiséis volúmenes, y un informe final, que decretaron lo que acaso haya sido el primer caso documentado de “historia oficial”. 

Tanto, que muchos detractores de la Comisión la acusan de haber encubierto el asesinato del presidente, más que buscar esclarecerlo. La Comisión Warren pretendía una imparcialidad que no tenía y que acaso no podía tener. Entre sus miembros estaba Allen Dulles, ex jefe de la CIA, un tipo que odiaba a Kennedy desde la fracasada invasión mercenaria a Cuba de abril de 1961: el presidente había prometido “atomizar la CIA” después de que la agencia de espías pronosticara un alzamiento popular anticastrista en la isla y ni bien sonaran los primeros disparos contra Fidel Castro. Cosa que no ocurrió, más bien todo lo contrario. 

Con los años, hay evidencia más que clara de que Dulles cuidó las espaldas de la CIA en la investigación del crimen por la Comisión que integraba. También la conformaba un entonces joven congresista, Gerald Ford, que llegaría a reemplazar a Richard Nixon en la presidencia luego de su renuncia el 8 de agosto de 1974. Ford fue los ojos y oídos del FBI que dirigía Edgard Hoover, otro enemigo declarado de Kennedy y de su hermano Robert, asesinado en junio de 1968. Otra de las figuras de la comisión era Arlen Specter, que fue uno de los fervorosos sostenes de la increíble teoría de la “bala mágica” (uno de los disparos que hirió a Kennedy y, según la Comisión. describió una increíble trayectoria). Años más tarde, y cuando estaba asediado por la justicia a raíz del escándalo Watergate, Nixon le pidió a Specter que asumiese su defensa legal. Specter tuvo el tino de negarse.


También integraba la Comisión Warren John McCloy, ex presidente del Banco Mundial y ligado a Nelson Rockefeller. McCloy, en principio, fue muy escéptico sobre la teoría que afirmaba que Oswald había sido un tirador solitario. Pero un viaje a Dallas con su viejo amigo Dulles, el ex jefe de la CIA, lo convenció de lo contrario. Defendió la teoría de la “bala mágica”, negó que el asesinato de Kennedy hubiese sido fruto de un complot y, para evitar un informe disidente en minoría, negoció la cuidadosa redacción del informe final: afirmó que cualquier posible evidencia de una conspiración estaba “fuera del alcance” de todas las agencias de investigación de Estados Unidos, en especial, la CIA y el FBI. Mucho tenía que torcerse el destino para que esos notables hallaran la verdad, siquiera la verdad jurídica, del asesinato de Kennedy. 

 La Comisión Warren llegó a doce principales conclusiones. 

 1) Los disparos fueron hechos desde una ventana del sexto piso del Depósito de Libros de Dallas, “Texas School Book Depository”. 

 2) Se hicieron sólo tres disparos contra Kennedy.

 3) La misma bala que hirió al presidente en el cuello hirió al gobernador Connally, que viajaba en el asiento delantero del Lincoln presidencial. Es la famosa “bala mágica”.

 4) Los disparos fueron hechos por Lee Harvey Oswald.

 5) Oswald asesinó a un policía 45 minutos después del ataque al presidente.

 6) Oswald se resistió al arresto y quiso disparar contra otro policía.

 7) El trato dado a Oswald por la policía fue correcto, excepto en la permisividad que mostró en el acceso de la prensa al acusado y que fue contraproducente. 

 8) El asesinato de Oswald por parte de Jack Ruby fue realizado sin apoyo de nadie de la policía y se critica a este cuerpo por la decisión de trasladar al acusado a la cárcel a la vista del público. 

 9) No hubo conspiración ni de Oswald ni de Ruby en los hechos que se investigan. 

 10) Ningún agente del gobierno ha estado involucrado en conspiración alguna respecto a los hechos. 

 11) Oswald actuó solo, sin apoyo alguno para asesinar al presidente, y su única motivación se basa en sus propias situaciones personales. 

 12) El Servicio Secreto, encargado de la protección del presidente, no ha actualizado sus procedimientos de acuerdo a las nuevas necesidades de movimiento del presidente de los Estados Unidos y recomienda reestudiarlos..

Poco de todo esto era verdad. Los disparos fueron más de tres. La mujer del gobernador Connally, Nellie, creyó siempre que existió un “fuego cruzado”, que su marido fue herido por un balazo que no fue el mismo que hirió a Kennedy en el cuello y salió por su garganta. Decenas de testigos juraron que el disparo que destrozó la cabeza de Kennedy llegó de frente, desde un parapeto conocido como “grassy knoll” (loma de hierba) en la Plaza Dealey y a la derecha del auto presidencial. Los testigos citados por la comisión dijeron haber escuchado tres disparos, u ocho, o cuatro, o sólo uno. 

La controversia sobre la cantidad de balazos disparados aquel mediodía radica en que muchos testigos juzgaron como disparos el eco de los disparos originales. Pero Nellie Connally, que sintió cómo rozaban su humanidad, calculó siempre que fueron más de tres y que llegaron todos de diferentes direcciones. Existe también una evidencia temporal que atenta contra las conclusiones de la Comisión: los tres disparos que le adjudican a Oswald fueron hechos en un lapso de poco entre seis y ocho segundos. 

No hay casi tiempo material para que el más hábil tirador, y Oswald no lo era según sus registros en el Cuerpo de Marines, haya accionado el cerrojo tres veces, haya apuntado otras tres y haya acertado dos en un blanco a la distancia y en movimiento: la cabeza de Kennedy en el Lincoln azul con patente número 300. Y son los disparos, tres, los que hacen tambalear a los veintiséis volúmenes de la Comisión Warren. Desde el momento de conocida la muerte del presidente, llegó ya casi sin signos vitales al Parkland Hospital, se fijó la cantidad de disparos en tres: dos habían acertado a Kennedy y una tercera bala había herido al gobernador Connally. 


Eso era Dallas para la Comisión Warren: tres balazos y dos heridos. Pero los heridos no eran dos. Eran tres. El tercer herido, de modo indirecto, se llamaba James Tague. Estaba parado a ciento cincuenta y ocho metros del coche de Kennedy, cerca del llamado “triple underpass”, que corría bajo un puente ferroviario. En el momento de los disparos contra Kennedy, Tague sintió un dolor en la mandíbula: le había pegado un pedazo de concreto que había levantado del cordón de la vereda una bala perdida..

Si hubo más de un tirador y más de tres disparos, Tague no hubiese pasado a la historia. Pero si la Comisión Warren se empeñaba, y se empeñó, y cómo, en la azarosa evidencia de tres disparos y dos heridos, ahora tenía una bala que había fallado. De manera que tenía dos balazos y dos heridos. Así nació la “bala mágica”. La Comisión Warren sostuvo que el primer disparo de Oswald desde el sexto piso del Depósito de Libros hirió a Kennedy en la espalda, atravesó su cuello, salió por su garganta, entró por la espalda de Connally, salió e hirió su muñeca y se alojó luego en el hueso del muslo izquierdo del gobernador de Texas.

 Ya de por sí, esto era milagroso. El segundo milagro consistió en dar como cierta el extrañísimo recorrido que hubo de hacer el proyectil para cumplir con el destino que le adjudicaban. Y el tercero, aunque no el último de los milagros, consistió en que el proyectil, de una pulgada de largo, (2,54 centímetros), recubierto por una funda de cobre atravesara los cuerpos de Kennedy y de Connally, quince capas de ropa, cuarenta centímetros de tejido humano, diera en el nudo de la corbata de Kennedy, arrancara diez centímetros de costilla de Connally, se alojara en el muslo… y saliera intacta. Pues intacta la hallaron en la camilla del gobernador, en el Parkland Hospital. La “bala mágica” fue joya y sepulcro de la Comisión Warren. Convertida en estrella, se la clasificó como evidencia CE399 (Warren Commission Exhibit 399).

 En su informe final, la Comisión encontró “evidencias persuasivas” por parte de los expertos sobre la posibilidad cierta de que una bala hubiese causado la herida en el cuello de Kennedy y las heridas de Connally, después de seguir una alocada trayectoria. También admitió que hubo una “diferencia de opinión” entre los miembros de la Comisión “en cuanto a esta probabilidad”, pero afirmó que la teoría no era esencial para sus conclusiones y que ninguno de los integrantes del equipo tenían dudas de que los disparos se realizaron desde la ventana del sexto piso del Depósito de Libros de Dallas. Los hechos parecen apuntar hacia otro lado. La herida en la mandíbula de Tague por un pedazo de concreto desprendido por una bala perdida, no sólo acotaba el margen de los disparos, ponía en evidencia que habían sido más de tres.

 Tague dijo que el balazo que dio en el cordón, que desprendió un trozo de concreto que lastimó su mandíbula, fue disparado desde detrás del “muro de concreto”, que cercaba la famosa lomada de césped, el “grassy knoll” de la Plaza Dealey. Numerosos testigos afirmaron que hubo un inicial disparo perdido que fue a dar en la calle Elm, por detrás de la limusina presidencial. Si así fue, se dispararon más de tres balazos. Más de tres disparos colocaban en el escenario a más de un tirador. Y la Comisión no parecía muy dispuesta a aceptar ese argumento, pese a sus cuidadas “diferencias de opinión” de las que habla su informe final.

El historiador Robert Groden, autor de un revelador libro fotográfico The killing of a President (El asesinato de un presidente), accedió a un documento secreto en la que, en una reunión cerrada del 27 de enero de 1964, los miembros de la Comisión discutieron la posible relación de Oswald con el FBI y la CIA y que expresaron su consternación sobre esa implicación: “(...) and were dismayed about the implications”. También admitieron ese día ser conscientes de que la herida de entrada de bala en la espalda de Kennedy estaba bastante más abajo que la herida de salida en la garganta. Una herida de entrada más baja que la de salida, hacía imposible un disparo desde el sexto piso del Depósito de Libros de Dallas, porque la trayectoria debía ser entonces al revés: herida de entrada alta y de salida más baja. “Sin embargo -señala Groden- cuando fue publicado el informe final, incluyó un diagrama de la espalda del presidente en la que la herida fue colocada seis pulgadas más arriba de su real ubicación”. Las teorías conspirativas que rodean al asesinato de Kennedy son fascinantes y parte de otra historia, como lo es la vida de Oswald y el minucioso Informe Warren, donde cada pieza encaja en su casillero lógico. Sólo que es una lógica del disparate. 

 A cincuenta y siete años de su publicación, páginas en las que no creyó nadie, ni siquiera aquella sociedad lejana y acaso ingenua de los felices años 60, es hoy más importante lo que la Comisión Warren calló, que lo que admitió saber, o dijo haber averiguado. Unos meses después del asesinato de Kennedy le preguntaron al juez Warren si alguna vez se haría pública la documentación completa del caso. Y Warren, que de ingenuo tenía poco, contestó: “Sí, llegará un momento. Pero no mientras vivamos”. Warren murió el 9 de julio de 1974.

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