La primarias sirven para elegir a los candidatos que concurrirán a las elecciones legislativas parciales del mes de noviembre, cuando se renovará la mitad de la cámara de diputados y un tercio del Senado. Al ser los primeros comicios de la presidencia de Alberto Fernández, eran vistos como un plebiscito sobre su gestión.
El resultado ha dado alas a Juntos por el Cambio, que integra al partido del expresidente Mauricio Macri, bajo cuyo mandato comenzó la larga crisis económica que arrastra Argentina y que se ha agravado con la pandemia. A través de Twitter, Macri ha acusado al Gobierno de ineptitud en el manejo de la gestión pública, de inmoralidad y de mentir a la ciudadanía. Finalmente, augura que es el fin del populismo y promete un futuro para Argentina.
Derrotado, el tándem Fernández (Alberto) y Fernández (Cristina) reconoció ante la militancia que algo se había hecho mal.
El presidente prometió enmendarse a partir de este mismo lunes con un objetivo en mente:
"Pongámonos un solo objetivo de acá a noviembre. Mi objetivo, el objetivo de los que son parte del Gobierno, es cumplir esta palabra que estoy empeñando de que vamos a escuchar, vamos a corregir lo que se haya hecho mal y vamos a hacer lo que no se haya hecho", sentenció el mandatario.
Las primarias han traído otra "sorpresa" a los argentinos: la lista de los liberales obtuvo casi el 14% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires, un éxito que se debe, en gran parte, al tirón del inefable Javier Milei, un economista, periodista, escritor y conferenciante que defiende con vehemencia los postulados de la política libertaria.