martes, 27 de julio de 2021

Argentina recuerda a Eva Perón en el aniversario de su muerte hace 69 años

Argentina recuerda este lunes la figura de la ex primera dama Eva Duarte de Perón, con motivo del 69 aniversario de su muerte, en una jornada con actos virtuales, como la clásica marcha de las antorchas, que por segunda vez tendrá su versión digital. La marcha de las antorchas, que se celebró por vez primera el 26 de agosto de 1952, a un mes del fallecimiento de "Evita", se realizará por la plataforma Zoom al anochecer.

Reviviendo la emocion Uruguay -Corea en Embajada Uruguay Bs As suscribite a nuestro canal

Familiares del opositor cubano José Daniel Ferrer manifestaron en Estados Unidos su preocupación porque no saben nada de él desde su detención

 

Ana Belkis Ferrer, hermana del disidente José Daniel Ferrer, líder de Unpacu, aseguró que siguen no tienen información de él ni de su hijo desde que ambos fueran “injusta y arbitrariamente detenidos o secuestrados” el pasado día 11
En la imagen, el disidente cubano José Daniel Ferrer. EFE/Emilio López/Archivo Ana Belkis Ferrer, hermana del disidente José Daniel Ferrer, líder de Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), aseguró que siguen sin saber nada de él ni de su hijo desde que ambos fueran “injusta y arbitrariamente detenidos o secuestrados” el pasado día 11 de julio en el marco de las masivas protestas que se registraron en Cuba.

 Ferrer llamó al Gobierno de Joe Biden y al resto de países del mundo a tener “solidaridad” con Cuba y a apoyar medidas “firmes” contra “la dictadura” porque de lo contrario no podrán “quitársela de encima”. Esta activista se unió a las voces de quienes reclaman una “intervención humanitaria” y un servicio de internet continuo que permita a los cubanos “denunciar todas las injusticias”.

 En ese marco, ayer, Belkis Ferrer se reunió con el senador norteamericano y ex gobernador de Florida, Rick Scott. “Muy agradecidos con Rick Scott por su preocupación y solidaridad con la causa de la libertad de nuestro amado y sufrido pueblo”, publicó la mujer en la cuenta de Twitter de su esposo. En tanto, Scott informó en su cuenta de Twitter que se reunió con el hermano y la hija de Ferrer y “con otros valientes cubanos que pelean por la libertad. José está entre los más de 500 cubanos que han sido arrestados injustamente por el ilegítimo régimen comunista cubano. 

No dejaremos de luchar hasta que Cuba sea libre”. La reunión se desarrolló al mismo tiempo que cientos de personas se manifestaron frente a la Casa Blanca para lanzar al presidente de EEUU, Joe Biden, un “SOS” por Cuba y denunciar las presuntas violaciones a los derechos humanos ocurridas durante las recientes protestas en la isla. La protesta comenzó en la plaza Lafayette, situada al frente de la residencia presidencial y continuó con una marcha que finalizó frente a la embajada de Cuba en Washington. 

 “Estamos pidiendo, llamando la atención, pidiendo un SOS internacional para que la Administración de Biden por favor mire hacia la isla de Cuba que están siendo masacrados”, dijo a la agencia EFE el opositor Eliécer Góngora Izaguirre, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu). Junto a él -quien viajó desde Miami- decenas de sus compatriotas llegaron a Washington para sumarse a una colorida y bulliciosa concentración, en la que sobresalían banderas del país caribeño, así como camisetas o carteles en los que se leía “SOS Cuba” o “Patria y Vida”. 

 Los manifestantes se congregaron para reclamar a Biden más medidas contra el Gobierno de Cuba, país contra el que pesa un embargo impuesto por Washington desde hace ya más de seis décadas y que en los últimos años ha sentido el rigor de las sanciones ordenadas por el Gobierno del ahora expresidente Donald Trump (2017-2021). 

 Para Góngora, quien denuncia haber sido expulsado en febrero de 2019 de su país por las autoridades, la respuesta de Biden hasta ahora ha sido “bastante floja”. “No es sanciones lo que estamos pidiendo”, subrayó Góngora, quien consideró que el clamor es que “la dictadura salga de raíz”. Este lunes, los Gobiernos de 21 países, incluidos Estados Unidos y cinco latinoamericanos, condenaron los “arrestos y detenciones masivas” de manifestantes en Cuba y exigieron el respeto de los derechos humanos en la isla. El jueves pasado, el Gobierno de Biden anunció sanciones contra el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, Álvaro López-Miera, y contra una unidad militar de élite conocida popularmente como “avispas negras” o “boinas negras” y advirtió que “es solo el comienzo”.

Terror en la Academia de Matías Almeyda en Estados Unidos: un hombre asesinó a balazos a su ex esposa embarazada y a su novio en medio de un partido

 

Ocurrió el domingo por la mañana, mientras alrededor de 100 espectadores observaban un partido de juveniles. El acusado fue encontrado con un disparo en la cabeza horas después de los crímenes
Tiroteo en la academia de Matías Almeyda en los Estados Unidos Unos 100 espectadores presenciaban un partido de fútbol entre promesas adolescentes en el Matías Almeyda Training Center, ubicado en Texas, Estados Unidos, cuando se desató la locura: un hombre ingresó armado y asesinó a balazos a su ex esposa, que se encontraba embarazada, y a su novio, mientras sus hijos eran parte del encuentro deportivo. 

 El hecho ocurrió en la mañana del domingo 25 de julio, a alrededor de las 10.17 en el predio ubicado en el 4200 de Clowd Road y Stubener Airline, en el Noroeste del Condado Harris. El sonido de los disparos generó una estampida entre el público y también entre los futbolistas, que en medio del terror se desentendieron de la pelota y buscaron refugio, saltando los alambrados perimetrales que determinaban el campo de juego. La Policía llegó al lugar minutos después de la balacera: las víctimas tenían 35 y 28 años, respectivamente.

 El hombre falleció en el acto a causa de las heridas, mientras que la mujer embarazada fue trasladada a un centro médico, pero los profesionales no pudieron salvarla ni a ella ni al bebé. El culpable de la matanza fue encontrado más tarde con un disparo en la cabeza cerca del lugar donde cometió los crímenes. Según fuentes de la investigación, se habría quitado la vida momentos después de perpetrar los asesinatos. “Estaba en el banco mirando el partido hasta que escuché el primer disparo. Miré a mi alrededor para ver qué pasaba, pensé que era un auto que había chocado o una rueda explotando, y ahí fue cuando vi al sujeto levantar el arma y disparar de nuevo, tanto a la mujer como al hombre”, contó Ángel Guerrero, uno de los juveniles que terminó siendo testigo del hecho, a la cadena Telemundo.

 “Nuestros corazones y oraciones están con las familias involucradas en la tragedia ocurrida el domingo por la mañana. Si usted o alguien que conoce puede estar sufriendo abusos domésticos, por favor no dude en pedir ayuda”, envió su pésame el Matías Almeyda Training Centre a través de una publicación en su cuenta de Instagram. El ex mediocampista central de River, Sevilla, Lazio e Inter de Milán, entre otros clubes, se desempeña como entrenador de los San José Earthquakes de la Major League Soccer desde 2019. 

El mismo año, en enero, inauguró el Matías almeyda Training Centre, donde ocurrió la tragedia. “Hola a todos, los invito a que se unan a mi Academia de fútbol”, abre las puertas del centro el propio Pelado en el video que aparece en la cuenta de Facebook del lugar. El mismo muestra las completas instalaciones y cómo se entrenan y divierten los niños, las niñas y los aspirantes a futbolistas en los entrenamientos. Ese espíritu y la tranquilidad se vieron vulnerados por la locura y la muerte el último domingo.

El uruguayo que representa a Italia en los Juegos Olímpicos y es noticia por su particular saque en beach volley


Adrián Carámbula, el uruguayo que representa a Italia en los Juegos Olímpicos de Tokio. Foto: AFP. Adrián Carámbula nació hace 33 años en Montevideo y actualmente está en los Juegos Olímpicos de Tokio compitiendo en beach volley. ¿Cómo hace un uruguayo para participar en esta disciplina si Uruguay no clasificó? Es que Carámbula defiende a Italia. 

 De todas maneras, hay un detalle que llama la atención no solo en Italia o en Uruguay, sino en cada espectador de un juego en el que participa Carámbula: su saque. Su apodo Mr. Skyball, quien se mudó a los 15 años a Estados Unidos para luego vivir en Roma, se debe a que su forma de comenzar el juego es muy particular ya que lo hace muy distinto al resto. 

Es habitual observar saques con la palma abierta y que cruzan apenas por encima de la red, pero él lo hace muy distinto. Con la mano derecha lanza la pelota al aire y con su brazo izquierdo (entre puño cerrado y antebrazo) le pega al esférico dándole mucha altura y haciendo que a los rivales se les complique saber dónde caerá el mismo. Su saque es tan particular que por momentos lleva a que la transmisión televisiva deba alejar la cámara para poder tener con certeza el recorrido de la pelota que sino se perdería fuera de la pantalla. 

 Tokio 2020 significa su segunda participación en los Juegos Olímpicos luego de lo que fue su estreno en Río de Janeiro 2016, también defendiendo a la selección italiana. En su estreno en suelo asiático, junto a su compañero Enrico Rossi, fue derrota por 2-0 (21-18 y 21-19) aunque todavía le quedan dos juegos: ante Catar y Suiza.

“Lo importante es levantar la bandera de todo eso que motivaba ese accionar permanente de Larrañaga”, consideró el intendente de Tacuarembó.

El intendente de Tacuarembó, Wilson Ezquerra, abandonó Alianza Nacional, el sector del Partido Nacional que lideraba el exministro del Interior Jorge Larrañaga. En diálogo con Informativo Uruguay de radio Uruguay, Ezquerra argumentó que Larrañaga era el “líder” y “la cabeza” del sector, y que sin su presencia la agrupación “no tiene liderazgo ni tampoco un motivo de continuar”. 

 Para el jerarca departamental, “lo que tiene que continuar son las ideas” y el “pensamiento larrañaguista, de defensa de los intereses del interior, de continuar luchando por la descentralización, de seguir apuntando a temas que nos unieron en ese proyecto que llevó adelante”. 

 “Lo importante es levantar la bandera de todo eso que motivaba ese accionar permanente de Larrañaga, de defender los derechos individuales; Vivir sin Miedo; todo ese tipo de acciones que eran lo que nos identificaba, nos unía y nos aglutinaba”, reflexionó Ezquerra, y pregonó la necesidad de seguir “uniendo y zurciendo y tratando
de generar un polo progresista” que es donde ha “actuado siempre” el sector, consideró.

Intendente recibió a la Directiva de la Casa de Portugal en Uruguay

 


En el día de hoy martes 27, el Intendente de Colonia Doctor Carlos Moreira Reisch, recibió en el Salón de Actos del Palacio de Gobierno Departamental a la Directiva de la Casa de Portugal en Uruguay. El motivo de la visita es que se encuentran filmando un documental avalado por el gobierno portugués, " Migrantes: Historias de vida de portugueses en Uruguay". 

 La filmación de los protagonistas comenzó el pasado 5 de julio. Nietas e hijas de portugués, eligieron a Colonia del Sacramento y el Barrio Histórico como locación. La filmación se llevará a cabo en el Museo Portugués, Casa de Nacarelo y al aire libre en todo el barrio histórico. Esta película de la que están participando portugueses y luso descendientes con sus testimonios será estrenada probablemente en octubre en Uruguay y Portugal. 

Han participado el Sr. Comendador Luis Panasco, el sr. Conselheiro Augusto Guerra por citar algunos. Consideramos a este proyecto para el cual el gobierno portugués ha colaborado, una excelente oportunidad para rescatar las historias de quienes nos precedieron y nos dejaron un legado de amor y saudade.

Llamado del Instituto Nacional de Letras

 


El Instituto Nacional de Letras en conmemoración al centenario del nacimiento de Emir Rodríguez Monegal, destacado y controvertido crítico literario uruguayo, realiza un llamado mensual a reseñas culturales, sobre: libros, películas, series. exposiciones y obras de artes escénicas; para formar parte de en: revista digital de periodismo cultural. 

 La publicación tendrá un total de cinco números, que serán publicados de manera digital entre los meses de setiembre y enero. Contará con dos secciones: reseñas postuladas y seleccionadas, para su publicación, y entrevistas o textos, producidos por el Instituto Nacional de Letras o a pedido de éste. Podrán participar ciudadanos uruguayos o residentes legales mayores de 18 años, inscribiendo una única reseña inédita por postulación. 

 Más información y bases: https://bit.ly/3kQtjGs Modalidades de participación: A efectos de la postulación cada autor deberá establecer la modalidad en la que presenta su reseña inédita. Pago líquido en pesos uruguayos, por reseña: 

1. Reseña corta (hasta 5000 caracteres): $3000 2. Reseña larga (hasta 10000 caracteres): $6000 Periodos: Aperturas Cierres a las 17 h Publicación 1 de agosto 2021 10 de agosto 2021 1 al 15 de setiembre 1 de setiembre 2021 10 de setiembre 2021 1 al 15 de octubre 1 de octubre 2021 8 de octubre 2021 1 al 15 de noviembre 1 de noviembre 2021 10 de noviembre 2021 1 al 15 de diciembre 1 de diciembre 2021 10 de diciembre 2021 1 al 15 de enero de 2022 Por consultas: Instituto Nacional de Letras : institutodeletras.dnc@mec.gub.uy Desde ya les agradecemos como siempre su apoyo en la difusión de esta actividad. Andrea Villar Miravalles Comunicación Gestión Territorial Dirección Nacional de Cultura Ministerio de Educación y Cultura Paraguay 1176

Escenas de guerra en Caracas | Así fueron dos días de combates con la banda criminal de la Cota 9…

 

 Silban las balas y se oyen explosiones. Los militares se escudan tras un vehículo blindado. Estamos en el oeste de Caracas, la capital venezolana, en la peligrosa barriada Cota 905. Estas imágenes fueron grabadas a principios de julio, cuando la zona se convirtió durante dos días, en un campo de guerra entre miembros de las fuerzas de seguridad y la banda criminal del mediático Koki, armada hasta los dientes, con fusiles de asalto, ametralladoras, pistolas y granadas.

 "Yo no sé de donde esa gente saca tanta bala. Es horrible. Eso son ametralladoras, son de todo, eso es horrible", dice con temor una vecina. Los disparos de armas de guerra llueven desde lo alto de la barriada montañosa. Los criminales se resguardan en trincheras reforzadas con sacos de arena. Y en medio, una población atemorizada por la tormenta de balas. 

 "Trato de no asomarme en la ventana y protegerme a mí y a mi familia y no estar curioseando ni nada. No vaya a ser que venga una bala perdida y pase algo", explica un hombre. La organización del Koki, por el que las autoridades ofrecen una recompensa de 500 000 dólares, controla el sector de El Cementerio, llamado así por colindar con un enorme camposanto, al que suelen lanzar cadáveres de personas ejecutadas. "(Siento) mucha zozobra, mucha zozobra por todas las detonaciones que escuchamos.

 Las granadas, esta mañana nos despertaron las granadas, el sonido de las granadas, y bueno, de verdad que es terrible tener que estar viviendo en esta zozobra", se lamenta una vecina de El Cementerio. Tras una noche de disparos y balas trazadoras, la policía consiguió rodear y entrar en la zona. ¿Pero cuánto durará la calma? "Realmente es como una incertidumbre, saber si ya esto no va a volver a pasar más, si va a volver a suceder, es como una tensa calma, creo que no solo la siento yo, la siento en el ambiente", dice una joven, que prefiere no mostrar su imagen por miedo. 

 El enfrentamiento, de una extrema violencia, dejó 22 delincuentes y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad muertos. No se ofrecieron cifras sobre eventuales víctimas civiles. Pero sobre todo puso de relieve la situación en estas barriadas pobres del oeste de Caracas, en las que reinan las megabandas criminales, que han extendido su poder en la última década, gracias al dinero de la extorsión, el secuestro y el tráfico de drogas.

 Venezuela registra una de las tasas de inseguridad más altas del mundo, con 12 000 muertes violentas al año, según el Observatorio Venezolano de la Violencia. Eso supone 45,6 decesos por cada 100 000 habitantes, siete veces el promedio mundial. Los habitantes de la Cota 905 comentan con sorna que fue la primera vez que la policía entró en la barriada.

Tragedia mortal en una planta química de la ciudad alemana de Leverkusen

 

 Una gigantesca nube de humo se alza sobre varios kilómetros a la redonda y ha obligado a cortar calles y tramos de autopista. Las autoridades han conminado a la población a cerrar puertas y ventanas, y quedarse en sus casas o lugares de trabajo. Por el momento no están claras las causas de la explosión en el parque químico de Chempark, uno de los mayores de Europa.

 La compañía Currenta explicó que la explosión ocurrió poco después de las nueve y media de la mañana en los tanques de almacenamiento y luego se convirtió en un incendio. Los bomberos tardaron casi cuatro horas en extinguir el fuego. En estos momentos, prosiguen las tareas de búsqueda de los cuatro desaparecidos y se realizan mediciones del aire para determinar el grado de contaminación.

El héroe señalado culpable: la miserable vida del guardia de seguridad que evitó cientos de muertes en el atentado de los Juegos Olímpicos de Atlanta 96

 

Richard Jewell alertó a las autoridades sobre una mochila verde sin dueño bajo el banco de una plaza en un Parque Olímpico colmado. Era una bomba: la explosión mató a una mujer e hirió a centenares de personas. Tres días después de haber sido consagrado como un héroe, se convirtió en el principal sospechoso y su vida se derrumbó Por Matías Bauso
ichard Jewell antes de testificar ante una audiencia del subcomité de delitos judiciales de la Cámara de Representantes sobre el atentado olímpico de 1996 en Atlanta. La imagen es del 30 de julio de 1997 (AP Photo/Greg Gibson, FILE) 

El Centennial Park, el parque olímpico, era el epicentro de los Juegos de Atlanta 96 en los momentos en que el deporte no se llevaba toda la atención. Oficiaba de gran punto de encuentro y recreación. Lo que ahora se denomina “Fan fest”. Por las noches, cuando las competencias se iban terminando, el público se congregaba allí. Había puestos de comida, espectáculos musicales. Y mucha, mucha gente. Es el 27 de julio de 1996. 

Como en tantas otras noches, tocaban los Jack Mack and The Heart Attacks, un grupo formado hacía casi veinte años que nunca consiguió un gran hit, pero que se desempañaba como banda de un late night show muy conocido. Entre temas originales y varios covers de soul, la banda animaba a casi 50 mil espectadores. De pronto un ruido seco, abrupto y breve. Una explosión y una columna espesa de humo. Es tanta la gente que al principio, muchos, miles, sólo atinan a girar la cabeza hacia dónde provino el estallido. Por unos segundos la calma se mantiene.

 Pero el temor, la angustia y las corridas se expanden en círculos concéntricos. El caos, los gritos y las estampidas. Se había producido un atentado en medio del corazón social de los Juegos Olímpicos. Después se supo que hubo un muerto y 111 heridos. Pero, también se determinó, que la bomba tenía un alto poder de letalidad. Según el FBI fue la bomba casera de mayor magnitud de la historia. Pese a lo nutrido de la concurrencia, a las miles de personas que disfrutaban del concierto y del gran boliche a cielo abierto olímpico las víctimas fueon muy pocas en relación a lo que podría haber sucedido. ¿El terrorista equivocó el blanco, puso la bomba en un lugar poco transitado?. 

Nada de eso. Hubo un héroe en esta historia, alguien que actuó a tiempo, siguiendo los protocolos. Sin embargo, no disfrutó de ninguna de los beneficios de los héroes. Su vida se convirtió en un infierno. Tuvieron que pasar muchos años para que la labor de Richard Jewell fuera reconocida. Play Richard Jewell El 27 de julio de 1996, en medio de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Richard Jewell ejercía de guardia de seguridad privado. Era uno de los cientos contratados para mantener el orden en el Centennial Park. Su apariencia no era la de un héroe. Excedido de peso, con la mirada huidiza, las mejillas abundantes y rojizas, el pelo demasiado pulcro, bigote policial, un andar torpe, algo grotesco. Tenía 34 años, problemas de relación y vivía con su madre. Siempre había querido ser policía pero no lo había conseguido. Jewell caminaba entre la gente patrullando el sector que le habían asignado. Algunos de sus compañeros se burlaban de su celo, ¿qué podía pasar ahí más que una pelea de borrachos? En una de las recorridas Jewell detectó una mochila verde, de esas de tela en la que los soldados llevan las provisiones, debajo de un banco de plaza. Se acercó y, sin tocarla, la inspeccionó. Estaba seguro de que su presencia era nueva: él ya había mirado allí en las horas previas. 

Elevó la voz por sobre la música y preguntó a quienes estaban alrededor si esa mochila era de alguno de ellos. La mayoría eran jóvenes que estaban disfrutando de los números musicales o que estaban gestando alguna conquista amorosa. No le prestaron atención. Jewell volvió a preguntar con más énfasis. La insistencia, el tono imperativo, obligó a que le respondieran. La mochila verde no tenía dueño. “Cuando nadie dijo ser el dueño, los pelos de mi nuca se erizaron y la adrenalina empezó a correr por mi cuerpo. Pero debía actuar con profesionalismo”, dijo Jewell. La presencia de un bulto sospechoso no le dejaba margen para la improvisación. 

Sólo podía actuar de una manera. Debía poner en marcha el protocolo ante potenciales aparatos explosivos. Jewell dio aviso a la policía y se apuró en alejar a la gente del lugar. Urgido, pidió colaboración para evacuar a los espectadoras y determinar una zona de exclusión, organizar un cerco. Los espectadores tardaban en hacerle caso, él ponía más énfasis. Los colegas que se le acercaban no hacían la tarea con demasiada convicción. La mayoría creía que era una pérdida de tiempo. Mientras, Jewell se encontraba desarrollando esta tarea y la brigada antiexplosivos se acercaba al Parque Olímpico, una llamada alertó al 911 local. 

“Hay una bomba en el Centennial. Tienen menos de 30 minutos”, dijo una lacónica voz y cortó la comunicación. Richard Jewell posa frente al edificio donde en 1996 halló una mochila con explosivos. Su historia motivó el último film de Clint Eastwood (William Berry/Atlanta Journal-Constitution via AP, File) Richard Jewell posa frente al edificio donde en 1996 halló una mochila con explosivos. Su historia motivó el último film de Clint Eastwood (William Berry/Atlanta Journal-Constitution via AP, File) Nueve minutos después el explosivo casero explotó. Unos clavos salieron disparados en medio de la oscuridad de la noche y la alegría olímpica. Murió una mujer de 44 años y más de un centenar de personas debieron ser asistidas con diferentes grados de lesión -hubo una víctima más: un camarógrafo de la TV turca murió de un ataque cardíaco mientras corría a cubrir el desastre-. Consecuencias trágicas pero muy menores si se tiene en cuenta la potencialidad de daño del explosivo y las 50 mil personas que se encontraban en el Parque. Lo que había logrado evitar más muertes había sido la veloz y decidida actuación de Richard Jewell.

 El FBI empezó a buscar con desesperación al responsable del atentado. Se barajaron las más diversas hipótesis. Debían actuar rápido. Los Juegos continuaban y el mundo estaba pendiente de Atlanta. También debían asegurarse que no volviera a ocurrir en los días siguientes. Muchos de los 20 mil periodistas acreditados dejaron el seguimiento de las disciplinas deportivas para dedicarse a obtener mayor información sobre la bomba y su autor. El Comité Olímpico Internacional no dudó en decidir que las competencias continuaran. A nadie le sorprendió la decisión. Si se siguió compitiendo en Munich tras el ataque a la delegación israelí, acá no se haría otra cosa. A menos de 24 horas, en la tarde del día siguiente a la explosión, la CNN pareció ganarle a todos de mano. Uno de sus principales conductores había escuchado que no se produjo una masacre por la decidida intervención de un guardia de seguridad. Alguna fuente policial le acercó, también, su nombre: Richard Jewell. Una productora lo rastreó por todo Atlanta y a la tarde del día siguiente, Jewell fue a los estudios de la cadena televisiva, acompañado por su madre. 

Una gran primicia de la CNN. Habían logrado dar con el héroe que salvó cientos de vidas. Jewell contestó a las preguntas cómo pudo. Una mezcla de inexperiencia, timidez e incomodidad hizo que sus respuestas no fueran del todo fluidas. Algo natural para el que se enfrenta por primera vez a una cámara. Y además debió lidiar con un problema técnico. Tenía un auricular a través del cual le llegaban preguntas desde los estudios de Washington. Ese delay también enrareció la conversación, como las gruesas gotas de transpiración que descendían como hormigas desde su frente nerviosa. Pero nadie pareció notar nada de eso en aquel momento. 

El que hablaba era un héroe. Alguien que había salvado cientos de vidas gracias a hacer bien su trabajo, con conciencia y atención. Un héroe inesperado, improbable. Una gran historia. Pero todo cambió bruscamente. Richard Jewell mantuvo su status de nuevo héroe americano tan sólo 72 horas. Tres días después, el Atlanta Journal-Constitution, principal diario de Atlanta, informó que para el FBI, Richard Jewell se había convertido en el único sospechoso del atentado. El guardia ya había deslizado en una de las muchas entrevistas que había dado en esos tres días, que sabía que él sería investigado. Conocedor cómo era de los protocolos policiales -lo que llevó a que salvara muchas vidas- sabía que quién descubre el explosivo siempre es investigado. Pero lo que siguió no fue el seguimiento de un protocolo.

 Fue un señalamiento directo, una atribución de culpabilidad anticipada, un linchamiento mediático y social. El FBI creyó ver en su gordura, en la frustración por no poder ser policía, en sus escasos éxitos profesionales, en su nula vida social y en que vivía con su madre, las características perfectas de un asesino de multitudes. Su móvil en realidad, según los investigadores, había sido el de obtener reconocimiento público. Plantar la bomba para poder ejercer de salvador, sin importar el daño que esa operación pudiera implicar. La suma de esos elementos hacían ingresar a Jewell en el perfil de sospechoso de este tipo de crímenes.

 El FBI no había contemplado la posibilidad de que la minuciosidad y la obsesión de Jewell fueran manifestaciones de la ambición por hacer bien su trabajo. Hordas de periodistas se instalaron en la puerta de la casa de su madre. El giro de los hechos hizo más fascinante el caso todavía. El héroe convertido en culpable en apenas unas horas. El FBI no comentaba nada oficialmente. No lo había acusado ni imputado pero sí lo sometían a investigación. Alguien publicó el teléfono de los Jewell. Más de mil llamadas por día los insultaban, hostigaban y amenazaban. 

 El día anterior a que apareciera la noticia de que él era sospechoso, los agentes federales lo engañaron y lo sometieron a un interrogatorio sin presencia de su abogado, diciéndole que sólo se trataba de un simulacro y que “quién mejor que él, el nuevo héroe, para ayudarlos”. Trataron de extraerle una confesión forzada. Luego, con todos los periodistas plantados en la puerta de su casa, llegó un equipo de peritos a obtener muestras de su pelo, huellas dactilares y hacerle grabar unas quince veces el texto del mensaje al 911. La principal preocupación de Jewell era que los del FBI terminaran antes que su madre regresara del trabajo. No quería darle otro disgusto. Naturalmente los diarios y los canales de noticias -que ya eran un fenómeno instalado en ese tiempo- se poblaron de notas sobre el tema.

 Mucha gente que estuvo vinculada al flamante sospechoso llamaba a las redacciones reclamando su minuto de fama. Así, los datos y chismes sobre el pasado de Richard Jewell se fueron acumulando. Su frustrado deseo de ser policía, el rechazo de las fuerzas de seguridad por su escasa condición física, sus anteriores trabajos como vigilador privado. Cada uno de sus errores profesionales fueron vistos con una lupa, magnificados exponencialmente. 

El director de un campus universitario declaró que Jewell se excedía en sus funciones policíacas. Sobreactuaba su personaje: una obsesión por creerse policía cuando no lo era. Veinticuatro horas después de la revelación que lo transformó en sospechoso, ya quedaban pocas personas en Estados Unidos (y en el mundo) que no creyeran que Jewell había sido el que había puesto la bomba. El momento de la explosión de una bomba durante los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 Había otro nombre que conspiraba contra su coartada y su defensa. Jimmy Wade Pearson. Alguien que había llegado a los diarios doce años antes, durante otros Juegos Olímpicos, los de Los Ángeles 84. Pearson era un policía que encontró una bomba en un micro que transportaba elementos de utilería de la delegación turca.

 Su hallazgo fue visto como una proeza pero avanzada la investigación, Jimmy Wade Pearson confesó que él había puesto la bomba para poder quedar como un héroe. Alguien recordó ese antecedente, y a todos le quedó claro que Jewell repitió ese modus operandi. No podía ser de otra manera. Tres meses después, cuando los Juegos habían terminado hacía rato y la atención estaba puesta en otro lado, el FBI desligó a Richard Jewell de la investigación. Reconoció que se había tratado de un error y que él no había tenido participación alguna. La Fiscal General Janet Reno, en un gesto excepcional, muy desusado, le envió una carta con firma manuscrita disculpándose por los problemas ocasionados. El drama de Richard Jewell tiene varias dimensiones. 

No sólo le quitaron el protagonismo de una historia de heroísmo, el reconocimiento por haber salvado muchas vidas; ni siquiera le dejaron el orgullo de que se supiera que había desarrollado su trabajo con probidad y de acuerdo a las normas de su oficio. Debió sufrir el señalamiento, soportar las sospechas de la prensa y la sociedad. Y tuvo también que soportar que toda su vida previa fuera escrutada, que cada uno de sus fracasos y errores fueran expuestos (y magnificados). Ni el FBI ni la prensa se detuvieron a analizar los hechos, el suceso; todo fue visto y analizado a la luz de la vida miserable anterior de Jewell, de su falta de éxitos. Parecía, según esa lógica, que no podía haber dudas respecto a su responsabilidad. “Una de las cosas que peor me hizo, que más me dolió, fue que mi mamá estaba muy orgullosa de lo que había hecho su hijo. 

Por una vez en la vida, todos sabían que su hijo había hecho algo bueno”, dijo Richard Jewell unos años después. El daño al prestigio, la falta de reconocimiento, los problemas, la persecución, la vergüenza y lo peor de todos: el corazón roto por defraudar (o parecer que defraudaba) una vez más a su mamá. A la semana de la explosión de la bomba, se determinó que según la línea de tiempo que había logrado trazar el FBI era absolutamente imposible que Jewell hubiera podido llamar desde un teléfono público al 911. Poco importó. Más que como una prueba judicial, se interpretó como un dato de color poco relevante, que no lograría impedir el desarrollo de una gran historia, una más interesante que tener un atentado sin responsable. Un tiempo después apareció el verdadero culpable. 

Eric Rudolph, un extremista que también puso bombas en un bar lésbico y en dos clínicas que practicaban abortos. En esos atentados mató a tres personas e hirió casi 150. Fue identificado pero se mantuvo prófugo casi cinco años. Cuando lograron atraparlo, Rudolph confesó, entre otros, el crimen de los Juegos Olímpicos de Atlanta. Richard Jewell no se resignó. Decidió litigar contra los principales medios que lo habían difamado. 

La CNN, el New York Post -que publicó varias portadas inculpándolo y mofándose de él-, al diario de Atlanta que dio a conocer la noticia, entre otros. Con la mayoría llegó a un acuerdo extra judicial en el cual fue indemnizado. El monto de cada arreglo se desconoce. Sólo no llegó a un acuerdo con el Atlanta Journal. Varios años después de su muerte, la Corte de Atlanta determinó que no había culpabilidad del medio periodístico porque lo publicado, si bien era erróneo, correspondía con lo que informaban las fuentes oficiales. Clint Eastwood filmó este caso. 

Tal vez decidió que el título de la película fuera el nombre del protagonista, para que pudiera recuperar, casi un cuarto de siglo después, el reconocimiento. Richard Jewell murió en 2007, a los 44 años. Su madre todavía vivía y él estaba casado con Dana. Sufrió un infarto masivo. Una tarde al volver del trabajo, su esposa lo encontró tirado en el piso de su habitación.

 Llevaba varias horas muerto. Los problemas de salud lo habían minado. La diabetes había avanzado con furia sobre su organismo. Habían tenido que amputarle varios dedos del pie y el hígado casi no funcionaba. Después de los Juegos Olímpicos de Atlanta y una vez que fue desligado de la investigación, logró ser policía en un pequeño pueblo y cumplir con otras tareas de seguridad. Sus superiores destacaron su profesionalismo. Hasta fue condecorado por su valor.

“Los voy a matar a todos”: las declaraciones de los testigos de la noche en que Chano Charpentier fue baleado

 

Su tío, el chofer de la ambulancia que fue asistirlo, el médico de la obra social, la pareja de su madre y un vecino declararon en la madrugada del lunes ante la policía y brindaron detalles de la secuencia en la que el músico habría agredido a su madre y a un policía que luego le disparó en el abdomen
Este lunes por la madrugada -de acuerdo a la versión policial que ya fue elevada a la Justicia- el cantante Santiago “Chano” Moreno Charpentier agredió a su madre en medio de un presunto episodio de salud mental e intentó atacar con un cuchillo a una agente de la Policía Bonaerense que había sido enviada al lugar, por lo que otro efectivo le disparó y lo hirió gravemente en el abdomen. 

 Las declaraciones ante la Policía Federal de los testigos del episodio, a las que accedió Infobae, reconstruyen con cierto nivel de detalle las circunstancias que terminaron con el músico y ex líder de Tan Biónica internado en la terapia intensiva del Sanatorio Otamendi con varios órganos vitales comprometidos. Si bien en las últimas horas su madre, Marina Charpentier, aseguró que su hijo no quiso agredir a nadie más que “a sí mismo”, todos los testigos del hecho remarcaron que Chano estaba en una actitud violenta y agresiva hacia su madre y los médicos que pretendían trasladarlo a un hospital. En sus respectivas declaraciones, el médico psiquiatra y el chofer de la ambulancia de la empresa de medicina prepaga OSDE -que se trasladó hasta el Barrio Parque La Verdad de Exaltación de la Cruz por un llamado de la madre del músico- aseguran que el cantante se resistía a ser atendido o derivado a un centro de salud y que, antes de la llegada de la Policía Bonaerense a al casa, Chano los amenazó: “Los voy a matar a todos”. 

 Tanto Esteban Charpenter, su tío materno, como Oscar José Otonello, marido de su madre, confirmaron en sus declaraciones que el viernes pasado había ocurrido un episodio similar en torno al músico en la noche del lunes, aunque terminó sin incidentes. Ambos contaron que cerca de las 20.30 Chano había tenido un episodio de salud mental por el que su madre decidió llamar a un médico con el fin de que pudieran trasladarlo para que sea tratado por su adicción al consumo de estupefacientes. En esa oportunidad, tres ambulancias y dos móviles de la Policía Bonaerense se trasladaron hasta la casa donde el músico se alojaba hace algunas semanas pero el músico se negó a la posibilidad de una internación voluntaria y se tornó “violento con todos los presentes”.

 En ese contexto, y al no haber personal psiquiátrico que pudiera asistirlo, los móviles y las ambulancias se retiraron del lugar. Este lunes, cerca de las 21.15, la madre del cantante volvió a pedir ayuda a la guardia psiquiátrica de OSDE para volver a intentar internar a su hijo. También le escribió a su hermano, tío del músico, y le indicó que su hijo estaba “fuera de sus cabales” y en una actitud de mucha violencia. Esa ambulancia llegó al lugar una hora y media más tarde, cerca de las 22.45, con el médico psiquiatra Gonzalo Caliguri a bordo, quien declaró haber mantenido varias llamadas con la madre del músico antes de llegar para conocer el panorama que se iba a encontrar.

 En el lugar, contó Caliguri, la madre de Chano le indicó que su hijo estaba “tranquilo” pero que desvariaba y estaba posiblemente bajo el efecto de alguna sustancia. El médico intentó tocar timbre para ser recibido por Chano pero, según declaró, el músico había cortado el suministro de electricidad. Luego, cuando intentó dialogar con él desde una ventana en el patio trasero, Chano, siempre según la declaración del psiquiatra, reaccionó mal, insultando a su madre y amenazando con clavarle un cuchillo en la yugular. Noticia en desarrollo

El ranking de la imagen de los presidentes de América Latina después de un año y medio de pandemia

 

Un sondeo regional realizado por la encuestadora IPSOS midió el impacto entre 380 líderes de opinión de la gestión de los gobernantes durante la pandemia y el proceso de vacunación Por Yalilé Loaiza
Luis Lacalle Pou, Sebastián Piñera, Guillermo Lasso, Iván Duque, Jair Bolsonaro, Andrés Manuel López Obrador, Luis Arce y Alberto Fernández Una encuesta realizada a líderes de opinión de América Latina evaluó la aprobación del desempeño de los jefes de Estado de la región en el contexto del COVID-19. 

Los datos ubican en primer lugar a Luis Alberto Lacalle Pou, presidente de Uruguay. Le sigue Sebastián Piñera, presidente de Chile y, en tercer lugar, se ubica el novel presidente del Ecuador, Guillermo Lasso. No obstante, en cuanto al manejo de la pandemia y al proceso de vacunación, el ranking cambia y coloca a Chile como cabeza de la lista. Uruguay y Colombia se ubican en el segundo y tercer lugar respectivamente. El sondeo fue realizado por Ipsos, la multinacional de investigación de mercados y consultoría con sede en París, Francia. Para obtener los resultados, se realizaron 380 entrevistas en 14 países Latinoamericanos. 

 En cuanto al ranking de aprobación de los jefes de estado latinoamericanos, con menos del 30 % de aprobación se encuentran: Alberto Fernández, presidente de Argentina, está en el octavo puesto, le sigue Andrés López Obrado de México, que está en el noveno lugar. La lista continúa con Miguel Díaz-Canel de Cuba, ocupa el décimo puesto; Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, se ubica en la posición número once; y, Nicolás Maduro, de Venezuela, ocupa el último puesto. Estos tres últimos jefes de estado mantienen los menores porcentajes de aprobación con el 19%, 14% y 6% respectivamente. 

 Chile, Uruguay y Colombia encabezan los resultados con el mayor porcentaje de aprobación de sus procesos de vacunación. Bolivia, Brasil y Venezuela ocupan los últimos puestos con un porcentaje de desaprobación del 46%, 82% y 76% respectivamente. Los mejores puntuados y sus medidas Entre las medidas tomadas por el gobierno chileno durante la crisis sanitaria, se incluyen cuarentenas y cierre de fronteras durante las primeras etapas de la pandemia. Por otro lado, el país inició con la campaña de vacunación en febrero y hasta el 19 de julio de 2021 ha alcanzado la inoculación con una dosis de más del 85% de la población objetivo, mientras que el 77,36% ya cuenta con el esquema completo de vacunación. Según el portal Chile Se Recupera, el éxito del programa de vacunación radica en la compra temprana de vacunas que incluyen Pfizer-BioNTech, Sinovac, AstraZeneca, CanSino (Saval) y Janssen (Johnson & Johnson). Recientemente incluso se ha aprobado el uso de emergencia de la vacuna Sputnik V. 

De acuerdo con el sondeo de Ipsos, el 77% de encuestados chilenos aprueba firmemente el proceso de vacunación del gobierno de Piñera. En cambio, el 27% de líderes encuestados aprueban firmemente y 45% aprueban en algo el programa de vacunación de Uruguay. En este país ya se ha habilitado el proceso de agenda de vacunación para todas las personas mayores de 12 años. El 71,69% de la población uruguaya ha recibido la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, y el 60,41% ha recibido las dos.

 El gobierno de Luis Alberto Lacalle ha tomado entre otras medidas el aumento de recursos necesarios para el tratamiento de casos graves de COVID-19 y el número de pruebas de detección del virus en áreas estratégicas; además, se limitó el número de participantes en reuniones privadas a 10 y el uso obligatorio de mascarilla, entre otras. En el caso de Colombia, para mitigar el impacto de la pandemia, se tomaron las siguientes medidas: creación de Coronapp, una aplicación gratuita que permite monitorear y detectar zonas afectadas y personas cercanas con diagnóstico positivo para COVID-19; restricciones de ingreso al país y aislamiento preventivo obligatorio para viajeros; la puesta en marcha del Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19, entre otras. 

El 39% de encuestados por Ipsos aprueba en algo el plan colombiano de vacunación propuesto por el gobierno de Iván Duque. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Colombia, hasta el 24 de julio de 2021, más de 9 millones de personas han recibido el esquema completo de vacunación. Aunque Lasso sea el tercer presidente con más aceptación, 

Ecuador, en cambio, se encuentra en el octavo puesto con el 33% de aprobación según el sondeo realizado por Ipsos. En el país se está llevando a cabo el Plan de Vacunación 9-100 propuesto por el gobierno de Guillermo Lasso. El objetivo es vacunar a 9 millones de ecuatorianos en los primeros cien días de la gestión del nuevo gobierno. De acuerdo con el vacunómetro del Ministerio de Salud, hasta el 24 de julio más de 7 millones de personas han recibido la primera dosis, mientras que más de 2 millones han sido inoculados con las dos dosis de vacunación contra el COVID-19.

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