La ola de calor se une a los múltiples incendios activos en Estados Unidos. Uno de ellos, localizado en el Bosque Nacional Plumas, en el extremo norte de Sierra Nevada, ha quemado ya el equivalente a tres veces la ciudad de San Francisco, unas 36.400 hectáreas.
Es el incendio más grande del país en lo que va de año. El fuego avanzó rápido durante el fin de semana alcanzando la autopista estatal cercana a la ciudad de Doyle, y ha quemado al menos seis estructuras alcanzando también viviendas.
"Después de perder todo por lo que he luchado todos estos años, se acabó", lamentaba un vecino de la localidad de Doyle.
Otro incendio en el Parque Nacional de Yosemite, en California, ha obligado a evacuar a más de 400 personas. Bautizado como "River", ha calcinado ya 3200 hectáreas y ha destruido varias construcciones. El incendio ha tenido lugar en una región que el domingo llegó a registrar temperaturas de más de 42 grados, algo que acelera la propagación de las llamas y dificulta el trabajo de los bomberos.
Algunos rezaban para que el fuego no hubiese arrasado sus propiedades.
"Metí algo de ropa en una bolsa, agarré mis zapatos y a él y su cama y me marché, solo espero que todo siga allí cuando vuelva",
Para tratar de hacer frente a la temporada de incendios con mayor efectividad, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció recientemente una subida del sueldo a los bomberos contratados por el Gobierno federal, que no cobrarán menos de 15 dólares la hora.