La tensión en Afganistán aumenta a medida que pasan los días. Salir del país para muchos afganos empieza a ser una tarea imposible. Y pese a reconocer que la retirada de del país de las tropas de la OTAN ha supuesto una tragedia, el secretario general de la organización llama a los insurgentes a respetar los compromisos internacionales y dejar salir a las personas que lo deseen.
"Tienen que cumplir sus compromisos internacionales.
No prestar apoyo a organizaciones terroristas internacionales como Al Qaeda o el Daesh. Respetar los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres. Y también dar paso libre a las personas para que puedan salir del país y eso, por supuesto, también incluye a los afganos", explicaba Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.
Según un documento interno de la ONU, los Talibanes habrían empezado ya a buscar casa por casa a quienes trabajaron para el gobierno o colaboraron con países u organizaciones extranjeras.
"Por la noche llegaron (los talibanes) a Kabul y al día siguiente, a las 8 de la mañana, un grupo de personas armadas vino a mi casa a buscarme, enseñando mi foto a los vecinos, porque yo era policía y trabajaba en el Ministerio del Interior", cuenta este policía que trabajaba para el ministerio del Interior afgano.
Este era el primer viernes de rezo bajo dominio talibán. El país comienza a ver poco a poco los cambios que llegan con el nuevo régimen. Menos mujeres en la calle y menos anuncios de ropa y cosméticos. El dominio de los insurgentes ya es absoluto.