Fue uno de los baluartes en la homérica defensa de Paysandú y cayó muerto pocas horas antes de la caída de la ciudad a manos de Flores y el Imperio. Formó filas en la defensa de la soberanía que fuerzas orientales bajo el mando de Leandro Gómez, se opusieron heroicas a un ejército y una armada que atacaban junto a los hombres de Flores. Aníbal Durán del Campo, una autoridad en la materia, ha escrito: "El 2 de enero de 1865, contra el muro de la casa de los Rivero, en la ciudad de Paysandú, el héroe de la defensa, Leandro Gómez, junto al Comandante Juan M. Braga, Federico Fernández y el Mayor Eduviges Acuña, cayeron fusilados por los hombres del tristemente célebre Goyo Suárez..." En la madrugada de ese 2 de enero, moría el general Lucas Píriz, también héroe de Paysandú, a raíz de una grave herida sufrida cuando al mando de 25 hombres, revólver en mano, entró en la Aduana posesionada por los enemigos "cuando los cañones de los invasores y cuatro o cinco mil hombres avanzaban sobre las trincheras". Así lo relataba en su informe Federico Aberastury, oficial defensor de la plaza, agregando que luego de la toma por Píriz "dos horas después caía el propio General mortalmente herido, a tiempo de dirigir a un cantón enemigo la puntería del cañón...", la última pieza que quedaba montada. Lucas Píriz había nacido en Concepción del Uruguay —antes Arroyo de la China— provincia de Entre Ríos, el 18 de octubre de 1806, en el hogar formado por don José Bernardino Píriz y doña Dominga Portillo. Cuando aún apenas corrían los primeros años de su infancia, la familia Píriz Portillo se trasladó al Uruguay, por lo que ésta fue su segunda patria y por cierto que la defendió con un fervor y un coraje que sólo son posibles cuando es muy grande el amor a la tierra en que se vive. Píriz tuvo una extensa carrera militar que dio comienzo cuando con 15 años de edad, se plegó al movimiento acaudillado por Juan Antonio Lavalleja contra Lecor, pero desbaratado el intento, se vio obligado a pasar a su provincia natal. En 1825 estuvo nuevamente presente, formando como Cabo en las fuerzas del General Julián Laguna. Su lealtad y su firmeza a las creencias por las que luchaba, lo llevaron a distintas alternativas entre las cuales figuró la de preso deportado a La Habana. Reintegrado, peleó en combates como los de Ceibal, Itapebí Grande, India Muerta. Vuelven a degradarlo en 1854 y dos años más tarde se le reintegra ocupando el cargo de Jefe Político del Salto. En 1859 es ascendido a Coronel y en 1864, Atanasio Aguirre firma el decreto por el cual se le otorga el grado de Coronel Mayor de los Ejércitos. Gracias al archivo de doña Ofelia Píriz McColl de Trobo, tuvimos acceso a la nota de 1924 de "El Nacional" en la que doña Juana Merentiel, testigo fehaciente de aquellos dramáticos días de 1865 en la heroica Paysandú, dejó su recuerdo sobre la muerte de Lucas Píriz: "El 1º de enero fue conducido a nuestra residencia accidental —en la esquina de la calle Queguay casi 18 de Julio— el general Lucas Píriz en un catre. Estaba herido de bala, gravemente, en el vientre. Su estado era desesperante y todos los de la casa lo rodeamos de los cuidados mayores que eran posibles en aquellos instantes de grandes necesidades, en que se carecía de todo. En la madrugada del 2, falleció don Lucas, con una entereza admirable, sin exhalar una queja..." Apenas unas horas después caía la plaza y Leandro Gómez era fusilado con tres de sus oficiales. Así entraban todos en la Gloria y sus sagrados nombres quedaban inscriptos en la historia oriental tras una gesta, la más heroica de América, defendiendo la soberanía nacional a costa de sus preciosas vidas que, para ellos estaban después de la Patria.
Fuente: diario El País, Montevideo
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