domingo, 11 de abril de 2021

Los 180 kilómetros de agua más peligrosos del planeta: aquí nos jugamos la paz mundial

El confidencial

Los 180 kilómetros que separan la isla de Taiwán de China tienen corrientes tan peligrosas que cuando los chinos comenzaron a cruzar el estrecho a partir del siglo XVII decían: "Zarpan 10 personas, seis mueren en el camino, tres llegan a la orilla y solo una regresa". En pleno siglo XXI, la travesía física es más que segura para los viajeros. Pero esta franja de agua se ha convertido en una de esas inestables fronteras geopolíticas de las que depende la paz mundial.

Puede que en el estrecho de Formosa no haya una tensión física, como en la famosa frontera de Panmunjom, en la península coreana, donde soldados norcoreanos, surcoreanos y estadounidenses frente a frente nos recuerdan la perenne posibilidad de un conflicto armado. Sin embargo, este accidente geográfico se ha convertido en el termómetro del nacionalismo chino y, a su vez, en la línea roja que Washington asegura no permitirá a Pekín cruzar. 

Un punto que ambas potencias dejaron claro el pasado 18 de marzo, cuando el Estados Unidos de Joe Biden conoció cara a cara a la China de Xi Jinping en su primer encuentro de alto nivel en Alaska. Una reunión que mostró que las relaciones entre las dos grandes economías planetarias están bajo mínimos y no parece que vayan a mejorar en el futuro cercano. Con ambas potencias en actitud hostil, las miradas están puestas en Taiwán, un territorio con una superficie similar a la de Cataluña, pero tres veces más población (23 millones de habitantes en 36.000 kilómetros cuadrados).

”Estamos profundamente preocupados por las acciones de China, incluyendo Xinjiang, Hong Kong, Taiwán, los ciberataques en EEUU y la coerción económica de nuestros aliados”, espetó el secretario de Estado, Antony Blinken. “Xinjiang, Tibet y Taiwán son parte inalienable del territorio chino. China se opone firmemente a la interferencia de EEUU en asuntos domésticos chinos (...) y responderemos con acciones firmes”, le respondió el director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores, Yang Jiechi. Una historia de tensión

El reclamo de soberanía de la República Popular China sobre Taiwán se remonta a 1949 cuando, tras perder la Guerra Civil china frente a los comunistas de Mao Zedong, el nacionalista Chiang Kai-shek y sus seguidores del Kuomintang se refugiaron en la isla para mantener con vida la República de China. Durante más de dos décadas, mantuvo una tensa vecindad con la recién nacida República Popular China, con Pekín llamando a la 'liberación' de Taiwán y Taipéi insistiendo en la 'recuperación' del área continental con la ayuda de Estados Unidos. Ambos aseguraban representar a la verdadera China.

El general de cinco estrellas Douglas MacArthur —comandante supremo de las fuerzas aliadas en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial y el militar más condecorado de la historia estadounidense— definió entonces a Taiwán como "el portaaviones insumergible" de Estados Unidos en Asia. Pero pese a las tensiones, nunca hubo una confrontación abierta más allá de varias escaramuzas en las islas Kinmen, controladas por Taipéi pero situadas a dos kilómetros del continente, en los años cincuenta.

A partir del proceso de reforma y apertura que inició China a finales de los años setenta y la llegada de la democracia a Taiwán en los ochenta, la crispación se suavizó y los intercambios se fueron recuperando poco a poco a ambos lados del estrecho. Se comenzó por lo más básico: conexiones postales, comerciales y de aviación. Estados Unidos cerró sus bases militares en la isla en 1979, cuando reconoció el Gobierno de Pekín. Las relaciones entre ambos territorios no se limitaron a lo comercial. En 1987, comenzaron las reuniones de familiares separados por el estrecho que en algunos casos llevaban décadas sin verse y empezó a existir turismo. En 2018, más de la mitad (54%) de los 737.000 taiwaneses que trabajaban fuera de la isla lo hacían en China (incluidos Hong Kong y Macao), según la Agencia Central de Noticias de Taiwán, mientras que al menos 12.000 alumnos taiwaneses cursaban estudios universitarios al otro lado del estrecho en 2019, según cifras oficiales.

A medida que tenía lugar una relativa "normalización" entre dos territorios que no se reconocen, se rebajaba la tensión política. Pekín dejó de tener como objetivo la liberación de Taiwán y lo cambió por una más cordial "reunificación pacífica". Ambas partes dejaron de invocar el uso de la fuerza para alcanzar sus objetivos, aunque se produjesen conflictos esporádicos en las aguas del estrecho. Un paso atrás Pero todos estos intercambios comerciales, culturales y personales son vulnerables a la tensiones políticas. Desde la llegada al poder en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen y su Partido Democrático Progresista, que defiende una identidad taiwanesa distinta de la china, las relaciones entre ambos lados del estrecho han empeorado significativamente.

Desde 2016, Taiwán ha comprado a Estados Unidos armamento por valor de 16.700 millones de dólares para contrarrestar la creciente superioridad militar china. Esto no sentó bien en Pekín, que contraatacó en 2019 restringiendo el turismo independiente que viaja desde el continente a la isla, obligando a contratar viajes en grupo. Esto supuso un duro golpe para el sector turístico taiwanés, ya que aproximadamente la mitad de los 2,7 millones de turistas continentales que visitaron Taiwán en 2018 viajó por su cuenta, según datos oficiales. En 2019, el presidente Xi Jinping afirmó que su objetivo es "crear una reunificación pacífica", para después agregar que "China se reserva la opción de contemplar todos los medios necesarios". En el caso de optar por el uso de la fuerza, la superioridad del Ejército de Liberación Popular chino parece incontestable. Más de un millón de soldados chinos contra 88.000 taiwaneses, 6.300 tanques contra 800, 56 submarinos contra dos, según datos del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Mientras, la tensión en el estrecho no ha parado de crecer. Desde 2018, buques de la marina estadounidense han atravesado el estrecho varias veces, irritando a Pekín, que a su vez ha mandado cazas chinos a sobrevolar el espacio aéreo de Taiwán en numerosas ocasiones. La clave de cualquier potencial conflicto sería saber hasta qué punto prestaría ayuda Estados Unidos a Taiwán y cuánto tardaría en llegar.

El cambio de la balanza 
Fujian es la provincia más cercana a Taiwán, no solo geográficamente, sino también histórica, lingüística y culturalmente, hasta el punto de que una proporción significativa de los habitantes de Taiwán tiene antepasados en este territorio. Cuando Pekín estableció dos de sus nuevas zonas económicas especiales abiertas a la inversión foránea en la provincia de Fujian (Xiamen y Fuzhou), entre 1978 y 1984, los empresarios de Taiwán, camino en ese entonces de convertirse en uno de los tigres asiáticos, no dejaron pasar la oportunidad. Gracias a sus conexiones familiares, Fujian se convirtió en el principal destino de la inversión taiwanesa en el continente, que pasó en 10 años de 20 millones de dólares en 1986 a 40.000 millones en 1996.

En los años noventa, los taiwaneses que visitaban Fujian veían una provincia en plena expansión, con un crecimiento promedio superior al 14% durante esa década como muestra de la vertiginosa expansión económica y comercial de China. Con la incorporación de ambos países a la Organización Mundial del Comercio (OMC) —China en diciembre de 2001 y Taiwán en enero de 2002—, la cooperación económica a ambos lados del estrecho recibió un empujón. Según el Ministerio de Asuntos Económicos de la isla, se aprobó un volumen récord de inversión directa taiwanesa en China de 7.700 millones de dólares en 2003, cifra equivalente al 60% de toda la inversión exterior de Taiwán. Para cuando en 2009, durante el mandato del presidente Ma Ying-Jeou, se empezó a permitir la inversión del continente en Taiwán, Fujian ya no era el lugar pobre y atrasado que conocieron en los ochenta. De hecho, ese mismo año las autoridades de Fujian se fijaron como objetivo superar el PIB de Taiwán antes del año 2020, lo que consiguieron en 2019, según sus datos (que no coinciden con los oficiales de Taipéi). Un logro considerable teniendo en cuenta que, a comienzos de los ochenta, el PIB de Taiwán era 40 veces superior al de la provincia china.

Ahora son los empresarios de Fujian los que buscan oportunidades de inversión en la isla. En 2013, se aprobaron inversiones por 378 millones de dólares procedentes del China, según el Ministerio de Asuntos Económicos de la isla. De esas, casi un tercio (102 millones de dólares) procedía de Fujian. Sin embargo, Fujian también revela uno de los grandes desafíos de China. La provincia, con unos 15 millones de habitantes más que Taiwán, todavía tiene un largo camino que recorrer para igualar la renta per cápita de la isla que, con 30.000 dólares, casi cuadruplica los 7.600 dólares de Fujian. 

"Las relaciones a través del estrecho de Taiwán son difíciles de comprender porque algunas partes insisten en puntos de vista irreconciliables", asegura Lan tras su experiencia viviendo en ambos territorios. Ahora espera que, al menos, ambas partes "se respeten". "Las huellas de la historia se aclararán y habrá un entorno más racional para hablar del futuro", asegura.

Municipalidad de Zárate informa:


 

21 de Julio acto en Plaza Uruguay Zarate adoquines

Argentina balcon privilegiado del Uruguay dice Lacalle Pou

Los 80 del tio TOTO_2.mpg

Los hijos de nuestros hijos.wmv

Hoy Plaza Italia 1ª parte

Encuentro Neme 08 3.mpg

Encuentro Neme 08 2.mpg

Encuentro Neme 08 1.mpg

Encuentro Neme 08.mpg

"Panzerschiff Admiral Graf Spee"


 

"Qué buena esta foto de China Zorrilla cuando la visita del duque de Edinburgo. Qué grande China." Adela Dubra


 

Warren Buffett explicó hace 37 años una verdad brutal que la mayoría de la gente nunca aprende

Infobae
 
“Esta es una historia sobre una verdad clave que Warren Buffett explicó hace años, y sobre la que reflexioné recientemente mientras revisaba mi libro electrónico gratuito, Warren Buffett predice el futuro” , asegura Bill Murphy, columnista de Inc. La reflexión explica el valor increíblemente alto de una sola acción de la empresa de Buffett, Clase A de Berkshire, que ayer cerró en USD 400.000 la acción, lo que la convierte, con diferencia, en la de mayor precio que cotiza en bolsa.

¿Por qué las acciones de clase A de Berkshire son tan caras? (vale más que el precio medio de una vivienda unifamiliar en Estados Unidos, que era de USD 315.900 a finales de 2020)-

Es cierto que es una empresa legítimamente valiosa (aunque ni de lejos la más valiosa), pero la respuesta se encuentra en que Buffett se empeña en no dividir nunca las acciones. Pero, por qué es tan inflexible en este último punto.

Algo que Buffett escribió hace 37 años - en la carta a los accionistas que publicó en 1984- incluye una explicación interesante: “La clave de un precio racional de las acciones son los accionistas racionales. Queremos a aquellos que se consideren propietarios de empresas y que inviertan en ellas con la intención de quedarse mucho tiempo”. Y agregó: “Si dividiéramos las acciones o tomáramos otras medidas centradas en el precio de las acciones y no en el valor de la empresa, atraeríamos a una clase de compradores inferior a la clase de vendedores”.

La reflexión se basa en el valor intrínseco de la acción, pero también en cómo podría reaccionar la gente en función de su valor percibido.

Berkshire cotizaba a unos USD 1.300 por acción cuando Buffett escribió eso, así que, aunque era cara, quienes compraban acciones en 1984 podían permitirse el gasto. Eso ya no es exacto en lo que respecta a las acciones de clase A de Berkshire, pero en 1996, Buffett creó una segunda clase de acciones, la clase B de Berkshire, en parte para abordar esta cuestión. Esas acciones cotizan a un nivel mucho más realista: unos USD 266.

Para entender esto ahora, hay que tener en cuenta el grado de vinculación entre Buffett y Berkshire. Con más de 50 años al frente de la empresa, es el consejero delegado que más tiempo lleva en el S&P 500. De hecho, admitió que su sentido de autoestima está ligado al precio de las acciones de Berkshire. “Mi ego está envuelto en Berkshire. No hay duda de ello”, dijo a un periodista hace años, cuando Berkshire cotizaba a unos USD 3.900 por acción, y más tarde, a la biógrafa Alice Schroeder le reforzó la idea: “Puedo orientar toda mi vida por el precio de Berkshire”. Está claro que Buffett ve el alto precio de las acciones como un activo de marketing que hay que aprovechar, no como un reto que hay que superar. “Y, aunque casi nadie más se enfrenta al problema exacto que él tiene sobre el precio de las acciones, apuesto a que usted pasa mucho tiempo en su empresa pensando en los precios que debe cobrar por diversos productos y servicios. El precio puede reflejar el valor, pero también puede - probablemente más a menudo, si somos sinceros - reforzar la percepción del valor. Es una verdad brutal que mucha gente no acaba de entender”, analiza Murphy.

El autor da tres consejos a partir de la reflexión de Buffett:

1- Sea lo que sea que vendas, cuando pienses en el precio, imagina lo que pasa por la mente de un nuevo cliente potencial cuando se da cuenta de que eres la mitad de caro -o el doble- que un competidor.

2-Piensa en un autónomo que ofrece sus servicios a USD 35 la hora, sin saber nada más sobre él, está enviando una señal muy diferente a la de un competidor que vende sus servicios a 100 o 250 dólares la hora.

3- O bien, piensa en un fabricante que vende productos a USD 200 por artículo, en un mercado con competidores que venden a 150 y 250 dólares. Los clientes suponen, al menos al principio, que hay una diferencia de valor correspondiente. Pero es tan probable que la percepción del valor se derive del precio como que el precio se derive del valor real.

“Volviendo a Buffett, imagínese cómo los inversores ocasionales podrían verlo de manera diferente, si no fuera por el hecho de que su empresa ahora cotiza a aproximadamente 35.000 veces lo que hizo cuando la compró por primera vez en la década de 1960”, apunta Murphy. Es que Berkshire, con un desdoblamiento de acciones -en el que cada una se vendiera por una milésima parte de su precio actual-, valdría exactamente lo mismo. 

“Pero la gente no siempre es racional. Y, además, muchos de ellos no son muy buenos con las simples matemáticas”, agrega. Eso es algo que hay que tener en cuenta cuando se piensa en el precio y el valor. Las partes interesadas racionales, como quería Buffett en 1984, pueden ser maravillosas, pero las conexiones emocionales pueden valer mucho más de lo que los números podrían sugerir.

En una carta abierta, científicos de todo el mundo rechazaron el informe de la OMS sobre el origen del COVID-19 y exigieron una nueva investigación

Inforbae
 
“El informe conjunto de China y la Organización Mundial de la Salud sobre el COVID-19 no aportó respuestas creíbles sobre cómo comenzó la pandemia, por lo que se requieren investigaciones más rigurosas, con o sin la participación de Pekín”, exigió un grupo de científicos e investigadores internacionales el miércoles.

El trabajo de los expertos de la Organización Mundial de la Salud, publicado la semana pasada, dice que la ruta de transmisión más probable del SARS-CoV-2 -el virus que causa el COVID-19- involucró a murciélagos y otros animales salvajes en China y el sureste de Asia. Descartó casi por completo la posibilidad de una filtración desde un laboratorio. Sin embargo, y advertido de que se multiplicarían las críticas, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, adelantó que son necesarias nuevas pesquisas y admitió que los investigadores no tuvieron acceso a todos los datos en bruto

En la carta abierta, los 24 científicos e investigadores de Europa, Estados Unidos, Australia y Japón, denunciaron que la misión de investigación de la OMS en Wuhan (Hubei), donde la enfermedad apareció por primera vez a finales de 2019, estuvo indebidamente influenciada por factores políticos.

Para Jamie Metzl, el investigador del Atlantic Council que escribió la carta, la OMS ha hecho concesiones para obtener un mínimo de cooperación de las autoridades chinas.

En el texto, los expertos afirman que las conclusiones del estudio se basan en investigaciones chinas inéditas, mientras que los registros críticos y las muestras biológicas “permanecen inaccesibles”.

“El mundo podría tener que volver al ‘Plan B’ y realizar una investigación de la manera más sistemática posible sin la participación de Pekín. China tiene bases de datos de los virus que tenían, hay notas de laboratorio del trabajo que se estaba haciendo, hay todo tipo de científicos que están haciendo el trabajo y no tenemos acceso a esos recursos ni a esas personas”, reveló Metzl. El grupo de científicos busca una nueva investigación que incluya a expertos en bioseguridad y bioprotección. 

La comisión podría involucrar a la OMS o a un esfuerzo multinacional independiente para establecer un proceso diferente para explorar los inicios de la pandemia y sus orígenes en China. Metzl dijo que los renovados llamamientos a una investigación más exhaustiva reflejaban la necesidad de un mayor control y restricciones sobre los virus que pueden estudiarse en los laboratorios de todo el mundo. “No se trata de una lucha contra China”, insitió Metzl Y advirtió que uno de los requerimientos es sustituir el poder de veto de cualquier gobierno sobre la composición del equipo de expertos internacionales por una disposición que exija que las decisiones finales sobre la composición del grupo de expertos internacionales sean tomadas por el Consejo Ejecutivo de la OMS. 

 Además, exigen una selección transparente del equipo de expertos que cuenten con un mandato oficial que permita solicitar un acceso total a todos los lugares, registros y muestras de interés, y a entrevistar a las personas pertinentes “sin la presencia de las autoridades gubernamentales y con la ayuda de traductores proporcionados por la OMS”. También, piden que se establezca un sistema de denuncia seguro que permita a los científicos en China y en otros países compartir información relevante sin temor a represalias.

El régimen chino siempre ha descartado la teoría de la “fuga de laboratorio” y exige que las investigaciones se centren ahora en otros países. Los medios estatales chinos han avanzado la hipótesis de que el Covid llegó a Wuhan a través de alimentos congelados importados del extranjero. Sin embargo, además de los científicos, varios gobiernos han acusado a Tedros de encubrir los errores de Pekín en las primeras fases de la pandemia. Argumentan que la OMS retrasó la declaración de transmisibilidad del virus entre humanos. Además, denuncian que la organización internacional no insistió en que sus expertos acudieran a Wuhan al principio de la crisis sanitaria.

Si bien, el ex presidente norteamericano Donald Trump fue uno de los más críticos con la OMS y con China, la actual Administración Biden también expresó sus dudas sobre el informe y anunció que expertos de ese país revisarán el documento con el fin de garantizar que la investigación sea independiente y sólida. “Hemos sido claros en que nos enfocamos en una investigación independiente y técnicamente sólida, y una vez que esto sea revisado, tendremos una evaluación sobre los pasos a seguir”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. “Tenemos preocupaciones reales sobre la metodología y el proceso usados para este informe, incluyendo el hecho de que el Gobierno de Beijing aparentemente ayudó a redactarlo”, advirtió el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

Noticias que interesan