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viernes, 3 de noviembre de 2023

Celebración de los 125 años de Estación Estanzuela en Colonia

 


El sábado 4 de noviembre Estación Estanzuela celebrará sus 125 años, con diversas actividades que se desarrollarán en la zona de Galpones de AFE y que se desarrollarán de acuerdo al siguiente programa con entrada gratuita: - Desfile - Oratoria Maestra Directora Escuela N° 80 - Reseña de la Señora Edit Domeniguini - Corte de cinta e inauguración de Letras Corpóreas - Grupo de Danza Carlos Viera - Pericón Nacional Alumnos de la Escuela N° 80 - Actuación de Mario Rivero - Corte de Torta - La Nueva Reina del Empuje - Sociedad Anónima - Banda Nevado - Luis Vergara - Moisés de Dolores - “Enano” Píriz - La Octava de San José

domingo, 25 de junio de 2023

Nueva Helvecia festejó los 100 años de su Escuela del Hogar

 

Nueva Helvecia festejó los 100 años de su Escuela del Hogar
Hoy sábado 24, se realizó al acto conmemorativo a los 100 años de la Escuela del Hogar “Hulda Wohlwend de Parrilla” de la ciudad de Nueva Helvecia, realizado en el Cine Helvético. Encabezado por el Intendente de Colonia Carlos Moreira Reisch, contó con la presencia del Embajador de Suiza Daniel Derzic, Alcalde de Nueva Helvecia Marcelo Alonso y Concejales del Municipio, Representantes Nacionales por nuestro Departamento Nicolás Viera, Nibia Reisch, Encargado de la Seccional Policial de Nueva Helvecia Emanuel Madrid, Secretario General de la Intendencia Guillermo Rodríguez, Ediles Departamentales, Coordinadora de Cohesión Social y Descentralización de OPP María de Lima, Directores de la Intendencia de Colonia, de Cultura Maestro Eduardo Barale, de Relaciones Públicas y Prensa Jorge Torres Badell, Cónsul Honoraria de Portugal Buby Fusco, Inspectora de las Escuelas del Hogar Prof. Nancy Ackermann, Directora de la Escuela del Hogar de Nueva Helvecia María Verónica Viner Waller, Docentes, Alumnos y Comisión de Fomento de la Escuela del Hogar de Nueva Helvecia y Comisión de Festejos, Representantes de Instituciones, Invitados Especiales. 

 El acto comenzó entonándose las estrofas de nuestro Himno Nacional interpretado por el Coro Concordia bajo la dirección de la Profesora Lucía Castro. Al momento de hacer uso de la palabra, la directora de la Escuela del Hogar de Nueva Helvecia saludó a los presentes, agradeciendo la compañía que colmó las instalaciones del Centro Regional de Cultura Cine Helvético. 

La directora realizó una reseña histórica, destacando el rol fundamental de Doña Ana Margarita Armand Ugón de Tron en Colonia Valdense, hace más de 100 años, a la hora de encabezar un proyecto visionario que buscaba formar a la juventud femenina de la época, brindándoles las mejores herramientas para su capacitación, replicándose dicha experiencia 5 años después en Colonia Suiza – Nueva Helvecia.

 Miner destacó la figura del maestro y vecino Pablo Tourn, quien junto al Consejo Auxiliar y al Comité de Damas de la época, reunieron la primera suma importante de dinero, para comprar mobiliario, material de cocina y útiles en general para la Escuela del Hogar. La directora también resaltó, entre otras, la figura consular de Hulda Wohlend de Parrilla, por quien lleva el nombre la Escuela del Hogar de Colonia Suiza – Nueva Helvecia, culminando su oratoria con un gran agradecimiento a todo el equipo de la institución. 

 Seguidamente se proyectó un video con fotos que ilustraron muchas de las acciones y momentos que han transcurrido en estos 100 Años. Por su parte, la inspectora de las Escuelas del hogar, señaló la importancia de la Escuela Hulda Wohlend de Parrilla en la sociedad neo helvética, participando en el quehacer de la ciudad, siendo pionera y parte fundamental de celebraciones de la misma como por ejemplo la Fiesta Nacional del Chocolate, entre otras festividades y actividades culturales de Colonia Suiza – Nueva Helvecia. 

La inspectora resaltó el trabajo conjunto y la sinergia que se genera en la comunidad, entre las escuelas, distintas instituciones de la ciudad y el propio Municipio, a la hora de llevar adelante destacados eventos de la comuna, así como actividades que se desarrollaron incluso fuera de fronteras, como en Bolivia, Chile o Argentina, mediante el deporte-ciencia, el ajedrez. Ackerman también ponderó disciplinas como el mosaiquismo, que se imparten desde la escuela, además de los cursos curriculares que se brindan en el instituto como alimentación y vestimenta. Agradeciendo y recordando en el final que el leitmotiv de las escuelas del hogar es formado por: “Ideas, motivación y acción”. 

 Durante su alocución el director de Cultura de la Intendencia de Colonia felicitó por este aniversario tan importante a la Escuela Hulda Wohlend de Parrilla, elogiando los valores del patrimonio, la permanencia, pero a la vez los cambios, la innovación y el crecimiento. Barale destacó los conceptos fundamentales que inculcaron los inmigrantes y colonos de estas tierras, como lo son la familia y la educación, creando escuelas de primaria para los niños y luego el primer liceo rural del interior del país. Barale resaltó a su vez la visión de Ana Armand Ugón de Tron, otorgando oportunidades para la mujer de la época, pero inculcando también valores, modales y herramientas fundamentales para su desarrollo.

 El director de cultura expresó que las escuelas del hogar del departamento son fundamentales en nuestra comunidad, afrontando y superando nuevos desafíos en los tiempos que corren. Mientras tanto, Alonso elogió el sentido de pertenencia que imparte la Escuela del Hogar en sus integrantes a la vez del orgullo que supone para la comunidad neo helvética. 

El alcalde destacó a todos sus representantes, al equipo docente, a los docentes que apoyan, a la comisión de apoyo también, todos trabajando de forma articulada, con ejemplos muy claros como lo representan cada una de las actividades que emprenden por el bien de la comuna, destacando a su vez el empeño que pone el alumnado en cada uno de los cursos.

 Alonso habló de la importancia de las enseñanzas y las experiencias que se construyen en la escuela para apoyar y apuntalar a las familias de la Colonia Suiza – Nueva Helvecia. Por último, el Intendente Moreira, definió a la Escuela del Hogar como una apuesta a la educación y a la integración, a una sociedad que tiende a ser más próspera y a generar mejores y mayores oportunidades de inserción en el mundo laboral, destacando que Nueva Helvecia fue la segunda ciudad en contar con su Escuela del Hogar, tras la primera experiencia de Colonia Valdense, recordando que hoy son 15 funcionando en todo el departamento. 

El Jefe comunal destacó el avance que ha tenido la Escuela, incluyendo actividades y capacitaciones que no estaban en su génesis, que son no curriculares pero que realizan un aporte estupendo a la comunidad. Por último Moreira resaltó que es muy importante que la Intendencia de Colonia esté presente en todas las áreas de la educación del departamento, en cada una de las localidades y que ese afán de apostar por mejorar constantemente los niveles educativos, hacen que Colonia sea tan destacado en la materia a nivel nacional. 

 Acto seguido, la Intendencia en manos del Intendente Moreira y el Secretario General Guillermo Rodríguez, hicieron entrega de una Placa alusiva a los 100 Años de la Escuela del Hogar de Nueva Helvecia, para que se coloque luego en sus instalaciones, recibiendo la misma, la Señora Directora de la Escuela del Hogar de Nueva Helvecia. 

 Seguidamente se realizaron por parte de la Escuela del Hogar de Nueva Helvecia una serie de reconocimientos. El primero estuvo referido a los Alumnos, y la Escuela quiso hacerles un especial reconocimiento a sus alumnos…… protagonistas diarios que llegan con sus emociones, con sus esperanzas, con sonrisas y curiosidades que les permiten crecer, estar a la vanguardia. En nombre de todos ellos recibieron el reconocimiento, el alumno más chico, WILHELM RUSCH, de 6 años y la alumna más grande: OLGA FRANCHI con más de 80 años de edad, la cual concurre a la Escuela desde el año 2004. 

 Entregaron los presentes ALBA MINER Y ALBA SILVA (integrantes de la Comisión de Fomento) Reconocimiento a las auxiliares de servicio Las auxiliares de servicio, en las Escuelas del Hogar son las encargadas de su limpieza y orden, además, Telefonistas, Atención al público, Niñeras, Enfermeras, hacen los mandados de todos los insumos que se necesita para que la Escuela funcione, Colaboran con tareas extracurriculares, Conocen todos los alumnos, sus clases y cada rincón de la Escuela, por eso son nuestra mano derecha, destacaron. En nombre de todas las que han pasado a través del tiempo, recibieron MIRIA ERRECARTE (ya jubilada) y MARIELA CECILIO (en ejercicio) Entregaron los presentes MIRTA SCHLUEB Y ANA AGESTA. 

 El reconocimiento a las docentes, que a través de los 100 años de la Escuela Hulda, han pasado por sus aulas. Son pilares fundamentales para que la institución educativa funcione, crezca y permanezca en la comunidad. Ellas dedican energía, creatividad, planificación, desafíos diarios con cada alumno. Desde Adela, Hulda, Angelita, Inés hasta hoy, han pasado grandes profesionales que escribieron y escriben la historia tan intensa y diversa. A todas ellas GRACIAS. Y en nombre de TODAS ELLAS eligieron una representante, quien trabajo más de 40 años en la Escuela.

 Comenzó su carrera como auxiliar de servicio y finalizo como docente especializada, destacando su generosidad, esfuerzo por crecer demostrando que SI se puede, dejando huellas en cada alumno que paso por sus clases. Ella, IRIS PÉREZ , recibió el presente de manos de NANCY ACKERMANN Reconocimiento a Comisión de Fomento: La Comisión de Fomento sostiene la institución. Son cargos honorarios. Están siempre presentes, dispuestas a brindar su tiempo, creatividad y generosidad. En estos 100 años muchas/os fueron activos colaboradores. 

A TODOS un enorme GRACIAS. En representación de TODOS ELLOS, ELISABETH RODE, recibió el reconocimiento, de manos de VERÓNICA MINER. Reconocimiento a Directoras: A través de estos 100 años han pasado grandiosas mujeres que han sabido liderar y sostener equipos de trabajo. Inés Parrilla Silvia Castro Miriam Karlen Mirey Bellión Teresita Mendiberry Lucy Suárez Nancy Ackermann Verónica Miner Recordamos a las que ya no están con nosotros pero si su legado Adela Tourn Hulda Wohlwend Entregaron los presentes, el personal actual Romina Laport Araceli García Patricia Rosas Mariela Cecilio Inmediatamente la Directora del Hogar recibió obsequios para la Escuela por estos 100 años. 

Luego se hizo referencia los mensajes recibidos y sobre el escenario, con alumnos, personal y comisión de fomento de la Escuela del Hogar de Nueva Helvecia, rodeando la torta simbólica de los 100 años y acompañados por todos los presentes, se cantó el Cumpleaños Feliz a la Escuela del Hogar. Cerrando el acto se contó con la actuación del Grupo de Danza Alpenveilchen y luego en el Hall del Cine Helvético, se hizo entrega a los presentes, de un souvenir.

martes, 17 de enero de 2023

Espectáculos para conmemorar los 343 años de la fundación de la Colonia del Sacramento

 


Espectáculos para conmemorar los 343 años de la fundación de la Colonia del Sacramento Con distintas actividades que se desarrollarán en el Barrio Histórico y en la Rambla de las Américas, se recordará el aniversario 343 de la fundación de la Colonia del Sacramento el próximo fin de semana por parte de la Intendencia de Colonia.

 El jueves 19, a la hora 21:00 en el Espacio “Bautista Rebuffo”, se presentará LA TROUPE Murga Canción. Esta actividad abre el ciclo “Jueves a la Noche Museos”. En la Rambla de las Américas, en la zona próxima al Parador del Balneario, se realizarán actividades el viernes 20 y sábado 21 de acuerdo con el siguiente programa: Viernes 20, desde la hora 19:00 DJ Soria Rey Boga La Plena Dance Juegos Inflables para Niños (gratis) Food Trucks Sábado 21 Hora 14:00 Torneo de Voley, cuartetas femeninas con más de 10 equipos Desde la hora 19:00 en el Escenario: DJ Fanetti Orquesta Espectáculo de la Intendencia de Colonia Facu Bein y su banda Juegos Inflables para Niños (gratis) Food Trucks

jueves, 21 de julio de 2022

Acto protocolar conmemorando los 200 años del nombre de Carmelo

 


Se llevó a cabo este miércoles 20 en la ciudad de Carmelo, un acto protocolar en la Plaza Artigas, conmemorando los 200 años de su denominación. 

 El Intendente de Colonia Doctor Carlos Moreira Reisch, y la Alcadesa Alicia Espíndola encabezaron este acto, que contó con la presencia del Ex Presidente de la República José Mujica, el Diputado Nicolás Viera, el Secretario General Guillermo Rodríguez, Ediles departamentales, Concejales, Autoridades policiales y militares, delegaciones de los Centros de Enseñanza e Instituciones con abanderados y escoltas. 

 Comenzó esta conmemoración, con la entonación del Himno Nacional y del Himno a Artigas (Timoteo J. Muns) y prosiguió con palabras de bienvenida de la Alcaldesa Alicia Espíndola quién dio paso al Escribano Mario Rodríguez que tuvo a su cargo una reseña histórica de esta tan significativa fecha. 

 Se procedió a colocar una ofrenda floral al pie del Monumento al General José Gervasio Artigas, por parte del Intendente Moreira, la Alcaldesa Espíndola, Ex Presidente Mujica, el Secretario General Guillermo Rodríguez y el alumno Martín Otte de la Escuela Nº 6 de Carmelo.

 Finalizó esta actividad con la entonación junto a todos los Vecinos "A Don José” y Marcha Mi Bandera. A la hora 10:00 en el Santuario “Del Carmen” se ofició un Tedeum que fue presidido por Monseñor Carlos María Collazzi. 

 Las celebraciones carmelitanas continuarán este sábado 23 con la “Fiesta de Todos” de 11:00 a 17:00 en la Plaza “Artigas”, con espectáculos, entretenimientos, juegos para niños y gastronomía y artesanía local. 

 El domingo 24 se realizará la entrega de premios y menciones del “1º Concurso Literario Nacional “El Carmelo” organizado por el Comité Patriótico Femenino de Carmelo, que será a la hora 18:00 en la Sala Independencia de la Casa de la Cultura. Link descarga audio y video: https://bit.ly/3PKO2I2

viernes, 15 de julio de 2022

Carmelo, 200 años de su nombre

 


En 1822 Carmelo pasó a tener esta denominación que en los documentos de la época registran como Pueblo “El Carmelo” o “Del Carmelo”, pero que el uso lleva a que se denomine y conozca como “Carmelo”. 

A 200 años de esta nominación, la Intendencia de Colonia y el Municipio, proyectan realizar actividades para poner en valor esta fecha tan importante en la vida de su comunidad. Miércoles 20 de Julio, Acto Protocolar Hora 11:00, Plaza “Artigas”, con la presencia del Intendente de Colonia Dr. Carlos Moreira Reisch, autoridades locales, departamentales, abanderados y escoltas de Instituciones de Enseñanza y Vecinos): - Himno Nacional (Francisco Acuña de Figueroa-José Debali) - Himno a Artigas (Timoteo J. Muns) - Reseña Histórica - Parte Oratoria - Ofrenda Floral - “A Don José” Sábado 23 de Julio, “La Fiesta de todos” De 11:00 a 17:00 horas, Plaza “Artigas”, “La Fiesta de todos”, espectáculos, gastronomía local, artesanías, juegos gratis para niños, atracciones para toda la familia. Participarán de esta Fiesta: Grupo “Antares”, Batucada “Bahía”, Artístico “Tangó”, Banda “Así Estamos”, Valeria Lima y gran cierre con Luana. Apoya: Uruguay Natural Ministerio de Turismo

miércoles, 4 de mayo de 2022

Miles de personas festejaron los 110 años del Puente Giratorio en Carmelo

 

Miles de carmelitanos y turistas, festejaron el pasado sábado 30 de abril, el cumpleaños 110, del Puente Giratorio de Carmelo. El mayo ícono de Carmelo, tuvo su fiesta de cumpleaños, con una actividad que fue desde la hora 12:30 cuando giró para quedar abierto y ser fotografiado y filmado por una multitud que se posó en la Rambla de los Constituyentes, al pie del puente. La fiesta siguió hasta las 21:00 horas, con puestos gastronómicos de variadas ofertas, un stand de cerveza artesanal, otros de vinos de la zona, un lugar para postres y meriendas y en la parte baja, una feria de artesanos locales. Durante toda la jornada, música en el escenario móvil de la Intendencia de Colonia y actores y cantantes que interactuaban con el público.
En la noche el puente giratorio, se iluminó, para brillar aún más, en el festejo de su cumpleaños.

martes, 7 de diciembre de 2021

80 años de Pearl Harbor, el infierno que llegó desde el cielo: hora a hora, el ataque que metió a Estados Unidos en la Segunda Guerra

 

El 7 de diciembre de 1941, Japón atacó por sorpresa y sin una declaración previa de guerra a la Flota del Pacífico de Estados Unidos. Y convirtió a la Bahía de Hawái en la tumba de los acorazados. Más de 350 aviones lanzaron sus bombas y dejaron un saldo de casi 2400 muertos. Todo duró menos de dos horas Por Matías Bauso
El USS Arizona se hunde luego de ser alcanzado por las bombas japonesas. Es el 7 de diciembre de 1941 en Pearl Harbor. Estados Unidos entra en la Segunda Guerra Mundial (Charles Phelps Cushing/ClassicStock/Getty Images) El 7 de diciembre de 1941 apenas empezaba el día en Hawái, las fuerzas japonesas atacaron Pearl Harbor. El Almirante Isoroku Yamamoto había dicho que la flota norteamericana en Pearl Harbor era “una daga que apunta a la garganta de Japón”. Con el ataque, mientras dilataban las negociaciones de paz, Japón pretendía sacar ventaja del factor sorpresa e inutilizar la flota de Estados Unidos en el Pacífico para que demorara al menos un año en poder entrar en acción. Y forzarlos a ingresar en la guerra, algo que a esa altura se veía como inevitable. El ataque produjo graves daños a los norteamericanos. 

En menos de dos horas tuvieron 2.335 muertos, 15 buques fueron hundidos o gravemente averiados y 188 aviones fueron destruidos. 6 DE DICIEMBRE DE 1941 23.00 Hs. El Gral. Short y el Teniente Coronel Fielder, destinados en Pearl Harbor, salen con sus esposas de una fiesta. Vuelven a la base por un camino costero. La noche está esplendorosa. Ven el puerto y las instalaciones militares iluminadas.

 El general Short le comenta al otro: “Qué buen blanco somos, eh”. 23.50 Hs. Los japoneses preparan cinco mini submarinos para ser lanzados desde sus naves madres. Estos son más difíciles de detectar y pueden operar en las aguas poco profundas que van a atacar. Cada uno lleva dos torpedos y dos tripulantes. Los hombres saben que no sobrevivirán a la misión. 

Como luego harían los kamikazes dejan cartas de despedidas y siguen un estricto ritual antes de comenzar. 7 DICIEMBRE DE 1941 02.00 Hs En Washington terminan de decodificar la parte 14, y última, del mensaje japonés que el gobierno de Hirohito tiene pensado enviar al gobierno norteamericano media hora antes del ataque y que la inteligencia interceptó. Cuando se lo entregaron a Franklin D. Roosevelt, el presidente dijo: “Esto significa guerra”. Con los años se han hecho muchas especulaciones sobre si el primer mandatario de Estados Unidos sabía o no del ataque. Lo cierto es que no querían entrar en guerra sin declaración formal y sin que pareciera que habían agotado todas las instancias. El ataque a Pearl Harbor eliminó todas las resistencias que enfrentaba el presidente dentro de su país. Hubo varias señales de la agresión que los diplomáticos y militares norteamericanos subestimaron, despreciaron o ignoraron. 03.00 Hs

 La armada japonesa tiene todo listo para lanzar el ataque sorpresivo. 03.45 Hs Desde la cubierta de un barco que está en el puerto, dos oficiales norteamericanos ven algo a lo lejos. Uno de ellos dice que se trata de un periscopio. El otro le responde que es imposible que un submarino ingrese en esas aguas. De todas maneras dan el aviso, que nadie tiene en cuenta. Se trataba de uno de los mini submarinos. 05.00 Hs. El comandante japonés Mitsuo Fuchida está inquieto en su puesto, esperando el momento para lanzar el ataque. Se cruza con Shigeharu Murata, considerado el piloto más hábil de la flota. “Honolulu duerme”, le dijo el aviador. 

Fuchida estaba preocupado por si Estados Unidos estaba esperando la llegada de los japoneses. “¿Cómo sabe que no están avisados?”, preguntó. “Quédese tranquilo. La radio está pasando música lenta. No sospechan nada”. 06.10 Hs. Ya amaneció. Dos aviones japoneses de reconocimiento hicieron su trabajo. En el portaaviones Akagi los aviadores se preparan para el despegue. 06.20 Hs. En Pearl Harbor casi todos duermen. Hay unos pocos soldados de guardia.

 Y algunos están volviendo a sus casas después de salir a la noche. Está empezando el domingo y todo está quieto (los japoneses eligieron un domingo para que hubiera menos hombres en servicios y la respuesta al ataque demorara más). 06.30 Hs. Despegan los aviones que integrarán la primera ola. Son 183. Su objetivo principal es destruir todas las embarcaciones posibles. 06.35 Hs. Los aviadores que integrarán la segunda ola de ataque se alistan en sus naves. 06.40 Hs. En Washington creen que el mensaje de 14 partes japonés, aunque no emitido oficialmente todavía, significa que habrá un ataque inmediato a alguna o algunas de sus bases. Dan aviso urgente a las que están en el Pacífico. En especial a Filipinas y algunas islas del Caribe. 

Pero el mensaje no es enviado a Hawái, se supone, porque las condiciones climáticas lo impidieron. 06.45 Hs. Los primeros disparos de la jornada son norteamericanos. Un buque ataca a un submarino en las puertas de Pearl Harbor. Se trata de una de las mini embarcaciones. Creen que lo hundieron o que lo ahuyentaron y así lo comunican a la base. El general a cargo no le da importancia a la información. Está convencido que se trata de una falsa alarma. Ya ha habido varias. 07.10 Hs. Dos oficiales de guardia detectan algo raro en el radar. Parece un gran movimiento de aviones. Tardan en determinar qué puede ser. Dan aviso y otra vez un superior desprecia el dato. Les dice que no se preocupen, que debe ser una formación norteamericana que llega a instalarse a Hawái. 07.12 Hs. La tropa japonesa se acerca a su objetivo. 

El comandante Mitsuo Fuchida al ver los aviones recortados en el cielo todavía naranja dice: “Un glorioso amanecer para Japón”. 07.15 Hs. Otro barco en la base detecta un submarino. Y lanza una carga contra él. A los pocos minutos se vislumbra una mancha de aceite negro grande en el agua. Parece que le dieron. 07.18 Hs. Comienzan a despegar los aviones que integrarán la segunda ola de ataque japonés aunque todavía no se haya iniciado el bombardeo de la primera. La idea es no darle tregua a Estados Unidos y no perder el factor sorpresa

. Son 167 aviones más. 07.40 Hs. Uno de los aviones de reconocimiento pasa el parte de los objetivos que vio en el puerto: 9 buques de combate, 1 crucero pesado, 6 cruceros livianos. El otro avión sigue buscando los tres portaaviones de la flota del Pacífico (pero zarparon unos días antes). 07.47 Hs. El comandante Fuchida grita por su radio: “¡To! ¡To! ¡To!”. Es la primera sílaba de Totsugekiseyo que significa A la carga o Al Ataque. Es la señal definitiva de largada. 07.48 Hs. Comienza el ataque. El primer objetivo es alcanzado. Es la Bahía de Kaneohe.

 Hay 33 aviones norteamericanos de patrullaje que son destruidos por las bombas. El fuego gana el lugar. Se elevan las primeras columnas de humo del día. 07.50 Hs. Ahora la lluvia de bombas llega a toda la isla. Las naves norteamericanas son impactadas por las bombas y los torpedos. La sorpresa es total. 07.53 Hs. Fuchida emite el mensaje en clave acordado para avisar que el enemigo ha sido tomado por sorpresa. Luego se haría conocido como título de una excelente película bélica que brinda las visiones de los dos lados del ataque. Fuchida dice: “¡Tora! ¡Tora! ¡Tora!”. 07.57 Hs. Recién en este momento el comandante Logan Ramsey se da cuenta que están sufriendo una ofensiva japonesa.

 “PEARL HARBOR ESTÁ SIENDO ATACADO. NO ES UN EJERCICIO”, anuncia por la radio. 07.58 Hs. El Almirante Husband Edward Kimmel, jefe de la base, sale de su casa y se da cuenta de lo que ocurre. Sabe que es un desastre. No se trata de un escuadrón aislado, ni de un objetivo en particular. El cielo está cubierto de aviones enemigos. 08.00 Hs. Los primeros soldados norteamericanos recién llegan a sus lugares de combate. 

Y empiezan a defenderse cómo pueden. Los aviones japoneses ante la falta de respuesta hasta el momento vuelan muy bajo y aciertan en sus objetivos. Un norteamericano contó que llegó a verle la cara a un piloto japonés y como éste lo saludó irónicamente después de lanzar un torpedo contra un barco de guerra amarrado en el puerto. 08.05 Hs Ya nadie duerme en la isla. No importa que sea domingo. El ruido de las bombas y de las explosiones despertó a todos. El humo y el olor a quemado dominan la escena. Los aviones siguen pasando y lanzando su carga. 08.06 Hs. Los mensajes de los pilotos japoneses desde sus radios informan de los objetivos que están siendo alcanzados. La sensación es que todas las naves serán destrozadas y que la defensa nunca terminará de armarse. 08.08 Hs. Los primeros heridos comienzan a llegar al hospital de la isla. Los médicos entran corriendo; salieron de sus casas apenas escucharon los estallidos. Una bomba explota muy pocos metros del lugar. Se destaca una mujer de 48 años, la jefa de enfermeras Annie Fox.

 Mantiene la calma, dosifica los recursos, organiza los movimientos, asigna prioridades. Su labor luego es reconocida y se convierte en la primera mujer condecorada con el Corazón Púrpura. 08.10 Hs. El infierno parece que no se acabará nunca para los que están en tierra. Desde el aire el diluvio de bombas persiste. 08.11 Hs. El West Virginia es alcanzado por seis bombas y dos torpedos. El buque se hunde velozmente pero la tripulación puede escapar en su gran mayoría. 08.13 Hs. La suerte del Arizona es muy distinta. 

Está repleto de combustible. Las bombas ingresan al interior del barco. Cientos de tripulantes quedan atrapados en esa trampa mortal. Algunos mueren con los impactos iniciales, otros con las explosiones posteriores y muchos quemados y asfixiados. 08.15 Hs El Almirante Kimmel llega a su puesto de mando en la base. Ni en su peor pesadilla imaginó escenas como las que veía. No podía entender cómo su flota se hundía ante sus ojos. No parecía quedar ningún barco indemne. 

Los aviones seguían dañando a pesar de que ya había contraataques desde tierra. Kimmel lanzó un alerta para avisar que estaba siendo atacado. Pero de inmediato lo cambió a un estadio superior, a uno más grave. Creyó que había peligro de invasión. 08.17 Hs. El Arizona sufre otros dos impactos. Una explosión pavorosa. El estupor de los que miraban correr a los marinos correr por la cubierta del barco con las ropas en llamas fue peor cuando escucharon un ruido grave, furibundo, que tapó el resto de las explosiones, los motores de los aviones, los silbidos de las balas y el impacto de las bombas. Fue el crujido más fuerte que alguna vez hubieran escuchado.

El barco se partió en dos. Es el lugar que más bajas produce: 1177 muertos 08.20 Hs. Le informan al presidente Roosevelt del ataque. Uno de sus hombres dice que debe haber un error. Que Japón nunca lanzaría una ofensiva de este tipo sin declaración formal de guerra. Roosevelt le dice que está equivocado, que ese fue el modus operandi nipón en los últimos grandes ataques en el Pacífico. 08.25 Hs. El Oklahoma es alcanzado por un cuarto torpedo. Dan la orden de evacuarlo. El buque se va inclinando hasta darse vuelta en el agua.

 Mueren 415 soldados que no lograron escapar. 08.26 Hs. El Almirante Kimmel mientras da órdenes, avisa a Washington y reagrupa las fuerzas que quedan a disposición mira por la ventana de su despacho como los barcos a su mando son impactados y sus hombres mueren. Un disparo rompe la ventana y la bala roza su pecho, desgajando el uniforme pero no lo hiere. Tiempo después el marino dijo: “Preferiría haber muerto en ese momento antes de ver a mi flota ser despedazada”. 08.30 Hs. Los aviones japoneses se alejan de la zona. Se acalla el intercambio de disparos. Se escuchan algunos gritos, explosiones tardías y las llamas crepitando. En tierra impera el ruido de los motores de los camiones y los jeeps utilizados para transportar a los heridos. 08.40 Hs. Kimmel ordena que los barcos que puedan movilizarse y no tuvieran averías graves salieran del puerto por si eran atacados de nuevo. 08.50 Hs. La calma duró muy poco. 

El comandante Shigekazu Shimasaki encabezó la segunda ola. Otra vez los aviones cubren el cielo. Las defensas antiaéreas tratan de espantarlos. 08.51 Hs. Cordell Hull, el secretario de estado, recibe a Kichisaburo Nomura, embajador japonés en Estados Unidos. El diplomático le entrega el mensaje de 14 partes completo. Pide disculpas porque le ordenaron entregarlo una hora y media antes pero se demoró en la decodificación. Hull furioso le grita que es el mensaje más infame, falso y distorsionado de la historia. Se supone que Nomura desconocía que el ataque ya había sido lanzado. 

 Una vista aérea de Pearl Harbor la tarde del 7 de diciembre de 1941. Se ven los buques dañados o hundidos (Corbis via Getty Images) Una vista aérea de Pearl Harbor la tarde del 7 de diciembre de 1941. Se ven los buques dañados o hundidos (Corbis via Getty Images) 08.52 Hs. El jefe de prensa de la Casa Blanca se presenta en la sala de periodistas y les informa: “Los japoneses han atacado desde el aire todas las instalaciones y actividades militares y navales que Estados Unidos tiene en la Isla de Oahu, principal base de Hawái”. Con el correr de los minutos y las horas, Early fue ampliando los informes. 09.01 Hs.

 La radio de la CBS interrumpe su programación para informar en un flash de noticias del ataque. La información es breve y sucinta. Durante las primeras horas la programación siguió de manera habitual con actualizaciones de los partes hasta que se tomó real magnitud de los hechos. 09.10 Hs. Los aviones atacantes se centran en hangares y en los aviones rivales que están en las pistas. Destruyen gran parte de la flota. También atacan los buques que se habían salvado en la primera ola. 09.15 Hs Algunos de los aviones japoneses caen en picada impactados por las defensas antiaéreas. 09.30 Hs. Los ataques ceden. Los aviones se van retirando. El daño es enorme. 09.35 Hs. Los heridos son llevados a tierra firme. Hay mutilados, moribundos, gran cantidad de quemados. La situación es desastrosa. Los médicos y enfermeras no dan abasto

. Las camillas se ubican en la calle y se levantan carpas para atenderlos. 10.00 Hs Se difunde la declaración de guerra de Japón a Gran Bretaña y Estados Unidos. Cordell Hull declara que el accionar japonés fue “muy poco sabio ya que de manera inmediata unió a todos los pobladores de Estados Unidos”. 10.10 Hs. Los aviones que formaron parte de la primera ola regresan. Son recibidos como héroes. Los informes que los japoneses reciben es que el daño que propinaron fue enorme 10.15 Hs. Los comandantes japoneses debaten si lanzar una tercera ola. Todavía tienen objetivos por golpear. En especial de gran importancia logística: instalaciones en el puerto, fábricas, los depósitos de combustible. Pero deciden no arriesgarse. 

Sus bajas no fueron muchas y fueron muy inferiores a las del enemigo, destruyeron parte de su flota y de sus aviones de combate, aprovecharon el factor sorpresa y sacaron ventaja anímica, además de destartalar la fuerza americana en el Pacífico. Temen que el tercer ataque no sea tan efectivo ya que las defensas norteamericanas están alistadas. 10.30 Hs. Roosevelt cita en el Salón Oval a todo su gabinete, los jefes militares y sus asesores más importantes. Las informaciones llegan todavía confusas. Sólo se sabe que el ataque ha sido grave y los daños enormes. 

 Restos de los aviones destruidos por el bombardeo. las aeronaves se encontraban en los hangares o estacionadas en la pista (Corbis via Getty Images) Restos de los aviones destruidos por el bombardeo. las aeronaves se encontraban en los hangares o estacionadas en la pista (Corbis via Getty Images) 11.00 Hs. Roosevelt se reúne con los principales líderes del congreso. Les pide que se reúnan al día siguiente para declarar formalmente la guerra contra Japón. Se acababa la neutralidad norteamericana en el conflicto. 12.00 Hs Las naves japonesas retornan y se agrupan. De las 353 aviones que despegaron sólo no regresaron 29. En el ataque perdieron un submarino y, lo que ya se sabía previamente, los cinco midgets o mini submarinos. 12.30 Hs.

 El ataque japonés a Pearl Harbor no fue su única acción en el Pacífico en el día. Atacó también Guam, Hong Kong, Filipinas, Singapur e invadió Malasia y Tailandia. 14.00 Hs Durante todo el transcurso de la tarde y durante varios días se disparan falsas alarmar en Hawái y en toda la Costa Oeste sobre posibles ataques japoneses y se habló hasta de invasiones. 8 DE DICIEMBRE 06.00 Hs Los diarios norteamericanos anuncian la agresión en sus portadas. Informan con bastante certeza de las acciones y los daños y bajas sufridas. “Japón en guerra contra Estados Unidos y Gran Bretaña: Ataque sorpresa a Hawái”, tituló el New York Times. Discurso de Franklin D. Roosevelt 12.00 Hs Roosevelt habla ante el Congreso y a la nación. Su breve discurso quedó en la historia: “Ayer, el 7 de diciembre de 1941, una fecha que quedará como infame para la historia, Estados Unidos fue atacado por fuerzas navales y militares del Imperio del Japón.

 Estábamos en paz con Japón y a pedido de ellos, de su gobierno y su emperador, todavía en conversaciones para mantener la paz en el Pacífico. (…) La distancia entre Japón y Hawái demuestra que el plan fue orquestado hace semanas o meses y que el gobierno japonés ha intentado engañar de manera deliberada a Estados Unidos mediante declaraciones falaces y esperanzas falsas de mantener la paz. El ataque de ayer ha causado graves daños a las fuerzas militares y navales de nuestro país. Lamento informar que se han perdido muchas vidas. (…) Japón ha emprendido una ofensiva sorpresa por todo el Pacífico. (…) Nuestra nación siempre recordará este ataque. No importa cuánto tiempo nos tome superar esta invasión premeditada, el pueblo norteamericano con su honrada fuerza triunfará hasta la victoria absoluta. Con confianza en nuestras fuerzas armadas y con la ilimitada determinación de nuestro pueblo obtendremos un triunfo inevitable, con la ayuda de Dios”.

miércoles, 21 de julio de 2021

Y un día de repente te encuentras un barco de vapor en tu jardín...

 


El barco de vapor de 1856 que fue encontrado bajo un campo de maíz con toneladas de objetos intactos

 Corría el año 87 cuando David Hawley convenció al juez Norman Sortor de que bajo sus cultivos de maíz se encontraba enterrado un barco de vapor que se había hundido en 1856. 







 Después de años investigando, este cazatesoros aficionado a los naufragios llegó a la conclusión de que era allí, en mitad de un campo de Kansas y lejos del agua, donde el Arabia, un barco de vapor con rueda lateral, había chocado contra un tronco y se había hundido en el fangoso río Missouri hacía más de 100 años. Cuando la familia Sortor dio su permiso para comenzar la excavación, no estaban preparados para lo que iban a encontrar. 

Esta es la historia de uno de los grandes y más curiosos naufragios de Estados Unidos. Hawley descubrió que el cauce del río Missouri se había desviado al este casi 1 kilómetro desde mediados del siglo XIX Esa fue la clave para encontrar un barco que ahora se hallaba enterrado a unos 13 metros de profundidad bajo un campo de maíz 


 Las pistas le indicaban que estaba a punto de desenterrar el Arabia, un barco que fue cargado de provisiones en San Luis (Missouri) y que se dirigía a los asentamientos de pioneros de Missouri, Kansas, Iowa y Nebraska Sin embargo, el barco sufrió un accidente y se hundió en las aguas del Missouri con toda su carga. ¿Cómo se encontrarían las provisiones después de más de 100 años enterrado? C

on un potente detector de metales, David Hawley no tardó en encontrar la ubicación exacta del barco y así comenzó la excavación El 5 de diciembre de 1988, Hawley y su equipo abrieron un primer barril donde hallaron hasta 200 piezas de porcelana intactas Fue el inicio de una avalancha de objetos que sumaron más de 200 toneladas sacadas del fango que inundaba las bodegas del Arabia Sombreros, botas, gafas, armas e incluso cajas de encurtidos son algunas de las piezas que se encontraron 

 «Es la colección más grande de alimentos húmedos hallada en todo el mundo», afirmaba su descubridor En vista de la magnitud de su hallazgo, Hawley y sus compañeros decidieron crear el Museo Arabia Steamboat, ubicado en Kansas City, un lugar especial que guarda un pedazo de la historia de Estados Unidos Fuente: Dallas News / Fotos: Arabia Steamboat Museum

domingo, 4 de julio de 2021

Cien años atrás: qué soñaban y cómo vivían los argentinos

 

“El mundo creía que éramos Gardel”; “mis padres hicieron la América, mis nietos quieren emigrar”; “aunque no se nacionalizó, mi padre era feliz en Argentina, le gustaba mucho”; “nunca pensaron en volver a Europa”
Por Claudia Peiró Camila Hernandez Otaño De los 8 millones y medio de habitantes que tenía la Argentina en 1921, casi dos millones eran extranjeros, un 23 por ciento. Luego de una pausa de 4 años provocada por la guerra (1914-18), el flujo de inmigrantes de ultramar hacia la prometedora nación sudamericana se reanudó rápidamente. 

 Ya en 1920, el saldo migratorio volvió a ser positivo, con casi 40.000 ingresos y en 1923 ascendió a 160.799 (Informe demográfico, Ministerio de Hacienda, 1956, citado por Francis Korn, en Buenos Aires: los huéspedes del 20, GEL, 1989). En su inmensa mayoría eran italianos y españoles, pero al puerto de Buenos Aires en aquellos años llegaban barcos de compañías inglesas, francesas, italianas, alemanas, holandesas, norteamericanas, noruegas, portuguesas y hasta japonesas, que traían su carga de mercancías pero también, sobre todo, de pasajeros, el grueso de ellos inmigrantes. Gracias al aporte migratorio, la Argentina se pobló: en un cuarto de siglo la población se duplicó, pasando de 3,6 millones en 1890 a 7,2 millones en 1914. 

El Estado argentino fomentaba la inmigración con leyes, propaganda y un hotel para alojarlos a su llegada, pero el país atraía en sí mismo por las posibilidades de ascenso social que ofrecía. Jens Petersen es un ejemplo del recorrido que como él hicieron miles. Nacido en 1902 en Dinamarca, con 19 años emigró hacia la Argentina. Atrás dejó una novia, Oda Nielsen, con la cual pensaba casarse apenas lograra establecerse. Cuando ella llegó a Buenos Aires, en 1924, Jens ya había podido comprar una casa en Liniers. Había castellanizado su nombre, ahora era Jaime. Sus dos hijos, Bent, nacido en 1930, e Inés Inge, en el 36, fueron profesionales universitarios. De su país, Jaime Petersen sólo trajo el título secundario bajo el brazo, pero hablaba alemán e inglés, algo usual en los daneses. Aprendió el oficio de administrador de empresas ejerciéndolo y fue contador de firmas importantes, como la óptica Catton y la confitería El Molino.

 “Teníamos un buen pasar -recuerda su hija, Inés Inge Petersen-, teníamos auto, la casa, comprada con un préstamo del Banco Holandés, teléfono, gas, éramos socios de Ferro, donde mi madre jugaba al tenis, veraneábamos en Necochea y mi hermano y yo fuimos a colegios privados”. Primero, a un colegio alemán, para seguir la tradición, pero cuando le tocó el turno a Inés, había estallado la guerra. Enojados con Alemania, Oda y Jaime pasaron a los hijos al Colegio Ward de Ramos Mejía, protestante. “Nuestros padres esperaban que ambos fuésemos a la universidad. Mi hermano fue ingeniero agrónomo, especialista en trigo, fue profesor en la UBA. Y yo médica”, cuenta Inés, que llegó a dirigir el hospital pediátrico de Resistencia (Chaco) y luego en Asunción organizó y administró una Escuela de Enfermería. 

La tercera generación Petersen, los nietos de Oda y Jaime, también son profesionales. Antonio Jurado y Dolores Jaime llegaron al país a mediados de los años 20 con sus seis hijos. Otros dos nacieron en Argentina, en Tres Arroyos. El matrimonio era oriundo de Villanueva, Málaga. Ambos tenían solamente estudios primarios. Dolores era costurera. “Emigraron en busca de un presente y futuro estable -dice su hijo, José Jurado Jaime, que nació en España justo antes de que sus padres se embarcasen hacia Buenos Aires-. La situación sociopolítica allá era caótica”.

 “Mi padre logró progresar, crió y alimentó a 10 personas, en casa jamás faltó comida, ni ropa. Los 8 hijos se formaron todos en oficios. La aspiración era conseguir un buen trabajo, y de lo que fuese”. Salvo durante la crisis del 30, cuando casi no había trabajo, se vivía con tranquilidad. LA ARGENTINA DE YRIGOYEN El año 1921 era el penúltimo de la primera presidencia Hipólito Yrigoyen. Su ascenso al poder, cinco años antes, en 1916, había significado una democratización de la Argentina, gracias a la Ley Sáenz Peña, que estableció el sufragio universal, secreto y obligatorio permitiendo el ascenso del radicalismo al poder luego de que Yrigoyen intentara varias veces la vía insurreccional. 

La ampliación de la representación política que significó la Ley Sáenz Peña se vio en buena medida impulsada por la inmigración y el consecuente crecimiento demográfico del país. Los hijos de los primeros inmigrantes, que la prosperidad había convertido en profesionales, comerciantes y artesanos prósperos o aspirantes a serlo, conformaban parte de la clientela de un partido que podía ser vehículo para la participación política de estos nuevos sectores sociales hasta entonces excluidos. 

 “El radicalismo sirvió de vínculo entre el pasado argentino y los productos del transplante inmigratorio, que por su conducto recibieron la savia espiritual de la nueva patria”, escribe, no sin poesía, Ernesto Palacio en su Historia de la Argentina. “(El radicalismo) expresaba un anhelo de vida legal y el goce de los derechos reconocidos en la letra y burlados en la práctica….”, agrega. Yrigoyen no defraudó esas expectativas de participación: para escándalo de cierta élite conservadora, incorporó a su gobierno a muchos elementos de esa pequeña burguesía con aspiraciones. 

 En 1922, terminaba su gestión con un alto índice de popularidad. Había hecho un gobierno reformista en lo social y nacionalista en lo económico e internacional. La libertad de prensa era total, al punto de permitir la injuria al Presidente, que hasta era tratado de “enfermo delirante” (citado por Jorge Abelardo Ramos, Revolución y contrarrevolución en la Argentina. La Bella Época). Aunque la atravesaban algunas grietas -rupturistas verus neutralistas (según la postura ante la guerra europe), Florida versus Boedo (en la literatura) y, en el seno mismo del oficialismo, personalistas versus antipersonalistas (o yrigoyenistas y anti-yrigoyenistas)-, la Argentina prosperaba y prometía y seguía atrayendo inmigrantes. 

 La economía crecía, la Universidad se reformaba y modernizaba y la Argentina pastoril se iba volviendo poco a poco agricultora, de la mano de la inmigración. Entre 1921 y 1929, llegaron 526. 638 inmigrantes (Informe de Estadística, Min de Agricultura, 1929, citado por Francis Korn, op.cit.). El 55 por ciento de estos recién llegados se declaraban agricultores. Pero la Argentina no atraía sólo a europeos expulsados de sus países por la falta de trabajo, el hambre o la guerra: emigrar hacia nuestro país representaba un ascenso social incluso para un ingeniero doctorado en Bolonia, la Harvard italiana, que tenía un prometedor empleo, como Enrique Petrella, nacido en el 1900 en la región de los Abruzos.

 “Mi padre se hizo amigo de Fermo Marelli, el nieto de Ercole Marelli, fundador de “Magneti Marelli”, una fábrica de productos de ingeniería que hoy es parte de FIAT -cuenta el ex Secretario de Relaciones Internacionales de la cancillería argentina, Fernando Petrella-. El ingresó en Marelli, pero para buscar nuevos horizontes vino a Argentina y llegó a Presidente de Marelli para Argentina y Uruguay y también fue presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Italiana”. “Recuerdo a mi padre siempre feliz con la Argentina de entonces y optimista sobre el país. Otras épocas, otra gente, otros códigos”. 

Fernando Petrella subraya que su padre fue un gran jinete y un gran esgrimista y que en su tiempo se ponía mucho énfasis en ese tipo de deportes, originados en actividades que el hombre debía conocer para sobrevivir: esgrima, tiro, vela y equitación. “La familia es en realidad originaria de un pueblo que se llama Petrella del Salto. Supongo que ahora les pagarían para que vayan a recuperar una casa. En aquel entonces, el mundo creía que éramos Gardel en realidad hasta no hace mucho lo seguía creyendo”. Entre 1857 y 1914 vinieron cerca de 6 millones de inmigrantes, de los cuales 3,3 millones se radicaron definitivamente en el país.

 La inmigración alcanzó su mayor ritmo entre 1880 y 1900, pero hacia 1921 seguía siendo elevada. Ana Obarrio nació en 1933. Su padre, Juan Obarrio, fue médico psiquiatra en el Hospital Rivadavia. Su madre, Matilde Senoraz, ama de casa. Como era bastante habitual en la época, fueron una familia numerosa: 10 hijos. “Mi padre era tenista. Me hizo jugar al tenis toda la vida. Los proyectos que tenían eran los referidos al trabajo y al estudio, en especial para los varones; tres de ellos lo lograron; para las mujeres, se trataba de ser buenas madres. 

Personalmente, tenía sueños de grandeza para la patria, los plasmé en mis hijos y nietos”. “¿Qué dirían mis padres de la situación actual?: nos alentarían a que sigamos luchando por una patria mejor. No se vayan, es lo que dirían”, sostiene Ana. El padre de Nelly Aguilera (87), Francisco Aguilera, nació en Granada y con apenas un mes de vida emigró hacia Argentina con su familia. Era el año 1907. Su madre, Ana Valfre, nació en Buenos Aires. Partieron por la difícil situación económica europea. Buscaban progresar en la Argentina, vinieron por la perspectiva de un futuro lleno de posibilidades. Apenas terminada la primaria, empezaron a trabajar. 

 Tuvieron dos hijos, Nelly, y su hermano. Ella quiso ser bioquímica pero no la dejaron estudiar. Ese lugar fue para su hermano, que finalmente no se recibió. Ella debía quedarse en la casa ayudando a su madre. “Mi madre estaba metida en los comercios de mi padre, tanto en la Capital, como en el hotel que tuvieron en el Delta de Tigre, aunque desde la cocina. La suya era una vida más tranquila y casera, dedicada al marido y a los hijos”. Su padre era muy trabajador, autoritario, su hobby era la caza. “Íbamos a misa, al cine, y al teatro. Salíamos poco a comer. Las vacaciones no existían. Recién cuando cumplí 20 años, salí de viaje por primera vez”. 

 Nelly se casó a los 20 años, tuvo un hijo, que es universitario. “Para mí fue un progreso. Mis padres hicieron la América; hoy mis nietos se quieren escapar porque están tristes con la Argentina. Espero que esto se resuelva”. Los Obarrio se criaron en San Isidro. En esos tiempos, los niños jugaban en la calle, al aire libre, muy sueltos. Para medir el abismo en materia de seguridad con la situación actual, baste saber que Inés Petersen hizo toda la primaria yendo sola a la escuela: cruzaba la avenida Rivadavia, que en ese tiempo tenía tranvía, tomaba el tren en Liniers y bajaba dos estaciones después, en Ramos Mejía, desde donde caminaba 5 cuadras hasta el Colegio Ward. 

 Muchas mujeres eran relegadas a un segundo plano respecto del varón, al que estaba reservado el estudio en primer lugar. Pero eso no era una regla absoluta. “Aunque mi madre tenía debilidad por mi hermano Bent, nos mandaba a los dos a lavar los platos: un día me tocaba a mí, el otro a él. En eso nos educaron igualitariamente. Le daban muchísima importancia a nuestra educación y promovieron que los dos fuésemos a la universidad”, cuenta Inés Petersen. Y agrega: “No les interesó la política, pero sí recuerdo que mi padre se enojaba mucho por las promesas incumplidas: lo ponía loco que el gobierno no honrara sus compromisos. La falta de palabra era algo inaceptable para él. 

Él creía en la palabra. La otra cosa que le molestaba era la inestabilidad; el cambio constante de reglas y de contexto. Pero nunca pensaron en regresar. A pesar de que no se habían nacionalizado y se seguían sintiendo dinamarqueses, Argentina era su hogar. Mi padre era feliz en Argentina, le gustaba mucho.” Los inmigrantes de ultramar, al igual que los migrantes del interior del país, llegaban a una ciudad que reflejaba sus altas aspiraciones en la estética urbana: florecían en Buenos Aires los palacetes y mansiones, todo se construía con espíritu de grandeza y pensando a largo plazo.

 Las familias pudientes pero también los gobiernos importaban arquitectos de Europa para replicar aquí los mejores edificios, jardines y monumentos. Residencias de estilo español, francés o italiano rivalizaban en buen gusto. Carlos Thays diseñaba el parque Tres de Febrero, popularizado como Palermo, uno de los más grandes del mundo, que poco tenía que envidiar al parisino Bois de Boulogne. Hasta las esculturas eran importadas, cuando no los mismos escultores; Auguste Rodin pasó una temporada en Buenos Aires a comienzos del siglo XX y varias de sus creaciones están diseminadas por la ciudad.. La Capital se ornamentaba también con los monumentos obsequiados para el Centenario por las distintas colectividades ya presentes en el país.

 Como lo escribió Mario Chiesa en un artículo reciente, “fueron incorporados al patrimonio cultural e histórico de la Nación Argentina, en 1910, el monumento de los franceses, en 1914, el de los suizos, en 1916, el de los británicos –la Torre de los Ingleses–, en 1918, el de los alemanes –la Fuente alemana–, en 1921, el de los italianos, o “Monumento a Colón”, y en 1927, el de los españoles”. Se miraba hacia Europa y se copiaba lo mejor: el Teatro Colón (1908), el Plaza Hotel (1909), la Casa Gath y Chaves, el Palacio del Congreso, la avenida de Mayo... 

 “La armónica belleza que le da realce está dada por la reglamentación que actualmente rige solo para esta gran arteria moderna, referida a la altura mínima de la edificación”, dice Francis Korn en el libro citado sobre la avenida de Mayo, comentario que destaca con más crueldad aún que el caos normativo actual en las construcciones resulta de la ausencia de toda aspiración de estética urbana. “Mi madre, Armida, nació en 1913. Mi familia materna, los Vannelli, eran originarios de la Toscana -dice Fernando Petrella-. Eran arquitectos y vinieron alrededor de 1870, después de Urquiza, para construir las estaciones de ferrocarril. Estaban muy orgullosos de Argentina y nunca pensaron en volver a Europa.

 En los años 40, 50, yo los escuchaba expresar una gran esperanza y el orgullo de haber venido a la Argentina. Se ve que eran bastante buenos como arquitectos porque hicieron la obra del Ministerio de Agricultura, también el Ministerio de Hacienda cuyas piezas de mármol aguantaron la metralla en el bombardeo del 16 de junio del 55. También hicieron parte del autódromo, y el barrio Evita de Saavedra. Uno de mis tíos, Fernando, medalla de oro de Arquitectura, la conoció a Evita y contaba que ella nunca le pidió cosas raras ni que se afiliara al partido ni nada, para trabajar”. ¿Qué pensarían de la arquitectura de hoy? 

“Es lo que siempre le digo a la gente de la Ciudad: tienen que ser más cuidadosos en los permisos de construcción, se nota un descuido en los frentes de las casas; o deberían darles facilidades impositivas a los que construyen para que preserven los frentes”, dice Petrella. La triste arquitectura de hoy, con sus fachadas sin alma, pretendidamente modernas y en realidad vacías de sentido, no es más que el reflejo estético de la declinación de la voluntad de ser de una clase dirigente incapaz de encender la imaginación de los argentinos porque carece de sueños y de proyectos.

sábado, 15 de mayo de 2021

Los vuelos de la muerte en México: 50 años de impunidad y olvido

 

Una alianza criminal entre el Ejército y la policía emprendió en los setenta la misma práctica macabra de la guerra sucia en Argentina o Chile. EL PAÍS reconstruye el oscuro episodio con informes oficiales y voces de víctimas
DAVID MARCIAL PÉREZ México - 08 MAY 2021 - 22:49 GMT-3 A principios de los setenta, Apolinar Ceballos era un joven aprendiz de piloto que acababa de llegar a la base aérea militar de Pie de la Cuesta, en la costa de Guerrero. Una tarde, un profesor le acompañó a casa y le dijo que le habían elegido para una misión muy delicada. Le avisó de que vería cosas raras, pero que no preguntara y se limitara a cumplir órdenes, que con el tiempo lo iba a entender. Y lo más importante: prohibido contar nada a nadie. 

Ni a su familia.Su primera misión fue de madrugada. Él lleva el avión y su profesor hace de copiloto. Antes de despegar de la base escucha desde la cabina pasos en la parte de atrás. También escucha algunas voces: “Este paquete está pesadito”, “éste está ligero”. Pasada una media hora de vuelo, le ordenan que reduzca la velocidad, descienda lo más posible sobre el mar y espere instrucciones. Ceballos escucha esta vez cómo arrastran los bultos y abren una de las puertas. Después, alguien le grita: “Listo”. La misión había terminado. Aquellos paquetes, aquellos bultos que Ceballos escuchaba cómo los arrastraban en la parte de atrás del avión, eran los cadáveres de campesinos, maestros, activistas, estudiantes o médicos.

Cuerpos que acababan de ser ejecutados por la alianza criminal de la policía y Ejército mexicano y cuyo destino final era la tumba anónima del mar Pacífico. Víctimas de uno de los episodios más oscuros y poco conocidos de la guerra sucia en México, del que este año se cumplen cinco décadas. En marzo de 1971, arrancaba el llamado Plan Telaraña. “La misión principal será la localización y captura o neutralización, en su caso, de los grupos de maleantes, lo cual se logrará por medio de la constante búsqueda de información”, se lee en el informe secreto, ya desclasificado, al que ha tenido acceso EL PAÍS. El documento está firmado por el máximo representante del Ejército, el secretario (ministro) de la Defensa Nacional, Hermenegildo Cuenca Díaz, y va dirigido a las fuerzas castrenses del Estado de Guerrero. El general Hermenegildo Cuenca Díaz durante un informe. 

El general Hermenegildo Cuenca Díaz durante un informe.La sombra de la represión ya se cernía sobre los militares desde la matanza de Tlatelolco en 1968, pero el Plan Telaraña marca el inicio de la persecución sistemática y homicida contra la guerrilla o cualquier disidente como parte de una política de Estado implantada por los gobiernos de hierro del PRI hasta, al menos, finales de los años ochenta. La guerrilla mexicana, que a diferencia de otras experiencias como la cubana, fue protagonizada y liderada por los más pobres y olvidados, ilustra también las contradicciones del particular régimen priista: mientras abría los brazos a los refugiados políticos de las dictaduras chilenas o argentinas, en su propia casa aniquilaba en silencio cualquier intento de contestación social. 

 Un trauma aún no superado en México, que no ha cumplido con los mínimos estándares internacionales de la llamada justicia transicional, dedicada a responder a violaciones generalizadas a los derechos humanos a través de iniciativas de reconocimiento, memoria y reparación por parte del Estado. Una herida sin cerrar que además ha quedado solapada por la crisis actual provocada por el narcotráfico. Ni siquiera existe una cifra oficial de desaparecidos por la violencia política. La precaria Comisión de la verdad de Guerrero cifró en 2014 el número de desaparecidos en 788. Pero registros más recientes apuntan a más de 900. Más lagunas hay todavía en relación con las víctimas de los vuelos de la muerte, un fenómeno que sigue rodeado de opacidad e imprecisiones. Los testimonios van del centenar de desaparecidos a más de un millar.

 En el centro del agujero negro aparece la figura del siniestro general Arturo Acosta Chaparro, aupado a jefe de la policía de Guerrero, epicentro de la guerra sucia. En 2002, fue acusado por un tribunal militar de asesinar y arrojar al océano al menos a 143 personas. Nunca fue condenado en firme. Se retiró con honores y pasó sus últimos días entre acusaciones, esta vez por narcotráfico. Hasta que en 2012 dos sicarios en motocicleta le descerrajaron tres tiros en la cabeza a plena luz del día. Tenía 70 años. Mario Arturo Acosta Chaparro durante el Consejo de Guerra que le juzgó en octubre de 2002 por su participación con el narcotráfico. Mario Arturo Acosta Chaparro durante el Consejo de Guerra que le juzgó en octubre de 2002 por su participación con el narcotráfico.OSWALDO RAMÍREZ / CUARTOSCURO Al sumario de aquel juicio pertenecen los testimonios del aprendiz de piloto Ceballos y de otros militares que trabajaron bajo sus órdenes. Chaparro no solo era el cerebro de la represión. Tenía la costumbre de ejecutar él mismo a sus víctimas. Siempre del mismo modo. Un disparo en la nuca con un revólver calibre 380. Tras la ejecución, se les colocaba sobre la cabeza una bolsa de nailon atada al cuello para evitar que quedaran rastros de sangre. A continuación, metían los cadáveres dentro de costales de lona junto con unas piedras. 

Después se cosían y eran transportados en carretilla hasta el avión. Chaparro siempre usaba la misma pistola para las ejecuciones, bautizada como La espada justiciera. El mecánico militar Monroy Candía declaró en el juicio que participó en 15 viajes, cargando un total de 120 cadáveres. Chaparro iba a bordo y era quien daba las órdenes. Una de ellas fue retirar la puerta lateral derecha del avión para facilitar las maniobras. Monroy declaró también que en alguna ocasión los cuerpos dentro de los sacos aún se movían. Eran arrojados vivos al mar. El capitán Roberto Hicochera también reconoció su participación. Según la transcripción de su declaración, desde que llegó “no quiso preguntar ni inmiscuirse en nada, porque había rumores de que el avión Arava se usaba para arrojar gente al mar”. Sólo dijo saber que hacían vuelos de madrugada, mar adentro, y que en un determinado punto disminuían la velocidad y luego regresaban. Lujo y sangre en Acapulco Acapulco se había convertido desde los cincuenta en el lugar de recreo de la jet set de Hollywood. 

Por sus playas era habitual ver a Bette Davis, Rita Hayworth o Cary Grant. Dos décadas después, aún seguían viajando a por sus margaritas Frank Sinatra o John Wayne, que llegó a comprar su propio hotel. Una de las terrazas del Flamingos, elevado entre los riscos, tiene una vista larga que llega hasta la bahía de Pie de la Cuesta y su base área militar. A menos de media hora en coche del refugio dorado de John Wayne, estaba el lugar donde el general Chaparro y sus secuaces cometían sus atrocidades. La base militar de Pie de la Cuesta fue uno de los centros de detención y tortura, además de la lanzadera para los aviones de la muerte. “Es el lugar donde perdemos la pista de mi mamá. 

Por eso creemos que pudo desaparecer en los vuelos”, cuenta Alicia de los Ríos, hija de una dirigente guerrillera de la época. Del mismo nombre que su hija, De los Ríos fue detenida en enero de 1978 en el antiguo Distrito Federal por la Brigada Blanca, uno de los grupos especiales contrainsurgentes compuestos por militares y miembros de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía política del PRI. Una avioneta pintada a las afueras de la base aérea militar de Pie de la Cuesta, en la costa de Guerrero, el 6 de mayo de 2021. Una avioneta pintada a las afueras de la base aérea militar de Pie de la Cuesta, en la costa de Guerrero, el 6 de mayo de 2021.TERESA DE MIGUEL Su hija, que lleva litigando contra el Estado mexicano desde hace casi 20 años, conoce el último paradero de su madre por las declaraciones de otro detenido, Alfredo Medina Vizcaíno, capturado en Ciudad Juárez el mismo año. El documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, confirma como los detenidos de distintas partes del país eran llevados a la base militar de Pie de la Cuesta, “que está enclavada a orillas del mar”. Vizcaíno relata el patrón de las torturas -inmersiones en agua, descargas eléctricas, golpes con barras de hierro- y añade que les metieron “en un cuarto de baño donde permanecieron hasta el día siguiente”. Al salir se encontraron con De los Ríos. Era mayo de 1978, tenía 25 años y a partir de ahí nadie sabe nada más.

 Las fechas coinciden con el periodo en el que se efectuaron los vuelos, según uno de los pocos informes oficiales: 30 vuelos en total entre 1975 y 1979. La misma época en la que en las dictaduras del sur del continente siguieron de manera sistemática la misma práctica. “Mi mamá vivió un proceso de radicalización muy frecuente en la época. Venía de una familia campesina, empezó con el activismo pero acabó en la lucha armada influenciada por la experiencia cubana”, explica su hija. En 1960, Guerrero era el Estado más pobre de México. Más de tres cuartes parte de la población se dedicaba al campo y el 60% era analfabeta. El germen de las guerrillas en México fue la acción política por las vías institucionales bajo la bandera de la reforma agraria y el acceso a la educación, ideales de la revolución de hacía 50 años secuestrados por el régimen autoritario priista.

 El profesor Genaro Vázquez, uno de los líderes guerrilleros, llegó a presentarse a las elecciones de 1962, taponadas sin solución por el partido único mexicano. En 1968, los humildes profesores guerrerenses tomaron las armas contra “la oligarquía del PRI, que era juez y parte en los actos electorales”, según sus propias declaraciones recogidas en documentos desclasificados de la DFS. Vista panorámica de la base aérea militar de Pie de la Cuesta, en la costa de Guerrero, el 6 de mayo de 2021. Vista panorámica de la base aérea militar de Pie de la Cuesta, en la costa de Guerrero, el 6 de mayo de 2021.TERESA DE MIGUEL El secuestro en 1974 del candidato del PRI a gobernador de Guerrero Ruben Figueroa por parte de Lucio Cabañas y su Partido de los Pobres, otro grupo de maestros levantados en armas, intensificó aún más la represión. Asediado en la sierra, Cabañas muere poco después. Y ya con Figueroa como gobernador y Chaparro como su mano derecha, se precipita la creación de otro escuadrón de policías y militares: el Grupo Sangre. Entre sus objetivos estaban “vengar insultos al gobernador, personas que han tenido problemas con el Ejército o traficantes de drogas”, según en informe de la Comisión de la Verdad. 

La ofensiva incluyó, de acuerdo con otro informe militar, un dispositivo de helicópteros que descargaban munición sobre las comunidades: “Se continúan efectuando reconocimientos precedidos por fuego de morteros sobre cañadas y arroyos”. El informe de la Comverdad sostiene que las autoridades tuvieron facultades “prácticamente ilimitadas” con el fin de exterminar a la guerrilla. “Entre los detenidos había incluso menores de edad, y algunos de ellos permanecieron ahí solamente por ser familiares de líderes guerrilleros o supuestos simpatizantes”. Los procedimientos de tortura también se extremaron, tal y como subrayan numerosos informes de la Comisión de los Derechos Humanos y confirma la declaración de Medina Vizcaíno a la que ha tenido acceso EL PAÍS: los detenidos “eran amarrados a una tabla y sumergidos en el terrible “pocito” (pila llena de aguas negras) quedando muertos algunos de ellos desangrados. 

O de la forma más simple, que era la de darles un balazo en la cabeza”. De nuevo, La espada justiciera del general Chaparro. Cuentas pendientes “Pensé que a mí también me iba a dar el tiro en la nuca”, recuerda por teléfono desde Acapulco Rogelio Ortega, un profesor de la Universidad Autónoma de Guerrero de 65 años que, de joven, también se cruzó con el siniestro general. En 1977, lo secuestraron cuando salía de casa de su madre. Encapuchado y atado de pies y manos lo llevaron a una de las cárceles clandestinas. En una celda diminuta, en la que no cabía tumbado, con luz encendida las 24 horas y el ruido de una radio a todo volumen, pasó 15 días. Chaparro dirigía los interrogatorios. “Mi celda era la segunda después de la sala de tortura. Me llegaba el olor a sangre”. Rogelio Ortega en su oficina en Acapulco (Guerrero), el 6 de mayo de 2021. 

Rogelio Ortega en su oficina en Acapulco (Guerrero), el 6 de mayo de 2021.TERESA DE MIGUEL Tenía 25 años y había militado en la guerrilla, pero para entonces ya había abandonado la lucha armada. Gracias a la presión de su madre, otra histórica maestra guerrerense, logró que lo soltaran. “Esperaron unos días a que me bajaron los moretones, me sacaron y me subieron en una camioneta”. Cuando iban por la carretera de la costa, Ortega pensó que lo llevaban a Pie de la Cuesta. Y cuando lo bajaron del coche, aún encapuchado y atado, pensó que lo iban a disparar. Antes de soltarlo, Chaparro le hizo una advertencia: “Te vas libre porque hay mucho ruido fuera, pero si eres de la guerrilla me voy a enterar y voy a volver a por ti”. Chaparro cumplió su amenaza. Menos de un año después, regresó por Ortega, que logró escapar por el tejado de la casa de seguridad donde estaba cobijado. Huyó del país: Nicaragua, París. Hasta que ya en los noventa pudo regresar a Guerrero: “Fue una especie de pacto por el que me dijeron que preferían tenerme en la universidad bien localizado que en la clandestinidad”. El caso de Ortega, que en 2014 fue nombrado gobernador interino del Estado durante unos meses, ilustra las cuentas pendientes de México con las víctimas de la guerra sucia. “No existe una política seria de esclarecimiento de aquel periodo. 

No hay ninguna sentencia contra los responsables y el Estado no ha hecho ni un solo reconocimiento público de que el Ejército participó en todo aquello”, apunta el abogado Santiago Aguirre, director del Centro Prodh, una de las organizaciones que lleva años impulsando las denuncias de las víctimas. Rogelio Ortega (al centro) en la época posterior a su detención y tortura en una cárcel clandestina de Acapulco. Rogelio Ortega (al centro) en la época posterior a su detención y tortura en una cárcel clandestina de Acapulco.ALFREDO CASTRO Aguirre pone como ejemplo los casos de Argentina, Uruguay o Guatemala, que purgaron su pasado con rigurosas Comisiones de la Verdad. Mientras define como fracasos iniciativas como la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, nacida tras la apertura democrática del 2000, o la Comverdad de Guerrero. Ambas torpedeadas desde otros poderes del Estado -Ejército, Fiscalía- y forzadas a dejar su trabajo a medias. El abogado señala también otra particularidad mexicana.

 “El nuevo contexto de la violencia del narcotráfico terminó de diluir que los desaparecidos son cosas del pasado. México necesita medidas extraordinarias para enfrentar una crisis de derechos humanos que hunde sus raíces en la guerra sucia y que no ha cesado desde entonces. Algo sin parangón en el continente”. Presencia del Ejército mexicano en la montaña de Guerrero. Presencia del Ejército mexicano en la montaña de Guerrero.DARIO LOPEZ-MILLS / AP Esa línea de continuidad también está encarnada en Rogelio Ortega. Antes de escapar al extranjero, se refugió unos meses en la escuela rural de Ayotzinapa. La misma escuela de donde salieron los 43 estudiantes desaparecidos en 2014 en manos, supuestamente, de una alianza de delincuentes y policías curruptos. La desaparición de los muchachos, pobres, venidos de un mundo rural olvidado y politizado y que derivó precisamente en el fugaz nombramiento de Ortega como gobernador, es considerada como uno de los acontecimientos que con más profundidad ha atravesado emocionalmente a México durante los últimos años y que hoy sigue sin una respuesta clara.

miércoles, 12 de mayo de 2021

REFUGIADOS Memorias de Siria de una refugiada de 113 años

 

Hamde Fares relata un siglo de historia de su país desde un campo de refugiados en Líbano adonde llegó hace ocho años huyendo de la guerra
Valle De La Bekaa (Líbano) - 11 MAY 2021 - 00:40 GMT-3 Los dedos nudosos de Hamde Fares van pasando ágilmente las cuentas de la masbaha, rosario musulmán, que sostiene con la mano izquierda. A cada poco, la anciana siria hace una pausa en su relato para murmurar alguna oración. Según su carné de identidad sirio ha cumplido 113 años, por lo que teóricamente tenía 105 cuando huyó de la guerra en Siria para convertirse en refugiada. 

Sentada sobre un colchón en el interior de la jaima que habita en el campamento informal de Tueli, al noreste de Líbano y colindante con la frontera siria, esta ganadera relata la última década de contienda en Siria, la era de mayor pobreza en más de un siglo de vida, asegura. Enjuta, la mujer carraspea con la garganta seca por no haber bebido agua en todo el día. A pesar de su edad, aún respeta el ayuno en este mes sagrado de Ramadán. Fares cruzó la frontera libanesa en 2013 acompañada de su hijo menor, Rasein, que hoy se sienta junto a ella y es el encargado de gritarle las preguntas al oído, sin mascarilla. “Nunca estudió, es una mujer simple y devota”, se disculpa el hijo a cada respuesta. Perdió la vista en 2001, justo cuando el oftalmólogo Bachar el Asad cumplía un año en el poder tras la muerte de su padre, Hafez el Asad. Naciones Unidas cuenta 865.000 sirios que viven como refugiados en Líbano, cifra que el Gobierno libanés eleva a 1,5 millones.

 De ellos, tan solo 50 superan los 100 años de vida, precisa Lisa Abou Khaled, portavoz de la Agencia para los Refugiados (Acnur). Fares es la más anciana entre los registrados tras otro compatriota de 119 años que “ni ve, ni oye”, asegura Abou Khaled. MÁS INFORMACIÓN La pesadilla de una guerra eterna en Siria La nueva guerra contra el ISIS La anciana tiene el oído duro, pero conserva la memoria intacta. “Antes no había fronteras, yo llevaba mi ganado de un lado a otro sin problemas”, recuerda en una entrevista el pasado 22 de abril. Por “antes”, se refiere a principios del siglo pasado. En invierno caminaba durante semanas para llevar a sus camellos y vacas a pastar en Al Badia, el desierto sirio en el centro del país. En verano lo hacía en la provincia de Homs y en los prados del valle de la Bekaa libanés, mucho antes de que Francia y el Reino Unido acordaran en 1916 la partición de Oriente Próximo en zonas de control directo e influencia.

 Una línea separó entonces las tierras donde pacían los animales de Fares dividiendo a Líbano y Siria de lado y lado. Entonces, la beduina y su familia dejaron de ser nómadas para asentarse en su poblado de Homs. Su familia es de Naharíe, un pequeño poblado en la periferia de la ciudad de Qusseir (Siria), aunque Fares seguramente llegó al mundo en el invierno de 1908, porque su carné de identidad marca Al Badia como lugar de nacimiento ese año. Precisamente allí es donde le sorprendió la salida de las tropas francesas cuando en 1946 Siria dejó de ser un mandato galo para convertirse en país independiente. “Cuando volvimos de Al Badia al pueblo no quedaba ni un francés”, recuerda. Para los beduinos, la identidad no dependía entonces de un documento emitido en Damasco sino de los tatuajes que aún marcan la curtida piel de esta mujer en entrecejo y barbilla, símbolos de pertenencia a la tribu Nughim. El registro oficial llegó más tarde. 

 A sus 113 años, Hamde Fares es una de las refugiadas sirias de Líbano más longevas. Otros 50 desplazados, entre más de 865.000 refugiados, superan el siglo de vida. A sus 113 años, Hamde Fares es una de las refugiadas sirias de Líbano más longevas. Otros 50 desplazados, entre más de 865.000 refugiados, superan el siglo de vida.NATALIA SANCHA GARCÍA Para esta mujer la historia de Siria tampoco se define por preferencias políticas o libertades sociales que guían los debates de sus nietos, sino por sequías, impuestos, confiscaciones de ganado y trabas en el movimiento para pastorear. En la época de los franceses, asegura, ellos eran los únicos que tenían vehículos. “Los tiempos han cambiado”, prosigue la anciana, “porque ahora los ganaderos transportan sus animales en camiones”. La salida de los franceses abrió una era de inestabilidad política y económica, continúa Fares.

 Para ella, la llegada de Maamoun al Kuzbari en 1952 como vicepresidente, supuso una mejora en la calidad de vida. Ninguno de los presentes en la tienda, entre los dos hijos y varios de los más de 100 nietos y biznietos, sabe quién es Kuzbari. Los más jóvenes se pelean por un móvil para buscar el nombre en Google. Sin embargo, a la pregunta de qué opina de la entrada del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en la guerra, la anciana responde: “¿Quiénes son esos?”, desatando las carcajadas de los presentes. De los cinco hijos que parió, dos fallecieron por causas naturales. Su marido hace ya más de medio siglo largo que murió. El resto, están todos refugiados en varios campamentos de Líbano. La de Qusseir fue una de las batallas más duras de la guerra y la localidad está hoy tomada por milicianos libaneses de Hezbolá. Retornar resulta imposible. De los 3.000 vecinos del pueblo, solo unos 30 han permanecido en sus casas.

 Los demás se han desperdigado en busca de refugio en países vecinos o en Europa, apunta su hijo Rasein. La inestabilidad política fue una constante en el país levantino, rememora la centenaria: “Los dirigentes no duraban ni seis meses”. Así resume la era entre 1949 y 1970, donde se sucedieron ocho golpes de Estado. El último llevó al poder a Hafez el Asad sentando un periodo de estabilidad a base de mano de hierro. “Al principio todo fue muy bien con Hafez, y la vida mejoró. Tuvimos acceso a hospitales y los jóvenes fueron educados”, cuenta la refugiada. “Luego llegó el miedo”, retoma. Votó al mandatario firmando en cada escrutinio “con el dedo gordo untado en tinta”. Hafez ganó cuatro comicios seguidos con entre el 99,9 y el 100% de los votos. 

Fares no votará el próximo 25 de mayo en el que se prevé que Bachar gane sus cuartos comicios como presidente en un país devastado por una década de guerra, arruinado económicamente y sumido en la pandemia. Aferrada a su masbaha, Fares asegura que no teme a la covid-19. De hecho, ha rehusado ser vacunada. “Tengo la piel delicada y temo una reacción cutánea”, dice. Los últimos 10 años de contienda son solo un pasaje en la memoria de esta mujer, pero el más triste, dice: “Antes siempre había algo que comer, ahora los sirios pasan hambre”. La ceguera le impidió ver nada de lo que ocurría, pero sí pudo oír el estruendo de las bombas y vivir en sus carnes la penuria de convertirse en refugiados dependientes de la ayuda de la ONU en una tierra hoy ajena donde le llevaron sus hijos, opuestos al régimen.

 La misma donde antaño pastoreaba a su ganado. Se dice afortunada porque, si bien ya no tiene ni animales ni tierras, vive rodeada de su familia, aunque sea hacinada en una jaima. La ceguera la ha condenado a pasar los días tumbada sobre un colchón. Vestida de negro y con la cabeza cubierta por un manto, acepta levantarse y caminar unos pasos para posar ante la cámara. Lo hace a paso lento aunque sin mucha ayuda al tiempo que cuenta cuánto echa de menos los albaricoques, los higos y los pistachos de su pueblo. Un pueblo al que, “si Allah así lo desea”, puede que un día regrese.

viernes, 7 de mayo de 2021

Mentiras y verdades de la vida de Evita antes de conocer a Perón: una infancia dura, el sueño de ser actriz y el cachetazo que no fue

 Se cumplen 102 años del nacimiento de Eva Perón. Durante décadas se repitieron algunos mitos sobre su niñez y juventud, su llegada a Buenos Aires y la fama de “difícil” con sus colegas en los sets de filmación. Aquí, un retrato quien fue antes de conocer a Juan Perón en el Luna Park

La intensidad y el vértigo con que se desarrollaron los últimos años de su vida –a lo que se sumó el silencio obligado sobre su figura que impuso la llamada Revolución Libertadora– provocaron que durante mucho tiempo la infancia y la juventud de Eva María Duarte y su trayectoria artística hasta conocer a Juan Domingo Perón quedaran envueltas no sólo en una nebulosa de imprecisiones, sino que permitió que se hicieran correr historias falsas sobre esas etapas.

Esos relatos le hacen vivir una infancia mucho más difícil -casi la de una marginal- que la que realmente tuvo, tergiversan lo que realmente ocurrió durante el velatorio de su padre, la instalan como una aventurera que no repara en los medios para construir su carrera artística en Buenos Aires y la muestran como una actriz mediocre y oportunista, siempre segundona, siempre con poco trabajo.

Evita (izq) con sus hermanos mayores en el carnaval de 1921.
Evita (izq) con sus hermanos mayores en el carnaval de 1921.

Se podría decir que la mayoría de esos relatos -todos posteriores a su muerte, la mayoría de ellos elaborados luego de la caída de Perón- apuntan a construir una antiheroína para contraponerla a la figura emblemática de “Abanderada de los humildes” a la que la catapultó su vida política.

Sin embargo, los testimonios de quienes la conocieron cuando todos la llamaban “Cholita” en Los Toldos o en Junín, o de quienes trabajaron con ella en Buenos Aires, muestran a otra Evita, más real, más cierta, de carne y hueso.

Evita (der) con su hermana Erminia
Evita (der) con su hermana Erminia

“Cholita”

Eva nació el 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, provincia de Buenos Aires y fue la menor de los cinco hijos que tuvieron el estanciero Juan Duarte y Juana Ibarguren. Como todos sus hermanos -Blanca, Elisa, Juan y Erminda- fue anotada, según la legalidad de la época, como “hija natural”, es decir, por fuera del matrimonio, ya que Duarte tenía otra familia “con papeles” en Chivilcoy.

“Cholita”, como le decían, vivió sus primeros años en una de las estancias de Duarte y más tarde se mudó con su madre y sus hermanos a Los Toldos, donde Juana trabajó como costurera. Duarte los visitaba asiduamente, pero en el pueblo Juana estaba marcada como “concubina” y eso hizo sufrir más de un desprecio a su familia.

Eva Duarte (izq) en su comunión, en 1926.
Eva Duarte (izq) en su comunión, en 1926.

“Desde que yo me acuerdo, cada injusticia me hace doler el alma como si se me clavase algo en ella. De cada edad guardo un recuerdo de alguna injusticia que me sublevó desgarrándome íntimamente”, contaría Eva muchos años después en La Razón de mi Vida.

Más allá de la discriminación pueblerina, en Los Toldos la familia no pasaba penurias. Juana trabajaba y Duarte aportaba dinero para la manutención de sus hijos.

Foto escolar del 5.º grado en el que se encontraba Eva Duarte, Junín, 1933. Eva está sentada a la izquierda.
Foto escolar del 5.º grado en el que se encontraba Eva Duarte, Junín, 1933. Eva está sentada a la izquierda.

La situación cambió radicalmente el 8 de enero de 1926, cuando el padre de Eva -por entonces una nena de 6 años- murió en un accidente automovilístico. A partir de ese momento la familia sí conoció situaciones de pobreza que por momentos fue extrema. Eva heredaba la ropa que le quedaba chica a sus hermanas o que le regalaban los vecinos y jamás recibía nada nuevo.

Esa situación la marcó para siempre:

“La limosna para mí fue siempre un placer de los ricos; el placer desalmado de excitar el deseo de los pobres sin dejarlo nunca satisfecho. Y para eso, para que la limosna fuera aún más miserable y más cruel, inventaron la beneficencia y así añadieron al placer perverso de la limosna el placer de divertirse alegremente con el pretexto del hambre de los pobres. La limosna y la beneficencia son, para mí, ostentación de riqueza y de poder para humillar a los humildes”, contaría.

Eva Duarte, con 15 años, recién llegada a Buenos Aires.
Eva Duarte, con 15 años, recién llegada a Buenos Aires.

La verdad sobre un velorio

Un relato que siempre se tomó como cierto –quizás porque se hizo famoso a partir de la película “Evita”, de Alan Parker– es que la pequeña Eva quedó marcada para siempre por el maltrato que recibió junto a su madre y hermanos en el velorio de su padre por parte de su “legítima” viuda.

La historia es sin embargo falsa. Es cierto que Juana Ibarguren viajó a Chivilcoy junto a sus cinco hijos para asistir al velorio, pero para entonces, la esposa “legal” de Duarte llevaba cuatro años muerta.

Una de las primeras fotos promocionales de Evita en Buenos Aires
Una de las primeras fotos promocionales de Evita en Buenos Aires

“La familia ‘legítima’ –y no, como se ha dicho erróneamente, su esposa, que había fallecido hacía cuatro años– no se opuso a tolerar la presencia de la familia de Los Toldos. Los testimonios coinciden en un pequeño episodio con una de las hijas, que fue superado; los otros Duarte y la pequeña Ibarguren pudieron besar a su padre antes de que cerraran el féretro y acompañar el cortejo fúnebre. Esto le quita al episodio el carácter de fundamental y predestinante que se le pretendió dar”, relata Felipe Pigna.

De Los Toldos a Junín

En 1930, Juan decidió dejar Los Toldos en busca de un mejor horizonte económico en Junín. Allí se instalaron en una casa de la calle Winter 90 y, aunque siguieron pasando estrecheces económicas, la situación mejoró un poco. Blanca, la mayor de las hermanas, se recibió de maestra y empezó a aportar su sueldo al hogar, para sumarlo a lo que ganaba su madre como costurera. Elisa consiguió empleo en la Oficina de Correos y Juancito aportaba los pesos que ganaba como cadete de una farmacia.

Los primeros años de Eva en Buenos Aires fueron duros. Luego consiguió un contrato para un radioteatro auspiciado por un jabón y su situación mejoró
Los primeros años de Eva en Buenos Aires fueron duros. Luego consiguió un contrato para un radioteatro auspiciado por un jabón y su situación mejoró

Erminda y “Cholita” iban a la escuela. Eva no era buena alumna y cuando llegó a Junín, con 11 años, venía de repetir segundo grado. Su maestra de tercer grado en la Escuela N°1 de Junín la recuerda así: “Tuve por alumna a Eva Perón, que por aquel entonces se llamaba Eva Ibarguren. Pero no me acuerdo bien de ella. Era una chica común, una alumna más. No se destacaba por nada especial. Repitió segundo grado. Era buena en labores y canto, pero era muy faltadora”.

Su condición de “hija natural” no le facilitaba las cosas: “Me parece recordar que las madres aconsejaban a sus hijos no acercarse mucho a ella y a sus hermanas”, relató la misma maestra.

Eva Duarte en 1939. Fotografía de Annemarie Heinrich.
Eva Duarte en 1939. Fotografía de Annemarie Heinrich.

Lo único que parecía gustarle a la hija menor de Juana Ibarguren era recitar poesía. “El 20 de octubre de 1933 participó en la obra Arriba Estudiantes, gracias a que Erminda pertenecía a un grupo escolar que organizaba representaciones teatrales. Poco después hizo su debut artístico recitando el poema ‘Una nube’, de Gabriel y Galán. Fue frente a un micrófono de la casa de música de Primo Arini, que transmitía a través de altoparlantes el programa ‘La Hora Selecta’, que alteraba el silencio de Junín todas las tardes a las siete”, cuenta Pigna.

Pero Junín asfixiaba a Eva Duarte y se fue ni bien tuvo oportunidad.

Otra imagen de la producción para Annemarie Heinrich
Otra imagen de la producción para Annemarie Heinrich

Las luces de Buenos Aires

Otro de los falsos relatos sobre la vida de Eva Perón dice que a los 15 años se fue de su casa y viajó sola a Buenos Aires para probar suerte en el mundo del espectáculo. No fue así, sino como pudo reconstruir el crítico e investigador teatral Roberto Famá Hernández:

“Viajó a Buenos Aires en compañía de su madre, para hacer una prueba en Radio Nacional. Eva regresó pocos días después con su madre a Junín esperando que la llamaran de la radio. Al no obtener respuesta, decidió volver igual a la capital, donde ya estaba su hermano Juan cumpliendo el servicio militar”, relata.

Evita en una sesión fotográfica de Anne Marie Heinrich, c. 1940.
Evita en una sesión fotográfica de Anne Marie Heinrich, c. 1940.

Juan Duarte no fue el único que lo tuvo bajo su cuidado en Buenos Aires, sino también el cantor Agustín Magaldi y su esposa. El cantor fue el primero en abrirle las puertas del mundo del espectáculo. “No hay duda alguna sobre ello, porque fue él quien me la presentó para que le diera una mano en su carrera teatral” , contará años después el periodista Edmundo Guibourg.

Los primeros trabajos

Fue precisamente Guibourg quien le dio una carta de recomendación que le permitió conseguir su primer trabajo teatral en el elenco de “La señora Pérez”, obra escrita por Ernesto Mersili y dirigida por Joaquín de Vedia en el Teatro Comedia. Corría 1935.

Eva Ibarguren, en una foto de sus años como actriz
Eva Ibarguren, en una foto de sus años como actriz

En el elenco había importantes figuras de la época, como Irma Córdoba, Ernesto Serrano, un promisorio Ángel Magaña y Eva Franco. En su libro Cien Años de Teatro en Los Ojos de Una Dama, Eva Franco recuerda así aquel primer día de ensayo con Evita:

“El primer día de ensayo me presentaron a una joven debutante; era una muchacha alta, muy delgada, de cabello oscuro, tímida como toda principiante. Me saludó con un ‘Mucho gusto de conocerla, señora’ y yo le respondí con un ‘Bienvenida a la compañía’”’

Cuando se estrenó la obra, la joven Evita Duarte obtuvo su primera mención en un diario, apenas una línea en Crítica: “Muy correcta en sus breves intervenciones Eva Duarte”, decía.

Ese mismo año participó en dos obras más: “Cada hogar un mundo” y “Madame Sans Gené”, donde Evita tuvo dos papeles, Julia y Madame Basano, ambos personajes de poco relieve.

A principios de 1936 emprendió su primera gira teatral con la compañía de comedias que José Franco armó con Pepita Muñoz y Eloy Álvarez, por Rosario, Mendoza y Córdoba. La obra era “el beso mortal”, Louis Gouraviec.

Eva Duarte, 1943.
Eva Duarte, 1943.

Mucho trabajo no significaba necesariamente mucho dinero, ni siquiera el suficiente para cubrir las necesidades mínimas. “Con mucha suerte, los actores de la categoría de Evita ganaban de 60 a 100 pesos mensuales, trabajando dos funciones diarias y tres los domingos y días de fiesta. Teniendo en cuenta que un litro de aceite Ybarra costaba $8,50, un traje de hombre $75,00, y un vestidito cualquiera de mujer unos $50,00, apenas les alcanzaba para vivir y casi nunca para pagar las deudas que podían acumular en los meses sin trabajo. Si un actor conseguía vivir al día, podía considerarse afortunado”, calcula el crítico Famá Hernández en su trabajo Evita. Así fue su vida artística.

Eva Duarte en "La Dama El Caballero y El Ladrón"
Eva Duarte en "La Dama El Caballero y El Ladrón"

De regreso en Buenos Aires, obtuvo el papel de la Señorita Wade en “La Dama, el Caballero y el Ladrón”, de Francisco Mateos Vidal. El autor contaría después una anécdota que muestra que por entonces Evita Duarte no confiaba mucho en su futuro. Al terminar el estreno, Mateos Vidal fue a saludarla al camarín y la encontró angustiada.

-¿A usted le parece, Mateos, que voy a triunfar? – le preguntó.

-Usted recién empieza, es cuestión de tiempo – fue la respuesta.

Una carrera ascendente

A mediados de 1937, después de formar parte del elenco de la obra “La Nueva Colonia”, que no duró ni quince días en cartel, Eva participó en un concurso organizado por la revista Sintonía cuyo premio era un pequeño papel en la película “¡Segundos Afuera!”, interpretando a la humilde novia de barrio de un boxeador (Pedro Quartucci). Tuvo pocos minutos en pantalla y la película no trascendió, aunque recibió buenas críticas y fue un primer paso en su salto del teatro al cine.

Carnet de afiliación de Eva Duarte a la Asociación Argentina de Actores en 1939.
Carnet de afiliación de Eva Duarte a la Asociación Argentina de Actores en 1939.

Más tarde participaría en papeles secundarios en “La carga de los valientes”, “El más infeliz del pueblo” y “Una novia en apuros”, películas en las que trabajó con figuras como Pedro Quartucci, Luis Sandrini y una ascendente Mirtha Legrand.

Al mismo tiempo siguió participando en obras de teatro, en radioteatros e incluso trabajó como locutora.

En 1942 la carrera de Evita Duarte finalmente se estabilizó al ser contratada por la Compañía Candilejas, auspiciada por la empresa Jabón Radical, que difundiría todas las mañanas por Radio El Mundo un ciclo de radioteatros. Ese mismo año también fue contratada por cinco años para realizar diariamente por la noche, un radioteatro llamado Grandes mujeres de todos los tiempos, en el que se dramatizaban las vidas de mujeres famosas.

Eva hizo varias producciones vestida con camisetas de fútbol
Eva hizo varias producciones vestida con camisetas de fútbol

Dos postales de Eva

Los recuerdos de sus empleadores y compañeros parecen desdecir la imagen de actriz conflictiva con la que muchas veces se caracterizó a Eva Duarte.

Pierina Dealessi la recuerda así: “Conocí a Eva Duarte en 1937. Ella se presentó tímidamente: quería dedicarse al teatro. Vi una cosita tan delicadita que le dije a José Gómez, representante de la compañía donde yo era empresaria, que le diera ubicación en el elenco. Era una cosita tan etérea, que le pregunté: ¿Damita joven, verdad? Su respuesta afirmativa sonó muy baja, tímidamente. Su figura era monísima. La chica se llevaba bien con todos. Tomaba mate con sus compañeras. Lo preparaba en mi camarín. Ella vivía en pensiones, era muy pobre, muy humilde. Venía temprano al teatro, charlaba con todos, reía, compraba bizcochitos. Yo la veía tan delgadita, tan débil que le decía: ¡Tenés que cuidarte, comer mucho, tomá mucho mate que eso te hace muy bien! Y yo le ponía leche al mate”.

Era una suerte de consagración lograr ser la tapa de Radiolandia.
Era una suerte de consagración lograr ser la tapa de Radiolandia.

Otro actor que compartió escenarios con ella, Marcos Zucker, dijo de ella: “Tenía la misma edad que yo. Era una muchacha con ganas de sobresalir, agradable, simpática y muy buena amiga de todos, especialmente mía, porque después, cuando tuvo oportunidad de hacer radioteatro en ‘Los jazmines del ochenta, me llamó para trabajar con ella. A pesar de todo lo que se dice por allí, los galanes teníamos poco trato, dentro del teatro, con las chicas. Sin embargo, yo era muy amigo de ella y guardo muy buenos recuerdos de aquel período de nuestras vidas. Los dos estábamos en la misma porque recién empezábamos y necesitábamos sobresalir, abrirnos camino”.

El cachetazo que no fue

Le penúltima película de la que participó Evita Duarte fue “La cabalgata del circo”, de 1945, dirigida por Mario Soficci y protagonizada por Libertad Lamarque y Hugo del Carril. Con el tiempo, la película no quedó en el recuerdo por la historia que contaba ni por las actuaciones sino por un supuesto episodio en el que Libertad Lamarque, enojada con Eva por su impuntualidad, le dio un cachetazo.

Eva Duarte y Libertad Lamarque en La cabalgata del circo, 1945.
Eva Duarte y Libertad Lamarque en La cabalgata del circo, 1945.

Como tantos otros sobre la vida de quien sería Eva Perón resultó falso y fue desmentido por la propia Libertad Lamarque, cansada de que siempre le preguntaran sobre el mismo tema:

“No quiero que la gente siga preguntando si le pegué una cachetada o no a Evita. Todo fue muy distinto... Ella no cumplía con su trabajo. Y eso a mí me molestaba. Por su retraso en la filmación de La cabalgata del circo yo debía esperar horas y horas. Eva, mientras todo el grupo de trabajo estaba ya en el set, se quedaba almorzando con el director de la película o el productor. Siempre estaba rodeada de hombres del ambiente. Estaba todo listo para rodar la escena y ella no aparecía. Llegó un momento en que nos agotamos. Hugo del Carril prefirió quedarse de pie, pero yo me fui a sentar, allí mismo, sin moverme de mi sitio. De pronto alguien dijo ‘ahí viene Eva’ y se alborotó el avispero. Por primera vez le dirigí la palabra. Haciendo una enorme reverencia, doblándome en dos todo lo que pude, lo que me permitía el corsé que lucía durante el rodaje, le dije: ‘Buenas tardes...’ Lo dije así, con furia, desde el alma. Ella se frotó las manos y, un poco nerviosa, miró a un lado y al otro y dijo ‘Bueno, vamos...’ De alguna manera, gracias a mi pelea con Evita, conquisté América De no haber sido así, Libertad Lamarque hubiera quedado en el anonimato”, contó.

Después de esa película, Eva filmó la que sería su primer protagónico “La pródiga”, dirigida por Mario Soficci y con Alberto Closas como coprotagonista.

No llegó a estrenarse, porque muy pronto la vida de Evita Duarte cambiaría radicalmente.

El terremoto y el encuentro

La noche del 15 de enero de 1944, un terremoto de gran magnitud – 7,4 grados en las mediciones de la época, que con la escala actual sería de 9 – destruyó la ciudad de San Juan. Su duración fue de apenas 30 segundos, pero mató entre 7 y 10 mil sanjuaninos, hirió a unos 20 mil, y redujo a ruinas más de 13 mil viviendas.

El entonces secretario de Trabajo y Previsión Social, coronel Juan Domingo Perón, fue el encargado de organizar la ayuda para las víctimas y convocó a realizar festivales solidarios para recaudar fondos. En pocas semanas se recaudaron más de 12 millones de pesos de la época,

Una de las primeras fotografías de Evita con Perón, en 1944, publicada por historiadelperonismo.com
Una de las primeras fotografías de Evita con Perón, en 1944, publicada por historiadelperonismo.com

Los artistas más famosos de radio, el teatro y el cine participaron activamente con colectas callejeras. Entre las que más activamente participaron se encontraban las dos protagonistas de la historia del falso cachetazo: Libertad Lamarque y Evita Duarte.

El festival más grande, con la participación de las más importantes figuras, tuvo lugar en el estadio Luna Park de Buenos Aires el 22 de enero.

Casualidad o no, en un momento de la noche la joven actriz Evita Duarte se sentó en la butaca que había quedado momentáneamente vacía al lado del ascendente coronel Juan Domingo Perón.

De ahí en más comenzó otra historia.

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