Es en Calahorra, la antigua Calagurris, importante ciudad romana en el año 30 a.C.
Está enmarcha un complejo proceso de consolidación del descubrimiento de unas termas que ocupaban más de 600 metros cuadrados, con una piscina de agua caliente de unos 6 metros de largo.
A veces basta con cavar unos centímetros en cualquier obra por pequeña que sea y surgen importantes monumentos históricos.
Los restos de la antigua Calagurris Iulia Nassica llevan miles de años enterrados bajo las calles y casas de Calahorra, la segunda mayor ciudad de la provincia española de La Rioja.
Sus vecinos tenían a escasos centimetros del suelo por el que andaban todos los días las termas romanas localizadas en la calle Eras.
Pero hay más infraestructuras romanas que aún se encuentran ocultas, como las cloacas, todo el sistema de saneamiento y alcantarillado subterráneo de la época.
En la calle San Andrés se excava un tramo de esta importante infraestructura.
Formaba el sistema de drenaje del siglo I D.C., un avance de primer nivel en la época.
Muy cerca de allí, en la calle Arrabal, se han descubierto los restos de un puente de piedra de la época medieval. Tenía siete ojos y se cree que pudo apoyarse en una estructura romana.
Calahorra es una ciudad construida por capas. El ayuntamiento calagurritano está empeñado en desvelar todo su pasado histórico. Aún queda mucho por descubrir.