lunes, 19 de julio de 2021
Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) se reunirá con el Intendente Moreira
La Delegación de la República Oriental del Uruguay de la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), se reunirá con el Intendente de Colonia, mañana martes 20, en el Palacio de Gobierno Departamental.
Presidida por el Dr. Alem García, como Vicepresidente el coloniense Ricardo Planchón Geymonat y los Delegados: Embajador José Luis Pombo, Dr. Augusto Montesdeoca y el Señor Gonzalo Reboledo, mantendrán una reunión con el Jefe Comunal para tratar temas relacionados a nuestro departamento.
Conferencia de Prensa
Martes 20, hora 13:15, el Intendente junto a la Comisión, brindarán una Conferencia de Prensa a la que se invita a todos los Medios de Comunicación.
domingo, 18 de julio de 2021
Miradas al pasado Zarateño
ZÁRATE, patrimonio de todos MIRADAS HACIA EL PASADO ZARATEÑO
Por Arq. Silvia Irene Baccino
El 16 de julio de 1935, tuvo lugar la inauguración oficial de la cuarta sede de las autoridades municipales del Partido de Zárate, creado el 19 de Marzo de 1854. El actual Palacio Municipal fue proyectado por el ingeniero Manuel J. Reyna y construido bajo la dirección del ingeniero Julio Dacharry y del arquitecto Ernesto Dacharry, siendo terminada la obra en seis meses.
EL 16 DE JULIO DE 1935 SE INAUGURA EL PALACIO MUNICIPAL Las primeras sedes del gobierno municipal El 19 de Marzo de 1854 el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires firmó el correspondiente decreto de creación del Partido de Zárate que inicialmente expresa: “Considerando necesario el Gobierno la creación de un nuevo Partido en la campaña formado del terreno conveniente en el que corresponde actualmente el que se denomina “Exaltación de la Cruz”, y previo informe del Juez de Paz de este y del Departamento Topográfico sobre los límites del nuevo partido y conveniencias de erigirlo…” Su primera autoridad fue el juez de paz Don Gregorio José de Quirno.
En abril de 1854 fue sancionada la Constitución del Estado de Buenos Aires y, meses después, se puso en vigencia la Ley de Municipalidades que estableció la elección de municipales a través de comicios. Surgieron, de este modo, las primeras autoridades del Partido de Zárate: Manuel José de la Torre como Procurador; Natalio Matos a cargo de Policiales y anexos; Constancio Silvano en Instrucción Pública, Beneficencia y Culto y Félix Chavarría a cargo de Rentas Municipales, siendo presidente de la Corporación el juez de paz Gregorio Quirno.
En 1857, la Municipalidad de Zárate ocupó una vivienda particular perteneciente a la familia Anta-González, ubicada en la calle San Martín al doscientos, que constituía un sencillo ejemplo de la denominada arquitectura ladrillera de la segunda mitad del Siglo XIX. Cuando la Plaza Cívica estaba compuesta por cuatro manzanas (1880), en su parte central se levantaba un conjunto que incluía, según algunas fuentes, el Colegio de Varones, la cárcel, la comisaría y el recinto municipal.
Las cuatro manzanas fueron donadas por los hermanos Anta y tres de ellas fueron subastadas por la Municipalidad en diferentes oportunidades motivando ello la necesidad de contar con una nueva sede para las autoridades locales. El tercer edificio data, aproximadamente, de 1888. De líneas arquitectónicas italianizantes estaba conformado por un cuerpo central de dos niveles y dos alas simétricas, con ventanas a intervalos regulares y escasa ornamentación. Su construcción fue confiada al maestro albañil Don Dionisio Ferrar
Diputada federal Sâmia Bomfim del PSOL con análisis critico al régimen Cubano
Contradicciones internas La diputada federal Sâmia Bomfim, del PSOL, compartió en sus redes sociales el texto de una historiadora que, desde una perspectiva de izquierda, también llama la atención sobre la necesidad de observar los problemas internos y “las contradicciones actuales” de la Revolución cubana. “El bloqueo estadounidense representa una parte importante de esta crisis, no hay duda. Pero es un error atribuir el problema exclusivamente al bloqueo”, explica Joana Salem. “Una parte de la izquierda brasileña comete este error reiteradamente y no examina las contradicciones internas de la sociedad cubana. La longevidad de la Revolución solo puede explicarse por su fortaleza interna. Negarse a ver las fisuras internas es también una forma de negacionismo”, añade. En otro apartado de su artículo, señala la “rigidez o ruptura” de los canales de escucha y de poder popular en el país. “Desde hace años, algunos cubanos de izquierda advierten sobre la necesidad de recrear las formas del poder popular”, explica. También menciona que hay organismos y brazos del Partido Comunista que “están burocratizados, han perdido representatividad histórica y se han vuelto insuficientes”. “Son demasiado oficialistas y ya no absorben las contradicciones internas de la sociedad, para dar voz a la población en sus diferentes matices. En realidad, muchos de ellos se han convertido en órganos de representación del Estado ante la sociedad, y no de la sociedad ante el Estado”, añade. Para Frei Betto, la Revolución cubana podrá con los nuevos retos: “No es la primera crisis. Ahora bien, es normal que en cualquier país haya gente descontenta. Es normal. No es el pueblo, la mayoría; tanto es así que la Revolución resiste desde hace más de 60 años”.
El método Bolsonaro: un asalto a la democracia a cámara lenta
En casi tres años de Gobierno, el presidente ha roto los pactos sociales de Brasil. Siguiendo el guion de la ultraderecha de otros países, amenaza el legado político de 36 años de democracia. Este es su manual de poder. 2021 - 23:03 GMT-3
El 20 de enero de 2021, una asesora de la Oficina de Asuntos Globales del Departamento de Salud de Estados Unidos durante el Gobierno de Donald Trump, Valerie Huber, escribió un último correo a sus aliados de otros países y le dedicó un lugar especial a Brasil. Huber, una fanática promotora de la abstinencia que operaba a gran escala contra los programas de educación sexual y reproductiva, se despidió de sus compañeros con un anuncio: “Brasil se ha ofrecido amablemente a servir ahora como coordinador de esta histórica coalición”, puso en aquel mensaje, obtenido por EL PAÍS.
La “coalición histórica” era, básicamente, una alianza internacional ultraconservadora creada para influir en las decisiones de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y otros organismos. Fracasado el intento de Trump de permanecer en el poder, la ofensiva de la derecha global contra los derechos de nueva generación quedaba en manos de la Administración de Jair Bolsonaro.
La salida de Trump de la Casa Blanca no solo le dejó a Bolsonaro una responsabilidad, sino también un manual no escrito de tácticas para erosionar la democracia, que algunos líderes han comenzado a replicar sin sutilezas en la región.
Ninguno, tal vez, con el descaro y la determinación que han hecho del presidente brasileño un abanderado mundial de la derecha. Aunque el ímpetu golpista lo ha acompañado desde que llegó a la presidencia, su estrategia para debilitar las instituciones y mantenerse en el poder se hacen cada vez más evidentes a medida que su popularidad desciende y las elecciones de 2022 se acercan.
“Entregaré la banda presidencial a quien me gane en las urnas limpiamente. Con fraude, no”, dijo Bolsonaro el 1 de julio, como parte de su campaña más reciente: atacar la legitimidad de las urnas electrónicas, aquellas con las que él mismo ha sido elegido y reelegido al menos seis veces en su carrera política, sin que jamás haya impugnado el resultado.
Una semana después fue un paso más allá: “De esta manera [como estamos hoy], corremos el riesgo de no tener elecciones el año que viene”.
Bolsonaro no es el primer populista de extrema derecha. Pero, sin duda, “es el adversario más poderoso al que se ha enfrentado la democracia brasileña en medio siglo”, como advirtió Yascha Mounk, profesor de la Universidad John Hopkins en 2019, en su libro El pueblo contra la democracia, donde retrató cómo los líderes electos en países como Turquía, Hungría y Filipinas destruyen el Gobierno democrático desde adentro. En poco más de dos años y medio que lleva Bolsonaro como mandatario, es posible descifrar el modus operandi del político forjado en el Ejército que asumió la presidencia de Brasil el 1 de enero de 2019: mientras parte de su actividad se concentra en perseguir a sus críticos, inventar noticias falsas que los periódicos deben desmentir y fomentar crisis políticas con otros poderes, la maquinaria del Estado es utilizada para fortalecer los pilares que podrían sostenerlo en su puesto más allá del voto.
Si su estrategia discursiva parece un calco de Donald Trump, su sostén más importante es, paradójicamente, el mismo que ha utilizado el chavismo: los militares.
Una democracia verde oliva
Hoy, el estamento militar constituye la columna vertebral del Gobierno de Bolsonaro. Hay por lo menos 6.157 de ellos distribuidos en direcciones, consejos de administración y gerencias de empresas estatales como Petrobras, la hidroeléctrica Itaipú, Correos y Eletrobras. De sus 22 ministerios, nueve están ocupados por militares en activo o en la reserva. Eran 10 hasta la caída en marzo del general Eduardo Pazuello del Ministerio de Sanidad.
“Las Fuerzas Armadas sirven a la vez como base político-electoral del Gobierno de Bolsonaro, pero también como instrumento para intimidar a la oposición. Bolsonaro intenta transmitir la idea de que puede utilizar la fuerza contra sus enemigos políticos, por muy falso que sea”, afirma el politólogo Octavio Amorim Neto, profesor de la Fundación Getúlio Vargas.
El presidente Jair Bolsonaro durante una ceremonia de graduación en la Academia Militar Agulhas Negras, en Resende, Río de Janeiro, el 24 de septiembre de 2020.
El presidente Jair Bolsonaro durante una ceremonia de graduación en la Academia Militar Agulhas Negras, en Resende, Río de Janeiro, el 24 de septiembre de 2020.
ISAC NÓBREGA/PR
El Gobierno invirtió el equivalente a 16.600 millones de dólares (más de 14.000 millones de euros) en privilegios a los militares.
En este cálculo entran los beneficios concedidos con la reforma de las pensiones de los militares —pueden jubilarse con el sueldo íntegro, al contrario que los civiles—; un aumento salarial del 13% (en los demás funcionarios públicos no supera el 8%), y la concesión de comisiones extraordinarias a los militares que forman parte de los consejos de administración de las empresas estatales.
El cálculo lo realizó, a petición de EL PAÍS, el politólogo Willian Nozaki, que en mayo publicó el estudio La militarización de la administración pública en Brasil: ¿proyecto de nación o proyecto de poder?. La cuenta no contempla el cambio en la norma que permite que los militares retirados como Bolsonaro o sus ministros Walter Braga Netto (Defensa), Luiz Eduardo Ramos (Presidencia) y Augusto Heleno (Gabinete de Seguridad Institucional) cobren un sueldo superior al techo constitucional de 7.500 dólares.
El mandatario ha extendido los beneficios a los policías militares de los 27 Estados de la federación, una base de apoyo natural del presidente, y que podrían jugar a su favor a pesar de los gobernadores, a quienes responden formalmente. Bolsonaro aprobó recientemente un programa de financiación de viviendas exclusivo para las fuerzas de seguridad. También incluyó en la reforma administrativa que está en la Cámara de los Diputados un artículo para que los policías puedan ser considerados funcionarios típicos del Estado, por lo que no correrían el riesgo de ser despedidos.
La pregunta es si todos estos beneficios que los militares y policías han conseguido del Gobierno se convertirán en apoyo en caso de que el presidente intente quedarse con el poder el año que viene. “Si ocurriera, las Fuerzas Armadas tendrían que tomar una decisión: si van a actuar dentro de la legalidad, rompiendo públicamente de una vez por todas con Bolsonaro, o no”, advierte Amorim Neto. Las policías, por su parte, siguen la corriente predominante. “Ellos tienen doble mando. Obedecen a los 27 gobernadores y al comandante en jefe del Ejército.
Si se le pregunta a un policía militar a quién seguirá en caso de amenaza, la respuesta que dará será: a quien sea más fuerte”, explica el politólogo Jorge Zaverucha, profesor de la Universidad Federal de Pernambuco.
Para el exministro de Defensa y Relaciones Exteriores Celso Amorim, ningún comandante de las Fuerzas Armadas está de acuerdo con una intervención. “Es más bien una discusión entre algunos generales de la reserva. Por mucho que una buena parte de la tropa esté de acuerdo con las ideas del presidente, no irá en contra de lo que piensa el Alto Mando del Ejército.
No se cruzará esa línea”, afirma. Amorim cree que algunos comandantes se han visto humillados cuando Bolsonaro lleva la política a los cuarteles por la fuerza y trata de demostrar más poder del que tiene sobre las Fuerzas Armadas. Esa es una de las razones que habrían provocado la dimisión colectiva del ministro de Defensa y de los comandantes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea en mayo pasado. Amorim, exministro de los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff, recuerda que cualquier golpe requiere apoyo internacional, algo que Brasil no tiene, especialmente con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca.
Así como han ganado privilegios, los militares también viven el desgaste del poder al lado de Bolsonaro.
Han prestado su imagen a un Gobierno que pierde prestigio con los resultados de la pandemia, el alto desempleo y las sospechas de corrupción en la compra de vacunas contra la covid-19. Las acusaciones de soborno que investiga la Comisión Parlamentaria de la Pandemia empiezan ahora a tocar a militares que ocupan u ocupaban cargos en el Ministerio de Sanidad.
Jair Bolsonaro no vive su mejor momento. Rechazado por la mitad de la población por cómo ha gestionado la pandemia, el mandatario se enfrenta desde mayo a protestas contra su gestión impulsadas por los partidos de izquierda.
Los sondeos ya mostraban que el apoyo a Bolsonaro caía poco antes de que las denuncias de corrupción por la compra de vacunas para la covid llegaran a los noticieros a finales de junio. Una encuesta realizada por el Instituto Ipec entre los días 17 y 21 de ese mes mostraba una fuerte caída de su popularidad frente al expresidente Lula da Silva: si las elecciones fueran hoy, el candidato del Partido de los Trabajadores tendría 49% de los votos, frente al 23% a favor de Bolsonaro. Lula ganaría en primera vuelta. En una encuesta más reciente, realizada por el instituto Datafolha entre el 7 y el 8 de este mes, Lula figura con un 58% de apoyo a su candidatura presidencial frente al 31% de Bolsonaro.
Las trampas oficiales
A pesar de este momento crítico, a un año y tres meses de las elecciones, Bolsonaro aún tiene tiempo, votantes y alianzas leales, además de la maquinaria pública a su favor, para navegar por estas aguas turbulentas hasta llegar a 2022 con fuerza para ser reelegido. Ante el temor de perder las elecciones, al igual que hizo Trump, el presidente ya ha plantado la semilla del caos, inventando un riesgo de fraude con las urnas electrónicas.
Y, al igual que Trump, día tras día sacude al país con discursos radicales y distópicos que contradicen la realidad y desafían la Constitución. El 19 de julio de 2019, por ejemplo, durante un desayuno con periodistas extranjeros, Bolsonaro afirmó que en Brasil no había gente que pasara hambre, a pesar de que en ese momento 5,2 millones de brasileños se encontraban en esa situación, una cifra que supera a toda la población de Nueva Zelanda. “Decir que la gente pasa hambre en Brasil es una gran mentira”, afirmó rotundamente en presencia de periodistas internacionales.
“La pasan mal, no comen bien. Pero no pasan hambre”, dijo. Y, mientras la prensa se hacía eco de su discurso, ese mismo día se publicaba en el Diario Oficial un decreto que revocaba 324 actos administrativos, entre ellos el que determinaba la creación de consejos con participación de representantes de la sociedad civil en las decisiones sobre políticas públicas. Fue el primer plumazo para reducir el control social sobre el poder público. Luego vinieron otros, que también redujeron la transparencia de los actos del Gobierno.
Cuando empezó la pandemia, por ejemplo, el Gobierno promulgó una medida provisional que suspendió los plazos de respuesta a las solicitudes de información mientras durara la crisis sanitaria. La medida estuvo en vigor de marzo a julio del año pasado y se aplicaba en todos los organismos cuyos empleados estuvieran trabajando a distancia. Aunque ya ha caducado, consiguió eliminar el acceso a los datos públicos en un momento en que el país se organizaba en el caos.
La promulgación de ordenanzas, despachos, resoluciones, decretos o instrucciones normativas es uno de los recursos más consistentes a los que apela Bolsonaro para sortear los mecanismos democráticos.
En dos años y medio en el poder, el presidente ha firmado 1.060 decretos. En comparación, la expresidenta Dilma Rousseff firmó 614, la mayoría para regular leyes u organizar la gestión pública. Sin embargo, en el Gobierno actual se han convertido en una herramienta para ir contra la Constitución y los engranajes que sostienen la democracia. Aunque algunos de esos decretos son anulados meses después por la Justicia, entretanto el plan de Bolsonaro de mantenerse en el poder avanza.
Así fue cómo logró expandir la venta de armas en Brasil, a pesar de que el país tenía un Estatuto de Desarme, avalado por referéndum popular en 2005. Más del 63% de los brasileños votó entonces la prohibición. Pero desde que Bolsonaro asumió la presidencia se han aprobado más de 30 actos normativos para burlar esta limitación. Y aunque los decretos pueden ser impugnados en los tribunales, las armas que ya fueron vendidas no serán devueltas.
“La obsesión del presidente con las armas fue la primera señal de que el Gobierno iba a meterse con el sistema democrático”, dice Melina Risso, directora de programas del Instituto Igarapé.
En un virtual escenario en el que Bolsonaro pierda la reelección e intente mantenerse en el poder, la existencia de un amplio grupo de simpatizantes que se han provisto de armas de fuego durante su Gobierno plantea un escenario ominoso. De este modo, burlar los límites impuestos por las leyes cumple una doble función: mantener la lealtad de su núcleo duro de apoyo y, simultáneamente, proteger sus propios intereses.
Bajo este método, ninguna otra área ha sufrido más ataques del Gobierno de Bolsonaro que la protección social y ambiental. Son 1.112 los actos administrativos que pretenden cambiar la legislación ambiental y facilitar la explotación de la selva, según el Instituto Talanoa de Políticas Públicas, que fiscaliza la actuación del Gobierno.
La eficacia de esta táctica es innegable. La deforestación en la Amazonia ha alcanzado niveles récord desde la llegada de Bolsonaro mientras el Gobierno ignora las acciones de mineros ilegales y madereros. El Fondo Amazonia, que recibe donaciones extranjeras con el objetivo de promover acciones de control y lucha contra la deforestación, fue una de las víctimas de esta revocación masiva. El fondo tenía un comité técnico que deliberadamente no se renovó.
El contrato se extinguió sin utilizar 554 millones de dólares, que aún siguen allí.
Del total de actos administrativos, 107 tenían como objetivo flexibilizar las normas vigentes unilateralmente por el Ejecutivo. Con ellos, Bolsonaro cumplió una de sus promesas de campaña: acabar con lo que llamaba la “industria de las multas en el campo”. Un decreto publicado en abril de 2019 obliga ahora a los organismos de inspección a “fomentar la conciliación” en los casos de infracciones por daños ambientales. Las audiencias no son obligatorias.
Y los que son multados por el Instituto Brasileño del Medio Ambiente obtienen descuentos y plazos más largos para pagar. “La conciliación medioambiental se ha creado para impedir las multas. Nació una industria del perdón”, se lamenta Natalie Unterstell, presidenta del Instituto Talanoa de Políticas Públicas.
Los terratenientes que se oponen a la preservación son una de las bases de apoyo del presidente. La bancada de diputados que representa la agroindustria forma parte del grupo legislativo Centrão, una coalición de partidos sin programa ni ideología que, tras el acuerdo sellado el año pasado, garantiza al presidente su estabilidad en el poder.
Esta convergencia en el Congreso permitió que el 13 de mayo se aprobara un proyecto de ley que flexibiliza las normas para conceder licencias ambientales para determinadas iniciativas. O el apoyo a la aprobación del proyecto de ley 490, que dificulta la demarcación de tierras indígenas y deja espacio para que las tierras sean exploradas por la agroindustria, y que fue aprobado a fines de junio por una comisión parlamentaria.
Noticias a medida
Las redes de comunicación de Bolsonaro son un capítulo aparte en su estrategia para debilitar la democracia brasileña.
Desde que asumió el cargo hace transmisiones semanales en directo en redes sociales. Con su llegada a la presidencia, su línea de ataque a los periodistas, que ya se conocía desde sus días como diputado, se ha multiplicado con milicias virtuales que atacan a profesionales críticos, sobre todo mujeres.
Su aversión a la prensa ha llevado al presidente a enclaustrarse en un círculo de páginas web y cadenas de televisión que le apoyan incondicionalmente, al mismo tiempo que reciben mayores partidas de fondos públicos. Esa red es la que abastece de información a sus seguidores más fieles. Vinicius Publio, de 45 años, por ejemplo, es un orgulloso partidario de Bolsonaro que no lee noticias y rara vez ve el telediario.
Prefiere informarse por las redes que apoyan al presidente, a quien admira con devoción. Su explicación resulta conocida: “Es auténtico, habla claro, es directo, dice lo que la gente quiere oír”, explica en una cafetería de Barueri, en el área metropolitana de São Paulo.
Vinicius Piblio Monteiro, cabo de la policía militar, posa encima de su moto el pasado 23 de junio en São Paulo.
Vinicius Piblio Monteiro, cabo de la policía militar, posa encima de su moto el pasado 23 de junio en São Paulo.
TONI PIRES
Publio comparte la ideología, el gusto por las armas y las motos potentes del presidente. Montado en su BMW, fue uno de los que acompañaron al mandatario en un convoy de motos un sábado de junio por las calles y carreteras de São Paulo. Bolsonaro ha convertido los paseos en moto con seguidores en manifestaciones públicas de apoyo popular.
Casado y padre de dos hijos adolescentes, Publio concilia su trabajo en la Policía Militar con los negocios inmobiliarios. Personifica el núcleo duro de los votantes de Bolsonaro, aquellos que le son fieles sin importar los hechos que se le cuestionen: más de medio millón de muertes por la pandemia, el aumento de la inflación, los incendios en la Amazonia… “Son un 15% del electorado brasileño, con una presencia destacada de hombres blancos de cierta edad y renta alta”, explica Isabela Kalil, coordinadora del Observatorio de la Extrema Derecha.
Mientras estrecha la fidelidad con el grupo que lo respalda y difunde sus verdades sin cuestionar, Bolsonaro utiliza los recursos disponibles en la legislación brasileña para perseguir y amedrentar a sus críticos, basándose en la Ley de Seguridad Nacional.
Consolidada en 1983, dos años antes del fin de la dictadura, esa ley es una herencia que dejó la era militar en Brasil, y que la Policía Federal ha utilizado recientemente para investigar a profesores, artistas y activistas. Con esta norma, por ejemplo, el Gobierno ha perseguido judicialmente al youtuber Felipe Neto por calificar de “genocida” a Bolsonaro en las redes sociales; al caricaturista Aroeira, que dibujó el símbolo del fascismo como si lo hubiera pintado el presidente, y al periodista Ricardo Noblat por haber compartido la caricatura de Aroeira en las redes. Este tipo de acciones ha permeado en sus bases. A finales de mayo, un profesor del Estado de Goiás, Arquidones Leão, fue detenido por un policía militar por supuestamente calumniar al presidente Bolsonaro. Leão tenía un cartel pegado en su coche en que se leía “Bolsonaro Genocida”.
La excusa de la policía para detenerlo era la infracción a la Ley de Seguridad Nacional.
“Esta ley era uno de los elementos que mantenían el sistema dictatorial. Castiga la crítica”, dice Pedro Estevam Serrano, profesor de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo. “Debería haberse derogado y no se hizo, pero en compensación había un cierto pacto en la sociedad para no utilizarla”.
La ley, heredada de la dictadura, no ha sido la única herramienta utilizada por el Gobierno para tratar de silenciar el disenso. Las universidades también son un frente de batalla ideológica para Bolsonaro. Para el presidente están llenas de “izquierdistas” que promocionan el comunismo.
El Gobierno intentó interferir hasta en las elecciones de los rectores, habitualmente elegidos por sus colegas, a través de una medida provisional que facultaba al ministro de Educación a decidir los nombres durante la pandemia. A la vez, intimidó a los profesores que criticaban al Gobierno con demandas en los tribunales.
En enero de este año, los profesores universitarios Erika Suruagy y Tiago Costa Rodrigues fueron objeto de una investigación de la Policía Federal por publicar críticas al presidente en vallas publicitarias en sus ciudades, Recife y Palmas, respectivamente. Las investigaciones se archivaron meses después por falta de consistencia en las acusaciones, pero el daño ya estaba hecho.
“Se me cerraron las puertas, no he podido volver a trabajar”, dice Rodrigues, que tuvo que trasladarse a otra ciudad. “El ambiente es de miedo”, resume la profesora Erika Suruagy.
Tiago Costa Rodrigues fue imputado por haber publicado mensajes contra Bolsonaro.
Tiago Costa Rodrigues fue imputado por haber publicado mensajes contra Bolsonaro.
FERNANDO LEITE
La Universidad Federal de Ceará también es objeto de una investigación de la Policía Federal. Todo porque varios profesores dieron clases sobre los riesgos del fascismo.
Alumnos electores de Bolsonaro los delataron a la policía por un supuesto acoso. Episodios como este hacen presión para evitar que los profesores discutan temas políticos en las clases. No han sido pocos los casos de vídeos de profesores filmados por alumnos cuando hacían alguna crítica informal y que han circulado en las redes bolsonaristas como si se tratara de una conspiración comunista. “Si la universidad no puede hablar, no puede debatir ideas, ¿quién lo hará? Ninguna democracia puede sostenerse sin universidades”, afirma la profesora Suruagy.
El presidente también socava la inversión en las universidades, estrangulando todavía más el ya asfixiado presupuesto de la enseñanza superior. Desde 2019 hasta la fecha, el recorte acumulado en el presupuesto de las universidades federales es del 25%, según la Asociación Nacional de Directores de Instituciones Federales de Enseñanza Superior. Pero el acoso no se limita a los profesores universitarios. La Articulación Nacional de Carreras Públicas para el Desarrollo Sostenible, una coalición de entidades del sector público, ha identificado más de 820 casos de acoso. Según el estudio realizado, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente encabeza la lista de los órganos en los que más se ha producido este tipo de intimidación.
La resistencia
Hasta ahora es el Poder Judicial, especialmente el Supremo Tribunal Federal, el que ha actuado como una barrera para inhibir los abusos de poder del presidente en sus decretos y medidas provisionales. Ha desarmado parte de las bombas de relojería que el Gobierno ha creado con los actos que no pasan por el Congreso. También ha liderado una investigación, conducida por la Policía Federal, sobre las redes digitales bolsonaristas que incentivan el acoso al mismo Poder Judicial y a los adversarios del presidente. Así encontró pruebas de “una verdadera organización criminal” que ataca la democracia y que cuenta con el trabajo de parlamentarios, empresarios que apoyan al presidente y blogueros que desparraman noticias falsas.
Hoy existen más de 100 solicitudes de proceso de destitución contra Bolsonaro sobre la mesa del presidente de la Cámara de los Diputados, Arthur Lira, que no ha mostrado interés en hacerlas prosperar. La última, presentada a finales de junio como una “supersolicitud” que reúne todas las demás, contiene una lista de 23 posibles delitos de responsabilidad, incluyendo la prevaricación.
Las calles empezaron a agitarse en mayo, sobre todo con la presión que la comisión parlamentaria del Senado ejerció apuntando las responsabilidades del presidente en la gestión errática de la pandemia.
Las protestas organizadas por la izquierda en tres ocasiones reunieron a miles de manifestantes, especialmente en las capitales del país, pero todavía no tienen el apoyo de la derecha. Brasil se encuentra en esta encrucijada, con los principales partidos resistiéndose a unirse a las protestas, hasta ahora dominadas por los votantes del expresidente Lula.
En su libro El pueblo contra la democracia, el profesor Yascha Mounk recuerda que, en la mayoría de los países, los populistas solo llegan a la cima porque sus oponentes no logran hacer un pacto electoral. “Aunque es natural suponer que la amenaza autoritaria puede ayudarnos a ver las cosas con más claridad, también es cierto lo contrario: angustiados y aterrorizados, los oponentes de los populistas empiezan a jugar el juego de la pureza política, imponiendo pruebas…, negándose a abrazar a antiguos aliados del populista”, explica.
Un paso importante lo ha dado el expresidente Fernando Henrique Cardoso, quien desde abril señala que podría votar a Lula en una posible segunda vuelta contra Bolsonaro. “Quien no tiene perro caza con gato”, afirmó Cardoso. Los posibles candidatos a las elecciones de 2022 entrevistados por EL PAÍS en los últimos meses tenían claro que la unión contra Bolsonaro era irreversible, y no descartan renunciar a la candidatura en algún momento de la carrera para evitar que él pase a la segunda vuelta.
El objetivo es evitar la reelección de Bolsonaro, lo que impediría el asalto contra la democracia, como ha ocurrido en otros países gobernados por líderes radicales. “Todos los gobiernos autoritarios actuales fueron degradando poco a poco la democracia en el primer mandato y el desmantelamiento definitivo llegó en el segundo”, recuerda el Pedro Abramovay, director de Open Society para América Latina.
“Bolsonaro no tiene ninguna convicción democrática, la acepta por razones estratégicas”, afirma el politólogo Jorge Zaverucha. “Se mantiene a la espera de que un día los vientos soplen hacia una solución autoritaria y pueda embarcar”, añade. A la espera de esas borrascas, Bolsonaro avanza en sus propósitos. Muchos brasileños los ven venir. Y los temen.
Se conmemoró el 191° aniversario de la Jura de la Constitución
Con un acto desarrollado este domingo 18 de Julio en la Explanada de la Junta Departamental, organizado por el Comité Patriótico Departamental, se conmemoró el 191° aniversario de la Jura de la Constitución. Luego de la entonación del Himno Nacional, hizo uso de la palabra la Primera Vicepresidenta de la Junta Departamental de Colonia Edil Norma Espinosa, quién hizo referencia a la importancia y significado de esta fecha. Se hicieron presentes autoridades departamentales civiles, policiales y militares, en un acto limitado en asistentes para cumplir con los protocolos sanitarios vigentes. Link descarga video: https://bit.ly/3z9bup
sábado, 17 de julio de 2021
Acto recordatorio de la Batalla de “Manantiales del San Juan”
Al mediodía de este sábado 17 de julio, día que se conmemoran los 175 años de la Batalla de “Manantiales del San Juan”, en el propio sitio donde se libró la batalla, actual establecimiento de la Familia Álvarez-Engelhardt, en zona del Paraje “Manantiales” próximo a la Ruta 54, se desarrolló un emotivo acto para conmemorar este hecho histórico.
La propietaria del lugar Luz Marina Álvarez Egelhardt, brindó palabras de
bienvenida y el Historiador Mayor Marcelo Díaz Buschiazzo se refirió a los
detalles de esta esta contienda, aportando detalles muy minuciosos y
ubicando a los presentes donde se posicionaban los protagonistas en el
campo de batalla. Díaz Buschiazzo editó junto a Diego M. Lascano y Gustavo
Deleón Testa un Libro donde narra todo este hecho, con aportes de
imágenes muy ilustrativas, el que será repartido a todas las Escuelas de las
zonas, así como a Bibliotecas.
Posteriormente el Señor Tristán Larcade, leyó una emotiva carta de su tía
abuela Ana María Suffern que reside en Buenos Aires y está próxima a
cumplir 100 años, descendiente de la Familia Suffern, propietaria de esas
tierras el momento de la batalla.
Se procedió a descubrir una placa alusiva de la Intendencia de Colonia,
como testimonio de los 150 de la Batalla.
Se pudo apreciar una muy interesante Muestra realizada por la Asociación
de Amigos de los Museos Militares del Ejército de Uruguay, en la que se
exhibían armas y otros elementos de la época.
Este acto contó con la presencia de autoridades nacionales,
departamentales y municipales, vecinos y niños de escuelas de la zona.
Descarga link audio y video: https://bit.ly/2UWCIkD
Rescate y debate tras las catastróficas inundaciones
Desolación en Alemania tras las inundaciones en los estados de Renania del Norte Westfalia y Renania Palatinado. Las devastadoras lluvias de los últimos días han dejado más de un centenar de muertos, unos 1.300 desaparecidos y cientos de hogares destruídos.
Los niveles de agua siguen altos en los ríos de la región de Colonia, mientras avanzan las labores de rescate. Más de 100.000 casas siguen sin electricidad y las autoridades hablan de un desastre de "proporciones históricas".
"Pienso en las personas que aún están desaparecidas, ancianos que no pudieron salir de sus camas y subir al piso de arriba porque todo ocurrió demasiado rápido", decía una damnificada.
Los vecinos tratan de rescatar lo que pueden en las casas anegadas, llenas de barro.
"Tengo que aguantarme el llanto.
Todo está arruinado, habrá que reconstruir de nuevo. Y realmente duele verlo todo así, decía esta otra afectada por las inundaciones en la cuenca del Rin, que han impulsado en Alemania el debate sobre el cambio climático y el riesgo de construir edificios y ciudades a lo largo de los ríos. Según los expertos, inundaciones así podrían ser más frecuentes. La catástrofe constituye una señal de alerta en toda Europa.
¿Cuándo fue que perdimos el futuro?
La periodista y conductora cuestionó la política económica del Gobierno y se refirió a la situación de los jóvenes que deciden emigrar del país Por Cristina Pérez 17 de Julio de 2021 La Argentina fue alguna vez una tierra de promesas. Las oleadas de inmigrantes que llegaron a principios de siglo XX, llegaban en busca de lo mismo que hace partir a muchos compatriotas: un horizonte. ¿Cuándo se nos escapó el futuro? Esa certeza de que el hijo podía estar mejor que el padre si se esforzaba, que caracterizó el sueño de la movilidad social de las clases medias, parece haberse hecho añicos del todo.
Ahora son los propios padres los que lo reconocen e instan a sus hijos a hacer las valijas, o los que se van pensando en ellos.
“Todo lo que tengo es un departamento en Villa Crespo. Le dejo esto a mi hijo o le dejo un país”, fue una de las frases más dramáticas que escuché de un argentino que dejó Argentina para radicarse en otro país, el que quería dejarle a su hijo.
“Preparé a mis hijos para que se vayan. Uno ya lo entendió, al otro lo estoy convenciendo porque es más apegado”, escuché el otro día.
No era una madre simplemente pragmática, porque también había desgarro en la expresión. La frustración de los padres por no poder darles un futuro en la propia tierra deriva en que elijan muchas veces el sacrificio de la distancia con tal de que sus hijos puedan encontrar esa llave que parece haberse perdido hace demasiado tiempo aquí: la del progreso.
Hace unos días escuché una descripción descarnada por parte de un colega del extranjero: “Argentina se ve a la distancia como un limbo demodé, anacrónico y enfermizo”. Sin entrar a las explicaciones teológicas de qué es el limbo, sentí que se refería a que somos un lugar en suspenso, quedado en el tiempo, sumido en discusiones, por momentos, preconstitucionales, y lo peor de todo, que no hacemos nada para solucionar nuestros problemas, como si estuviéramos pegados a la decadencia, empecinados en seguir haciendo las cosas igual, aunque tengan el mismo resultado nefasto.
Podría caer en la tentación de no hablar en plural, de culpar al gobierno de turno o al anterior, de protegerme en el cinismo o en el derrotismo, dos deportes nacionales muy practicados, o simplemente acusar a los Estados Unidos. Pero eso sería inútil.
Hay otra característica que notan los argentinos emigrados de oleadas anteriores. “En Miami antes se venía por una oportunidad, ahora los argentinos que llegan lo hacen por desesperación”, dice un compatriota desde el sur de la Florida.
“Aquí en Barcelona cada vez hay más millenials argentinos en las calles que se vinieron a probar suerte, y son muchos”, advierte otro compatriota desde la metrópoli catalana. Los jóvenes y los desesperados. Los que no quieren quedarse sin el futuro generacional que les corresponde y los que directamente se quedaron sin presente.
¿Es que la Argentina no puede progresar o no quiere progresar? ¿Para qué gobiernan los que nos gobiernan?
El actual gobierno, no sólo no puede contestarle al Fondo Monetario Internacional cuál es su plan económico, tampoco puede contestárselo a los argentinos.
Más que un plan de futuro parecen tener un plan de poder que deja a los argentinos más impotentes. Un plan de poder en el que vale todo cuando lo hacen ellos y al enemigo, ni la ley. La pobreza llega a niveles inmorales y la única solución que ofrecen es poner cepos que no tienen resultados y sólo sirven para bravuconadas ideológicas. No hay ni un atisbo de salida productiva real y sólo un Estado que parece una aspiradora de lo poco que queda en pie de la actividad privada para hacer asistencialismo entre los pobres que crean en vez de promover el trabajo.
Argentina no puede ofrecer certeza ni del valor de los alimentos de un mes para el otro. Más que economía parecemos una deseconomía. Hoy por hoy, nuestro país está sumido en una tensión sistémica. La certeza de qué sistema nos gobierna llega por ahora a las próximas elecciones. Así de dramático. Estamos entre un oficialismo que si lograra las bancas necesarias terminaría con la división de poderes, es decir, con la república, y una oposición que debe dar pruebas de madurez, pero también de firmeza y no olvidar que está en juego la constitución en su afán de centrismo, corrección política y supuesta moderación.
El futuro que anhelan los que compran un pasaje sólo de ida también podría estar acá, pero es muy difícil proyectarse hacia ese futuro si las propias reglas de nuestra convivencia son asediadas desde adentro.
Ese es el limbo en el que estamos atrapados: democracia republicana o algo que todavía no tiene nombre, pero que puede perfilarse. Si el Gobierno elige como aliados a China, Rusia, Cuba, Irán o Venezuela, difícilmente quiera parecerse a Alemania, Noruega o Estados Unidos, que por cierto, son democracias.
*Editorial de Cristina Pérez en “Confesiones en la noche” - Radio Mitre
Las repercusiones en las redes tras la decisión del Gobierno de comprar 10 mil penes de madera para promover la educación sexual
Desde periodistas como Úrsula Vargues, hasta ex funcionarios como Juan José Gómez Centurión, se manifestaron en contra y a favor de la medida La decisión del Ministerio de Salud de la Nación de convocar a una licitación pública para la adquisición de penes de madera y otros elementos que serán utilizados para promover la educación sexual, generó gran repercusión en las redes y cientos de usuarios se expresaron sobre el tema.
Desde periodistas hasta ex funcionarios, varias personalidades del país criticaron o defendieron la medida con comentarios irónicos, chistes y propuestas sobre cómo se pudieron haber utilizado los 13 millones de pesos que el Gobierno invertirá en estos materiales.
Una de las primeras en dar su opinión del asunto fue la conductora televisiva Úrsula Vargues, quien en su cuenta de Twitter escribió: “Les molesta los penes de madera porque se mantienen duros.
Prefieren las bananas o los pepinos, que se pudren como los de ellos”.
La periodista le respondió a algunos usuarios que la cuestionaron por esas declaraciones y, unas horas más tarde, dio por cerrada la polémica al comentar que se iba a ver ”una serie” y opinando que “el minúsculo grupito hegemónico está desnudo”.
“Perdón. Ya sé q me iba. Pero me estoy cagando de risa con las cuentas que dicen que una banana o un pepino son iguales a su pene. ¡Perdón!”, agregó más tarde.
Vargues criticó de esta forma a quienes proponen utilizar este tipo de alimentos para promover la educación sexual, en lugar de los penes de madera. Uno de los que apoyó esta alternativa fue el ex candidato presidencial Juan José Gómez Centurión.
“El Ministerios de Salud compró 10.000 penes de madera para usar como material didáctico. Interesante.. Por el precio de 10.000 penes podrían comprar 1 millón de pepinos que cumplen la misma función y además ayudan a las economías regionales”, comentó quien también fue director de la Aduana.
Otra de las figuras del espectáculo que se expresó al respecto fue Horacio Cabak, quien lamentó que sea el “año 2021″ y y se enseñe “educación sexual con un pene de madera”, mientras que la modelo Anamá Ferreira preguntó si la noticia era “verdad o chiste”.
Por su parte, la panelista del programa Los Ángeles de la Mañana Connie Ansaldi, comentó: “Necesito urgente una explicación. Y ¿qué pasó con la vieja y querida banana? ¿Con el pepino, la berenjena, el salero….? (Para todos los gustos les dejé)”.
También se expresó el periodista Eduardo Feinmann, quien se mostró irónico al señalar que “el Estado te cuida” y “lo importante es la salud”. Lo mismo hizo el diputado de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias. Sostuvo que “los ‘llorapines’ ahora son ‘llorapenes’”.
Según el llamado a licitación, además de los penes de madera el Ministerio de Salud va a comprar dispensers de preservativos y maletines para utilizarlos como materiales de promoción para prevenir enfermedades de transmisión sexual.
Se trata de elementos que formarán parte de una campaña de difusión y prevención que se verá en sedes públicas, en especial vinculadas a la salud. Se autorizó la adquisición de esos productos por un monto estimado de 13 millones de pesos.
De acuerdo con lo que se informó en el expediente oficial que autoriza la convocatoria de la licitación pública, los productos se comprarán para ser distribuidos en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), regiones sanitarias, programas provinciales, municipales, es decir, en establecimientos públicos, principalmente vinculados a la salud, de todo el país, y serán destinados “a la población en general y al personal de salud”.
viernes, 16 de julio de 2021
Firmamos un convenio para implementar el Programa Acompañar
En el día de hoy, el Municipio de Zárate junto a Baradero, Salto y Exaltación de la Cruz, suscribió un convenio con el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad de la Nación para la implementación del programa Acompañar.
La firma del mismo fue realizada en la localidad vecina de Exaltación de la Cruz, y contó con la presencia de la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación Elizabeth Gómez Alcorta, por parte de nuestra localidad estuvo presente la diputada provincial Patricia Moyano, la presidenta del Concejo Deliberante Ana Allemann, el secretario de desarrollo Humano y Promoción Social Darío Raffo y la subsecretaria de Inclusión Social Alejandra Castaño.
El Programa Acompañar está dirigido a mujeres y LGBTI en situación de violencia de género de todo el país y su objetivo principal es fortalecer la independencia económica de las víctimas, a través de un apoyo económico mensual y acompañamiento psicosocial. El apoyo económico consiste en una suma mensual equivalente a un salario mínimo vital y móvil durante 6 meses consecutivos.
Y el acompañamiento a las personas incluidas en el programa se brinda de manera integral, con acceso a dispositivos de fortalecimiento psicosocial coordinados por los gobiernos provinciales y locales.
Desde el año 2007, el gobierno del intendente Osvaldo Cáffaro viene trabajando en materia de políticas de género y diversidad, por ello, la adhesión a este programa es de suma importancia para nuestra ciudad, ya que permitirá que el equipo de género municipal cuente con una herramienta para el fortalecimiento económico de las víctimas de violencia.
Muere un periodista de Reuters en un enfrentamiento entre las tropas afganas y los talibanes
Danish Siddiqui, que ganó el Pulitzer de Fotografía, ha fallecido cerca de un cruce fronterizo con Pakistán, según ha comunicado un comandante afgano a Reuters El periodista indio de Reuters Danish Siddiqui, que ganó el Premio Pulitzer de Fotografía en 2018 como parte del equipo de esta agencia de noticias que cubrió la crisis de los refugiados rohinyás, ha muerto este viernes en Afganistán mientras cubría un enfrentamiento entre las tropas de este país y los combatientes talibanes cerca de un cruce fronterizo con Pakistán, según ha comunicado un comandante afgano.
Las fuerzas especiales afganas habían estado luchando para recuperar el área principal del mercado de Spin Boldak cuando Siddiqui y un alto oficial afgano murieron en una ofensiva con fuego cruzado de los talibanes, según ha explicado el funcionario a la propia agencia Reuters.
Siddiqui, de unos 40 años de edad, se incrustó como periodista a principios de esta semana con las fuerzas especiales afganas con base en la provincia sureña de Kandahar e informó en los últimos días sobre los combates entre comandos afganos y combatientes talibanes.
“Estamos buscando urgentemente más información, trabajando con las autoridades de la región”, han escrito en un comunicado el presidente de Reuters, Michael Friedenberg, y la editora en jefe, Alessandra Galloni. “Danish fue un periodista sobresaliente, un esposo y padre devoto, y un colega muy querido. Nuestros pensamientos están con su familia en este momento terrible”, han añadido en el texto.
Siddiqui comunicó a Reuters a primera hora de este viernes que había sido herido en el brazo por metralla mientras informaba sobre el enfrentamiento.
Fue tratado y se estaba recuperando cuando los talibanes se retiraron de los combates en Spin Boldak. Siddiqui se encontraba hablando con varios comerciantes cuando los talibanes atacaron otra vez, según el relato del comandante afgano. Reuters no ha podido verificar de forma independiente cómo se reanudaron los combates descritos por el oficial militar afgano, que pidió no ser identificado antes de que el Ministerio de Defensa de Afganistán hiciera pública la muerte del periodista.
Siddiqui, además de formar parte del equipo de fotografía de Reuters que ganó el Premio Pulitzer de Fotografía en el año 2018 por documentar la crisis de refugiados rohinyás, era fotógrafo de esta agencia desde 2010.
Su trabajo abarca la cobertura de las guerras en Afganistán e Irak, la crisis de refugiados rohinyás, las protestas de Hong Kong y los terremotos de Nepal.
Los combatientes talibanes se hicieron con el área fronteriza el pasado miércoles. Se trata del segundo mayor cruce en la frontera con Pakistán y uno de los objetivos más importantes que han logrado durante su rápido avance por todo el país tras el comienzo de la retirada de las tropas de Estados Unidos del territorio.
Ariel Ríos estuvo presente en el anuncio de obras de reconstrucción de la Ruta Provincial Nº6
El secretario de Desarrollo Territorial e Infraestructura del Municipio de Zárate, Ariel Ríos, en representación del intendente Osvaldo Cáffaro, estuvo presente en el anuncio realizado por el gobierno provincial, de inicio de Intervención Integral de la Ruta Provincial Nº 6, que contempla obras de repavimentación, rehabilitación de calzadas, puesta en valor de puentes, iluminación y señalización, para este trazado clave que atraviesa el partido de Zárate, entre otros municipios.
La presentación estuvo encabezada por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia Agustín Simone, y el Subsecretario de Obras Públicas de la Provincia Ernesto Selzer.
Con el objetivo de recuperar la Ruta Provincial Nº6, vía estratégica que conecta el complejo portuario de Zárate-Campana con el de La Plata, se busca potenciar la productividad de la economía bonaerense, mejorando la conectividad y la seguridad vial, y reduciendo tiempos de viaje y accidentes de tránsito.
El proyecto consta de cuatro etapas, la primera comprende obras de repavimentación en tramos con mayor deterioro, la segunda avanzará en la construcción de distribuidores, en la tercera se construirá la variante Campana que evitará la circulación del tránsito por la zona urbana y la cuarta se extenderá hasta el acceso al puerto de La Plata. Se estiman 140 kilómetros de mejoras y una inversión total de 12.000 millones de pesos.
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