Las gigantes tecnológicas advirtieron que analizarían poner fin a sus operaciones en aquella ciudad china. Es por una nueva normativa que compromete penalmente a sus ejecutivos y empleados
Los gigantes tecnológicos Facebook Inc, Google de Alphabet Inc y Twitter Inc han advertido en privado al gobierno de Hong Kong que podrían dejar de ofrecer sus servicios en la ciudad si las autoridades siguen adelante con los cambios previstos en las leyes de protección de datos que impulsa el régimen chino, informó el diario The Wall Street Journal.
Las leyes podrían responsabilizar a las empresas tecnológicas de compartir maliciosamente la información de los usuarios en línea, añadió el periódico, en lo que es leído por analistas como una posible intromisión de Beijing en las operaciones de las compañías internacionales.
Una carta enviada por un grupo de la industria que incluye a las firmas de internet dijo que a las empresas les preocupa que las reglas previstas para hacer frente al doxing podrían poner a sus trabajadores en riesgo de investigaciones penales o juicios relacionados con lo que los usuarios publican en línea.
“Las tensiones han ido en ascenso entre algunas de las empresas más poderosas de Estados Unidos y las autoridades de Hong Kong a medida que Beijing ejerce un creciente control sobre la ciudad y reprime la disidencia política. Las empresas estadounidenses y otras compañías tecnológicas dijeron el año pasado que suspendían la tramitación de solicitudes de las fuerzas del orden de Hong Kong tras la imposición por parte de China de una ley de seguridad nacional en la ciudad”, recordó el diario de Wall Street en su edición de este lunes.
The Wall Street Jopurnal citó a Jeff Paine, director general de la Coalición de Internet de Asia, quien dijo en la carta enviada al Comisario de Privacidad de Datos Personales de Hong Kong advirtió que si bien el grupo de empresas y sus miembros se oponen al doxing, “la vaga redacción de las enmiendas propuestas podría significar que las empresas y su personal con sede en el país podrían ser objeto de investigaciones penales y enjuiciamiento por delitos de doxing por parte de sus usuarios”.
El doxing es un acto que consiste en revelar información personal de los usuarios, como el nombre real, la dirección del domicilio o el lugar de trabajo, sin el permiso del usuario, algo que las tres tecnológicas aseguran no realizar en ninguna parte del mundo.
La Oficina de Asuntos Constitucionales y Continentales de Hong Kong propuso en mayo enmiendas a las leyes de protección de datos de la ciudad que, según dijo, eran necesarias para combatir el doxing, una práctica que fue frecuente durante las protestas de 2019 en la ciudad, dijo el periódico. Con la nueva redacción las firmas podrían ser acusadas de tal delito de manera arbitraria por las autoridades del régimen.
Según WSJ, la carta fechada el 25 de junio fue enviada por Asia Internet Coalition, con sede en Singapur.
“La única manera de evitar estas sanciones para las empresas tecnológicas sería abstenerse de invertir y ofrecer servicios en Hong Kong”, informó el Journal, citando la carta.
En los últimos días el régimen de China intensificó su campaña contra las tecnológicas con varias investigaciones a compañías como el ‘Uber chino’ Didi, que debutó la semana pasada en la Bolsa de Nueva York, por supuestos riesgos para la seguridad de los datos de los usuarios.
Dos días después de que Didi comenzara a cotizar en Wall Street, tras una salida a bolsa en la que consiguió más de 4.400 millones de dólares, la Administración del Ciberespacio de China (CAC) abrió una investigación contra la compañía y le prohibió registrar nuevos usuarios antes de retirar su aplicación de las tiendas digitales chinas.
Hoy, las autoridades iniciaron pesquisas similares contra el portal de empleo Boss Zhipin y contra otras dos compañías de transporte compartido, Yunmanman y Huochebang, pertenecientes al grupo Full Truck Alliance y conocidas como las “Didi de los camiones” por su similar modelo de negocio.
Beijing, que alega que las medidas tienen por objetivo “prevenir riesgos a la seguridad nacional y proteger el interés general”, también ha restringido el registro de nuevos usuarios en esas tres plataformas.
En sus escuetos comunicados, la CAC cita la Ley de Seguridad Nacional o la Ley de Ciberseguridad, pero no especifica qué artículos de esos reglamentos han infringido las compañías afectadas.
Didi, Kanzhun -la matriz de Boss Zhipin- y Full Truck Alliance no solo tienen en común que son compañías que prestan sus servicios a través de plataformas digitales, sino también que todas ellas han salido a bolsa en Estados Unidos en las últimas semanas.
“El auge de la ‘soberanía de datos’ contra la vigilancia del Gobierno estadounidense a las compañías chinas debería ser un aldabonazo para que (las compañías) den prioridad a la seguridad nacional cuando planeen captar fondos en zonas que puedan amenazar la seguridad nacional de China”, indicó Dong Shaopeng, investigador de la Universidad del Pueblo de Pekín, en declaraciones al diario oficial Global Times.
Según ese experto, las compañías de transporte compartido gestionan grandes cantidades de datos relativas a las infraestructuras nacionales de transporte o a los flujos de personas y vehículos, por lo que considera que es “vital” establecer un “cortafuegos” que impida el acceso a esos datos.
Dong fue más allá y pidió la retirada de las recientemente emitidas acciones de Didi, que caían un 8,5% en la apertura de la sesión del pasado viernes en Nueva York tras el anuncio de la investigación.
La campaña antimonopolio busca acabar con prácticas habituales entre las grandes tecnológicas chinas como la conocida como “elegir una de dos” -es decir, exclusividad forzosa con una plataforma en concreto, habitual en el sector del comercio electrónico-, la bajada de precios vía subsidios para conseguir una mayor cuota de mercado o la adquisición de otras compañías sin la autorización pertinente.
En los últimos meses, las grandes firmas digitales del país se han enfrentado a investigaciones y sanciones como la de 18.200 millones de yuanes (2.818 millones de dólares, 2.375 millones de euros) impuesta en abril por el regulador de los mercados al gigante del comercio electrónico Alibaba, la mayor multa antimonopolio de la historia del país.
Durante años, el sector digital ha florecido en China no solo gracias al enorme mercado del país sino también a la laxitud de las regulaciones -o de su aplicación-, algo a lo que Beijing parece haber puesto fin en los últimos meses, especialmente desde la suspensión a última hora de la salida a bolsa de la compañía tecnofinanciera de Alibaba, Ant Group, que iba a ser la mayor operación de este tipo de la historia.
Si bien algunos analistas consideran que el régimen chino no quiere permitir que las grandes tecnológicas alcancen tamaño y poder excesivos y así escapar del control de las autoridades, otros como Ivan Platonov, de la consultora china EqualOcean, creen que esto es una “opinión superficial”
“Estas intenciones antimonopolio son naturales (...). Vemos una gran demanda desde diversos grupos de presión industriales para este tipo de investigaciones. Está claro que tener unos pocos ‘campeones nacionales’ es un entorno más fácil de controlar que un grupo diverso de líderes segmentados”, explicó a la agencia EFE.
(Con información de The Wall Street Journal, Reuters y EFE).-