Los resultados del escrutinio primario del referéndum de la LUC -y a falta del conteo de los votos observados- muestran que la papeleta celeste también triunfó en Parque Rodó y el Centro, dos barrios que otrora eran de mayoría frenteamplista y con fuertes bases sindicales (los dos principales colectivos promotores de la consulta popular).
De todas formas, en esa zona la diferencia fue mínima (entre la papeleta rosada y la celeste hubo menos de un punto porcentual de distancia).
Más parejo aún fue el resultado en Cordón y Malvín.
En estos dos barrios las papeletas rosadas superaron a las celestes, pero por el peso del voto en blanco (que sumaba a favor del No) la opción de derogar los 135 artículos no superó el 50% + 1 de los votos.
En todos los otros 52 barrios de la capital ganó el rosado, al punto que en nueve de ellos el Sí superó los dos tercios de los votos válidos: La Teja, Pérez Castellanos, Cerro, Belvedere, Las Canteras, La Paloma, Nuevo París, Casabó y Tres Ombúes (en este último hasta superó el 76%).
Una de las tensiones más notoria de la campaña se vivió dos semanas antes del llamado a las urnas, cuando un hombre gritó a militantes del No: “Acá en el Cerro aguante el Sí”. La comunicadora militante Florencia Porro, una de las que se encontraba en el lugar entregando propaganda celeste tuiteó entonces: “Hablan de democracia, pero te quieren echar de un barrio. Así me gritó Germán -nombre del supuesto agresor según denunció en las redes-, por defender ideas distintas a las del Sí”.
En el Cerro el 67,5% de los votos válidos fue para el Sí; 31,5% al No; y el restante 1% sufragó en blanco.
En el barrio que según el Censo de 2011 concentra a la mayor proporción de habitantes con al menos una necesidad básica insatisfecha, Casavalle, el apoyo explícito a la ley buque insignia del gobierno (papeleta celeste) fue del 37,8%.
Esa zona perteneciente al Municipio D había sido una de las más diputadas en las elecciones nacionales de octubre de 2019. En aquel entonces Cabildo Abierto había conseguido una buena adhesión de parte de ese electorado que, a juzgar por los comicios posteriores, luego retornó al Frente Amplio.
Cualquiera de estas comparaciones es apenas una aproximación al pulso del electorado, dado que una elección no es comparable con otra, así como tampoco es equiparable el voto al No con la coalición multicolor y el Sí con el Frente Amplio.
En esa misma línea, los colores con los que se pintó el mapa de Montevideo según quién alcanzó el 50% + 1 de los votos en el referéndum no refleja exacto los pesos de cada bloque.
Por un lado, la costa sureste (con barrios como Pocitos y Buceo) ocupa menos territorio, pero concentra la mayor cantidad de población por metro cuadrado (mayor densidad). Por otro, en 15 barrios la distancia entre las papeletas rosadas y celestes no superaron los 10 puntos porcentuales. Por último, en el barrio La Figurita se dio la mayor cantidad de votos anulados en relación a los votos que se emitieron (sin contar los observa