Por: gsere24 Noviembre 2012
Carmelo, Playa Seré
El primer Seré de esta rama llega al Uruguay en 1871, proveniente de la villa de Gurs en los Bajos Pirineos franceses, cercano de la ciudad de Navarrenx en el Béarn. Se llamaba Máximo Séré Mondine y ya vino casado con Doña Francine Magre Miramón, también de Gurs. También venían con ellos sus hermanos dobles, también casados Bernard Séré y Marie Magre. Don Máximo se instala en Montevideo, con una industria del calzado, que en pocos años le permite una situación económica floreciente y puede ampliar sus negocios a los ramos Inmobiliario, Agropecuario, Industrial y Financiero. En lo Inmobiliario compra las dos esquinas de 18 de Julio y Andes y otras propiedades sobre la calle Río Branco y sobre la calle Andes, y en el Prado, donde construyó importantes edificios. En lo agropecuario compra 7.000 has. en Tambores en 1887, y luego él y su hijo Antonio, luego casado con Corina Rücker Fernández Haedo, compran en la Argentina otras diez mil has. en Córdoba y Santa Fe. En lo industrial instala la primera usina generadora de luz eléctrica en la ciudad de Salto y se asocia a la empresa que explota la línea de vapores de la carrera, entre Salto y Buenos Aires, vinculándose al empresariado porteño. En lo financiero es principal accionista fundador del Banco Francés en el Río de la Plata, con su coterráneo francés Luis Supervielle.
Dentro de esas actividades es que Antonio Seré Magre, compra el 10 de Agosto de 1907, en escritura que autoriza el Escribano Gregorio Romay (Reg. De Traslaciones de Dominio de Montevideo, No.1876, fo.767, Lo.46), una fracción de terreno de playa de arena, padrón No. 7564, ubicado en Carmelo, 6a.S.J.del dpto. de Colonia, sobre la costa del río Uruguay y desembocadura del arroyo de las Vacas. Tiene una superficie de 6 has 81 mts. 21 dm., según plano del Agrimensor Serapio Indart del 18 de Setiembre de 1901. Es lindera con la propiedad de Pastora Cardus de Manitto. Este bien lo compra con el objeto de remitir arena para la industria de la construcción en Buenos Aires, y con el mismo objeto realiza un contrato de usufructo, con la Sra. Mercedes Castellanos de Anchorena, en setiembre de 1908, de dos fracciones propiedad de ésta, sobre la barra del Río San Juan, en su desembocadura con el Río de la Plata, con destino a puertos embarcaderos y negocios complementarios. La Sra. de Anchorena es la madre de Aarón de Anchorena, fundador y donante de la estancia presidencial de San Juan.
El 31 de octubre de 1939, Antonio Seré Magre dona al Concejo de Administración Departamental de Colonia, una superficie de 1 ha. 1227 mts. sobre la costa del Río Uruguay, conocida con el nombre de playa Seré (escritura autorizada por el Escribano Eduardo Roubaud, según plano de sub-inspección técnica de Carmelo del Agrimensor Feliciano Alvariza del 3 de Mayo de l929). El resto de la propiedad se vende, por la Sucesión de Antonio Seré en 1952.
En Setiembre de 1940, Carlos Seré Rücker, hijo de Antonio, recibe la proposición de Enrique Crodara y Cía., para obtener permiso ante la Intendencia de Colonia, para instalar en la playa Seré un Casino y dependencias afines, siendo el antecedente del actual Casino de Carmelo.
Nota : Por los antecedentes referidos a esa zona y sus negocios, le agregamos que los Rücker eran una familia patricia, instalada en el país desde 1811, provenientes de fuertes políticos y armadores de Hamburgo y que ocuparon altos cargos públicos en la naciente república. Los Haedo eran los descendientes de los dueños del Rincón de las Gallinas, y en esa zona por el 1850, instalaron con otros socios alemanes e ingleses (casados con mujeres del clan Rücker), lo que fue el antecedente inmediato del Frigorífico Liebigs, además de la instalación de las primeras estancias modernas. En los libros del Linaje de Goldaracena, podrá ver muchas ramificaciones. Sin duda que esos parentescos, influyeron en Antonio Seré Magre y su vinculación a Carmelo.
Autoridades, vecinos y amigos de Carmelo :
Como todas las cosas que llegan al alma, nuestra familia Seré Rücker ha quedado emocionada, por el recuerdo y reconocimiento que Uds. han brindado a don Antonio Seré Magre y a Doña Corina Rücker de Seré, por la donación de los terrenos que hoy constituyen la hermosa playa Seré y el atracadero naútico sobre el arroyo Las Vacas. A todos nos reconforta el halago a los ancestros y mucho más en este caso, donde se privilegió el bien común al lucro particular. Hay lugares que por esencia pertenecen a la comunidad y el tomar conciencia de ello es el principal mérito del matrimonio Seré Rücker. No hay negocio que pueda superar el disfrute público de los maravillosos atardeceres de la playa Seré. Mucho nos place que nuestros abuelos lo entendieran así, y que hoy los carmelitanos, de los que nos sentimos parte, y los visitantes, puedan gozar de paisaje tan agradable a la vista y al espíritu.
El sencillo acto del 11 de Abril pasado, en la sede de la Sociedad Italiana, tuvo el grande valor de reunir a personas y organismos muy representativos de las fuerzas vivas, pero sobre todo, el valor de las cosas que se sienten en el fondo de los corazones. Y todavía más importante, es que este hecho sirva como ejemplo para recuperar la memoria de tantas personas y familias que han hecho la identidad y progreso de Carmelo. No podemos permitir que el tiempo olvide o, aún peor, tergiverse historias que se hicieron con humanos aciertos y errores. Es hora de escribir la historia desde los pueblos mismos, contando las verdades y rescatando con orgullo sus tradiciones y sus leyendas, evitando así los errores y las versiones tendenciosas, que muchas veces se escriben desde las capitales. Y estas investigaciones no deben confundirse con la vanidosa búsqueda de títulos o privilegios, sino que aplicando las viejas leyes hispánicas debe entenderse que: “ A ninguno dieron elección de linaje cuando nació, y a todos se dio elección de costumbres cuando vivieron, por lo tanto la nobleza no pertenece al que nace en ella, sino al que en ella muere.”
En esta tarea queremos destacar la labor que cumple el Centro de Investigaciones y Estudios Históricos de Carmelo, y en especial la del historiador Luis Gonzalo Parodi, a cuyo empeño debemos ocasión tan significativa. Deseamos que todo Carmelo comprenda y apoye esta tarea y que esta ciudad fundada por el gestor de la orientalidad don José Artigas, haga realidad los versos de Silva Valdés : “Yo, mi caballo, el campo, y, tapando mi trillo, el tropel de los míos”. Así valoraremos que todos sucedemos a nuestros antepasados, que han sido nuestros maestros.
Amigos de Carmelo, nos sentimos vuestros vecinos y enseñaremos al tropel de los nuestros, el camino de la playa de rubias arenas. Les adjuntamos la síntesis de nuestra familia agradecida, de los que están y de los que ya se han ido, pero que nos dan su bendición. Cordialmente
Guillermo Seré Marques Alvaro Pacheco Seré
Adjuntamos nómina de la familia Seré-Rücker, agradecida por vuestro reconocimiento.
FUENTE .Internet ,ASOCIACIÓN PATRIADA POR LA HISTORIA