jueves, 25 de marzo de 2021

Cómo Islandia llegó a ser el primer país de Europa en tener un número ínfimo de casos por COVID-19


 Visto desde aquí, Islandia se parece mucho a otro mundo y esto no solo tiene que ver con los maravillosas auroras boreales que se dibujan sobre el cielo en las noches gélidas de esta isla remota en el Atlántico Norte. Aquí, además, el coronavirus quiere ser una cuestión que ya es del pasado. De acuerdo al sitio Covid.is hay 75 casos positivos actualmente, de los cuáles uno solo, se encuentra en el hospital y no es un caso de cuidados intensivos. En las últimas horas 24 horas, se detectaron 17 casos nuevos. Los números asombran: desde el inicio de la pandemia hasta ahora, este país sumó 6.144 casos totales de contagios. Los muertos ascienden a 29. 

 Hay una cuestión que se debe tener en cuenta antemano. Por su situación de isla en el Atlántico Norte, Islandia tiene una clara ventaja y solo puede compararse de forma limitada con otros grandes países europeos: posee 360.000 habitantes. Desde hace varias semanas, se viene sintiendo un relajo en las calles, que se han poblado de gente. Los jóvenes acudieron en masa a las noches de karaoke en el centro de Reikiavik, la capital, donde varios fueron vistos dándose abrazos, casi como si ya nada sucediera. Las salidas nocturnas, los restaurantes, los conciertos, todo esta abierto en este país donde se decidió de forma inmediata, una vez comenzada la pandemia, realizar pruebas, rastrear contactos y aislar a todos los diagnosticados. 

 “La semana pasada, en la noche de San Patricio, hubo un karaoke en la calle ya que muchos bares estaban ocupados en su totalidad, entonces la gente improvisó festejos en la vereda, algunos sin tapabocas, ni distancia. El relajamiento en general se debía a que el virus casi no circulaba en la comunidad”, contó a Infobae Jimena Martínez, una argentina que vive en Islandia.


Islandia tuvo su primera ola bajo control rápidamente y, en mayo de 2020, la gente había comenzado a declarar al país libre de coronavirus. Las cosas siguieron así pero a fines de agosto, el país fue golpeado inesperadamente por una ola feroz, después de que dos turistas que dieron positivo cuando rompieron las reglas de su aislamiento. “El problema con este caso es que fueron dos turistas quienes lo originaron. Los turistas no respetaron la cuarentena y fueron a bares, y de esa manera es que sucedieron tantos casos. En general la gente andaba muy enojada que tuviesen que andar cerrando negocios, los gimnasios, etc, porque la gente que vino a visitar no respetó las reglas impuestas para viajeros. El problema es que no hay manera de actuar con prudencia, porque si alguien decide no respetar la cuarentena, no lo va a hacer. 

En Islandia hay que hacer dos test y cuarentena de 5 días entre estos test. Mucha gente cuando el primer test da negativo se relaja, cuando en realidad tendrían que seguir cuidándose hasta que se hagan el segundo test. También se de gente que sabiendo que tenía que estar en cuarentena salió de todas maneras”, cuenta Florencia. Lo cierto es que en Islandia, después de erradicar el virus, se cerraron las fronteras: desde junio del año pasado, todos los pasajeros que llegan han sido puestos en cuarentena y hay pruebas obligatorias en el aeropuerto. Algo que algunos países tardaron casi un año en descifrar, Islandia lo descubrió en unos meses. 

 Thorolfur Gudnason, es el epidemiólogo más importante de Islandia. En cada paso que le ha tocado dar, Islandia ha seguido la ciencia, liderada por el profesor Gudnason y su equipo, sin que los políticos participen en las reuniones informativas diarias. Para la primera ministra de Islandia, Katrin Jakobsdottir, pandemia y política son dos palabras que no van de la mano. Sin embargo, estar en ese segundo plano no significó que no estuviera involucrada. “Esta pandemia me ha mantenido despierta durante todo un año.

 Solo desearía que todo terminara y pudiera volver a hablar de política de nuevo”, señaló esta mujer que siguió de cerca las rigurosas pruebas de rastreo de casos y aislando a los posibles contagiados con el fin de evitar que el país sufriera bloqueos drásticos. Con respecto a la vacunación, viene bastante lenta. Se están respetando los órdenes de prioridad que rigen en la mayoría de los países: personal de salud y policial y la gente mayor. Por ahora se llegó al 10% de la población y no se terminó de inocular a la gente mayor de 60. Hay hasta el momento 38.142 personas que recibieron al menos una de las dosis. Y son 19.887 las personas que ya tienen las dos dosis. 

 La campaña de vacunación se ha visto un poco demorada por los retrasos en la entrega de vacunas de AstraZeneca por lo que los plazos para vacunar a un 50 por ciento de la población se han extendido un mes hasta julio. A partir del 1 de mayo está previsto un nuevo sistema de ingreso al país, que también podría liberar de la cuarentena a los viajeros que provengan de países con bajo riesgo de infección. Por otro lado el Gobierno de Islandia ha anunciado que permitirá la entrada al país de turistas que estén vacunados de cualquier parte del mundo y de personas procedentes de países europeos considerados de “bajo riesgo”.

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