martes, 27 de julio de 2021

El héroe señalado culpable: la miserable vida del guardia de seguridad que evitó cientos de muertes en el atentado de los Juegos Olímpicos de Atlanta 96

 

Richard Jewell alertó a las autoridades sobre una mochila verde sin dueño bajo el banco de una plaza en un Parque Olímpico colmado. Era una bomba: la explosión mató a una mujer e hirió a centenares de personas. Tres días después de haber sido consagrado como un héroe, se convirtió en el principal sospechoso y su vida se derrumbó Por Matías Bauso
ichard Jewell antes de testificar ante una audiencia del subcomité de delitos judiciales de la Cámara de Representantes sobre el atentado olímpico de 1996 en Atlanta. La imagen es del 30 de julio de 1997 (AP Photo/Greg Gibson, FILE) 

El Centennial Park, el parque olímpico, era el epicentro de los Juegos de Atlanta 96 en los momentos en que el deporte no se llevaba toda la atención. Oficiaba de gran punto de encuentro y recreación. Lo que ahora se denomina “Fan fest”. Por las noches, cuando las competencias se iban terminando, el público se congregaba allí. Había puestos de comida, espectáculos musicales. Y mucha, mucha gente. Es el 27 de julio de 1996. 

Como en tantas otras noches, tocaban los Jack Mack and The Heart Attacks, un grupo formado hacía casi veinte años que nunca consiguió un gran hit, pero que se desempañaba como banda de un late night show muy conocido. Entre temas originales y varios covers de soul, la banda animaba a casi 50 mil espectadores. De pronto un ruido seco, abrupto y breve. Una explosión y una columna espesa de humo. Es tanta la gente que al principio, muchos, miles, sólo atinan a girar la cabeza hacia dónde provino el estallido. Por unos segundos la calma se mantiene.

 Pero el temor, la angustia y las corridas se expanden en círculos concéntricos. El caos, los gritos y las estampidas. Se había producido un atentado en medio del corazón social de los Juegos Olímpicos. Después se supo que hubo un muerto y 111 heridos. Pero, también se determinó, que la bomba tenía un alto poder de letalidad. Según el FBI fue la bomba casera de mayor magnitud de la historia. Pese a lo nutrido de la concurrencia, a las miles de personas que disfrutaban del concierto y del gran boliche a cielo abierto olímpico las víctimas fueon muy pocas en relación a lo que podría haber sucedido. ¿El terrorista equivocó el blanco, puso la bomba en un lugar poco transitado?. 

Nada de eso. Hubo un héroe en esta historia, alguien que actuó a tiempo, siguiendo los protocolos. Sin embargo, no disfrutó de ninguna de los beneficios de los héroes. Su vida se convirtió en un infierno. Tuvieron que pasar muchos años para que la labor de Richard Jewell fuera reconocida. Play Richard Jewell El 27 de julio de 1996, en medio de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Richard Jewell ejercía de guardia de seguridad privado. Era uno de los cientos contratados para mantener el orden en el Centennial Park. Su apariencia no era la de un héroe. Excedido de peso, con la mirada huidiza, las mejillas abundantes y rojizas, el pelo demasiado pulcro, bigote policial, un andar torpe, algo grotesco. Tenía 34 años, problemas de relación y vivía con su madre. Siempre había querido ser policía pero no lo había conseguido. Jewell caminaba entre la gente patrullando el sector que le habían asignado. Algunos de sus compañeros se burlaban de su celo, ¿qué podía pasar ahí más que una pelea de borrachos? En una de las recorridas Jewell detectó una mochila verde, de esas de tela en la que los soldados llevan las provisiones, debajo de un banco de plaza. Se acercó y, sin tocarla, la inspeccionó. Estaba seguro de que su presencia era nueva: él ya había mirado allí en las horas previas. 

Elevó la voz por sobre la música y preguntó a quienes estaban alrededor si esa mochila era de alguno de ellos. La mayoría eran jóvenes que estaban disfrutando de los números musicales o que estaban gestando alguna conquista amorosa. No le prestaron atención. Jewell volvió a preguntar con más énfasis. La insistencia, el tono imperativo, obligó a que le respondieran. La mochila verde no tenía dueño. “Cuando nadie dijo ser el dueño, los pelos de mi nuca se erizaron y la adrenalina empezó a correr por mi cuerpo. Pero debía actuar con profesionalismo”, dijo Jewell. La presencia de un bulto sospechoso no le dejaba margen para la improvisación. 

Sólo podía actuar de una manera. Debía poner en marcha el protocolo ante potenciales aparatos explosivos. Jewell dio aviso a la policía y se apuró en alejar a la gente del lugar. Urgido, pidió colaboración para evacuar a los espectadoras y determinar una zona de exclusión, organizar un cerco. Los espectadores tardaban en hacerle caso, él ponía más énfasis. Los colegas que se le acercaban no hacían la tarea con demasiada convicción. La mayoría creía que era una pérdida de tiempo. Mientras, Jewell se encontraba desarrollando esta tarea y la brigada antiexplosivos se acercaba al Parque Olímpico, una llamada alertó al 911 local. 

“Hay una bomba en el Centennial. Tienen menos de 30 minutos”, dijo una lacónica voz y cortó la comunicación. Richard Jewell posa frente al edificio donde en 1996 halló una mochila con explosivos. Su historia motivó el último film de Clint Eastwood (William Berry/Atlanta Journal-Constitution via AP, File) Richard Jewell posa frente al edificio donde en 1996 halló una mochila con explosivos. Su historia motivó el último film de Clint Eastwood (William Berry/Atlanta Journal-Constitution via AP, File) Nueve minutos después el explosivo casero explotó. Unos clavos salieron disparados en medio de la oscuridad de la noche y la alegría olímpica. Murió una mujer de 44 años y más de un centenar de personas debieron ser asistidas con diferentes grados de lesión -hubo una víctima más: un camarógrafo de la TV turca murió de un ataque cardíaco mientras corría a cubrir el desastre-. Consecuencias trágicas pero muy menores si se tiene en cuenta la potencialidad de daño del explosivo y las 50 mil personas que se encontraban en el Parque. Lo que había logrado evitar más muertes había sido la veloz y decidida actuación de Richard Jewell.

 El FBI empezó a buscar con desesperación al responsable del atentado. Se barajaron las más diversas hipótesis. Debían actuar rápido. Los Juegos continuaban y el mundo estaba pendiente de Atlanta. También debían asegurarse que no volviera a ocurrir en los días siguientes. Muchos de los 20 mil periodistas acreditados dejaron el seguimiento de las disciplinas deportivas para dedicarse a obtener mayor información sobre la bomba y su autor. El Comité Olímpico Internacional no dudó en decidir que las competencias continuaran. A nadie le sorprendió la decisión. Si se siguió compitiendo en Munich tras el ataque a la delegación israelí, acá no se haría otra cosa. A menos de 24 horas, en la tarde del día siguiente a la explosión, la CNN pareció ganarle a todos de mano. Uno de sus principales conductores había escuchado que no se produjo una masacre por la decidida intervención de un guardia de seguridad. Alguna fuente policial le acercó, también, su nombre: Richard Jewell. Una productora lo rastreó por todo Atlanta y a la tarde del día siguiente, Jewell fue a los estudios de la cadena televisiva, acompañado por su madre. 

Una gran primicia de la CNN. Habían logrado dar con el héroe que salvó cientos de vidas. Jewell contestó a las preguntas cómo pudo. Una mezcla de inexperiencia, timidez e incomodidad hizo que sus respuestas no fueran del todo fluidas. Algo natural para el que se enfrenta por primera vez a una cámara. Y además debió lidiar con un problema técnico. Tenía un auricular a través del cual le llegaban preguntas desde los estudios de Washington. Ese delay también enrareció la conversación, como las gruesas gotas de transpiración que descendían como hormigas desde su frente nerviosa. Pero nadie pareció notar nada de eso en aquel momento. 

El que hablaba era un héroe. Alguien que había salvado cientos de vidas gracias a hacer bien su trabajo, con conciencia y atención. Un héroe inesperado, improbable. Una gran historia. Pero todo cambió bruscamente. Richard Jewell mantuvo su status de nuevo héroe americano tan sólo 72 horas. Tres días después, el Atlanta Journal-Constitution, principal diario de Atlanta, informó que para el FBI, Richard Jewell se había convertido en el único sospechoso del atentado. El guardia ya había deslizado en una de las muchas entrevistas que había dado en esos tres días, que sabía que él sería investigado. Conocedor cómo era de los protocolos policiales -lo que llevó a que salvara muchas vidas- sabía que quién descubre el explosivo siempre es investigado. Pero lo que siguió no fue el seguimiento de un protocolo.

 Fue un señalamiento directo, una atribución de culpabilidad anticipada, un linchamiento mediático y social. El FBI creyó ver en su gordura, en la frustración por no poder ser policía, en sus escasos éxitos profesionales, en su nula vida social y en que vivía con su madre, las características perfectas de un asesino de multitudes. Su móvil en realidad, según los investigadores, había sido el de obtener reconocimiento público. Plantar la bomba para poder ejercer de salvador, sin importar el daño que esa operación pudiera implicar. La suma de esos elementos hacían ingresar a Jewell en el perfil de sospechoso de este tipo de crímenes.

 El FBI no había contemplado la posibilidad de que la minuciosidad y la obsesión de Jewell fueran manifestaciones de la ambición por hacer bien su trabajo. Hordas de periodistas se instalaron en la puerta de la casa de su madre. El giro de los hechos hizo más fascinante el caso todavía. El héroe convertido en culpable en apenas unas horas. El FBI no comentaba nada oficialmente. No lo había acusado ni imputado pero sí lo sometían a investigación. Alguien publicó el teléfono de los Jewell. Más de mil llamadas por día los insultaban, hostigaban y amenazaban. 

 El día anterior a que apareciera la noticia de que él era sospechoso, los agentes federales lo engañaron y lo sometieron a un interrogatorio sin presencia de su abogado, diciéndole que sólo se trataba de un simulacro y que “quién mejor que él, el nuevo héroe, para ayudarlos”. Trataron de extraerle una confesión forzada. Luego, con todos los periodistas plantados en la puerta de su casa, llegó un equipo de peritos a obtener muestras de su pelo, huellas dactilares y hacerle grabar unas quince veces el texto del mensaje al 911. La principal preocupación de Jewell era que los del FBI terminaran antes que su madre regresara del trabajo. No quería darle otro disgusto. Naturalmente los diarios y los canales de noticias -que ya eran un fenómeno instalado en ese tiempo- se poblaron de notas sobre el tema.

 Mucha gente que estuvo vinculada al flamante sospechoso llamaba a las redacciones reclamando su minuto de fama. Así, los datos y chismes sobre el pasado de Richard Jewell se fueron acumulando. Su frustrado deseo de ser policía, el rechazo de las fuerzas de seguridad por su escasa condición física, sus anteriores trabajos como vigilador privado. Cada uno de sus errores profesionales fueron vistos con una lupa, magnificados exponencialmente. 

El director de un campus universitario declaró que Jewell se excedía en sus funciones policíacas. Sobreactuaba su personaje: una obsesión por creerse policía cuando no lo era. Veinticuatro horas después de la revelación que lo transformó en sospechoso, ya quedaban pocas personas en Estados Unidos (y en el mundo) que no creyeran que Jewell había sido el que había puesto la bomba. El momento de la explosión de una bomba durante los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 Había otro nombre que conspiraba contra su coartada y su defensa. Jimmy Wade Pearson. Alguien que había llegado a los diarios doce años antes, durante otros Juegos Olímpicos, los de Los Ángeles 84. Pearson era un policía que encontró una bomba en un micro que transportaba elementos de utilería de la delegación turca.

 Su hallazgo fue visto como una proeza pero avanzada la investigación, Jimmy Wade Pearson confesó que él había puesto la bomba para poder quedar como un héroe. Alguien recordó ese antecedente, y a todos le quedó claro que Jewell repitió ese modus operandi. No podía ser de otra manera. Tres meses después, cuando los Juegos habían terminado hacía rato y la atención estaba puesta en otro lado, el FBI desligó a Richard Jewell de la investigación. Reconoció que se había tratado de un error y que él no había tenido participación alguna. La Fiscal General Janet Reno, en un gesto excepcional, muy desusado, le envió una carta con firma manuscrita disculpándose por los problemas ocasionados. El drama de Richard Jewell tiene varias dimensiones. 

No sólo le quitaron el protagonismo de una historia de heroísmo, el reconocimiento por haber salvado muchas vidas; ni siquiera le dejaron el orgullo de que se supiera que había desarrollado su trabajo con probidad y de acuerdo a las normas de su oficio. Debió sufrir el señalamiento, soportar las sospechas de la prensa y la sociedad. Y tuvo también que soportar que toda su vida previa fuera escrutada, que cada uno de sus fracasos y errores fueran expuestos (y magnificados). Ni el FBI ni la prensa se detuvieron a analizar los hechos, el suceso; todo fue visto y analizado a la luz de la vida miserable anterior de Jewell, de su falta de éxitos. Parecía, según esa lógica, que no podía haber dudas respecto a su responsabilidad. “Una de las cosas que peor me hizo, que más me dolió, fue que mi mamá estaba muy orgullosa de lo que había hecho su hijo. 

Por una vez en la vida, todos sabían que su hijo había hecho algo bueno”, dijo Richard Jewell unos años después. El daño al prestigio, la falta de reconocimiento, los problemas, la persecución, la vergüenza y lo peor de todos: el corazón roto por defraudar (o parecer que defraudaba) una vez más a su mamá. A la semana de la explosión de la bomba, se determinó que según la línea de tiempo que había logrado trazar el FBI era absolutamente imposible que Jewell hubiera podido llamar desde un teléfono público al 911. Poco importó. Más que como una prueba judicial, se interpretó como un dato de color poco relevante, que no lograría impedir el desarrollo de una gran historia, una más interesante que tener un atentado sin responsable. Un tiempo después apareció el verdadero culpable. 

Eric Rudolph, un extremista que también puso bombas en un bar lésbico y en dos clínicas que practicaban abortos. En esos atentados mató a tres personas e hirió casi 150. Fue identificado pero se mantuvo prófugo casi cinco años. Cuando lograron atraparlo, Rudolph confesó, entre otros, el crimen de los Juegos Olímpicos de Atlanta. Richard Jewell no se resignó. Decidió litigar contra los principales medios que lo habían difamado. 

La CNN, el New York Post -que publicó varias portadas inculpándolo y mofándose de él-, al diario de Atlanta que dio a conocer la noticia, entre otros. Con la mayoría llegó a un acuerdo extra judicial en el cual fue indemnizado. El monto de cada arreglo se desconoce. Sólo no llegó a un acuerdo con el Atlanta Journal. Varios años después de su muerte, la Corte de Atlanta determinó que no había culpabilidad del medio periodístico porque lo publicado, si bien era erróneo, correspondía con lo que informaban las fuentes oficiales. Clint Eastwood filmó este caso. 

Tal vez decidió que el título de la película fuera el nombre del protagonista, para que pudiera recuperar, casi un cuarto de siglo después, el reconocimiento. Richard Jewell murió en 2007, a los 44 años. Su madre todavía vivía y él estaba casado con Dana. Sufrió un infarto masivo. Una tarde al volver del trabajo, su esposa lo encontró tirado en el piso de su habitación.

 Llevaba varias horas muerto. Los problemas de salud lo habían minado. La diabetes había avanzado con furia sobre su organismo. Habían tenido que amputarle varios dedos del pie y el hígado casi no funcionaba. Después de los Juegos Olímpicos de Atlanta y una vez que fue desligado de la investigación, logró ser policía en un pequeño pueblo y cumplir con otras tareas de seguridad. Sus superiores destacaron su profesionalismo. Hasta fue condecorado por su valor.

“Los voy a matar a todos”: las declaraciones de los testigos de la noche en que Chano Charpentier fue baleado

 

Su tío, el chofer de la ambulancia que fue asistirlo, el médico de la obra social, la pareja de su madre y un vecino declararon en la madrugada del lunes ante la policía y brindaron detalles de la secuencia en la que el músico habría agredido a su madre y a un policía que luego le disparó en el abdomen
Este lunes por la madrugada -de acuerdo a la versión policial que ya fue elevada a la Justicia- el cantante Santiago “Chano” Moreno Charpentier agredió a su madre en medio de un presunto episodio de salud mental e intentó atacar con un cuchillo a una agente de la Policía Bonaerense que había sido enviada al lugar, por lo que otro efectivo le disparó y lo hirió gravemente en el abdomen. 

 Las declaraciones ante la Policía Federal de los testigos del episodio, a las que accedió Infobae, reconstruyen con cierto nivel de detalle las circunstancias que terminaron con el músico y ex líder de Tan Biónica internado en la terapia intensiva del Sanatorio Otamendi con varios órganos vitales comprometidos. Si bien en las últimas horas su madre, Marina Charpentier, aseguró que su hijo no quiso agredir a nadie más que “a sí mismo”, todos los testigos del hecho remarcaron que Chano estaba en una actitud violenta y agresiva hacia su madre y los médicos que pretendían trasladarlo a un hospital. En sus respectivas declaraciones, el médico psiquiatra y el chofer de la ambulancia de la empresa de medicina prepaga OSDE -que se trasladó hasta el Barrio Parque La Verdad de Exaltación de la Cruz por un llamado de la madre del músico- aseguran que el cantante se resistía a ser atendido o derivado a un centro de salud y que, antes de la llegada de la Policía Bonaerense a al casa, Chano los amenazó: “Los voy a matar a todos”. 

 Tanto Esteban Charpenter, su tío materno, como Oscar José Otonello, marido de su madre, confirmaron en sus declaraciones que el viernes pasado había ocurrido un episodio similar en torno al músico en la noche del lunes, aunque terminó sin incidentes. Ambos contaron que cerca de las 20.30 Chano había tenido un episodio de salud mental por el que su madre decidió llamar a un médico con el fin de que pudieran trasladarlo para que sea tratado por su adicción al consumo de estupefacientes. En esa oportunidad, tres ambulancias y dos móviles de la Policía Bonaerense se trasladaron hasta la casa donde el músico se alojaba hace algunas semanas pero el músico se negó a la posibilidad de una internación voluntaria y se tornó “violento con todos los presentes”.

 En ese contexto, y al no haber personal psiquiátrico que pudiera asistirlo, los móviles y las ambulancias se retiraron del lugar. Este lunes, cerca de las 21.15, la madre del cantante volvió a pedir ayuda a la guardia psiquiátrica de OSDE para volver a intentar internar a su hijo. También le escribió a su hermano, tío del músico, y le indicó que su hijo estaba “fuera de sus cabales” y en una actitud de mucha violencia. Esa ambulancia llegó al lugar una hora y media más tarde, cerca de las 22.45, con el médico psiquiatra Gonzalo Caliguri a bordo, quien declaró haber mantenido varias llamadas con la madre del músico antes de llegar para conocer el panorama que se iba a encontrar.

 En el lugar, contó Caliguri, la madre de Chano le indicó que su hijo estaba “tranquilo” pero que desvariaba y estaba posiblemente bajo el efecto de alguna sustancia. El médico intentó tocar timbre para ser recibido por Chano pero, según declaró, el músico había cortado el suministro de electricidad. Luego, cuando intentó dialogar con él desde una ventana en el patio trasero, Chano, siempre según la declaración del psiquiatra, reaccionó mal, insultando a su madre y amenazando con clavarle un cuchillo en la yugular. Noticia en desarrollo

El ranking de la imagen de los presidentes de América Latina después de un año y medio de pandemia

 

Un sondeo regional realizado por la encuestadora IPSOS midió el impacto entre 380 líderes de opinión de la gestión de los gobernantes durante la pandemia y el proceso de vacunación Por Yalilé Loaiza
Luis Lacalle Pou, Sebastián Piñera, Guillermo Lasso, Iván Duque, Jair Bolsonaro, Andrés Manuel López Obrador, Luis Arce y Alberto Fernández Una encuesta realizada a líderes de opinión de América Latina evaluó la aprobación del desempeño de los jefes de Estado de la región en el contexto del COVID-19. 

Los datos ubican en primer lugar a Luis Alberto Lacalle Pou, presidente de Uruguay. Le sigue Sebastián Piñera, presidente de Chile y, en tercer lugar, se ubica el novel presidente del Ecuador, Guillermo Lasso. No obstante, en cuanto al manejo de la pandemia y al proceso de vacunación, el ranking cambia y coloca a Chile como cabeza de la lista. Uruguay y Colombia se ubican en el segundo y tercer lugar respectivamente. El sondeo fue realizado por Ipsos, la multinacional de investigación de mercados y consultoría con sede en París, Francia. Para obtener los resultados, se realizaron 380 entrevistas en 14 países Latinoamericanos. 

 En cuanto al ranking de aprobación de los jefes de estado latinoamericanos, con menos del 30 % de aprobación se encuentran: Alberto Fernández, presidente de Argentina, está en el octavo puesto, le sigue Andrés López Obrado de México, que está en el noveno lugar. La lista continúa con Miguel Díaz-Canel de Cuba, ocupa el décimo puesto; Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, se ubica en la posición número once; y, Nicolás Maduro, de Venezuela, ocupa el último puesto. Estos tres últimos jefes de estado mantienen los menores porcentajes de aprobación con el 19%, 14% y 6% respectivamente. 

 Chile, Uruguay y Colombia encabezan los resultados con el mayor porcentaje de aprobación de sus procesos de vacunación. Bolivia, Brasil y Venezuela ocupan los últimos puestos con un porcentaje de desaprobación del 46%, 82% y 76% respectivamente. Los mejores puntuados y sus medidas Entre las medidas tomadas por el gobierno chileno durante la crisis sanitaria, se incluyen cuarentenas y cierre de fronteras durante las primeras etapas de la pandemia. Por otro lado, el país inició con la campaña de vacunación en febrero y hasta el 19 de julio de 2021 ha alcanzado la inoculación con una dosis de más del 85% de la población objetivo, mientras que el 77,36% ya cuenta con el esquema completo de vacunación. Según el portal Chile Se Recupera, el éxito del programa de vacunación radica en la compra temprana de vacunas que incluyen Pfizer-BioNTech, Sinovac, AstraZeneca, CanSino (Saval) y Janssen (Johnson & Johnson). Recientemente incluso se ha aprobado el uso de emergencia de la vacuna Sputnik V. 

De acuerdo con el sondeo de Ipsos, el 77% de encuestados chilenos aprueba firmemente el proceso de vacunación del gobierno de Piñera. En cambio, el 27% de líderes encuestados aprueban firmemente y 45% aprueban en algo el programa de vacunación de Uruguay. En este país ya se ha habilitado el proceso de agenda de vacunación para todas las personas mayores de 12 años. El 71,69% de la población uruguaya ha recibido la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, y el 60,41% ha recibido las dos.

 El gobierno de Luis Alberto Lacalle ha tomado entre otras medidas el aumento de recursos necesarios para el tratamiento de casos graves de COVID-19 y el número de pruebas de detección del virus en áreas estratégicas; además, se limitó el número de participantes en reuniones privadas a 10 y el uso obligatorio de mascarilla, entre otras. En el caso de Colombia, para mitigar el impacto de la pandemia, se tomaron las siguientes medidas: creación de Coronapp, una aplicación gratuita que permite monitorear y detectar zonas afectadas y personas cercanas con diagnóstico positivo para COVID-19; restricciones de ingreso al país y aislamiento preventivo obligatorio para viajeros; la puesta en marcha del Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19, entre otras. 

El 39% de encuestados por Ipsos aprueba en algo el plan colombiano de vacunación propuesto por el gobierno de Iván Duque. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Colombia, hasta el 24 de julio de 2021, más de 9 millones de personas han recibido el esquema completo de vacunación. Aunque Lasso sea el tercer presidente con más aceptación, 

Ecuador, en cambio, se encuentra en el octavo puesto con el 33% de aprobación según el sondeo realizado por Ipsos. En el país se está llevando a cabo el Plan de Vacunación 9-100 propuesto por el gobierno de Guillermo Lasso. El objetivo es vacunar a 9 millones de ecuatorianos en los primeros cien días de la gestión del nuevo gobierno. De acuerdo con el vacunómetro del Ministerio de Salud, hasta el 24 de julio más de 7 millones de personas han recibido la primera dosis, mientras que más de 2 millones han sido inoculados con las dos dosis de vacunación contra el COVID-19.

lunes, 26 de julio de 2021

Intendente junto al Presidente de OSE en Juan L. Lacaze Colonia

 


En la tarde de hoy lunes 26, el Intendente de Colonia Doctor Carlos Moreira Reisch, acompañado del Director de Obras Ingeniero Gonzalo Santos estuvo junto al Presidente de OSE Ingeniero Raúl Montero, en la ciudad de Juan L. Lacaze. El Motivo de la visita fue observar en el lugar, la obra que proyecta realizar la Intendencia, en la Avenida Profesor Carminillo Mederos, desde 12 de octubre y que contempla carpeta asfáltica, cordón cuneta, vereda e iluminación entre otras cosas y al mismo tiempo se coordina con OSE, la realización del saneamiento en todo ese trayecto. Participaron además el Diputado Mario Colman y el Alcalde Arturo Bentancor.

El Municipio refuerza las acciones de salud territorial

 


En la mañana de hoy, desde el Municipio de Zárate se realizó un nuevo operativo Detectar en la plaza Mitre, para la búsqueda de casos positivos de Covid-19 en la comunidad, en conjunto con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. La misma actividad de realizará mañana en el Parque Urbano, donde los vecinos podrán someterse a hisopados para saber si están cursando la enfermedad. Luego, los días miércoles, jueves y viernes el Municipio desarrollará de manera individual los abordajes en los barrios de la ciudad. C

omo es habitual, estuvieron presentes autoridades de la Secretaría de Salud, para informar a la comunidad sobre las acciones que el Municipio está encarando a nivel local en materia sanitaria. El Dr. Marcelo Schiavoni secretario de Salud del Municipio sostuvo: “En Zárate estamos en un promedio de 40 casos, lejos de los 120 y picos de hasta 200 que en un momento sufrimos. Nos gustaría llegar a lo que era el año pasado, a menos de 20 o llegar a 0 casos. Pero hay un descenso manifiesto, ayer fueron 19 casos. Las camas libres son más de un 50%, tenemos un poco de respiro después de tantos días de mucho trabajo. Con esta libertad de camas y cantidad de casos, estamos dedicándonos a lo que es no Covid, empezando a reforzar esa planificación”. En relación a las enfermedades estacionales explicó: “Por suerte están controladas, todo lo que es respiratorio de niños en los CAPS del municipio, en todo el corredor sanitario.

 Contamos con pediatras, con ginecología y obstetricia, haciendo los chequeos de las embarazadas, y el seguimiento, en conjunto con el hospital, de las embarazadas para, al momento del parto o la cesárea, brindar toda la información de esas 36 primeras semanas, para que en el hospital las últimas dos semanas puedan manejarse en forma tranquila o avisando cuando hay algún riesgo previo detectado. También para luego del parto seguir haciendo un seguimiento en los barrios”. Por otro lado, el Dr. Schiavoni destacó el importante trabajo territorial que el Municipio sigue desplegando en zonas más alejadas del partido de Zárate. 

Detalló que mañana, el Municipio va a realizar en la isla vacunación Covid a domicilio para aquellas personas que no pueden movilizarse. Y agregó: “También se va hacer un censo y vamos a hacer un abordaje territorial de la parte de salud: vamos a ir con odontología, control de niño con pediatría y realizar la vacunación calendario obligatoria. Vamos a estar allá tanto en el puesto dársela como en la posta sanitaria de Keidel”.

 “El Plan de Vacunación de Covid está en 65.000 primeras dosis promedio y 15.000 segundas, un total de 80.000, llegando prácticamente a todos los que se anotaron en forma voluntaria. Estamos en franco aumento de la aplicación de segundas dosis. Se amplió punto IOMA que abrió un punto en Castelli, en Lima hay un vacunatorio que es itinerante, que por ahora sigue firme. Estamos desde el área de salud trabajando en conjunto con provincia, brindando toda la ayuda necesaria para que se mantenga este promedio de vacunación y por suerte cumpliendo con la bajada de vacunas sin ningún sobresalto” finalizó.

Covid Zarate

 


Sexo descontrolado, dos niños asesinados y un atroz enigma: el estremecedor caso de la madre acusada de matar a sus hijos

 Por

Los casos policiales intrincados suelen tener miles de aristas. Este es uno de ellos. Contaremos la historia oficial de la señora Alice Crimmins, pero también los detalles que no despejan todas las dudas sobre los asesinatos de sus hijos. Alice, nació el 9 de marzo de 1936 en el Bronx, un barrio de Nueva York, en los Estados Unidos y fue educada en el Saint Raymond, un colegio irlandés de monjas. En 1959, con 23 años, se casó con su novio Edmund “Eddie” Crimmins, mecánico de aviones. 

 Los primeros tiempos fueron felices, pero después del nacimiento de su primer hijo, Eddie comenzó a trasnochar con sus amigos y a tomar en exceso. Mientras él engordaba con tanto alcohol, Alice se sentía presa en su casa y desplazada del centro de atención. Atención que comenzó a buscar en otros hombres. Cuando nació su hija menor decidió que no quería pasar por más embarazos y comenzó a tomar pastillas anticonceptivas a escondidas. Eddie, controlador y católico fervoroso, halló las píldoras en su cartera y no se lo perdonó. Las cosas fueron empeorando hasta que, en 1964, se separaron.

 Ese mismo año tuvo lugar un escandaloso episodio (ya lo relataremos más adelante) que culminó con Eddie pidiendo la custodia de sus hijos. Celos y escuchas enfermizas Antes de llegar a ese juzgado a pedir la tutela, Eddie ya venía espiando a su mujer con micrófonos que había ocultado en el dormitorio y el teléfono de Alice. Aunque ya no vivía en el edificio, tenía copias de las llaves y había montado un centro de escuchas en el sótano. Su obsesión por invadir la vida privada de su mujer había comenzado cuando su pequeño hijo, Eddie Jr, le dijo que mamá invitaba “primos” que se quedaban a dormir e iban a la cocina en ropa interior. 

 Alice se había volcado al sexo descontrolado e introducía hombres en su cuarto y en su cama. Celoso en extremo y adicto a la tecnología, Eddie empezó a pasarse horas grabando las relaciones sexuales de su mujer con otros. Una vez, en medio de un ataque de furia, subió desde el sótano de manera intempestiva y entró a la habitación. El amante de Alice salió corriendo desnudo de la casa, cruzó la calle y se subió a su auto. Alice y Edmund Crimmins, llegando juntos al tribunal de Nueva York. después del crimen de sus hijos se reconciliaron, pero el matrimonio no duró (Bettmann) Alice y Edmund Crimmins, llegando juntos al tribunal de Nueva York. después del crimen de sus hijos se reconciliaron, pero el matrimonio no duró (Bettmann) Eddie justificó su conducta invasiva diciendo que tenía por objetivo juntar evidencia para obtener la tutela de los menores, pero lo cierto es que su obsesión era enfermiza y revelaba una personalidad oscura. 

Cuando Alice le reclamó por esas apariciones sin aviso, él le soltó que como ella no le prestaba atención había tenido que exponer sus genitales a unas niñas en el parque. Alice no le creyó y dejó pasar el repugnante comentario. En eso estaba la familia cuando pasó lo impensable. Desaparición forzada La mañana del miércoles 14 de julio de 1965 amaneció soleada y calurosa. Eddie atendió el teléfono de su casa. Del otro lado de la línea estaba Alice que lo acusaba de haberse llevado, sin su permiso, a los chicos. Eddie lo negó. Ella le dijo que cuando destrabó la puerta del dormitorio (tenía una traba con un gancho por fuera) sus camas estaban revueltas, pero ellos no estaban. Eddie, que trabajaba de noche, rápidamente se dirigió al complejo de ladrillos colorado llamado Regal Gardens, en Kew Gardens Hills, en el barrio neoyorquino de Queens. El departamento quedaba en la planta baja y daba a la calle. Una vez juntos, llamaron a la policía para reportar la desaparición de Eddie Jr, de 5 años, y de Alice Marie (a quien todos llamaban Missy), de 4. Para las 11 de la mañana el lugar estaba repleto de patrulleros. Lo primero que pensaron los investigadores fue en un secuestro.

 La señora Crimmins les dijo que la ventana de la habitación de sus hijos estaba abierta a 75 grados, pero ella recordaba haberla cerrado la noche anterior porque el mosquitero tenía un agujero y no quería que entraran insectos. ¿Dónde están los niños? Un par de horas después la misteriosa desaparición de los chicos Crimmins se transformó en una investigación por homicidio. Un chico de 9 años, llamado Jay Silverman, encontró el cuerpo de Missy en un baldío en la calle 162, a unas ocho cuadras de la casa donde vivía la familia. Su cadáver estaba de costado y tenía puestos una remera de algodón blanca y una bombacha amarilla. 

La parte superior del pijama era floreada y estaba atada sobre su cuello tapándole la boca. Solo sobresalía el pelo rubio. Informado del hallazgo, el detective Gerard Piering, llevó a la madre a la escena sin previo aviso. Alice casi se desmaya. “Es Missy”, dijo con un hilo de voz, sin llorar ni gritar. De regreso a su casa, en el auto de la policía, se mantuvo como ausente. Cuando descendió del vehículo ya había periodistas en la entrada del edificio que la ametrallaron a fotos. Recién ahí, empezó a sollozar. Edmundo con sus hijos Missy y Eddie Jr Edmundo con sus hijos Missy y Eddie Jr El cadáver fue derivado para los pertinentes análisis forenses que determinaron que Missy había sido estrangulada. La hemorragia en sus ojos era evidente y, también, los daños en el cuello. El perito médico Milton Helpern no encontró pruebas de abuso sexual. Las otras hemorragias en la mucosa de su garganta y en sus cuerdas vocales demostraban que había sido asfixiada hasta morir. 

En el estómago encontró su última comida: pasta. A la mañana siguiente, los oficiales de policía quedaron estupefactos cuando tuvieron que esperar un buen rato antes de interrogar a Alice. Se estaba maquillando. El retrato de una madre frívola y poco angustiada había empezado a dibujarse. Sobre el destino de Eddie Jr no tuvieron novedades hasta la mañana del lunes 19 de julio. Vernon Warnecke y su hijo Ralph (10) caminaban por el barrio cuando se asomaron para mirar dentro de una casa para niños construida sobre un árbol. Desde allí observaron un cuerpo tirado en un terraplén. El sitio quedaba a un kilómetro y medio de la casa de los Crimmins. El pequeño cuerpo había sido devorado por ratas e insectos y estaba totalmente descompuesto. Eddie Jr. era irreconocible a simple vista y el estado de sus restos no permitió determinar la causa de muerte

. Los chicos habían aparecido de la peor forma. Delineador, botellas de alcohol y souvenirs Una semana después de los dos entierros, la madre comenzó, en apariencia, a llevar una vida “normal”. Unidos por la tragedia, Alice y Eddie, se habían reconciliado. Por las noches, ella comenzó a ir a bares, donde bebía y bailaba. Su falta de lágrimas podía ser parte del shock sufrido; su obsesión por su aspecto, podía ser por un sentimiento de inferioridad que arrastraba desde hacía años y, por otro lado, las salidas nocturnas podían deberse a un mecanismo de escape de la realidad. 

Todas estas interpretaciones psicológicas no fueron tenidas en cuenta. El retrato que se hizo de ella no contribuyó para nada a la imparcialidad del público ni de la policía ni de la justicia. El detective Piering, padre de seis hijos, se dio cuenta de que el caso podría ser su gran oportunidad para conseguir una promoción laboral. Que la madre de los chicos no estuviera llorando desconsolada le cayó mal. Su aspecto, peor. La veía maquillada en exceso, con abundante delineador. Además, llevaba una llamativa blusa floreada y unas calzas negras y estaba trepada a tacos altos. No parecía una madre destrozada. 


 Otros pequeños detalles alimentaron su desconfianza hacia la joven de 29 años. Cuando se supo por los peritajes que Missy tenía pasta en el estómago, Piering recordó que la madre había dicho haberles dado carne para cenar. Además, él había encontrado una caja de pasta en la basura de Alice junto con una docena de botellas de alcohol. La impertérrita Alice se había justificado diciendo que había limpiado la casa porque tendría una inspección de los servicios sociales debido a la custodia de los chicos. Los detectives encontraron algo más entre lo descartado: una pequeña libreta negra con una lista de hombres. 

Y, debajo de la cama, un bolso con invitaciones a comer, souvenirs románticos y cartas. Entre esos papeles había varios que confirmaban el romance de la dueña de casa con Anthony “Tony” Grace, 52, un poderoso constructor de autopistas y edificios, casado, con lazos con el mundo del hampa y con políticos del partido demócrata. También hallaron pruebas de que Alice había conocido al ex alcalde de Nueva York, Robert Wagner. Antes de las desapariciones Los investigadores le pidieron a Alice que contara cómo había sido su martes 13 de julio. Esta es la historia que se reconstruyó con sus dichos. Entre las 14.30 y las 16.30, ella y los chicos, hicieron un picnic a seis cuadras del departamento, en el parque Kissena. En el camino de regreso, Alice compró comida para la noche en Sever ‘s delicatessen: carne, una lata de porotos y una gaseosa grande. 

Al llegar a su casa se comunicó con su abogado Michael LaPenna -un recomendado de Tony Grace-. Hablaron sobre una ex empleada doméstica que le reclamaba 600 dólares para no decir algo que podría perjudicarla en el juicio por la tutela. La audiencia por la custodia tenía fecha en cinco días más: el 19 de julio. Nunca se llevaría a cabo. Terminó de conversar con Michael y, a las 19.30, cenó con los chicos. Luego, salieron a dar una vuelta. Alice llenó el tanque de nafta de su auto y quiso ver dónde estaba localizado el departamento amoblado que Eddie había alquilado. Volvieron a casa y, alrededor de las 21, los preparó para que fueran a dormir. Siguió dando vueltas, quería reemplazar el mosquitero roto de la ventana de sus hijos. Tomó uno que tenía en su cuarto, pero se dio cuenta de que estaba sucio con lo que parecía ser excremento de perro. 

Devolvió entonces el mosquitero agujereado al cuarto de los menores, lo apoyó sin atornillarlo y cerró la ventana. Missy fue estrangulada, Eddie fue hallado cerca de su casa y el cuerpo ya presentaba signos de descompsición Missy fue estrangulada, Eddie fue hallado cerca de su casa y el cuerpo ya presentaba signos de descompsición Apiló y ordenó la ropa vieja y se deshizo de las botellas de alcohol. 

A las 22.30, agotada, se tiró en el sillón del living a ver el programa de tevé The Defenders. Mientras, esperaba que Tony Grace le devolviera una llamada. Pero fue ella quien discó celosa el teléfono del bar del Bronx que Tony frecuentaba. Lo encontró, pero no concretaron nada. Cortaron y Alice atendió el llamado de otro hombre, Joe Rorech (lo había conocido cuando trabajaba como moza en un bar en Long Island). Joe la invitó para que fuera a un bar en Huntington. Alice le dijo que no tenía babysitter y colgó. Siguió mirando televisión y, a medianoche, llevó a Eddie Jr al baño. Luego, cerró la puerta del cuarto con la traba. 

Alice dijo que lo hacía para evitar que Eddie Jr atacara la heladera de noche, pero los policías terminaron convencidos de que lo hacía para que los menores no interrumpieran sus escarceos amorosos. Sacó a la perra Brandy para que hiciera pis y, al volver, se sentó en el porche. Cuando estaba por irse a dormir, llamó Eddie y discutieron por la empleada que reclamaba dinero. Alice se puso nerviosa y sacó de nuevo a pasear a Brandy. Volvió, se dio un baño y se fue a dormir entre las 3:30 y las 4 de la madrugada. Dinero para no hablar ¿Por qué la ex empleada de Alice la chantajeaba? Evelyn Linder Atkins podía contar algo que había ocurrido el año anterior, en 1964, estando Eddie y Alice ya separados. La anécdota que tenía para ventilar en el juicio la perjudicaba. Alice la había llamado para que cuidara a sus hijos porque tenía una fiesta en un yacht privado de Tony Grace. 

Grace era gordito y petiso, llevaba un bigote muy fino, le gustaba usar trajes de seda y ostentaba en uno de sus dedos un impactante anillo con un diamante rosado. Evelyn aceptó y se quedó con ellos. Alice nunca volvió porque, según dijo, Grace y sus amigos encerraron a las mujeres en el baño, como una broma, y salieron a navegar con destino a las Bahamas. Como la madre no regresó, la babysitter terminó llamando a Eddie para que fuera a buscarlos. Él los recogió y los llevó a lo de su suegra. Estaba furioso. Al día siguiente, se presentó en los tribunales y pidió la custodia. 

“No estás preparada para criar a los chicos”, le gritó a Alice. El día 13 de Eddie El padre de los chicos también tuvo que contar qué había hecho el 13 de julio. Le dijo a la policía que a las 7 de la mañana había jugado nueve hoyos de golf en una cancha pública. Luego se tomó tres cervezas en el club house con un amigo y miró en televisión un partido de baseball de los New York Mets. A las dos de la tarde dejó el lugar y manejó hasta Huntington para ver si Alice estaba con Joe Rorech. Allí no había señales de su viejo auto, un Mercury convertible que usaba ella. Kew Gardens Hills: Ralph Warnecke, de 10 años, señala el lugar donde junto a su padre Vernon, hallaron el cuerpo de Edmund Crimmins (Getty) Kew Gardens Hills: Ralph Warnecke, de 10 años, señala el lugar donde junto a su padre Vernon, hallaron el cuerpo de Edmund Crimmins (Getty) Se dirigió a su departamento y a las 17 se tiró a ver televisión. A las 23 tuvo hambre y manejó hasta un local de comidas rápidas donde comió una pizza y bebió una Pepsi.

 Más tarde fue hasta un bar donde pidió unos gin tonic. A las 2.45 se marchó y manejó hasta el estacionamiento que estaba ubicado detrás del departamento de Alice y los chicos. Miró las ventanas del que había sido su dormitorio y del living. Había luz. Volvió a su casa y llamó a Alice, pero ella le colgó. Miró una película y se durmió cerca de las 4 de la madrugada. Eddie colaboró con la investigación y se sometió a un detector de mentiras. Alice no quería, pero él la convenció. Luego de un par de preguntas, sin embargo, ella se negó a continuar. La policía se concentró en Alice como sospechosa y olvidó a Eddie. 

 La libreta negra Los detectives intentaron seguir varias pistas, pero siempre volvían a su sospechosa favorita: la señora Crimmins. Estudiaron los nombres de los hombres que figuraban en la libreta negra de Alice. Entre ellos a Tony Grace quien admitió que había manejado esa madrugada hasta un restaurante llamado Ripples para ir a jugar al bowling con un grupo de “chicas”. Otro de los nombres de la libreta era Joe Rorech quien le dijo a los detectives que había llamado a Alice dos veces esa noche: a las 22 y a las 2 de la madrugada. La primera la invitó a un bar y ella no quiso ir; la segunda, directamente ella ya no le respondió. Joe se quedó bebiendo hasta que se emborrachó. El 6 de diciembre de 1965 le hicieron la primera de dos pruebas de la verdad con una inyección de pentotal sódico.

 La pasó sin contratiempos. Luego, aprovechando su vulnerable estado económico, lo convencieron para que hiciera de espía. Querían que la grabara. La policía instaló micrófonos en una habitación de hotel a la que Joe llevó a Alice varias veces. De las grabaciones no surgió nada. El sonido del sexo El matrimonio se mudó a vivir a un nuevo departamento de tres habitaciones en Queens. Querían alejarse de la mirada de la gente, pero no pudieron escapar a la vigilancia de la policía que colocó micrófonos ocultos en toda la vivienda. Esperaban que, escuchando sus conversaciones, surgieran pruebas del crimen. Era una apuesta rara porque Alice sabía que estaban oyéndolos. El desfile de encuentros sexuales siguió alimentando las escuchas como una película triple XXX. Su vida promiscua había entrado en el tablero de ajedrez de la investigación.

 La policía lo intentó todo para quebrarla. Llegaron a pinchar las gomas del auto de Joe Rorech para provocar una pelea entre él y Eddie. Aunque no se encontró suficiente evidencia para vincularla con los asesinatos, el 11 de septiembre de 1967, Alice fue arrestada. El 9 de mayo de 1968 comenzó su juicio. Entre los que declararon estuvo el Dr. Milton Helpern, el experto médico forense, que aseveró que la comida hallada en el estómago de Missy era consistente con una ingesta hecha menos de dos horas antes de su muerte. Si tenía razón y Alice era la única que les había dado de comer, no podía haberla visto viva a la medianoche cuando llevó a Eddie Jr al baño. Missy ya habría estado muerta para ese entonces. 

Y en su estómago había pasta, no carne como había dicho Alice. Nada cerraba. Alice junto a su abogado Herb Lyon, en los tribunales. Un ex amante aseguró: “Ella no quería que Eddie tuviera a los chicos. Hubiese preferido ver a los chicos muertos antes que con él” 

 “Ella no quería que Eddie tuviera a los chicos. Hubiese preferido ver a los chicos muertos antes que con él”. El defensor de Alice pensó que el jurado comprendería que era solo algo que se dice en el fragor de un divorcio. Pero Rorech sostuvo, también, que ella había dicho que los chicos “entenderían, ellos sabían que era lo mejor (...) Joseph, perdoname, los maté”. Alice reaccionó alterada frente a los dichos de Joe Rorech y le gritó: “¿Por qué hacés esto? Eso no es verdad… ¡Oh mi Dios!”. Luego se sumó el testimonio de la testigo Sophie Earomirski, una vecina de Alice que padecía insomnio. Subió al estrado y se explayó con lo que había visto desde la ventana de su living esa madrugada del 14 de julio.

 Dijo haber observado, poco después de las dos de la mañana, a un hombre y a una mujer caminando. Ella iba detrás y llevaba un bulto de mantas blancas debajo de su brazo izquierdo y a un niño con la mano derecha. Un perro los acompañaba. El hombre le gritó a la mujer que se apurara; ella le dijo que se quedara tranquilo, que alguien los podría ver y que la perra estaba preñada. El hombre tomó el bulto de mantas y se sentó en el asiento trasero del auto, el niño hizo lo mismo. La perra podría haber sido Brandy, la mascota de los Crimmins, que una semana después parió un cachorrito. 

 El jurado entendió que era razonable creer que el bulto de mantas era nada menos que el cadáver de la pequeña, que la mujer era Alice y el niño Eddie Jr. La defensa intentó atacar a la testigo por sus antecedentes de depresión, un supuesto intento de suicidio y porque, una vez, había metido la cabeza dentro del horno para ver cómo iba la comida. No alcanzó. Los periódicos mostraron como Alice se desvaneció cuando escuchó la condena por el crimen de sus hijos Los periódicos mostraron como Alice se desvaneció cuando escuchó la condena por el crimen de sus hijos Cuando Alice subió a declarar las preguntas de los fiscales fueron directo a cuestionar su intensa vida sexual. 

Salió a relucir todo: lo del yacht, el amante corriendo sin ropa y una escena en la pileta de Joe Rorech donde ella se bañó desnuda. Esa fue la estocada final. El diálogo entre la acusada y el fiscal fue el siguiente: - ¿Tiene (Joe Rorech) una piscina allí, Señora Crimmins? -Sí, la tiene. - ¿Estuvo usted en esa piscina? - Sí, he estado. -¿Qué tenía puesto usted, Señora Crimmins, en la piscina? - Una vez un traje de baño; otra vez, nada. -¿Dónde estaban sus chicos mientras usted se bañaba en la piscina del señor Joe Rorech sin traje de baño? - Ellos estaban muertos. No había mucho más que agregar. El juicio duró 13 días y fue condenada el lunes 27 de mayo de 1968. El juez la envió al correccional estatal de mujeres Bedford Hills, donde debería cumplir no menos de 5 años de cárcel y no más de 20. Juzgada por segunda vez No estuvo mucho tiempo presa porque un abogado de alto perfil mediático, Herbert Lyon, tomó su caso. Logró que Alice se mantuviera libre casi tres años y que se la volviera a juzgar. Lyon dijo que la había aceptado como clienta porque sentía lástima por ella. Las malas lenguas murmuraban que, en realidad, era porque detrás estaba el poderoso amante de Alice, Tony Grace. Grace fue leal con ella y la visitó en prisión, una vez por semana, durante todo su encierro. El segundo juicio se llevó a cabo entre marzo y abril de 1971. 

Otra vez, hubo testigos sacados de la galera. Unos la involucraban diciendo que la habían visto aquella noche; otros se adjudicaban ser ese grupo familiar y la sacaban de la escena. La portada de los periódicos hablaban del crimen y de los amantes de la madre acusada La portada de los periódicos hablaban del crimen y de los amantes de la madre acusada El 13 de mayo de 1971, el jurado encontró a Alice Crimmins nuevamente culpable y fue sentenciada a pasar su vida en prisión por dos asesinatos en primer grado. La cosa no terminó ahí. En 1973, la Suprema Corte de Nueva York consideró que su condena debía ser anulada en lo que hacía a Eddie Jr porque nunca se había determinado la causa de su muerte. Apelaciones, anulaciones, salidas de la cárcel, reingresos… La vida de Alice era una novela negra. Arañando la libertad En enero de 1976 Alice tuvo el derecho a pedir la libertad condicional. En agosto de ese mismo año el diario The New York Post publicó una noticia que impactó: Alice había pasado ese domingo “bajo el bálsamo del sol del verano, en un crucero de lujo en City Island”. Los lectores se enfurecieron con la “madre asesina”. 

En julio de 1977, ella contrajo matrimonio con el dueño de aquel crucero, su millonario novio Tony Grace. Y fue publicada una foto de ella subiendo al Cadillac blanco de su flamante marido. La prensa, indignada, la mostró en bikini y disfrutando de su nueva vida de mujer rica. Dos meses después, le fue otorgada la libertad bajo palabra. Se mudaron primero a Cayo Largo, donde tenían un crucero llamado Alicia II y, luego, a Boca Ratón, en el estado de Florida, donde intentaron volver al anonimato. La incertidumbre de la verdad La fiscalía no pudo demostrar el motivo por el cual Alice podría haber querido eliminar a sus hijos ya que su presencia no impedía su alocada vida sexual. Además, podría haberle cedido la tenencia a Eddie. ¿Cuál era el móvil de los crímenes? Los rumores eran contradictorios. 

Que habían muerto en manos de sicarios enviados por su amante que no quería niños en el medio; que su marido celoso era el verdadero criminal; que ella no quería a Missy y la había matado durante un ataque de furia y que su otro hijo había sido un testigo indeseado… Nada pudo probarse. Eddie Crimmins no fue investigado, incluso habiendo estado esa noche en el lugar. Fue descartado por ser considerado tan elemental que no podría haber planeado los hechos. Tony Grace, por supuesto, dijo no tener nada que ver con esas muertes. Alice, para ser justos, también siempre lo negó. Las tribulaciones de los Crimmins fueron la plataforma, en 1975, para el best seller de la famosa escritora de misterios Mary Higgins Clark, ¿Dónde Están Los Niños? 

 En julio de 1977, Alice contrajo matrimonio con su millonario amante Tony Grace. La Corte había determinado que no se la podía condenar por el crimen de Eddie Jr (Getty Images) En julio de 1977, Alice contrajo matrimonio con su millonario amante Tony Grace. La Corte había determinado que no se la podía condenar por el crimen de Eddie Jr (Getty Images) Eddie Crimmins se volvió a casar y se mudó a Leesburg, Florida, donde murió en 2012. Joe Rorech siguió, hasta su muerte en 2006, en bancarrota. 

Tony Grace murió en 1998, en Harrison, Nueva York. Alice Crimmins, o Alice Grace, tendría hoy 85 años. Hay quienes afirman haberla visto en Florida, viviendo bajo otro nombre; otros, paseando por Nueva York. De seguir con vida, Alice podría ser la única capaz de develar lo ocurrido con sus hijos. Inocente o culpable, lo más seguro es que no quiera recordar aquella negra etapa de su vida donde se convirtió en “la madre más odiada de los Estados Unidos”. Un podio que comparte hoy con la convicta Susan Smith quien ahogó a su dos hijos en 1995 y con Casey Anthony, quien fue acusada por matar a su hija en 2008 pero por falta de pruebas evitó ser condenada.

El gobierno de Alberto Fernández no repudió las detenciones masivas en Cuba

 

El Departamento de Estado de los EEUU emitió una declaración de condena a la falta de libertades en la isla caribeña que sí firmaron otros países de la región como Brasil, Colombia y Ecuador
El gobierno argentino de Alberto Fernández decidió nuevamente no condenar las detenciones masivas que se produjeron en los últimos días en Cuba, en el marco de las protestas del pueblo contra el régimen encabezado por Miguel Díaz Canel. El Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió una declaración en la que se rechazan “las masivas detenciones” que hubo en la isla caribeña y se realiza un llamamiento a que los cubanos peleen por sus derechos y por sus libertades. Brasil, Colombia y Ecuador fueron los tres países sudamericanos que se sumaron al reclamo estadounidense.

 “Hacemos un llamamiento al gobierno cubano para que respete los derechos y libertades legítimos del pueblo cubano sin temor a ser detenido ni encarcelado. Exhortamos al gobierno cubano a que libere a los detenidos por ejercer su derecho a manifestarse pacíficamente. Reclamamos la libertad de prensa y el pleno restablecimiento del acceso a internet, que permite que las economías y las sociedades prosperen. Instamos al gobierno cubano a que atienda las voces y las reivindicaciones de su pueblo”, expresa el párrafo más duro de la proclama que emitió el gobierno de Joseph Biden. Cuando la ola de reclamos en Cuba hace dos semanas estaba en su período más tenso, Alberto Fernández también había elegido no pronunciarse sobre el tema. 

“Yo no sé lo que está pasando en Cuba, pero terminemos con los bloqueos. Los pueblos deben resolver la manera en la cual quieren vivir, si tenemos que favorecer la paz de los mismos. No hay nada más inhumano en una pandemia que un bloqueo”, manifestó en esa ocasión el jefe de Estado en declaraciones radiales. También adhirieron a esta nueva declaración de los Estados Unidos, además de los de Brasil, Colombia y Ecuador, los ministros de Relaciones Exteriores de Austria, Croacia, Chipre, República Checa, Estonia, Guatemala, Grecia, Honduras, Israel, Letonia, Lituania, Kosovo, Montenegro, Macedonia, Polonia, Corea del Sur y Ucrania. Según el Departamento de Estado de Biden, “la comunidad internacional no vacilará en su apoyo al pueblo cubano y a todos aquellos que defienden las libertades básicas que todas las personas merecen”.

 El comunicado recuerda que el pasado 11 de julio “decenas de miles de ciudadanos cubanos participaron en manifestaciones en todo el país en protesta contra el deterioro de las condiciones de vida y en demanda de cambios”, y denuncia que ante esas demostraciones “el Gobierno respondió con violencia”. Los ministros de los citados países subrayaron, además, que los manifestantes “ejercieron las libertades fundamentales de expresión y asamblea consagradas en la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos, la Cata Democrática Interamericana y la Convención Europea de Derechos Humanos”.

 Por eso exhortaron al gobierno de Cuba a que respete “los derechos y libertades del pueblo cubano, garantizados por la ley, sin temor de arresto o detención”. Las mayores protestas en más de seis décadas se produjeron con una Cuba sumida en una grave crisis económica y sanitaria, con un aumento significativo en los casos de Covid 19 y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad, lo que empujó a los cubanos a salir a las calles para criticar a su gobierno. Las autoridades cubanas insisten en culpar a Estados Unidos tanto de las manifestaciones como de la extrema escasez que sufre el país. 

 Acompañando el comunicado, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó que las “democracias de todo el mundo se están uniendo en apoyo al pueblo cubano y exhortan al gobierno de Cuba a respetar los reclamos de derechos humanos universales que expresan los cubanos. Como lo manifestó el presidente Biden, el pueblo cubano hizo un “claro llamamiento a la libertad”. “Ante esto, el gobierno cubano no ha respondido escuchando los reclamos de su propio pueblo, sino acallando todavía más esas voces mediante actos de detención arbitraria y juicios sumarios que se desarrollaron de manera secreta y sin garantías de debido proceso”, agregó. “Estados Unidos seguirá apoyando el deseo del pueblo cubano de obtener libertad y de forjar su propio futuro. Esta declaración conjunta demuestra que el pueblo cubano no está solo en sus aspiraciones”.

domingo, 25 de julio de 2021

Recordando Llegada de Comitiva Diplomática Embajador Pomi a Zarate acompañándonos Jorge Varela de Campana suscribirse gracias!!!

Pablo Milanés critica la represión y denuncia las injusticias en Cuba

 

Por EFE • última actualización: 25/07/2021 - 20:15
Pablo Milanés recibe un Grammy Latino por toda su carrera artística 18/11/2015 Pablo Milanés recibe un Grammy Latino por toda su carrera artística 18/11/2015 - Derechos de autor Chris Pizzello/Chris Pizzello/Invision/AP El cantautor cubano Pablo Milanés criticó la represión y el hambre a los que está sometido el pueblo cubano por el "fracasado" Gobierno de la isla y se mostró confiado en que los jóvenes serán el "motor" de cambio en su país.

 "Es irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado y lo ha dado todo durante décadas para sostener un régimen que al final lo que hace es encarcelarlo", se lamentó el trovador de 78 años en su cuenta de Facebook. Sin nombrar directamente las manifestaciones en la isla, el cantante subrayó que desde hace mucho tiempo ha venido expresando "las injusticias y errores en la política y gobierno" de Cuba. Las inéditas manifestaciones estallaron en Cuba el pasado 11 de julio y han sido apoyadas especialmente por el exilio cubano en Florida que ha pedido al presidente de EE.UU., Joe Biden, endurecer las sanciones contra el régimen de la isla.

 "En el año 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié", recordó el creador de medio centenar de álbumes y más de 400 canciones en más de seis décadas. Milanés manifestó que reitera esos pronunciamientos y dijo que confía en "el pueblo cubano para buscar el mejor sistema posible de convivencia y prosperidad, con libertades plenas, sin represión y sin hambre". 

 El intérprete de temas emblemáticos como 'Yolanda' o 'Para vivir', radicado en España, puso sus esperanzas en las nuevas generaciones. "Creo en los jóvenes, que con la ayuda de todos los cubanos, deben ser y serán el motor del cambio", subrayó en una carta fechada el 24 de julio el ganador de dos premios Grammy Latino y un Grammy a la Excelencia Musical. El jueves pasado, el Gobierno estadounidense anunció sanciones contra el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, Álvaro López-Miera, y contra una unidad militar de élite conocida popularmente como "avispas negras" o "boinas negras". También informó que busca, junto con el sector privado, formas innovadoras para "asegurar que los ciudadanos cubanos tengan acceso a internet" seguro y sólido.

“Si Cuba está en la calle, España también”: masiva manifestación en Madrid contra la dictadura castrista

 

Vestidos de blanco, cientos de manifestantes salieron a las calles de la capital española para exigir derechos y libertades en la isla en solidaridad con las recientes protestas. Encabezaron la marcha el cantante cubano Yotuel, el dirigentes español Pablo Casado y el líder opositor venezolano Leopoldo López
Al grito de “si Cuba está en la calle, nosotros también”, una multitud de manifestantes, muchos de ellos cubanos, reclamaron este domingo en Madrid “libertad y democracia” en Cuba, en apoyo a las últimas protestas sociales en este país.

 Esa fue una de las consignas más coreadas, entre banderas de Cuba y de España, en su recorrido por el centro de la ciudad, desde Cibeles hasta la plaza de Callao, con carteles y pancartas en los que se leía “No nos callarán”, “62 años de dictadura y no te enteras”, “Cuba libre” o “Stop represión”. “Más salud, más comida, más libertad”, “Democracia en Cuba, ya”, “En Cuba, 12.000 presos políticos”, “Díaz-Canel, no te quieren” o “No nos dejen solos” fueron otras de las consignas. Fotos con “torturados y desaparecidos” y caricaturas de los dictadores de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Venezuela, Nicolás Maduro; y de Nicaragua, Daniel Ortega, acompañaron también a los participantes. Muchos de ellos vestidos de blanco, como el cantante cubano Yotuel, que subido sobre uno de los vehículos de la organización se dirigió con un megáfono a los manifestantes para “desde el corazón de Madrid” proclamar que en Cuba “la juventud ha dicho se acabó” al régimen del país.

 Para muchos cubanos, “España es la madre patria y una madre nunca abandona a su hijo”, aseveró, para terminar su intervención con proclamas como “abajo la dictadura, viva el pueblo de Cuba”, “viva Cuba libre, abajo Díaz-Canel, libertad”. Acompañado de la multitud, Yotuel interpretó “Patria y vida”, la canción de la que es uno de los compositores y que es considerada “la banda sonora” de las protestas en Cuba. “Patria y vida” fue uno de las lemas de la marcha, en contraposición a la expresión de “patria o muerte” que hace más de seis décadas pronunció Fidel Castro, quien dirigió Cuba entre 1959 y 2008 tras instaurar un régimen socialista.

 Yotuel, voz principal del grupo Orishas, ha apoyado desde Miami (Estados Unidos), donde se concentra buena parte del exilio cubano, las protestas sociales que estallaron en Cuba el pasado 11 de julio. El presidente del PP, Pablo Casado, principal fuerza de oposición en España, asistió a la manifestación y expresó su apoyo al pueblo cubano. “Claro que Cuba es una dictadura. He venido a apoyar a #SOSCuba y @Yotuel007 para pedir democracia y libertad para el pueblo cubano. #PatriaYVida”, escribió en Twitter. En el recorrido, los asistentes también gritaron consignas hacia el jefe de gobierno español, como “(Pedro) Sánchez, dilo, una dictadura”, en referencia a sus comentarios sobre la situación. 

Además de miembros del PP, también estuvieron presentes representantes de esta formación, de la ultraderechista Vox y de la liberal Ciudadanos. Play "Patria y Vida" Tradicionalmente, los gobiernos españoles, tanto de derecha como de izquierda, han evitado usar la palabra “dictadura” para referirse a Cuba, teniendo en mente los importantes intereses económicos en la isla. “Es evidente que Cuba no es una democracia”, se limitó a señalar Sánchez, quien visitó la isla en 2018, antes de que en 2019 lo hicieran los reyes Felipe y Letizia. 

 “NO NOS VAN A PARAR” La bailarina cubana Yaumara Oviedo, conocida artísticamente como La Yayu, declaró a Efe que tras salir de la isla en la que había “nacido presa”, porque a su pueblo le están “”masacrando”, lleva casi dos décadas en España reclamando democracia para Cuba. “Allí hay una desinformación total”, comentó, por lo que calificó de “maravilloso” que los cubanos en el exterior se movilicen como en esta marcha en Madrid para animar a los que están en su país a que “sigan saliendo a la calle”, porque “no vamos a parar”. 

 Las últimas protestas sociales en Cuba estallaron el pasado 11 de julio al grito de “libertad” y según distintas organizaciones fueron reprimidas por las autoridades cubanas con cientos de detenidos y desaparecidos, mientras que la Justicia del régimen castrista ha informado que hasta el momento solo hubo 19 procesos judiciales que involucran a 59 personas y sin juicios sumarios. (Con información de EFE, AFP y Europa Press)

UTN Facultad Regional Delta informa


UTN Facultad Regional Delta

LA UTN FACULTAD REGIONAL DELTA PROPONE WEBINARES GRATUITOS CON TEMÁTICAS TENDENCIA Con una amplia convocatoria se realizó uno de los webinares que propone la Dirección de Cursos a la Comunidad de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UTN FRD: "Coaching transformacional para mandos medios. Protagonistas de los cambios”. Disertó la Lic. Luciana Miori. Se trata de un tema emergente que despierta mucho interés en la actualidad, en la que es muy importante como impacta el rol de los mandos medios en los cambios de las organizaciones, qué herramientas hay disponibles para gestionar y cómo se puede aportar valor. Hay muchas herramientas que ofrece el coaching para poder gestionar situaciones con los equipos y sus líderes que requieren un desafío más allá del conocimiento técnico adquirido. Próximamente comienza en la UTN Facultad Regional Delta el curso: “COACHING TRANSFORMACIONAL DE MANDOS MEDIOS, HERRAMIENTAS PARA GESTIONAR Y GESTIONAR

La indignación de Carolina Papaleo con los vecinos que denunciaron a Julián Weich: “Es la muestra de que nos está faltando solidaridad”

 

La actriz, compañera del conductor en el ciclo Vivo para vos, de El Nueve, también habló con Teleshow sobre cómo la afecto la pandemia, de que forma logró reinventarse y dio su mirada sobre la realidad del país Por Mariana Dahbar
Después de mucho tiempo de no tomarse vacaciones, Carolina Papaleo estuvo diez días relajándose en San Luis, recargando las pilas para retomar con su obra de teatro, producida y actuada por ella. S.O.S. Nací mujer se restrena el próximo 30 de julio en Café la Humedad. 

Al mismo tiempo, continúa con la conducción del programa en Canal 9, Vivo para vos, que por estos días conduce junto a José María Muscari; Julián Weich, su compañero, se encuentra internado por coronavirus. En una entrevista distendida con Teleshow, Papaleo cuenta cómo debió salir al cruce de las denuncias de los vecinos de Weich, quienes lo acusaron de haber roto la cuarentena. Además, resalta que los actores están atravesando un momento muy difícil, y que la pandemia desnudó las miserias humanas. —¿Cómo fue irse de vacaciones en pandemia? —Bastante estresada el primer día, porque yo solo salgo para ir a laburar y después estoy en mi casa: no salgo a ninguna parte. Tengo ciertos TOCs con el tema del bicho, salgo muy poco. “Mundo COVID”, le llamo yo. 

Así que me subí al avión con todas las precauciones. Hice las salidas justas y necesarias. Fui a Potrero de los Funes, un lugar soñado donde me tocaron unos días espectaculares. Y bueno, fue caminar, mucho verde, mucho de todo lo que no tengo acá: vivo en pleno Recoleta. —La pandemia afectó por completo a los actores. ¿Cómo transitó ese parate total hasta que le llegó la conducción de Vivo por Vos? —La verdad es que nosotros fuimos los primeros afectados, porque el teatro fue lo primero que se cerró. No fue solo por una cuestión de protocolos, sino porque la gente no iba, no salía, tenía mucho miedo. Entonces, la lógica y la realidad se imponían. 

Yo estaba participando en el programa de Moria (Casán): íbamos todos los días pero ya no estábamos yendo todas por una cuestión de distanciamiento. El jueves 19, el famoso jueves que Alberto (Fernández) dio las medidas, me senté en casa a ver el programa y dicen: “Bueno, mañana es el último programa”. Y yo pensé: “Bueno, me acabo de quedar sin trabajo...”. Ya no tenía el teatro, ya no tenía la tele. Pero claro, toda la energía estaba puesta en cuidarse. Nuestro gremio estuvo bastante complicado, pero el problema de la ficción viene de antes del COVID: no le vamos a echar la culpa . Si hay algo que tenemos que agradecerle es que puso sobre la mesa algo que ya estaba naturalizado: no hay ficción y no se hace nada. No había concretamente una preocupación y veníamos sufriendo una desfinanciación por parte del Estado, que no permitía que hubiera más ficciones. 

Por eso casi todos los actores estábamos refugiados en el teatro. Y que se cree un programa de televisión en pandemia para mí, fue un milagro. —Además de conducir Vivo para Vos, está la obra. —S.O.S. Nací mujer, un unipersonal que tengo escrito hace ya unos años. Eduardo Mondel me ayudó a dirigirla, Martín Bianchedi hace la música. Pero es como mi pequeña Pyme, le digo yo, porque hago todo. Cuando en el verano pasado se vislumbraba que se empezaban a abrir los teatros, un amigo mío me llamó y me dijo: “Mirá, estoy ayudando a la mujer de Cacho Castaña a programar Café la Humedad”. Y me encantó. Vos sabés que el unipersonal tiene eso: soy yo, mi valijita y ahí voy. Programamos para mayo. Faltaba bastante porque estábamos en febrero, y resultó que en mayo para esa fecha estaban otra vez cerrados los teatros. 

Así que se reprogramó el estreno para este viernes 30 de julio, en Café la Humedad. —Sin spoilear, ¿puede adelantar de qué se trata? —Un día, cansada de ser mujer, decido operarme y convertirme en hombre. No porque sea mejor ser hombre, sino porque soy de otro género. Entonces hay como una especie de psicólogo, que es una voz en off, que me dice que tengo que pasar una evaluación, que le tengo que dar razones y además convencerlo para que él me dé la autorización para esta operación. Ahí empieza el recorrido y los motivos por los cuales quiero convertirme en hombre. 

Es un recorrido desde la crianza, no tanto para la mujer sino también para los varones. Después tiene que ver con los cuentos, tiene que ver con las canciones que nos han cantado, con esos modelos que supuestamente nosotros íbamos a replicar de grandes, tanto los varones como las mujeres, y cuando llegamos a grandes, el mundo nos exige otra cosa a las dos partes. —En la actualidad, ¿qué diferencias ve entre hombres y mujeres? —Cuando empecé escribir el unipersonal, siempre dije que las cosas no eran por decreto y que iban a pasar generaciones enteras antes de empezar a provocar cambios. Pensá que estos monólogos los tengo escritos desde el 2010 o 2011, estamos hablando de muchos años atrás. Me gusta hablar de la mujer, de los espacios que podemos conseguir. 

Creo que seguimos viviendo en una sociedad machista que se va a ir deconstruyendo, pero llevará tiempo. Todavía no logramos ganar lo mismo que los varones. Pensá que desde que empecé a escribir estos monólogos hasta ahora, por ejemplo, en la política vamos teniendo el 50 % y el 50 %. Creo que vamos a ir ganando cada vez más visibilidad para convertirnos en realmente cuadros donde digas: “Huy, al revés, tengo que meter un hombre porque es 50 y 50”. Todavía para eso falta. Play Carolina Papaleo y la política, en su entrevista con Teleshow —Hablando de política y del rol de la mujer, ¿cómo ve a Cristina Fernández de Kirchner? —Creo que sigue siendo parte de un gobierno atravesado por una pandemia. Qué sé yo, es la peor pesadilla que te puede ocurrir... Es como que nada luce, nada alcanza. Es como que el Estado no tiene suficientes brazos, que no podés conformar a los diferentes sectores y parece que es una excusa el tema de la pandemia, pero bueno, tenemos que ver un poquito el resto del mundo.

 A Cristina la veo como creí que la iba a ver, con un rol de conducción. Aquellos que la reconocemos dentro del peronismo como la líder ya sabemos que el presidencialismo tiene una sola figura, que es el Presidente, así que la veo desde el lugar de conducción del partido, en el liderazgo, pero no tomando decisiones porque no está en ese rol. —¿Quién manda: Alberto o Cristina? —Mirá, yo me acuerdo que en los gobiernos de Néstor (Kichner) y de Cristina se escuchaba que ella era terrible, que ella era la que mandaba. Cuando ganó como presidenta, automáticamente pasé a escuchar: “Él es el que gobierna”. En el primer mandato era como la arpía que estaba atrás, y en el segundo era como el títere de él, porque en realidad ella no podía gobernar. 

Creo que eso también tiene que ver con el hecho de ser mujer. Pero es una figura muy fuerte. Ella fue la que eligió la figura de Alberto. Entonces entiendo que los periodistas además tienen como un amor-odio, una obsesión con Cristina. Entiendo que todo el tiempo hablen de ella. Pero lo hemos visto en todo este tiempo de pandemia: el Presidente es el Presidente y es el que toma las decisiones. —¿Cómo ve la gestión del Gobierno? —Creo que había muchas expectativas de los votantes, de la gente que confió, y muchas expectativas de todo un gobierno más allá del Presidente. También de Cristina y de todo lo que es el gabinete, la gente que estaba al lado de Alberto, que tenía muchas ilusiones de revertir una situación, de poder, por lo menos, empatarla, con una deuda grande, sabiendo que se agarraba una bola caliente, pero con muchas expectativas. 

Ahora, si a la bola caliente encima le metemos nafta… Pero bueno, será que eso es lo que tocó. Yo me siento cuidada como ciudadana. Hay que ejercer todo el tiempo la conciencia ciudadana, pero creo que hay una cuestión de lazos rotos que no se veía el año pasado, que no era un año electoral: estábamos mejor parados, había una mesa plural, parecía que todos tirábamos para el mismo lado, y ya de repente este año empezaron los tortazos por todos lados. Play La indignación de Carolina Papaleo por la denuncia de los vecinos de Julián Weich —Hablando de lazos sociales, ¿cómo tomó la denuncia de los vecinos contra Julián? —Yo venía de diez días de vacaciones, venía sin ver televisión. Hice el programa sábado y domingo. Lunes, nada; martes, nada. El miércoles me pongo a ver televisión y veo que dicen que Julián Weich estaba contagiado de COVID y que le hicieron una denuncia sus vecinos.

Yo sabía que se había internado por precaución, pero ellos lo vieron salir en su camioneta y le hicieron la denuncia. No me daban los dedos de los nervios. No encontraba a nadie del programa para poder escribirle. Y después, cuando pasó el tema, dijeron que había sido yo la que había aclarado que en realidad se había ido a internar por precaución. Esta situación es la prueba de que para muestra basta un botón. Es la prueba de estar alerta con el otro pero para mal, de querer denunciarlo, de querer encontrarlo fuera de lo que es lo correcto, y esto es lo que nos está faltando: un poco de solidaridad entre nosotros y de pensar que, a lo mejor, al otro le puede estar pasando algo. 

Mirá lo que le estaba pasando, no se estaba sintiendo bien y se fue a internar, pero le hicieron una denuncia y fue la Policía a tocarle la puerta. Contamelá... —¿Le pasó alguna vez algo así con sus vecinos o con algún medio que haya tergiversado alguna noticia suya? —Sí, me pasó hace muchísimos, muchísimos años... Yo había terminado de grabar Esos que dicen amarse, bien años 90, me había puesto extensiones en la novela, pero después me corté el pelo más o menos como ahora, así cortito, y entonces me acuerdo de que yo había alquilado una casaquinta y los periodistas hacían guardias. Un día estaba tranquila adentro de mi casa, hacía mucho calor, no era para estar en el sol porque te incendiabas, y me llamaron por teléfono a la quinta. 

Eran unos fotógrafos que me dijeron: “Caro, ¿podés salir?”. Les dije: “Estoy adentro de mi casa, no tengo ganas”. Como me insistieron, salí y llevé el teléfono, en ese momento el inalámbrico, me puse en la reposera, me metí en la pileta, hacía de todo para que me sacaran las fotos. Como se estaban muriendo de calor, de sed y de todo, lo hice, así se iban tranquilos. Cuando vi la revista tenía varios títulos, entre ellos: “Carolina Papaleo sufre una extraña enfermedad y se le está cayendo el pelo”. Hay que tener mala leche, porque encima yo salí para hacerles un favor a ellos. 

Claro, la última vez que me habían visto era en la novela con el pelo por la cintura y de repente ven una foto con el pelo corto, porque no había aparecido en público hasta ese momento. —Cuando leyó ese título, ¿qué fue lo primero que se le vino a la cabeza? —Lo primero que se me cruzó fue: “¿Para qué salí?”. Y después, debí hacer un gran trabajo porque yo tuve una parte de la culpa, lo hice porque ellos me pidieron que saliera y entonces, al final, hice una cosa que no tenía ganas de hacer. Esto a lo mejor me tenía que pasar para que yo aprendiera a no satisfacer la demanda ajena.

Friso de Holanda, el príncipe culto y preparado que renunció al trono por amor y su trágico final

 

El segundo hijo de la reina Beatriz y hermano del actual rey Guillermo de Holanda fue un miembro atípico de la realeza. Estudioso, con varios títulos universitarios y una gran carrera empresarial sorprendió al mundo al renunciar a sus derechos dinásticos para casarse por amor. Un accidente de esquí terminó con la vida de ese hombre destinado a brillar Por Susana Ceballos
Friso de Orange no había aprendido a caminar cuando sus padres, los entonces príncipes Claus y Beatriz, lo llevaron por primera vez a la nieve en la estación de esquí de Lech. La familia real holandesa amaba esa pequeña localidad austríaca. A pesar de que en invierno casi un millón de turistas la visitaban, sus pobladores eran discretos y amables. 

Cuatro décadas después Friso, convertido en un experto esquiador, seguía disfrutando de esas mismas pistas nevadas de su infancia. Lo que no sabía es que en ese lugar su destino se convertiría en tragedia. Un alud acabaría con ese príncipe culto y alegre que renunció a los derechos dinásticos por amor y obligó a su madre, en su afán por salvarle la vida, a ignorar sus propias leyes. Juan Friso Bernardo Christian David de Orange Nassau, nació el 25 de septiembre de 1968. 

Como buen príncipe la infancia no la pasó en un monoambiente sino en el castillo de Drakensteyn, en la comuna de Lage Vuursche, cerca de Utrecht. No fue un “niño rico con tristeza”, al contrario vivió una linda niñez. Creció junto a sus hermanos Guillermo y Constantino, la diferencia de edad era apenas de un año lo que les permitía compartir juegos y complicidades. Su mamá, Beatriz era la heredera al trono, pero recién accedería en 1980 por lo que lograba un buen equilibrio entre el tiempo que le dedicaba a su familia y las actividades protocolares. Para sus hijos Beatriz era solo una mamá con un trabajo diferente.

 El príncipe Claus también era un padre muy presente. Los holandeses lo habían aprendido a querer pese a su pasado en las Juventudes Hitlerianas, pero Beatriz impuso su deseo de casarse por amor y logró que lo aceptaran, previo realizar una huelga de hambre por tres días. Friso estaba muy unido a sus padres. Aunque tímido se distinguía por su humor divertido y punzante. Cierta vez que su hermano mayor hizo una travesura, sus padres quisieron reprenderlo. Friso medió con esta frase “Le pueden dar una buena paliza, pero por favor sin matarlo porque entonces me tocaría a mí ser rey”. 

La frase se transformó en un latiguillo que enojaba al futuro soberano de los holandeses. Años después Friso repetiría esa broma ante los periodistas que lo escuchaban asombrados. La reina Beatriz, el príncipe Claus y sus tres hijos el día que la coronaron como reina. (Photo by Keystone/Hulton Archive/Getty Images) La reina Beatriz, el príncipe Claus y sus tres hijos el día que la coronaron como reina. (Photo by Keystone/Hulton Archive/Getty Images) Los hermanos pasaron su infancia en el castillo de Drakenstein hasta que su abuela, la entonces reina Juliana, abdicó en favor de Beatriz. La familia se trasladó al palacio Huis ten Bosch, en La Haya, y todo cambió. 

Cada paso de los príncipes era seguido por fotógrafos y curiosos, algo que les molestaba muchísimo y lo demostraban poniendo malas caras y sin jamás acceder al pedido de “sonreír para la foto”. La timidez de Friso quedó grabada en una entrevista de la televisión pública. Los príncipes estaban en la primaria y acompañaron a su madre a un programa. Pese al esfuerzo del conductor, Friso contestaba con monosílabos y se lo notaba más interesado en el cable del micrófono, en cómo funcionaban las cámaras que en las preguntas que debía responder. La secundaria la hizo en el liceo Eerste Vrijzinnig Christelijk de La Haya. Era notoria la diferencia con su hermano mayor. 

Aunque ambos eran inteligentes, Guillermo no era muy dedicado a los estudios, pero Friso a su inteligencia natural le sumaba una gran responsabilidad por lo que su desempeño era brillante. Al terminar el secundario le llegó el turno de realizar el servicio militar pero resultó exento por sus problemas de asma. Lejos de tomarse un año sabático o recurrir a ayuda profesional para saber qué hacer con su vida demostró que sabía lo que quería. Se marchó a Estados Unidos a estudiar ingeniería mecánica en la Universidad de California, en Berkeley. Por su gran sentido del humor, Friso tenía una excelente relación con su madre Por su gran sentido del humor, Friso tenía una excelente relación con su madre No conforme con esos estudios en 1988 se inscribió en ingeniería aeronáutica y aeroespacial en la Universidad Tecnológica de Delft, y se graduó en 1994. 

De forma paralela entre 1990 y 1995 estudió en la Universidad Erasmo de Róterdam, donde obtuvo un máster en economía de la empresa. Dos años después, se graduó de sus estudios de MBA realizados en el Instituto Europeo de Administración de Empresas (INSEAD) de Fontainebleau (Francia). Lo que se dice un hombre preparado o un verdadero bocho. Fue entonces que ocurrió algo inesperado. En el año 2001, comenzaron a circular rumores sobre una supuesta homosexualidad. El hecho de que no se le conocieran novias mientras que a Guillermo se lo había fotografiado con varias resultó sospechoso. A eso se sumó que mientras al primogénito lo apodaban “Pils” por su afición a la cerveza, al segundo siempre se lo veía medido con un trato atento y elegante.

Los medios amarillistas se preguntaban “¿Puede un homosexual ser el próximo Rey de Holanda?”. Cansado del acoso hizo saber que era heterosexual. Las habladurías cesaron. Aunque por derecho poseía un título de príncipe, Friso priorizó los académicos. Lejos de quedarse en el palacio cumpliendo meras funciones protocolares o disfrutando de un lindo rol de adorno decidió salir de su burbuja. Su primer empleo lo ejerció en Ámsterdam, en la consultora McKinsey. De allí pasaría a Goldman Sachs International, en Londres. Para 2004, era copresidente de la Organización holandesa para la Investigación Aplicada a la Física. En 2006 lo nombraron director, también en Londres, de la inversora privada Wolfensohn&Co y años después ya era el director financiero de la compañía URENCO, dedicada al enriquecimiento de uranio.

 Aunque era segundo con derecho al trono estaba convencido que la pasaba mejor que el primero. Es que mientras su hermano debía trabajar en lo que debía, él lo hacía en lo que quería. Desempeñó el cargo de presidente honorario del Fondo del Príncipe Claus que, entre otras cosas, concede premios a personas u organizaciones que impactan en el desarrollo de las sociedades en las que viven. EFE 163 Desempeñó el cargo de presidente honorario del Fondo del Príncipe Claus que, entre otras cosas, concede premios a personas u organizaciones que impactan en el desarrollo de las sociedades en las que viven. EFE 163 Con Guillermo las diferencias de estilo eran notorias, pero los dos tenían algo en claro y en lo que se mantendrían inflexibles, al igual que su madre, se casarían por amor. 

Esa decisión a Friso lo llevaría mucho más lejos. Cuando conoció a Mabel Wisse Smit quedó impactado. La bella joven contaba con dos licenciaturas “cum laude”, en Económicas y Ciencia Política. A los 27 años ya había dado conferencias en foros y organismos internacionales, trabajado en la Secretaría de la ONU, en Nueva York, en la petrolera holandesa Shell, en Malasia y dirigía varias fundaciones e institutos filantrópicos y a los los 30 el World Economic Forum la consideraba una de los 100 líderes del Futuro y una de las mujeres más influyentes de Europa. Aguda, emprendedora, bella parecía la candidata ideal. Enamorado, el siempre reticente Friso esta vez se abrió con los periodistas “No conozco a nadie que haya tenido un impacto tan grande en mi vida como Mabel. Cada día con ella es una nueva sorpresa. Jamás pasamos un día en el que nos hayamos aburrido”. 

Aseguraban que se complementaban perfecto porque mientras él se dedicaba a la economía, ella prefería el campo social. El 68% de los neerlandeses pensaba que Friso no debía casarse con Mabel, enamorados ellos siguieron adelante.(Photo by Steve Finn/Getty Images) El 68% de los neerlandeses pensaba que Friso no debía casarse con Mabel, enamorados ellos siguieron adelante.(Photo by Steve Finn/Getty Images) Mabel tampoco ahorraba elogios para su novio. Decía que inteligente, bromista y que amaba estar con él porque “vive su vida de una forma íntegra. 

El hecho de que sea príncipe es incidental. Yo me he enamorado de su persona”. La propuesta de matrimonio llegó de un modo entre romántico y gracioso. Pasaban unas vacaciones en México cuando Friso apareció vestido con un traje mexicano blanco. Mabel pensó que era una de sus habituales bromas, pero no. Él sacó un champagne, un ramo de rosas y le pidió matrimonio. Una novia bella y preparada, un príncipe feliz y enamorado, una reina que aprobaba a la candidata, sin embargo Mabel guardaba un pasado que el Gobierno holandés consideró oscuro. En su juventud tuvo una relación con Klaas Bruinsma, el gánster más famoso del país, asesinado por sus rivales. 

La novia aseguraba que solo habían compartido algún paseo en yate, pero la duda estaba instalada. Los cuestionamientos no se había aquietado cuando un antiguo agente secreto, Frits Hoekstra, contó en sus memorias que la novia de Friso actuó como espía de los holandeses en los años noventa durante las negociaciones que pusieron fin a la guerra de Bosnia. Como frutilla del postre se le adjudicaba un romance con el entonces ministro bosnio de Asuntos Exteriores, Mohammed Sacirbey. Friso anunció su casamiento en 2003, pero el Parlamento no aprobó esta unión. Sin esa aprobación era imposible el matrimonio de un miembro de la Casa Real. El hijo de Beatriz pateó el tablero y decidió casarse sin el permiso parlamentario. Sin dudarlo anunció que renunciaba a sus derechos dinásticos pero no a su amor. El 25 de abril de 2004 fue la fecha elegida.

 La boda no tuvo la pompa vivida dos años antes en la ceremonia de Guillermo con Máxima Zorreguieta, pero si en ambas se veían dos parejas genuinamente elegidas y enamoradas. Durante toda la ceremonia, los novios intercambiaron sonrisas cómplices y miradas enamoradas. No había duda, se amaban. Mabel conoció al príncipe Johan Friso, a través de su amiga Laurentien Brinkhorst, esposa del príncipe Constantino, su futuro cuñado Mabel conoció al príncipe Johan Friso, a través de su amiga Laurentien Brinkhorst, esposa del príncipe Constantino, su futuro cuñado

 El gran tema de la boda fue el traje de la novia. Para alguno era “bello y original”, para otros “polémico y osado”, todos coincidían que era el modelo menos royals de todas las bodas reales de los últimos tiempos. Se trataba de una creación de los holandeses Viktor & Rolf . Llevaba nada menos que 250 lazos, elegidos por la novia como símbolo del amor eterno, que iban aumentando de tamaño desde el cuello hasta la cola y que le hicieron ganarse el sobrenombre de “la princesa de los moños”. 

 La pareja se casó el 24 de abril de 2004. El vestido de la novia fue alabado y criticado en las mismas dosis (Photo by Michel Porro/Getty Images) La pareja se casó el 24 de abril de 2004. El vestido de la novia fue alabado y criticado en las mismas dosis (Photo by Michel Porro/Getty Images) Sin derecho al trono, Friso y su mujer se instalaron en Londres. Un año después de la boda nació Luana, la primogénita y en 2006, Zaria. Se dedicaron a sus carreras profesionales, pero si la reina Beatriz se los pedía participaban en eventos, fotos protocolares o lo que fuera necesario. 

 La vida transcurría sin sobresaltos y la familia, como todos los años, decidió ir a esquiar. Como siempre la ciudad de Lech fue la elegida. El 17 de febrero de 2012, Friso experto esquiador decidió deslizarse por una ladera. Una avalancha lo sorprendió y quedó atrapado bajo la nieve durante 20 minutos. Los rescatistas llegaron a él gracias a un aparato que llevaba en su cuerpo y que indicaba dónde estaba. Se le practicó la reanimación cardiorrespiratoria durante casi una hora. Lo llevaron al Hospital Universitario de Innsbruck, donde fue ingresado en estado de coma. Friso el hombre que se distinguía por su inteligencia había sufrido graves daños cerebrales. No volvería a despertar. Beatriz se desesperó por el cuidado de ese hijo.

En marzo de 2012, Friso fue traslado al hospital Wellington de Londres y la reina viajaba todos los fines de semana a visitarlo. Beatriz abdicó en abril de 2013, en favor de su hijo Guillermo dijo que era momento de darle lugar a las nuevas generaciones pero todos sabían que deseaba dedicarse a ese hijo amado. El accidente ocurrió el 17 de febrero de 2012, en Lench, Austria. Si bien el príncipe frecuentaba y conocía bien el lugar, cometió un error de cálculo al salir a esquiar en una zona lateral, fuera de las pistas. AP 163 El accidente ocurrió el 17 de febrero de 2012, en Lench, Austria. Si bien el príncipe frecuentaba y conocía bien el lugar, cometió un error de cálculo al salir a esquiar en una zona lateral, fuera de las pistas. AP 163 Antes Beatriz afrontó una gran polémica.

 La prensa se preguntaba por qué el hijo de la mujer más poderosa de los Países bajos se atendía en Londres. Si bien el centro británico tenía una gran fama internacional, los Países Bajos también contaban con lugares especializados. Beatriz sabía que la legislación de su país obliga a desconectar a aquellos enfermos que no muestren signos de recuperación en los seis meses siguientes a la caída en coma. Como monarca apoyaba esa ley, como madre se desesperó y decidió su traslado a Londres donde permaneció en un estado de “mínima conciencia” Luego de varios meses sin cambios se decidió trasladarlo al palacio de Huis ten Bosch, una de las residencias oficiales de la monarquía holandesa, donde se anunció que el príncipe “pasará el verano en compañía de su familia” y bajo los cuidados de un equipo médico.

 Lejos de la tragedia que se avecinaba, la reina Beatriz posaba con sus hijos, nueras y nietos (Photo by RVD via Getty Images) Lejos de la tragedia que se avecinaba, la reina Beatriz posaba con sus hijos, nueras y nietos (Photo by RVD via Getty Images) El 12 de agosto del año 2013 el Príncipe Friso murió. “Pese a que todos lo temíamos, la noticia de su muerte es devastadora. Para la princesa Mabel y sus dos hijas el dolor tiene que ser indescriptible. En estos momentos nuestros pensamientos están con ellas”, rezaba el comunicado oficial de Mark Rutte, el Jefe de Gobierno. “Igualmente, su pérdida supone un gran golpe para la princesa Beatriz. Ver morir a un hijo es lo peor que le puede suceder a una madre. Los reyes Guillermo y Máxima y los príncipes Constantino y Laurentien pierden un hermano y un cuñado que siempre les apoyó. También para ellos nuestro recuerdo en este triste día”, continuaba la nota. Friso no tuvo un “funeral de estado” sino otro íntimo y familiar. No lo despidieron como a un príncipe sino como a el hombre bueno que fue, de esos que te generan una sonrisa aunque ya no la puedan ver.

Dolor en el automovilismo: murió Agustina Di Palma, hija de Patricio y nieta del recordado Luis Rubén

 

Tenía 22 años y sufrió una infección que la atacó los pulmones. Estuvo internada desde mayo. En 2018 recibió un trasplante de riñón y su padre fue el donante
El Pato Di Palma y Agustina Profundo pesar en el ambiente del automovilismo por el fallecimiento de Agustina Di Palma, hija de Patricio Di Palma y nieta del recordado Luis Rubén Di Palma. La joven de 22 años estaba internada desde mayo en el Hospital Italiano de Buenos Aires, ubicado en el barrio de Almagro, luego que se le detectara un hongo denominado Pneumocystis, que ataca los pulmones. 

 Esta infección fue detectada a principios de mayo y le produjo una importante fatiga muscular, por lo que los médicos decidieron intubarla. El ambiente siguió desde cerca su situación y por las redes sociales se le transmitieron deseos de pronta recuperación. Por esa vía también fueron publicados los pedidos de donación de sangre. Si bien tuvo algunas leves mejorías, el cuadro se agravó en los últimos días. Hoy su hermano Dino confirmó su fallecimiento en su cuenta de Instagram y la despidió con un breve texto en una historia: “Hasta el último latido de la mano. Gracias por esperarme, nadie puede haber tenido una mejor hermana. 22:31 nos fuimos juntos. Te voy a extrañar mucho, sé que sabes lo mucho que te amo y gracias por ser mi hermana. ¡Nunca me voy a olvidar de vos! Te amo mi angelito”. Luego Dino publicó en su perfil un extenso mensaje donde relata que “nos agarramos de la mano y hasta tu último latido no te solté! Fue algo muy único! El doctor vino a darnos la noticia que Agustina de a poco se iba a ir yendo. Estuvimos dos horas a la espera y le dije a Agus después de esas dos o 3 horas dame 10 minutos que tomo aire y vuelvo así nos vamos los dos. 

Me esperaste hasta que volví, te agarre de la mano y empezaste a bajar las pulsaciones, jamás voy a olvidar eso”. “¡Gracias mi amor por eso, gracias por hacerme sentir ese amor tan único! Fuiste y serás siempre el amor de mi vida! Te amo y voy a extrañar mucho hermanita. Gracias por tanto y sabés lo mucho que te amo. Cuidanos mucho desde donde estés”. Cabe recordar que en junio 2018, Agustina recibió un trasplante de riñón debido a un síndrome nefrótico y su padre fue el donante. El trasplante fue exitoso y los dos se encontraron en buen estado de salud tras la intervención. 

 “Mi papá no lo dudó ni un segundo. Al tratarse de su hija, era el primero que quería donar”, contó en su momento Dino al diario Crónica. Y agregó: “Agustina podrá tener una vida normal después de los seis meses del trasplante. Va a dejar todo lo que venía haciendo hasta ahora, solamente se tiene que cuidar con las comidas”. El Pato, de 50 años, es uno de los cuatro hijos del Loco Di Palma, uno de los máximos ídolos del automovilismo nacional. 

Entre los principales méritos del Negro, tal como se lo conoce, se encuentra tu título en la Clase 3 de TN en 2005 y subcampeón de Turismo Carretera en 2006, donde corrió 168 carreras, de las cuales ganó cinco. Consiguió una pole position, triunfó en 11 series y logró subir 12 veces al podio. También fue ganador en casi todas las categorías donde compitió. En tanto que Marcos Di Palma, tío de Agustina, también se refirió a lo sucedido en su cuenta de Instagram. “Sos libre. Volá alto, lo más alto mi bella”, manifestó el ex piloto, actual Diputado de la Provincia de Buenos Aires por el Frente de Todos. SEGUIR LEYENDO

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