lunes, 4 de marzo de 2013

Amigos del Museo presentan libro de Abel Poletti...


               ASOCIACIÓN AMIGOS DEL MUSEO DE ZÁRATE 
La publicación de cualquier libro es siempre motivo de celebración. Si a esto le sumamos que el libro rescata la memoria de nuestros antepasados, para aquellos que amamos la Historia, la celebración es doble. Abel Poletti realiza un perfecto engarce entre la historia local, los procesos inmigratorios y la vida cotidiana, decorando con pintorescos detalles cada uno de sus relatos. Rescata diferentes personajes, esos que pareciera que nunca faltan en las historias de las distintas ciudades, pero que al fin y al cabo son irrepetibles. Nos da pinceladas de las distintas culturas, nos cuenta sus historias, tradiciones, todo el bagaje que los inmigrantes llevan consigo cuando se instalan en un nuevo lugar. Se puede apreciar el trabajo minucioso de Abel, la cantidad de fuentes consultadas, y la ardua tarea de crear sus propias fuentes, a través de lo que denominamos Historia Oral. Prof. Adrian Echezuri en el prólogo de la publicación.

La Asociación Amigos del Museo de Zárate invita a la presentación del nuevo libro de la Colección Historia Urbana y Patrimonio de Zárate titulado:  ZÁRATE. INMIGRACIÓN Y FAMILIAS, escrito por Abel Poletti.
Esperamos contar con su presencia y agradecemos la difusión de la presente invitación.
SABADO 9 DE MARZO DE 2013 /  19:30 hs, en  el Club Argentino
19 de Marzo 355 / Zárate
** Disponible en juanele libros**
Andrade 59 – Zárate
El por qué de estas historias
Hacia fines del siglo XX y principios del XXI, o sea desde el año 1999 hasta el  2003, el diario La Voz  publicó en forma semanal una serie de notas referidas a familias y grupos de personas de un mismo origen nacional que en su condición de inmigrantes respondían a una particular identidad y que habían arribado a nuestro país con el objetivo último de trabajar y encontrar un futuro mejor que aquél de donde emigraban. Surgieron así estas historias, que no pretenden el rigor ni la exactitud que sí, quizás, requiere el dato histórico basado en la investigación documentada.
La misma propietaria del periódico fue quien me propuso la aventura de indagar y seguir el rastro confuso, borrado por el tiempo y por la urgencia del vivir  día a día tan acuciante para los humildes y esa propuesta que asumí como una aventura personal fue iluminando el sentido de estas notas hasta llegar a comprender, como si fuese en carne propia, el sino de la marea humana que mueve la verdadera historia que nunca se menciona.
 No hay más que sacrificios, trabajo anónimo, esfuerzo y lucha por sobrevivir sobre un fondo en apariencia siempre cambiante y sin embargo permanente.
Esta es la historia que no sale en los manuales de los amanuenses de nuestra Historia porque cambiar el relato, invertir los términos protagónicos de los hechos obligaría a revertir la ecuación última en la relación entre dominador y dominado. Salvando las distancias podemos imaginar hasta qué punto pueden sentirse representados los pueblos indígenas respecto del colonizador y si es posible compartir la narración de unos hechos donde su presencia se dibuja  como un obstáculo que sólo sirve para retrasar el  arrasador torbellino del progreso europeo.
La inmigración que nos importa viene precisamente de Europa y es de raza blanca y como el conquistador es también  cristiana, pero su presencia desnuda el otro conflicto que aparece siempre soslayado, porque son los pobres, los marginados sin trabajo, los
que ponen el cuerpo en las guerras, los desposeídos en tropel, los perseguidos por tener ideas subversivas, los subversivos cocidos en el caldo de cultivo anarco social revolucionario hartos de testas coronadas, de luchas entre facciones familiares cuyo abolengo ha servido de pretexto permanente para sojuzgar y condenar al irredento de tanto abuso y como Sísifo condenado. 
Desde el inicio mismo de la búsqueda de material trabajé con el relato de los mismos protagonistas o del relato recogido por familiares y amigos, testimonios todos muy valiosos aunque siempre subjetivizados y es en este punto donde me permito ir más allá brindando un contexto que permita al lector situarse en el momento señalado, aunque ese mismo contexto pueda parecer forzado por la dimensión de los personajes y los hechos pertinentes que fueron recogidos por la historia oficial y por esa razón sean por lo tanto sobredimensionados.
En otros casos utilizo alguna poesía referencial porque la metáfora perfora siempre lo unidireccional del relato y multiplica sus posibles lecturas; suma además la visión de un tiempo pretérito que concede cierta atemporalidad y subraya el carácter permanente del problema existencial.
El período comprendido entre fines del siglo XX y principios del siguiente corresponde exactamente a ese momento en que hace eclosión nuestra economía atada al dólar, cuyo derrumbe provoca el desánimo social más profundo y el rechazo a toda la clase política sospechada y señalada como la única responsable del desastre. Desde luego que estos hechos, la percepción de vivir en un país sin horizonte, el fracaso asumido como incapacidad personal frente al desarrollo y el progreso que se mostraban como evidentes referentes de la modernidad capitalista, fueron tiñendo el tono general de estas crónicas hasta conferirles un deje de escepticismo y amargura que parecía contrastar con la ilusión y el optimismo que vino con esa masa inmigratoria.
Revisadas bajo el prisma del tiempo fue necesario atemperar el clima de derrota una vez que cambiaron las circunstancias y la política recuperó el espacio cedido a la economía para ocuparse del país real. Diez años después late una leve y renovada ilusión a pesar de las sombras que por aquí y por allá nos acechan. 
Me permito por fin, sugerir conductas u objetivos supuestos para dar coherencia y unidad al relato transformándolo en un cierto punto para situarlo en ese género que se denomina algo así como “historia novelada” que, como sabemos es casi la antítesis de la novela histórica. La intención apunta a lograr un mínimo interés de parte del lector ya que estas pequeñas historias de seres cuya vida cotidiana es en todo similar a la vida de millones de seres semejantes que no intentan descollar, ni llegar a diputado o intendente ofrece sin embargo el atractivo del gran mural universal de la humanidad.                                                                                                                    Abel Poletti
SUMARIO
Noches de cabaret – American Bar Fox
Japoneses. Una tradición inmutable
Griegos. Moisés Lintridis, el ciudadano
Ingleses. ¿Quién se acuerda de los Ashby?
Austríacos. Alberto (Tito) Terpín y las razones de su fe
Suizos. Pioneros de una Argentina pretérita
Los Castex. Un puente contra el olvido
Franceses e italianos. Cuando Caissón y los Torchiana animaban las veladas
Españoles. ¿Cuál de los Palacios?
Italianos. Ernesto De Michelis. El Teatro Coliseo, con viento a favor
Belgas. La Legión Henricot

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