El
Nobel de la Paz de 2009 fue concedido a
Barack Obama, que acababa de estrenarse como presidente de EEUU. Cuatro años después, aquella precipitado laurel al hombre que está detrás del mayor programa de espionaje de la historia, que ha autorizado miles de ejecuciones “selectivas” con drones y que no ha sido capaz de cerrar la prisión de Guantánamo,
suena a sarcasmo, pero no lo es tanto si echamos un vistazo a la lista de candidatos al prestigioso galardón noruego:
Hitler, Stalin, Mussolini, Fidel Castro...
Adolf Hilter (1939)
Poco antes de invadir Polonia y provocar el estallido de la II Guerra Mundial, el führer fue nominado al Premio Nobel de la Paz por el parlamentario sueco E.G.C. Brandt, en reconocimiento por los acuerdos de Munich de 1938 con Francia, Reino Unido e Italia.
La
página web de los Premios Nobel exonera al sueco de aquella disparatada candidatura, al afirmar que “Brandt nunca pretendió que la nominación fuera tomada en serio” y que aquel gesto era en realidad “una crítica satírica sobre el debate político en Suecia” en aquel momento. Por suerte, los académicos noruegos no continuaron la broma.
Joseph Stalin (1945 y 1948)
El argumento satírico del Nobel de la Paz para Hitler no se sostiene en el caso de su aliado primero (
pacto Ribbentrop-Molotov) y posterior archienemigo
Joseph Stalin, uno de los dictadores más sanguinarios de la Historia. El ruso fue nominado no una sino dos veces: en 1945, con la II Guerra Mundial recién finalizada, por el historiador y ministro de Exteriores noruego
Halvdan Khon.
Tres años después, el profesor universitario checo Wladislav Rieger volvió a proponer a Stalin para el galardón. En defensa de ambos debe señalarse que por aquella época aún no se conocían en toda su dimensión los horrores del gulag soviético. Pero aun así…
Benito Mussolini (1935)
El líder fascista italiano fue propuesto por el profesor de Leyes del Institute of International Law de París, Gilbert Gidels, además de por un grupo de profesores de la universidad alemana de Giessen. ¿El motivo? Ignoto.
Fidel Castro (2001)
El dictador cubano fue propuesto en 2001 por el diputado izquierdista noruego Hallgeir Langeland, quien alegó que, a pesar de ser un país pequeño, pobre y boicoteado por EEUU, Cuba había logrado ayudar a decenas de países en desarrollo. Aquel año, que conmemora el centenario del galardón, lo recibió Kofi Annan, secretario general de la ONU.
Henry Kissinger (1973)
Cada año se presentan entre 100 y 200 candidatos al Nobel de la Paz, así que no es tan extraordinario ser uno de ellos. Mucho más notable es recibirlo, como es el caso del maquiavélico Henry Kissinger, el único de esta lista en ser galardonado con el Nobel, por ayudar a “finalizar la Guerra de Vietnam”. En realidad, Kissinger la prolongó dos años más y la extendió a Camboya, entre otros muchas manchas belicistas en su currículum.
El político vietnamita
Le Duc Tho se convirtió ese mismo año en el único laureado en renunciar al premio, precisamente por la situación en su país… y su incómodo compañero de cama.
