lunes, 10 de marzo de 2025

Alejandro Barja: “La apertura de sesiones fue una fiesta de la democracia”

El concejal de Juntos por el Cambio, Alejandro Barja, destacó la apertura de sesiones ordinarias del Honorable Concejo Deliberante encabezada por el intendente Sebastián Abella y la presidente del cuerpo legislativo, Karina Sala.

“Fue un acierto, una fiesta de la democracia, más de 400 personas asistieron y pudieron conocer de primera mano todo lo que se hizo en la ciudad durante el 2024 y todo lo planificado para este año por la gestión de Abella”, indicó sobre el encuentro que se llevó adelante en la Costanera de forma inédita.

Además, subrayó “es importante que la gente vea y escuche al Intendente. Si hay algo que le reprochamos a la política es que se convirtió en una mala palabra, y una vez que podemos sacarla a un espacio público representativo, para que los vecinos nos tengan de frente y contarles nuestras propuestas, rechazarles esa oportunidad no está bueno”.

En este mismo orden, el Presidente del bloque de concejales de Juntos por el Cambio resaltó el compromiso de Abella y su equipo tanto con el trabajo, como con la concreción de proyectos que “permiten transformar la ciudad y la calidad de vida de los vecinos constantemente”.

El concejal también se refirió a las diferencias políticas que ocurren en el ámbito legislativo y nacional: “Son decisiones políticas. Ya en el Congreso el mismo partido hizo lo mismo en la apertura de sesiones y cuando no entregaron algo simbólico como es el bastón de mando en la presidencia. Son pensamientos que tienen y debemos aceptar las disidencias”.

Finalmente, el edil expresó su deseo de que en el Concejo Deliberante se prioricen los debates y retomar los criterios ideológicos por sobre los enfrentamientos personales. “Uno está esperando proyectos que le mejoren la vida a los vecinos y cuando eso no se ve, es frustrante”, concluyó.

Este lunes 10, Guillermo Rodríguez en Colonia y Rosario


Guillermo Rodríguez continúa con actividades por todo el departamento. Este lunes 10 en Colonia y Rosario, de acuerdo con el siguiente programa:

COLONIA DEL SACRAMENTO

Hora 18:00, Hotel Italiano Lanzamiento de la Lista 904-2004 de Richard Cáceres. (Conferencia de Prensa)

ROSARIO

- Hora 19:30, Casa de Daniel Amed, Lista 9904

- Hora 20:00, Comité Calle Sarandí 323, entre 18 de Julio y Rivera, Lista 2025

- Hora 21:00, Comité calles Ituzaingó y Rivera, Lista 3904

- Hora 21:30 , Lanzamiento Alcalde de Alejandro Leal, Salón Manantiales, calle Baltasar Brum.

Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires

 







La Rambla de Colonia se cubrió de rosa en la correcaminata más multitudinaria del Departamento

Mas de 1000 mujeres participaron de la 5k MUJER Me quiero Me Cuido, organizada por la Intendencia de Colonia en el Día Internacional de la Mujer, que tuvo a las letras corpóreas de Colonia como punto de partida y centro de la actividad.

Una marea de color rosado fue la imagen que ofreció la rambla de Colonia del Sacramento, el pasado 8 de marzo cuando mujeres de todo el departamento y departamentos vecinos se hicieron presentes para participar de la 7edición de la correcaminata más multitudinaria que tiene Colonia.

La jornada comenzó con la bienvenida y palabas de la Directora de Genero de la Intendencia Isabella Roselli y la Secretaria Privada María Cristina Otero, quién trasmitió el mensaje al a multitud de mujeres en su día, del Intendente Dr. Carlos Moreira Reisch. Continuó con la animación del DJ Andy Perrone y Zumba a cargo de la profesora Analía Marroche, en el escenario móvil de la intendencia, para el calentamiento previo a la correcaminata.
Las mujeres participantes podían hacerse chequeos nutricionales y de salud en el puesto instalado por CAMEC en el lugar de concentración de la actividad. Y la empresa MONTES DEL PLATA colaboró como todos los años para la confección de las camisetas que se entregaron gratis para más de 1500 mujeres.

En el arco de partida se concentraron las mujeres escoltadas por sus familiares a lo largo de la rambla y por niños y niñas en bicicleta que acompañaron a sus madres en la correcaminata.

Hubo dos puestos de hidratación suministrados por la empresa FAGAR que fueron atendidos por profesores de educación física de la Dirección de Deportes quienes también realizaron el estiramiento, una vez finalizada la actividad.

En la llegada las esperaba la música de la Plena Dance y la expectativa de los sorteos con el número de inscripción. Las empresas Buquebús, Dazzler Colonia, Hotel Casa del Sol, Colonia Shopping, Comarca Las Liebres, la Cámara Gastronómica, la Cámara Hotelera y Consorcio Plaza de Toros entre otros se sumaron para que muchas mujeres tuvieran su regalo.
Dos afortunadas mujeres, una de Colonia y otra de Tarariras se fueron en bicicleta, obsequio de la Intendencia de Colonia. Los directores de Deportes Diego Berreta y de Relaciones Públicas y Prensa Jorge Torres acompañaron la actividad que tuvo al staff de Relaciones Públicas de la Intendencia como organizadoras principales, Rossana Crosta, Agustina Beux, Magali Kelland y Shirley Pagalday.

¿Qué nos dicen los nueve discursos de asunción presidencial posdictadura?

Los discursos de asunción presidencial, ante una Asamblea General reunida en sesión solemne, constituyen la primera manifestación pública presidencial posterior a la investidura. Suelen contener definiciones ideológicas, acentos programáticos y reflexiones sobre la democracia y el mundo. En medio de la liturgia institucional, son comunes las alusiones a José Artigas y cierta tendencia al autobombo nacional, en la medida en que Uruguay bate su propio récord de años consecutivos de vida democrática. La comparación de los mensajes refleja las consecuencias del paso del tiempo, notorias en los cambios de prioridades y hasta en el lenguaje. No faltan eufemismos y metáforas en torno a asuntos delicados y, por supuesto, omisiones, sea por conveniencia o por imprevisión. Ni todo lo que se hace se anuncia, ni todo lo que se dice se concreta.

Uruguay, 1985 Sin leer, ante un recinto lleno de hombres de saco y corbata, Julio María Sanguinetti usó apenas seis palabras antes de aludir a la Constitución de la República y poco más de 100 hasta pronunciar “democracia”, sistema de gobierno al que definió como una “filosofía de vida” de Uruguay. La fragilidad de la dinámica constitucional recién reconquistada no era el único problema serio en aquel tiempo. “La república está atravesando una situación dramática desde el punto de vista económico”, soltó el presidente que se había comprometido a defender la Constitución ante el senador colorado Jorge Batlle. Enumeró la coexistencia de 15% de pérdida del producto interno bruto, con vencimientos e intereses anuales equivalentes a 90% de las exportaciones y “un ajuste en los tres últimos años [...] que se traduce en una reducción de salarios” y “una profunda herida en el ingreso”.

Había más heridas abiertas, se sabe. En un país cuyas cárceles aún tenían personas presas por motivos políticos, Sanguinetti adelantó que enviaría al Parlamento un proyecto de ley para habilitar una amnistía “tan generosa como necesaria”. Segundos después, recordó que las Fuerzas Armadas debían vivir “el proceso siempre difícil” de pasar de un gobierno de facto a uno democrático, y que se disponía a comandarlas “sin espíritu de revancha”. El discurso hizo foco en la pretensión de alcanzar la pacificación nacional, sin mencionar las desapariciones desencadenadas por el terrorismo de Estado. Aunque cueste creerlo, aún faltaban varios lustros para que eso ocurriera en una ceremonia de asunción. Minuto 90

Luis Alberto Lacalle Herrera asumió en medio de un cambio de época, sobre el final de la Guerra Fría. El 1º de marzo de 1990, tras comprometerse a defender la Constitución ante el histórico senador nacionalista Dardo Ortiz, pareció abrazarse a su eslogan de campaña, “Creer para crecer”. Anticipó su pretensión de concretar reformas económicas liberales y reflejó su condición católica: “Invoco la protección de Dios, principio y fin de todas las cosas, del Dios de nuestros padres, repitiendo: ‘Señor, haz de mí un instrumento de tu paz’”. También hizo guiños hispanistas, como cuando se refirió a América Latina como “América española” y expresó su entusiasmo ante la cercanía de las celebraciones por los 500 años de la conquista.

De prosa más florida que su antecesor, auguró un gobierno inserto en un mundo compuesto por personas que sorteaban “muros” y, sin eufemismos, anunció un ajuste fiscal. No mencionó la decisión finalmente tomada de desconvocar los Consejos de Salarios, pero soltó pistas acerca del camino elegido en un contexto de alta inflación: “Defensa de la moneda es defensa del salario”.

Apeló “a tener servicios modernos, eficaces, baratos, en materia de seguros, teléfonos, transporte, luz y demás actividades” y a adecuar la estructura estatal a los “beneficios populares”. La derogación parcial de la Ley de Empresas Públicas mediante el referéndum de 1992 frenaría aquel impulso. También atentaría contra la “coincidencia” con el Partido Colorado anunciada el 1º de marzo, que se tradujo en la primera de las cuatro experiencias de coalición integradas por los partidos fundacionales en la posdictadura.

Lacalle Herrera cerró su alocución recordando que ya corría una “cuenta regresiva de 60 meses de tarea”, una especie de obsesión acerca del paso del tiempo muy presente en los discursos que, 30 años después, daría su hijo Luis. Aquello del fruto y el árbol.

Segundo quinquenio En su segundo discurso de asunción, Sanguinetti asoció el gobierno naciente con cierta idea de modernidad, como si fuera un puente al siglo XXI: “Sobrevendrá ese año 2000 al que ya la imaginación colectiva rodea de un aura mágica”. Corría 1995, pero todo el tiempo se hablaba del 2000, a tono con la hoja de votación que representó al flamante oficialismo en buena parte del país en las elecciones previas. Hugo Fernández Faingold fue el primer senador electo por esa lista y tomó el compromiso constitucional del presidente.

La alocución del 1º de marzo incluyó términos inéditos en las asunciones previas, como globalización y Mercosur. Avanzó sobre problemáticas lamentablemente vigentes, por ejemplo, al mencionar la existencia de “fenómenos novedosos de delincuencia organizada”. Los discursos de 1985 y 1990 quedaron algo viejos, por contraste. El nuevo presidente no demoró más de tres párrafos en darse un gusto para explicar el cambio: “Hemos dejado atrás los dos siglos de las grandes revoluciones políticas que comenzaron en 1789 en Francia y terminaron en 1989 con la caída del muro de Berlín”. Un clásico.

Se echaba a andar una nueva y más sólida coalición con el Partido Nacional, despuntaba cierta idea de estabilidad con acuerdos de largo plazo. Sanguinetti retomó líneas reformistas expresadas por Lacalle Herrera y agregó otras, que fueron hitos de su gestión. Anunció una reforma educativa para incorporar el “lenguaje de la informática” y una de la seguridad social. Auguró un Banco de Previsión Social “fuerte, financiado y con futuro” y proyectó “un sistema de ahorro” beneficioso para las personas trabajadoras. Anticipó el proyecto de reforma constitucional que se aprobó por mínima diferencia en el plebiscito de 1996, cuando dijo que el Poder Ejecutivo precisaba “gobernabilidad”, el sistema electoral “mayor claridad” y “máxima flexibilidad” y los partidos más “coherencia y disciplina interna”. Hubo una cuarta reforma anunciada, “de transformación productiva”, ligada a las agroindustrias. Un análisis más profundo podrá determinar si ese acento desencadenó hechos concretos y, si no lo hizo, cuánto incidieron factores externos, como la devaluación brasileña de fines de los 90. Antes de la tormenta

Hoy se puede decir que la asunción de Batlle tuvo, al menos, dos peculiaridades. Una, entonces visible, fue hija de la reforma constitucional que, al instaurar el balotaje, habilitó la posibilidad de que el presidente pudiera no pertenecer al lema más votado. Eso explica que el senador frenteamplista Reinaldo Gargano le haya tomado el compromiso constitucional al líder de la 15. La otra peculiaridad se advertiría con los años: hoy podemos decir que hace un cuarto de siglo que no asume un presidente perteneciente al Partido Colorado.

Faltaban dos años y medio para el peor momento de la crisis económica y social de 2002, pero el discurso de Batlle no advirtió las vulnerabilidades que llevaron a ese desenlace. Sí celebró la consolidación de políticas impulsadas por sus socios de coalición y antecesores, Sanguinetti y Lacalle Herrera, e iniciadas “con la apertura cambiaria en la década del 70”. Mencionó la existencia de un “consenso” acerca de crecer “sin inflación, sin déficit fiscal y con estabilidad cambiaria” e instaló una nueva agenda de reformas económicas liberales: “Las regulaciones, los monopolios, los oligopolios, las trabas en todas sus formas, los mercados protegidos, tanto de los sectores públicos como de los privados, dificultan y entorpecen”, se oyó en uno de los pasajes más reproducidos.

El mensaje ante la Asamblea General enganchó la economía con las políticas sociales y la familia, hasta desembocar en los traumas del pasado reciente para sellar “para siempre la paz entre los uruguayos”, que “tanto hemos sufrido”. Se insinuaba la conformación de la Comisión para la Paz, innovación anunciada meses después, claro quiebre en relación con los criterios de Sanguinetti y Lacalle Herrera. Sin perjuicio de ello, seguía sin pronunciarse la palabra desaparecidos en un discurso de asunción presidencial. Otro aire

Ante la mirada de presidentes sudamericanos como Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Luiz Inácio Lula da Silva, y tras comprometerse a honrar la Constitución ante el entonces senador José Mujica, el 1º de marzo de 2005 Tabaré Vázquez pronunció un discurso diferente a los de sus antecesores. Sus énfasis reflejaron la histórica llegada al gobierno del Frente Amplio, pero no fueron acompañados de anuncios de medidas concretas. No hubo, por ejemplo, menciones explícitas a la reforma tributaria o a la de la salud, que se concretarían durante su gestión.

Si bien tampoco hubo estadísticas acerca de los estragos causados por la crisis de 2002, el asunto estuvo implícito en varios pasajes del discurso: “Los invito [...] a trabajar juntos en la construcción de un Uruguay donde nacer no sea un problema, donde ser joven no sea sospechoso, donde envejecer no sea una condena”. La idea del cambio, tan presente en la campaña electoral de 2004, fluyó a través de reflexiones genéricas, que aludieron a un pasado negativo sin señalar culpables. “Definitivamente atrás quedan los tiempos de los gobiernos pretendidamente iluminados y sustancialmente distantes”, aseguró, en otra alusión sin destinatario explícito.

En cambio, fue más específico que sus antecesores al hablar del legado de la dictadura. Identificó “zonas oscuras” en materia de derechos humanos y subrayó la necesidad de “aclararlas en el marco de la legislación vigente”. Aún regía la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, pero Vázquez aseguraba que “con la verdad buscaremos que nuestra sociedad recupere la paz, la justicia”. “Nunca más, uruguayos”, dijo, para cerrar la idea. Esa misma noche, fuera del recinto y rodeado de militancia frenteamplista, comunicaría medidas concretas, como el ingreso a predios militares para buscar los cadáveres de las casi 200 personas desaparecidas.

Hacete un traje Hubo un Mujica de campera de jean mirando a Sanguinetti desde su banca de diputado el 1º de marzo de 1995. Hubo uno de campera más sobria, azul oscura, que le tomó juramento a Vázquez en 2005. Y hubo uno de saco y camisa, sin corbata, a quien su compañera de la política y la vida, la senadora Lucía Topolansky, le tomó el compromiso necesario para ser investido presidente de la República.

Hubo emociones, risas y hasta metáforas afectivas y hogareñas durante el extenso mensaje ante la Asamblea General el 1º de marzo de 2010, mientras latía el conflicto con Argentina por la instalación de las plantas de celulosa, incluso en la izquierda ganaba espacio cierta mirada crítica acerca de la integración. Dice la transcripción oficial del discurso de Mujica: “Dentro de nuestro hogar latinoamericano tenemos un dormitorio que compartimos y que se llama Mercosur. ¡Ay, Mercosur! ¡Cuánto amor y cuánto enojo suscita! Pero hoy estamos en público y no es el momento de hablar de los temas de alcoba. (Hilaridad)”.

Entre posibles referencias a su pasado guerrillero, Mujica fue conciliador, formuló objetivos ambiciosos y llamó a construir políticas de Estado. Como para terminar de espantar fantasmas, prometió “cinco años más de manejo profesional de la economía”, frase fácilmente asociable a la imagen del vicepresidente Danilo Astori, a quien ya en la campaña se anunció como referente en la materia. “Seremos serios” en la administración del gasto y el manejo de los déficit y “atrevidos” en otros aspectos, con “un Estado activo” orientado a un país “agrointeligente”, dijo. Aún sigue abierta la discusión acerca de la coexistencia de dos miradas económicas dentro de aquel gobierno, y de los aciertos y los fracasos de un impulso estatal atado al rol de las empresas públicas, en un contexto de disponibilidad de recursos y altas tasas de crecimiento.

El nuevo presidente anunció que priorizaría cuatro asuntos, “educación, energía, medioambiente y seguridad”, y enseguida soltó su frase más recordada: “Permítanme un pequeño subrayado: educación, educación, educación y otra vez educación”, para dar respuesta a una pobreza que orillaba el 20%. En materia de seguridad ciudadana se encendían luces amarillas debido a “números crecientes” de delitos y “operadores del narcotráfico internacional”. Mujica no hizo mención a la ley que reguló el mercado de cannabis, aprobada en 2013. Tampoco a otras que se incluirían en lo que hasta hoy se conoce como agenda de derechos, como las que habilitaron la interrupción voluntaria del embarazo y el matrimonio igualitario.

“Principios y valores” El discurso de asunción del segundo mandato de Vázquez rompió con los de sus antecesores de la posdictadura. En 2015, el líder frenteamplista juró ante Topolansky y se dedicó a hacer un repaso de la vida de Artigas, al que acompañó con reflexiones. Pareció consolidar un estilo de comunicación algo distante y crecientemente solemne, ya advertido en la campaña electoral previa. Se trataba de hablar “de los principios y valores que les son tan caros a los buenos orientales”, aprovechando que se conmemoraban 200 años del Reglamento Provisorio de Tierras.

El presidente consideró que el repaso del ideario artiguista era necesario ante un mundo en el que campeaban “la violencia, el miedo, el terror y la intolerancia”. Instó a defender la “libertad, igualdad, justicia, democracia, determinación, autodeterminación de los pueblos, ilustración, solidaridad, fraternidad, integración, respeto y tolerancia hacia los otros”. Basó su enumeración en documentos y, luego, se permitió un mínimo acercamiento a los desafíos de su segundo gobierno. Llamó a “analizar y discutir juntos, con respeto, sobre los distintos caminos para lograr la mejor educación pública [...], una salud de calidad [...] o una vivienda digna”. Las interpretaciones quedaron libradas a una especie de lectura entre líneas, Artigas mediante.

Joven entre gerontes Luis Lacalle Pou fue el primer presidente uruguayo nacido en la segunda mitad del siglo XX, es entre 32 y 38 años menor que sus antecesores de la posdictadura. Uno de ellos, Mujica, volvió a ponerse el saco pero para solicitarle la declaración de fidelidad constitucional el 1º de marzo de 2020.

Quedará pendiente para otra nota tratar de explicar qué pasó en el medio, qué explica la postergación, si el término cabe, de las generaciones nacidas en los 50 y los 60. Pero está claro que la brecha generacional explica diferencias comunicacionales. Con Lacalle Pou afloró un lenguaje más llano, quedó atrás la retórica de los viejos estadistas y lo concreto ganó terreno ante lo abstracto. En su minuto uno, el presidente privilegió la gestión, mediante un repaso de múltiples temáticas y la enumeración de medidas. Habló mucho de seguridad, educación y economía, reiterando el diagnóstico crítico hecho en campaña. Se anunció sin detalles el impulso a la reforma previsional y hubo menciones a la desaceleración económica experimentada durante el gobierno anterior, que se reflejaba en que “50.000 uruguayos han perdido su empleo” y en un déficit fiscal que “es el más alto de los últimos 30 años”. Antes de abordar los problemas, el presidente retomó la tradición de destacar el acuerdo que le garantizaría la gobernabilidad, bajo una novedosa arquitectura política. “Es la primera vez en la historia que el gobierno será ejercido por una coalición compuesta por cinco partidos”, aseguró, ante un Parlamento en el que convivieron siete bancadas. Otra cifra récord.

El mensaje desembocó en la que quizás sea su frase más recordada: “Si al final del período los uruguayos son más libres, habremos hecho bien las cosas; de lo contrario, habremos fallado en lo esencial”. Es que los derechos y, finalmente, las libertades fueron dos de las referencias más frecuentes. El aún no enunciado concepto de libertad responsable podría leerse como una adaptación de esas ideas a la emergencia sanitaria que Lacalle Pou declararía menos de dos semanas después. Pese a que el 1º de marzo ya asomaba la pandemia y faltaban 12 días para que se diagnosticaran los primeros casos de covid-19 en el país, el asunto no fue mencionado ante la Asamblea General.

Ortuño le pidió a OSE que retome “cuanto antes” el proyecto Casupá y anunció un plan nacional de infraestructura hídrica

El gobierno de Yamandú Orsi continúa presentando a sus ministros y subsecretarios, que están asumiendo formalmente sus cargos en actos en los que destacan las primeras líneas de acción. Este jueves fue el turno del Ministerio de Ambiente, y Edgardo Ortuño, el flamante ministro de esa cartera, anunció que les encomendó a las nuevas autoridades de OSE que “retomen cuanto antes” el proyecto para construir la represa de Casupá, en Florida, y un “plan nacional de infraestructura” hídrica. En su discurso estuvo ausente el proyecto Neptuno, que generó uno de los primeros cruces en la transición entre gobiernos.

Ortuño comenzó su discurso recordando al exintendente de Montevideo y exministro de Vivienda Mariano Arana, justo en la fecha en la que cumpliría 92 años. Luego, dijo que la “consideración de los temas ambientales” en los proyectos “no puede ser un mero trámite”. En ese sentido, apuntó que la pasada crisis hídrica dejó un “aprendizaje” y un “mensaje contundente”: “El agua potable tiene un enorme valor y no está asegurada”.

Ortuño comentó que el ministerio tiene la “necesidad” de hacer un “conjunto de obras de infraestructura coordinadas” a mediano y largo plazo, que deben ser “asumidas por el gobierno, por el sistema político y la sociedad” como una política de Estado. “La respuesta a esta necesidad requiere implementar espacios de diálogo con la mayor amplitud, tendientes a generar un acuerdo nacional por el agua y a la vez la implementación de acciones inmediatas”, dijo.

Justamente, en la senda de generar medidas “inmediatas”, anunció que le solicitó a las próximas autoridades de OSE –Pablo Ferreri y Hugo Trías– “retomar cuanto antes” los trabajos para construir la represa de Casupá, un compromiso asumido por el Frente Amplio (FA) y por el propio presidente en un acto de campaña en esa localidad del departamento de Florida.

Ortuño no hizo referencia en su discurso al proyecto Arazatí, aquella iniciativa privada firmada por la administración del expresidente Luis Lacalle Pou semanas antes de abandonar el gobierno y que el actual Poder Ejecutivo busca “renegociar” con el consorcio Aguas de Montevideo, impulsor del proyecto. Sí dijo que trabajará en conjunto con Presidencia en una propuesta para un Plan Nacional de Infraestructura hídrica que “asegure” el abastecimiento de agua para el consumo humano y mejore la disponibilidad del recurso para la producción “hasta 2050”.

“No sólo el déficit hídrico pone en evidencia la crisis climática; esta semana nos sorprendió la ocurrencia de un tornado en Tacuarembó, que se suma a las sequías y las inundaciones. No podemos esperar más señales de la naturaleza para adoptar las acciones necesarias”, puntualizó.

Ortuño también apuntó que convocará al Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático para trabajar en líneas de acción. En el primer año de gestión también se planteó aprobar la Estrategia Nacional de Biodiversidad al 2030, fortalecer el trabajo con los gobiernos departamentales y municipales en los proyectos de mejora de la gestión de residuos e implementar el Plan Vale, que “significará un cambio sustancial en la gestión y recuperación de envases”.

Ortuño agradeció a Orsi por designar al primer ministro “negro afrouruguayo” de Uruguay El ministro de Ambiente comentó que asume la responsabilidad para “defender la vida en todas sus dimensiones”, el “futuro del país y las nuevas generaciones”. Ortuño señaló que la “explotación irracional” de los recursos naturales “ha puesto en riesgo la supervivencia del planeta y de las especies que habitan la tierra”. En ese sentido, dijo que es “necesario un cambio significativo” en la relación con la naturaleza, a nivel global, nacional y local.

“El impulso al desarrollo sostenible, además de un compromiso programático y ético, será una prioridad en la gestión que iniciamos”, señaló, y dijo que debe ser tomado como una “oportunidad” para que Uruguay se “posicione” en el mundo, como lo hizo, aseguró, con la transformación de la matriz energética, la trazabilidad del ganado y la apuesta a la marca Uruguay Natural.

El ministro dijo que en su gestión “coordinará” con las otras entidades del Estado, pero que también generará “diálogo y participación” con la academia, las organizaciones sociales, las empresas y el “conjunto de la sociedad”.

Sobre el final de su discurso, Ortuño agradeció a Orsi por apostar por un “equipo paritario” y por designar al “primer ministro negro afrouruguayo” de la historia. “En la lucha por la igualdad, compañero Yamandú Orsi, no sólo hay que parecerlo sino que hay que serlo. Hay que atreverse y predicar con el ejemplo; usted es el primer presidente en demostrar que, aunque falte mucho todavía, sí se puede avanzar en superar cientos de años de racismo en el trabajo y reconocimiento que afecta a nuestros afrodescendientes”, afirmó.

También le agradeció a Orsi por “demostrar que sí se puede avanzar en superar las desigualdades que afectan a las personas con discapacidad, inequidades de género, con la designación de 11 compañeras ministras y subsecretarias. Usted no sólo nombró al primer ministro negro afrouruguayo en Uruguay, sino que conformó el gabinete más igualitario de su historia”, cerró.

Alfredo Fratti asumió como ministro de Ganadería: los fondos de inversión “no tienen nada que ver con la actividad agropecuaria genuina”

Visiblemente emocionado, Alfredo Fratti asumió este jueves como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). “Tengo la necesidad de contarles algunas cosas previas al verdadero motivo de este evento… Crecí en la décima sección del departamento de Cerro Largo, en los pagos de la Cuchilla Grande, muy cerca de Fraile Muerto, en el seno de una familia rural”, expresó entre lágrimas Fratti, quien fue presidente del Instituto Nacional de Carnes y vicepresidente de la Federación Rural.

“Quienes crecimos vinculados al medio rural no somos mejores ni peores, pero tenemos un enfoque distinto [sobre] cómo miramos la vida, no siempre comprendido en el medio urbano”, afirmó el titular del MGAP en el acto protocolar, al que asistieron el presidente, Yamandú Orsi, y la vicepresidenta, Carolina Cosse, jerarcas del gobierno y legisladores del oficialismo. A estos últimos, Fratti prometió acercarles “iniciativas legislativas un día sí y otro también”, porque, sostuvo, “para algo se cambió el gobierno”.

Durante su primer discurso como ministro, Fratti anunció que el Poder Ejecutivo promoverá “un plan nacional de lucha contra la garrapata” e impulsará “un shock de extensión rural arriba del río Negro”. Señaló que actualmente Uruguay tiene, en general, “un triste promedio de 65% de procreo”, pero en el norte del país “es apenas de 55%, es decir, tenemos casi la mitad de la máquina productiva sin producir”.

Asimismo, Fratti, que estará acompañado en este quinquenio por Matías Carámbula en la subsecretaría y por Cecilia Riera en la Dirección General de la Secretaría, resaltó la primera resolución del MGAP, a través de la cual se declaró la prioridad sanitaria para “la atención en los establecimientos administrados por los fondos ganaderos”, tales como Conexión Ganadera. Fratti señaló que la resolución tiene como propósito “observar la sanidad y el bienestar animal de la existencia ganadera en dichos predios”. Apuntó, además, que lo que solicite posteriormente la Justicia “será otra etapa”.

Fratti aseguró que los fondos ganaderos “no tienen nada que ver con la actividad agropecuaria genuina”, la cual, sostuvo, “sigue siendo segura”. “De poca rentabilidad, pero muy segura; los hombres de campo, ¿saben qué?, no son jodedores”, manifestó.

El titular del MGAP defendió el valor del “querido medio rural”, el mismo que “nos trajo desde la [época de la] colonia a este momento”. “Basta seguir los números de la economía y reconocer que más del 90% de la superficie del país es apta para la actividad agropecuaria”, añadió.

Según Fratti, a pesar de “la amplitud temática que aborda”, el MGAP no ha tenido hasta ahora la relevancia que debería tener: “Siento la necesidad de transmitirle a la ciudadanía que una parte importante de la suerte de los uruguayos tiene mucho que ver con las acciones que desarrollemos desde aquí”, expresó.

Por último, Fratti señaló que, por el momento, no dispondrá la ejecución de una auditoría. “No pensamos en una auditoría. Este es un país muy chico, nos conocemos todos. No la vamos a usar como método, a no ser que aparezca algún caso que así lo amerite”, señaló.

Abella inauguró las sesiones ordinarias en la Costanera y confirmó más obras para “seguir transformando la ciudad”

La apertura del período de sesiones ordinarias 2025 del Honorable Concejo Deliberante (HCD) fue un hecho inédito al desarrollarse por primera vez fuera de su tradicional recinto. Y por la gran convocatoria de vecinos, instituciones y entidades de la ciudad junto al esplendoroso marco que ofreció la Costanera resultó un éxito.

Allí, el intendente Sebastián Abella presentó su 10º año de gestión con un material audiovisual que repasó todo lo realizado durante el año 2024 y que presentó importantes proyectos planificados para el 2025.

“Vamos a seguir transformando la ciudad”, aseguró el jefe comunal. “Campana es hoy una ciudad distinta, porque hemos logrado una transformación histórica que enorgullece a sus vecinos y sorprende a sus visitantes”, agregó.
Entre los proyectos anunciados para 2025 se destaca el inicio de la construcción de un Microestadio Municipal, el primer Polo Tecnológico Municipal, la finalización de la avenida Alfonsín, un acceso directo desde Ruta Panamericana al Parque Industrial Campana, más de 70 cuadras de asfalto y hormigón en diferentes barrios de la ciudad, obras cloacales para Las Acacias y Lubo, la incorporación de 60 nuevas cámaras de monitoreo, la instalación de más luminaria LED y la eliminación de 200 tributos.

Además, también fueron confirmadas otras obras ya anunciadas como la ampliación y renovación del CAPS de La Josefa y la construcción de la nueva terminal para los colectivos de media distancia.

Y se reveló el proyecto de repavimentación total de la avenida Ameghino, el cual se iniciará una vez que se renueve toda la cañería de agua que pasa por debajo de la traza a partir de un convenio que se firmará próximamente.
“Gestionar es soñar y para concretar esos sueños es necesario mucho compromiso y trabajo y un equipo como el que yo tengo”, remarcó Abella en un reconocimiento a funcionarios y empleados, a los que también elogió por “su predisposición y compromiso” para enfrentar los inconvenientes que generan las emergencias climáticas.

“Y nuestra manera de gestionar y de soñar es con cercanía, escuchando a los vecinos, dialogando con ellos para buscar respuestas y soluciones conjuntas. Porque nosotros trabajamos todos los días para mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos”, concluyó.

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