Se asentaron en la Colonia Santa Catalina, en Monte Grande, y se convirtieron en propietarios de importantes estancias en la provincia de Buenos Aires, como la Estancia Grande. Con el tiempo, George expandió sus propiedades al cruzar el Río de la Plata y adquirir tierras en Uruguay, incluyendo el paraje Martín Chico.
Según datos recopilados a mediados del siglo pasado, George, visionario y emprendedor, encontró en este rincón una ubicación estratégica para desarrollar una estancia agrícola-ganadera y explotar recursos como piedra y arena para la construcción en Buenos Aires. En 1867, según registros del puerto de Buenos Aires, comenzaron a llegar las primeras cargas de piedra extraídas de Martín Chico.
Este rincón, previamente transitado únicamente por los charrúas, se transformó en una tierra de oportunidades que atrajo a trabajadores ingleses e italianos, quienes se empleaban en la cantera o en la estancia.
Más tarde, la cantera fue cedida a Ferro, aunque la familia Bell mantuvo la propiedad de las tierras.
El legado de George y James Bell
George Bell falleció en 1879, dejando el control de Martín Chico a su hijo mayor, James Diego Bell Watson. James, nacido en Buenos Aires el 21 de junio de 1839, aparece en documentos de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) como Diego Watson Bell, reflejando la tradición anglosajona de utilizar el apellido materno como segundo nombre.
En el Handbook of the River Plate Republics (1875), se menciona que George Bell era el propietario de Martín Chico, en el departamento de Colonia, destacándola como una de las estancias más modernas del país, ubicada geográficamente frente a la isla Martín García.
El presente de Martín Chico
Hoy, 160 años después de aquel ambicioso proyecto, Martín Chico está devastado. Las nuevas generaciones que fueron adquiriendo tierras en la zona, carentes de visión, inteligencia, arraigo, han vendido, regalado y destruido gran parte de este patrimonio. Lo que alguna vez fue un paraje próspero y lleno de oportunidades, ahora yace abandonado, con apenas unos pocos descendientes que aún poseen pequeñas parcelas.
Estas tierras, apagadas poco a poco, parecen destinadas a ser vendidas o abandonadas en un futuro cercano.
Debajo adjuntas:
-Diego Bell Watson.
-Casco de la Estancia en su Auge.
-Casa de la Familia Bell en Martin Chico 1870, en la foto se aprecia a James Mc Culloch, Administrador de la Estancia por 40 años.