Guillermo De Luca
anticipó que se colocarán “tótems
de reciclaje” en distintos puntos de la ciudad y que se hará un
Censo Fitosanitario para relevar la cantidad y variedad de árboles.
Guillermo De Luca,
subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sostenible, anunció la puesta
en marcha en el corto plazo de una serie de proyectos que impactarán
positivamente en la calidad de vida de los vecinos.
Con una amplia experiencia
en el área, llegó a la ciudad con el propósito de implementar
acciones que mejoren las condiciones ambientales en Campana.
De Luca ocupó importantes
cargos en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como Director
General de Control de Política Ambiental y Director General de
Reciclado, entre otros.
También posee una vasta
trayectoria en la construcción de plantas de clasificación y en la
organización de cooperativas de recicladores urbanos. Según
comentó, uno de sus principales objetivos es aplicar ese método de
trabajo a nivel local.
En este sentido, aseguró
que llevará adelante un importante trabajo de concientización con
las empresas en la separación de sus residuos. “Voy a disminuir
los índices de contaminación”, aseguró.
En cuanto a la vía
pública, se colocarán “tótems de reciclaje” con puertos USB en
distintos puntos de la ciudad. En ellos, los vecinos podrán arrojar
su basura y clasificarla al momento de deshacerla.
De Luca comunicó a su vez
la realización de un Censo Fitosanitario para relevar la cantidad de
árboles que existen en la ciudad y determinar qué necesidades posee
cada uno de ellos.
“El ambiente está
en el medio. Las empresas y el Municipio en ambos lados de la vereda.
Es nuestro rol fomentar el trabajo en conjunto”, enfatizó el
funcionario.
Además, anunció la
implementación de acciones que mejoren el barrido y la recolección
de residuos como también la disposición final de la basura.
El subsecretario informó
que se trabajará en diseños y planos maestros para el arbolado
público. Adelantó también que se recuperarán dos espacios de su
Subsecretaría: el laboratorio -que en la actualidad se
encuentra desprovisto de reactivos- y el invernadero que antiguamente
funcionaba allí.
Al día de hoy los cambios
comenzaron con la instalación de un “punto verde” en la puerta
del edificio con dos contenedores para alojar 1.000 kilos.