SEÚL (Yonhap) - El misil balístico de Corea del Norte, lanzado este martes, ha volado a una velocidad máxima de Mach 10, según dijo el Ejército surcoreano, señalando una "mejora" en comparación con lo que afirmó ser un lanzamiento de prueba de un misil hipersónico, hace seis días.El Estado Mayor Conjunto (JCS, según sus siglas en inglés) dijo que el Norte disparó el misil desde su provincia norteña de Jagang, hacia el mar del Este, y voló más de 700 kilómetros a una altitud máxima de 60 kilómetros y una velocidad máxima de Mach 10 -diez veces más rápido que la velocidad del sonido-
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El JCS dijo que el lanzamiento fue detectado a las 7:27 a.m., y se llevó a cabo tras el disparo de prueba de lo que el Norte afirma ser un misil hipersónico, sobre el cual el JCS dijo que viajó menos de 700 kilómetros a una velocidad máxima de Mach 6.
El JCS dijo, en un mensaje de texto, que opinan que ha mejorado en comparación con el misil balístico lanzado el 5 de enero, llamando los continuos lanzamientos de misiles balísticos del régimen una "clara" violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Las resoluciones prohíben que Corea del Norte realice lanzamientos utilizando la tecnología de misiles balísticos.
El comunicado del JCS marcó un fuerte contraste con su anterior minimización de las afirmaciones de misiles hipersónicos del Norte como una "exageración" y su evaluación de que el Norte aún tiene que conseguir las tecnologías para el arma de alta tecnología.
Sin embargo, los expertos señalaron que la velocidad de Mach 10 no es un elemento definitivo para la categorización de los misiles hipersónicos, ya que los misiles ordinarios de medio alcance vuelan, normalmente, entre Mach 9 y 10 durante las fases de impulso después del despegue.
Un oficial del JCS dijo, bajo la condición del anonimato, que, para obtener más detalles, Corea del Sur y Estados Unidos necesitan un análisis detallado.
El Ejército surcoreano también urgió al Norte a detener inmediatamente sus lanzamientos de misiles.
Agregó que los lanzamientos plantean una amenaza significativa para la paz y seguridad, no solo de la península coreana sino del mundo, y no contribuyen a la reducción de las tensiones militares.
El Comando Indopacífico de EE. UU. (USINDOPACOM, según su acrónimo en inglés) describió el último proyectil del Norte como un "misil balístico", sobre el cual dijo que subraya el "impacto desestabilizador" del programa de armas ilícitas del Norte.
El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) presidencial convocó una reunión de emergencia y expresó "un fuerte pesar".
El último lanzamiento se produce mientras el CSNU convocó una sesión, a puerta cerrada, sobre el lanzamiento del misil de Pyongyang de la semana pasada.
Poco antes de la sesión, Estados Unidos y otros cinco países emitieron un comunicado conjunto instando al Norte a abstenerse de acciones "desestabilizadoras", abandonar sus programas de misiles balísticos e interactuar en diálogos "significativos" hacia la desnuclearización.
Corea del Sur, mientras tanto, expresó su pesar por la realización de otro lanzamiento por parte del Norte, al que instó a regresar a la mesa de diálogo.
El Ministerio de Unificación reiteró que la mejora de las relaciones intercoreanas a un "nivel irrevocable" es crucial para resolver fundamentalmente las preocupaciones derivadas de tales lanzamientos de misiles.
Un funcionario del ministerio dijo, a los reporteros, que Corea del Norte podría elegir la cooperación para la paz en la península coreana por encima de los actos que atentan contra el desarrollo de la misma, como los últimos lanzamientos de misiles, en un momento crítico para estabilizar la situación política relacionada con la región.
El último alarde militarista de Pyongyang se produjo mientras ha desvelado su ambicioso intento de desarrollar una serie de armas nuevas y formidables, durante el octavo congreso del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea del Norte (WPK), celebrado hace un año.
Durante el congreso, el Norte catalogó "tareas estratégicas importantes", como el desarrollo de armas nucleares tácticas, una ojiva de desplazamiento hipersónico, un submarino propulsado por energía nuclear y un satélite de reconocimiento, según sus medios de comunicación estatales.
En el cierre de la sesión plenaria del Comité Central del WPK, a finales del mes pasado, el presidente del Comité de Asuntos de Estado norcoreano, Kim Jong-un, redobló los llamamientos a fortalecer las capacidades de defensa "sin un momento de retraso", citando condiciones de seguridad internacional inestables.
Park Won-gon, profesor de estudios norcoreanos en la Universidad Femenina Ewha, dijo que los últimos lanzamientos son una expresión de la determinación del Norte para seguir adelante con las actividades de misiles, en consonancia con el plan de defensa institucionalizado, independientemente del entorno externo.
El lanzamiento del misil por parte del Norte supuso otro revés desalentador al firme impulso de Corea del Sur para reanudar la diplomacia nuclear con el régimen recalcitrante.
Las negociaciones nucleares entre Corea del Norte y EE. UU. han estado estancadas desde su cumbre bilateral de Hanói, en febrero de 2019, que terminó sin acuerdos.
Foto: Yonhap
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