La glicina centenaria ubicada en el patio homónimo del museo ha sido testigo de los recitados del
célebre payador Gabino Ezeiza, en 1901, y del abrazo que diera a su tronco el escritor Jorge Luis
Borges, cuando visitó la casa en 1967. En este 2021 tan especial para el Museo –celebra el 30º
aniversario de su creación- la glicina ha florecido brindándonos su colorido y acompañándonos en
la tarea de puesta en valor integral de la histórica casona y sus dependencias y en la formulación
del nuevo guion museográfico.
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