jueves, 8 de abril de 2021

Dr. MAURO COSTA MATTIOLI Uruguayo descubre droga que aumenta la memoria Avance

 


De Myriam Salgado Márquez. Facebook.

 Dr. MAURO COSTA MATTIOLI Uruguayo descubre droga que aumenta la memoria Avance. Se basa en una molécula que ayuda a fijar los recuerdos a largo plazo; el autor nació en Tala y hoy lidera estudios científicos en EE.UU. 2008 - Mauro Costa Mattioli, de 32 años, nació en Tala, departamento de Canelones. Si bien sus padres aseguran que su interés por la Ciencia se notaba desde que era niño, él asegura que fue algo progresivo. "Me gustaba la bioquímica y la biología pero no era fanático. Mi interés se despertó en los últimos años en la Facultad de Ciencias, se profundizó cuando fui a Francia y se agudizó cuando llegué a Canadá." dijo Costa-Mattiolli, biólogo molecular y doctor en Ciencia. "Me interesa el porqué de las moléculas. 

En el laboratorio estudiamos la síntesis de proteínas, es decir por qué una proteína hace algo y cuál es su funcionalidad. Para responder esa pregunta se la elimina de la célula y por ejemplo, si juega un rol importante en el cáncer y la sacás, podés tener más o menos cáncer", explicó para describir su profesión y agregó que no es algo abstracto porque sus estudios pueden llevar a drogas que combatan enfermedades. Francia Cuando estaba en 2º año de facultad asistió a una charla del doctor Juan Cristina, hoy director del Centro de Investigaciones Nucleares. "Me pareció una persona muy bien. Lo abordé y le pregunté si me dejaba hacer prácticas gratuitas en su laboratorio para adquirir experiencia. De ahí se creo una amistad que sigue hasta hoy". Costa-Mattioli se incorporó a su equipo de investigadores y trabajó junto a él hasta el final de su carrera. Como integrante de este proyecto, que contaba con la financiación de la Unión Europea, una vez recibido el joven investigador viajó a Francia para hacer un posgrado. "Hice una maestría en la Universidad Pierre y Marie Curie en París con una beca de la embajada de Francia y después hice mi tesis de doctorado en la Universidad de Nantes, financiada por el proyecto de Cristina. Fue una posibilidad de oro". 

 Costa-MattiolIi reconoció que lo más rico de la experiencia en Nantes fue trabajar en un laboratorio con más de 20 años de experiencia, en contraste con el laboratorio de Juan Cristina, que si bien hoy es muy productivo, entonces recién se instalaba. "Salí de algo un poco artesanal a un laboratorio más establecido, en el cual los medios estaban a disposición prácticamente para todas las preguntas que se hicieran. No era que uno avanzaba un paso y tenía que ir tres para atrás. Fue mi primer contacto con la "ciencia que rueda" aunque la ciencia a primer nivel iba a llegar en Canadá". Canadá Cuando terminó el doctorado en Nantes fue aceptado por el departamento de Bioquímica de la Universidad McGill de Montreal, la más reconocida de Canadá. Allí realizó un posdoctorado y se incorporó al equipo de investigadores del laboratorio de Nahum Sonenberg, un referente en la síntesis de proteínas y el cáncer. "El nexo fue un científico argentino que conocí en Montparnasse, en Francia. El conocía el laboratorio, me dijo todo lo que tenía, que era muy bueno y me recomendó allá. 

Después, a fines de 2001, yo le envié una carta a Sonenberg en la Universidad de McGill y en agosto del 2002 ya estaba trabajando con él". Previa instalación en Montreal volvió a Tala para casarse junto con quien ahora tiene gemelos de tres años"Pasamos por acá, nos casamos y nos fuimos de luna de miel a trabajar en el laboratorio", dijo Costa- Mattioli con humor. Nivel, ambición y competencia El joven científico comparte el laboratorio con 35 investigadores de distintas nacionalidades entre los que se encuentran japoneses, chinos, griegos, italianos y americanos. En la mayoría de los casos, cada uno trabaja en su proyecto de forma individual. "Es gente con mucho nivel, pero con mucha ambición. Es un ambiente muy competitivo, con personas que se deprimen si les va mal y tienen muchos celos. Hay que ajustarse a esa competición y contar con el factor suerte para que te vaya bien". La relación personal que ha entablado con Sonenberg como jefe de laboratorio y los frutos que han tenido sus investigaciones le han allanado el camino." 

Ha sido un aprendizaje tremendo, una experiencia que no cambio por nada. Es otro ritmo, se trabaja muchísimo, muchas noches y muchos fines de semana. Es como si fuera una máquina que corre con otras alrededor, la tuya además de ser veloz se tiene que adaptar a sus vecinos. Es otro grado de estrés pero me he adaptado bastante bien". Avance científico En 2005 Costa-Mattiolli publicó, en la prestigiosa revista científica Nature, un artículo que mostraba la primera evidencia genética de que la proteína GCN2 regulaba la memoria, hasta entonces solo se contaba con evidencia farmacológica. En abril del 2007, el científico uruguayo dio otro paso en su investigación demostrando porqué y de qué manera otra proteína denominada eIF2 incidía en la memoria. 

"Es el interruptor de la memoria, lo que la apaga o la prende. Antes habíamos descubierto la mano que enciende ese interruptor, fue la escopeta para llegar al blanco. El descubrimiento se centró en que cuando la actividad de esta proteína disminuía, un grupo de ratones lograban mayor memoria. En algunos experimentos los roedores eran entrenados en una piscina con una plataforma sumergida. Después de varios días, los que tenían la proteína mutada eran capaces de encontrarla más rápido que los normales. "Aprendemos por repetición, sin embargo en estos ratones no había necesidad de repetición, una vez que se los entrenaba aprendían. A una persona memorizar un poema le lleva tres o cuatro lecturas sin embargo, el equivalente humano de estos ratones podría leer y conservar la información a largo plazo". Como consecuencia de este avance científico, el biólogo molecular fue entrevistado por medios de prensa de todo el mundo, entre los que estuvieron el Washington Post y el italiano Corriere della Sera.

 "Es algo que yo no disfruto nada, pero es parte del científico. Uno tiene que comunicarse con la comunidad para que esté al tanto de cuáles son los avances y para brindarle esperanza. Es importante que sepan que hay gente que está trabajando con la idea de encontrar compuestos que mañana aumenten la memoria y puedan disminuir su pérdida,"dijo Costa-Mattiolli. Esto fue lo que respondió a todas las personas con enfermedades neurodegenerativas y pérdida de memoria que lo llamaron para pedirle su colaboración. Hacia delante Hoy, el científico canario busca formar su propio laboratorio para profundizar su investigación. "Me estoy presentando a muchos lugares para que en vez de dos manos haya 10 trabajando conmigo en un mismo proyecto para que avance más rápido y llegar a la raíz del problema". Consultado sobre si volvería a Uruguay, Costa-Mattiolli dijo que si bien es algo que le gustaría, no cree que en el país estén dadas las condiciones necesarias. "Todo el mundo conoce los sueldos que se pagan a los investigadores y cuánto se destina para hacer Ciencia en Uruguay. Después de casi 10 años de estar en el exterior, tener un poco de suerte y que las cosas me hayan salido bien no puedo poner en juego el bienestar de mi familia". 

 No doy notas acá porque quiero que me sigan viendo como siempre fui. Para mí volver a Tala es volver al refugio de mi niñez. Salgo a caminar, me encuentro con gente y nadie habla de ciencia ni sabe muy bien qué hice", dijo Mauro Costa Mattioli, científico uruguayo que descubrió en 2007 el llamado "interruptor de la memoria", la molécula que la detiene o activa. El avance en su investigación fue visto en la comunidad científica internacional como uno de los pasos más significativos en el combate a la pérdida de memoria. Egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, con un doctorado en la Universidad francesa de Nantes, Costa-Mattioli integra el equipo de investigadores de la Universidad McGill en Canadá.

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