Este miércoles 4 de octubre se celebra, al igual que cada año, el Día Mundial de los Animales como forma de respeto y cuidado de la vida animal en cualquiera de sus formas.
La fecha fue instituida como reconocimiento a San Francisco de Asís (1181-1226), diácono italiano y una de las grandes figuras de la espiritualidad en la historia de la cristiandad, canonizado en 1228 por la Iglesia Católica.
El epítome biográfico de su vida se centra principalmente en su profunda fe religiosa, por lo cual es sorprendentemente ignorado su rol como iniciador del medioambientalismo. Francisco ha sido considerado el primer humano que se concibió a sí mismo en relación con todas las cosas creadas, y que consideraba, sin importar la diferencia, que todos somos criaturas divinas.
Él era amigo del hombre y de la bestia, admirador del sol y la naturaleza, y estaba profundamente comprometido con el bienestar del medioambiente y de toda la creación, a manera de un pionero nunca antes visto. Llamaba a los animales, al fuego y al agua, “hermanos y hermanas”, pues todas las criaturas provienen de la misma fuente y, por tanto, en cierto sentido, todos son miembros de una familia.
Por tal razón, es el patrón de los animales, de los veterinarios y de los ecologistas, y son muchas las anécdotas que dan cuenta de la conexión especial y el poder que Francisco tenía con los animales, con los que convivía. Inició una celebración religiosa por los animales de compañía, que recibían bendiciones en las iglesias.
Cuenta la historia que hablaba con todas las especies de animales, y que éstas obedecían sus órdenes, entre ellas las golondrinas, que lo seguían en bandadas y volaban encima del lugar donde él predicaba. Hasta un lobo salvaje que devoraba las ovejas y atacaba a los hombres, dejó de agredir tras ser amansado por este ecologista italiano.
Con el paso del tiempo, estas anécdotas que demuestran el amor de Francisco por la naturaleza fueron las que motivaron a la Organización Mundial de Protección Animal a instaurar en un congreso celebrado en Viena (Austria), en 1929, el 4 de octubre (fecha en la que falleció el religioso) como Día Mundial de los Animales. Posteriormente, en su honor, y como forma de reivindicar el trato justo y ético para con los animales, en 1978 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estableció que todo animal posee derechos. A pesar de ello, es necesario aclarar que esta celebración no tiene nacionalidad, ideología política ni religión.
El desconocimiento y el desprecio de estos derechos han llevado al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los animales, por lo que desde la Intendencia de Colonia, a través de la Dirección de Comunicación Ambiental (Dpto. de Planificación, Ordenamiento Territorial y Vivienda) se procura contribuir a informar, difundir y fomentar la cultura de respeto y sensibilidad hacia los animales.
En la actualidad, alrededor del 40% de todas las especies de la Tierra están en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat, la contaminación, las consecuencias del Cambio Climático, las especies invasoras, la caza y el comercio ilegal de animales salvajes.
Al menos 3.100 animales están clasificados a nivel mundial como especies en vía de extinción y ese número está creciendo cada día más, con lo que se modifican significativamente los ecosistemas. Pero existen, además, múltiples situaciones de abandono, desprotección, desamparo, humillación y maltrato hacia los animales que son verdaderamente inhumanas. La protección a los animales incluye a aquellos que viven en estado salvaje y a los que son domesticados. Eventualmente salen a la luz numerosos casos de maltrato animal por parte de empresas, organizaciones e industrias que mantienen una concepción meramente utilitaria de los animales, así como de personas que por diversión o placer ejecutan actos reprobables contra mascotas o animales que viven en la calle.
Los animales son seres que tienen sus propios intereses de vida, luchan por ella, se estresan, sienten dolor, tristeza o soledad, al igual que nosotros, y tienen el mismo derecho a vivir en este planeta que nosotros.
Por ello se exhorta, de acuerdo a las posibilidades de cada uno, a proteger a los animales contribuyendo a que el mundo sea más justo con ellos, a preservarlos, a proveerlos de amor, alimento y un lugar agradable.
Cierto es que no todas las personas están en condiciones de ayudar a los animales, pero no menos cierto es que todas las personas sí están en condiciones de no hacerles daño.
Mahatma Gandhi (1869-1948), el célebre político, abogado, pensador y pacifista hindú, expresaba que “Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”.
En su día, y siempre, protejámoslos, cuidémoslos y no les hagamos daño.
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