OPINIÓN
Poder y gobierno en un país «socialista light»
13 enero, 2024
Juan Rodríguez Puppo
Por Juan R. Rodríguez Puppo
El poder es un fenómeno socio político cultural que poco tiene que ver con la consecución electoral del gobierno. Punto y aparte.
Podría terminar ahí mi columna. Tengo poco más para agregar y estoy seguro que mis lectores (gente inteligente) no precisarían más consideraciones para entender mi punto de vista.
Tal vez agregaría (y seria redundante) que en nuestro país se instaló un gobierno multicolor hace 4 años que tomó el timonel de un barco que es de otra persona.
Esto es: lo pedimos prestado por un tiempo. Nos lo entregaron en bandeja para que nos entretengamos 5 años haciendo algunas reformas y obras que ellos (el FA) no pueden hacer.
En cualquier país normal tanto descalabro administrativo, tanta corrupción y tanto desprecio por el dinero público hubiera ameritado una derrota contundente (en 2° vuelta) de por lo menos 10 a 15 puntos de diferencia.
PERO NO. Es Uruguay.
Y es un país que ya superó a un batllismo malentendido. Uruguay tiene cabeza socialista. Te concedo que en promedio sería un socialismo light.
La gente quiere que carguen de impuestos a su vecino que compró un auto 0 kilómetro y que lo exoneren a él que hace 4 años que no cambia el auto.
Quiere ser emprendedor pero que lo rescate el Estado si se cae.
Quiere ser empleado con inamovilidad pública o privada y faltar los lunes alegando dolor de espalda con certificación expedida por médico amigo o pariente.
O quiere ser sindicalista y trabajar poco o nada usando licencia gremial, o quiere vivir de un plan del Estado, o de última quiere seguir la tradición familiar vinculada al «choreo» o al micro tráfico porque no aprendió de niño a hacer otra cosa. Y vas sumando y agregas a muchos docentes que entienden que su función no es formar gente para ser «alguien» en la vida del laburo.
Por el contrario forman en valores revolucionarios educando a rebelarse contra el sistema.
Y seguiría sumando «colectivos» que van formando nuevas mayorías a partir de un cúmulo de minorías.
No me olvido de la mayoría del feminismo ni de los integrantes de colectivos del mundo Woke uruguayo. Y tampoco de los colocados en el Estado durante los 15 años de «paraíso progre».
Toda esa gente sumada no se ha ido del país. Son justamente los que no arriesgan emigrando. Están prendidos a la «teta» del Estado, del gremio, del colectivo, etc.
Y esa gente sumada fue el sostén de una votación que casi le gana a Lacalle Pou en 2° vuelta en 2019.
Habiendo terminado 15 años de calamidades, dineros dilapidados, entes fundidos, corrupción y terminando en déficit y desempleo alto…AUN ASÍ PERDIERON SOLO POR 30 MIL VOTOS.
Y con 2 candidatos más malos que tomar agua sudando.
Estos 5 años serán una primavera que nos regalaron para que pongamos algunas cosas en orden.
Pero vienen por todo el año próximo.
Y salvo que convenzamos a cada uruguayo que es una irresponsabilidad devolverles el gobierno..volverán a ganar.
Y todo por qué?
Porque el PODER ya lo tienen. Nunca lo perdieron. Está en el sistema judicial penal uruguayo, en los mandos medios de los muchos canales de tv y en radios principales, en la cultura y los sindicatos.
Conseguir el milagro de «una renovación de votos» multicolor es una tarea que requiere de un enorme esfuerzo colectivo mostrando logros y refrescando la memoria del resto del país que se esfuerza y en «el hacer y el pagar» impuestos financia al otro medio país de ofendiditos woke ,zánganos y sindicrapulas. Estos son la «vaca atada» del FA.
Ese medio Uruguay-que si no comunicamos bien-…nos va a desalojar del gobierno.
Del Poder ya no…porque lo tienen desde hace tiempo.
La tarea es ardua pero no imposible. A comunicar logros. No son pocos. Ayudaría y mucho un éxito liberal en la vecina orilla. Allá por suerte tocaron fondo los progres K y la gente se hartó.
Acá aun no ha pasado.
Acá nuestra agenda diaria no habla de hambre ni hiperinflacion. Nos desenfocamos con una ciclovia y queremos ganarles hablando de eso noche y día y nos olvidamos de mostrar la colosal obra pública de estos tiempos, la baja de la inflación o el aumento del salario real combinado con 70 mil empleos más que antes de la pandemia. País con menor corrupción de las Américas y la más perfecta democracia regional con el menor riesgo país.
Pero NO lo mostramos.
Nos marea Carolina con una bicisenda pedorra.
Por ahí NO.
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