LA ASOCIACIÓN AMIGOS DEL MUSEO DE ZÁRATE COMPARTE RECORRIDO POR LA EXPOSICIÓN PERMANENTE DE LOS PATIOS DEL MHZ

PATIO DE LAS GLICINAS 

 La Glicina (Wisteria sinensis) originaria del extremo oriente, es una planta trepadora de follaje caduco que florece sobre ramas desnudas en racimos péndulos sobre la pérgola, donde sus flores cuelgan formando un techo de color lila y suave perfume. Esta glicina centenaria ha sido testigo de las visitas de Domingo Faustino Sarmiento a la familia Pérez de la Torre en las tardes del verano de 1885; de las celebraciones familiares, algunas de las cuales contaron con la animación del payador Gabino Ezeiza y del abrazo que le diera a su enorme tronco, en 1967, aquel pariente lejano de la familia que fue el escritor Jorge Luis Borges.

POZO DE AGUA Y PATIO DE PILETAS

 El pozo de agua, con su brocal, constituye uno de los objetos más representativos de los tiempos pasados. Las napas freáticas potables estaban a poca profundidad, lo que hacía posible extraer agua realizando pozos. Éste, en particular, fue excavado de manera artesanal, tiene aproximadamente 24 metros de profundidad. 

 El agua para el consumo humano se obtenía extrayéndola con un balde. “El agua de beber exquisitamente fresca y ligeramente laxante se extraía del viejo pozo lleno de helechos de culandrillo”. Moreno Carlos, Patrimonio de la Producción Rural. Las piletas se encuentran muy cercanas ya que se utilizaban para lavar la ropa.

 

PATIO DE LAS REJAS

 En las formas de construir las rejas hay dos grandes períodos. El primero de raíz colonial, utiliza el hierro forjado en planchuelas y cuadradillos, los que se vinculan por medio de soldaduras de fragua y perforaciones hechos con un punzón en caliente.

 Esta técnica es fácilmente reconocible porque en la superficie queda la impronta de los golpes del martillo. Los agujeros tienen la deformación del punzón que los abrió. En la época colonial se usó como elemento decorativo el rizo forjado, generalmente una flor de lis borbónica, que dejo de usarse luego de la Independencia. 

 Desde mediados de Siglo XIX las rejas se construyen con hierro de fabricación industrial, siendo común el uso de barras cilíndricas. Las perforaciones están hechas con máquinas en frío y las vinculaciones con una técnica que viene de la carpintería de caja y espiga y el remache. 

En las uniones se usan capiteles de antimonio, zinc o plomo, que el herrero fundía una vez armada la reja. Avanzando el Siglo XIX las rejas tienen una mayor intención ornamental usando rizos de planchuela. 

 En el sector, denominado “Patio de las Rejas”, se exhibe una variedad de rejas, correspondientes en general al segundo período de fabricación, que pertenecieron a construcciones de nuestra ciudad, que fueron demolidas en años anteriores.