El edificio de la estación Zárate Alto del Ferrocarril Urquiza En el año 1880 Zárate era un pueblo con gran actividad comercial y saladeril. Un fuerte flujo de mano de obra inmigrante duplicó su población y cambió la fisonomía de sus calles. En 1885 llega a Zárate el ferrocarril Buenos Aires al Rosario (luego Bartolomé Mitre) y tres años después, el 27 de julio de 1888, lo hace una nueva línea - de tracción a sangre - que partía de la estación Chacarita (Buenos Aires) llegando a Zárate en el kilómetro 94,448 donde se emplazó la primera estación. Eran tranvías cubiertos arrastrados por una yunta de caballos que se cambiaban a la llegada de determinadas estaciones. Poco después este “tranway” fue reemplazado por pequeñas locomotoras a vapor denominándose, a partir de 1897, “Tranway rural a vapor”, empresa argentina creada por Federico Lacroze que luego pasó a llamarse Ferrocarril Central Buenos Aires y, más tarde, Ferrocarril General Urquiza.
El impulso más significativo para esta línea se produjo en 1908 con la inauguración del servicio de ferry-boat, que realizó el enlace de la Mesopotamia con Buenos Aires, motivando en Zárate la construcción de una nueva estación. La misma, denominada “Zárate Alto”, se convirtió en punto principal de transferencia de cargas y viajeros, muchos de los cuales se radicaron definitivamente en Zárate atraídos por las posibilidades laborales que ofrecía el Frigorífico Smithfield, inaugurado por ese entonces. Este rol destacado de la estación de Zárate implicó la construcción de un importante edificio localizado en el eje de la calle Alem, que constaba de las dependencias ferroviarias propiamente dichas y de la casa del jefe.
De carácter simétrico, la fachada muestra un interesante trabajo de almohadillado y cornisamento presentando, en cambio, el sector de la vivienda un aspecto formal netamente diferenciado en el que predomina el ladrillo visto. En las décadas siguientes se incrementó el crecimiento industrial de Zárate y ello produjo un importante progreso en su aspecto edilicio. La actividad del puerto era muy intensa y el Ferrocarril Urquiza continuó siendo el medio más eficiente para el transporte de cargas a través del río Paraná y su delta. Esta situación se mantuvo hasta la década de 1970 cuando la construcción del Complejo Ferrovial Zárate - Brazo Largo requirió un nuevo trazado para las vías y la necesidad de relocalizar la estación.
Al habilitarse el referido Complejo el puerto de Zárate perdió actividad y el edificio de la estación Zárate Alto quedó desafectado de su uso original. El Museo El Museo de Zárate surgió a partir de una convocatoria del Municipio a la comunidad, a través de sus entidades representativas. La primera reunión se realizó el 27 de febrero de 1991, estando presentes en aquella y posteriores reuniones funcionarios del Departamento Ejecutivo Municipal (entre ellos el profesor Manuel García Blanco, Director de Deportes y Turismo; la Arq. Silvia Irene Baccino, Directora del Plan Regulador, y la Arq. María Luisa Sorolla, Directora de Obras Particulares) y miembros de la Unión de Entidades Zarateñas, del Centro de Comercio e Industrias, de la Liga de Propietarios de Bienes Raíces, de la Comisión Municipal de Preservación de Patrimonio Cultural, Arquitectónico y Urbanístico del Partido de
Zárate, de la Junta Municipal de Investigaciones Históricas, del Centro de Arqueología, del Centro Entrerriano y personal ferroviario.
Por gestiones municipales se había logrado la cesión precaria de la estación “Zárate Alto” del ferrocarril Urquiza a fin de destinarla a sede del Museo a crear. La tarea principal de la Comisión Pro - Museo, el antecedente de la actual Asociación Amigos del Museo de Zárate, fue la de restaurar el edificio y recuperar su entorno que, por ese entonces, presentaba un alto grado de deterioro y abandono en cuanto a su cuidado y mantenimiento
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