martes, 2 de febrero de 2021

MIRADAS HACIA EL PASADO ZARATEÑO

 

El pueblo de Zárate surgió en la época colonial como una formación espontánea con su población concentrada en las proximidades del puerto debido a las actividades económicas alternativas -explotación de madera y frutas- y al movimiento comercial del mismo; carecía de planificación y trazado alguno, razón por la cual evolucionaba sin orden en la localización de las sencillas construcciones de adobe. Al comenzar la década de 1820 las autoridades comenzaron a ocuparse por la colonización del suelo en el territorio de la provincia de Buenos Aires como, así también, en legislar sobre las tierras despobladas y sin cultivos y a propiciar las fundaciones de pueblos y el trazado definitivo de los ya existentes. Estas iniciativas sin duda generaron expectativas en los pobladores de nuestra región quienes deseaban trabajar por el progreso del incipiente poblado surgido espontáneamente en las inmediaciones del puerto natural. 

Sobre el particular, en su obra “Historia de Zárate 1689 - 1909”, el historiador Vicente Raúl Botta refiere: “Ese anhelo fue concretándose en el pequeño núcleo urbano, porque sus componentes estaban poseídos del sentimiento de la grandeza futura de este suelo. Era imperiosamente necesario sacar a este rincón que bañaban las mansas aguas del Paraná de las Palmas, del letargo secular; promover y fomentar la formación del pueblo, favorecer la inmigración y arraigarla al lugar, parcelar y colonizar las grandes extensiones de tierras fértiles que permanecen abandonadas por la posesión de unos pocos propietarios afortunados. Los campos en general estaban despoblados, con uno que otro rancho miserable. Ya en el año 1821 y posteriores, eran adquiridas grandes extensiones de tierras en la región nordeste, que corrían desde el río hacia tierra adentro, por nuevos colonizadores...”. En otro apartado de su Historia, Botta señala: “... llegamos al año 1825. 

Los hermanos Pedro y José Antonio Anta resuelven vender a Rafael Pividal 1.144 varas de tierras frente al Paraná de las Palmas, desde las barrancas, con igual fondo para el expreso fin de establecer el Pueblo denominado de Zárate, en cuya superficie, había surgido desde años antes, sin acta de fundación, por hechos y circunstancias que ya hemos mencionado, el villorrio de Zárate. La escritura respectiva fue firmada en julio de 1826. Las tierras de los pobladores nombrados eran las mejor ubicadas de estas costas para establecer el pueblo grande y próspero por su posición geográfica junto a una gran vía fluvial su inmediación al puerto natural, la belleza de la isla frontera, con su flora y vegetación naturales, y por las condiciones inmejorables de los terrenos que se extendían hacia los fondos y flancos, sin accidentes en su planicie para el ensanche futuro.

El Plano del Rincón de Zárate y Traza del Pueblo  
 Compartida esta semblanza de los primeros tiempos del espontáneo poblado localizado a orillas del Río Paraná de Las Palmas y los argumentos que movilizaron su formalización se referirán, a continuación, breves apuntes históricos sobre la traza del Pueblo de Zárate y su aprobación. Es decir, en síntesis, que Pedro y José Antonio Anta, en 1825, vendieron a Pividal 1.144 varas de frente por igual fondo de su estancia, con expreso fin de que estableciera en esa superficie el Pueblo de Zárate sobre la base del villorrio existente. Pividal compró con cargo de construir oratorio y plaza, y los Anta donaron terreno para plaza y calles. Entre las primeras ventas de solares, podemos citar la de marzo de 1827 a Agustín Saavedra, hijo de Cornelio Saavedra y de Saturnina Otálora, solar en las actuales calles 19 de Marzo y Belgrano, en cuya esquina existió hasta hace poco tiempo una casa muy antigua. ... 

Algunos vecinos, y otros oriundos del pueblo de exaltación de la cruz, o afincados allí, como Collado, Silvano, Domato, Saavedra, Noya, Copello, Arnaldi, y tantos otros que figuran en las escrituras de compras de solares de esos años, y otros posteriores.” Para que realizara el plano de mensura y el primer trazado de lo que sería el poblado Rafael Pividal contrató los servicios del agrimensor Manuel Eguía quien “Después de pacientes observaciones y trabajos que lógicamente debieron preceder a su levantamiento -delineaciones de manzanas, ancho de calles, consideración de la situación de algunas propiedades ya edificadas- y despreciando los irregulares cercados que servían de deslindes, Eguía proyectó el trazado del pueblo. No hemos podido hallar el decreto o resolución estableciendo su aprobación, pero en el Plano del Rincón de Zárate y Traza del Pueblo, original firmado por él, dice: Año “1827, enero 31, fecha de su aprobación”. Este plano se encuentra en el Archivo de la Dirección de Geodesia de la provincia de Buenos Aires.” Fue aprobado por el gobierno el día 31 de enero de 1827, fecha memorable que ha sido considerada asimilable a su fundación. 

La Ordenanza Nº 3445, sancionada por el Honorable Concejo Deliberante de Zárate el 20 de mayo de 2004, instituyó el 31 de enero de cada año como fecha para recordar la fundación del pueblo de Zárate en mérito al antecedente histórico que señala ese día del año 1827 como ordenamiento urbano del lugar. Este primer trazado comprendía 65 manzanas, en su mayoría cuadradas de 100 varas (86,60 m.) de lado. Las calles fueron proyectadas de 16 varas (13,86 m.) excepto las que bordeaban la plaza. El pueblo “espontáneo” dio, de este modo, paso al formal. En el plano fundacional, Eguía proyectó una cuadrícula bien definida que comienza con cinco manzanas de frente paralelas al río por seis de profundidad y se amplía, superadas las mismas, a diez manzanas de frente paralelas al río por seis de profundidad, dejando cuatro libres en el centro destinadas a la plaza principal, la cual sólo ocuparía una manzana central debido, indudablemente, a la intención de Eguía de lograr que las calles laterales fueran lo suficientemente amplias. Sus límites estaban determinados por las actuales calles Valentín Alsina, Ameghino, Alem y su continuación Andrade y la línea recta próxima a las barrancas.

A continuación, la galería de imágenes que acompaña esta MIRADA HACIA EL PASADO ZARATEÑO constituye un testimonio de la evolución arquitectónica e imagen urbana de Zárate hacia fines del Siglo XIX y las primeras décadas del XX.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Noticias que interesan