Estos días vividos quizás en el futuro no muy lejano sea objeto de estudio en cuanto a todo lo sucedido al momento de un acontecimiento como lo fue el nombramiento de Francisco I el Papa de los confines del mundo como el mismo titulo este momento,la emoción, la alegría las expresiones de amor recorrieron el mundo en segundos a través de las redes sociales y la prensa casi como un soplo bendito sobre un planeta convulsionado, alcanzando a todas las religiones como una esperanza que llegaba a través de un Jesuita de perfil humilde cargando sobre sus espalda acusaciones maliciosas que durante mucho tiempo intentaron tergiversas su verdadera personalidad de buen pastor y como tal soporto sin quejas manteniendo su espíritu y convicciones cristianas sin perder su trabajo pastoral al que se mantuvo siempre oculto ante los ojos de su pueblo, pero vivo ante quienes le rodeaban colaborando la con su trabajo de aquellos desposeídos y marginados que escuchan casi a diario discursos políticos que hablan de la preocupación por su gente y ayudas cuantiosas que pocas veces se reflejan en la realidad de los hechos.
El pueblo Argentino sumido en un camino incierto hacia un futuro de promesas de cambios extremos y de fuerte influencia extranjera que nada tiene que ver con su realidad social y económica hábilmente explotada para fines de poder sin limites sin liderazgos fuertes que contengan situaciones como esta sintió de pronto que desde el cielo la senal llegaba para un cambio desde la propia fe, si vemos las reacciones inmediatas apreciamos perfectamente la sensación causada en el corazón del poder que de en cuestión de horas vio su destino marcado a partir de este momento como si el castillo construido paso a paso para lograr el objetivo prácticamente logrado chocaran ante la figura de un hombre que lleva en sus hombros el destino de millones de creyentes muchos de ellos compatriotas que no solo habitan dentro de fronteras pero sienten en Francisco su líder espiritual.
De ahí en mas los cambios políticos se sucedieron en forma vertiginosa hacia la resurrección ante el espíritu que anida no solo en el Papa, sino en miles de fieles abandonando al menos momentáneamente en vísperas de las elecciones legislativas como una necesidad de mantener su rebano de votos cautivo evitando el choque que muy diferentemente el dividir resultara para esta ocasión, lo que fuera éxito tan repetido en 7 anos ante una dócil y débil oposición causaría grietas quizás irrecuperable en los meses subsiguientes, la soberbia alimentada inconscientemente por el mismo pueblo hoy sin darse cuenta tiene su guía espiritual sentado en el trono de Pedro y como todos sabemos la fe mueve montanas.
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