De la tragedia a las culpas...
Brasil llora sus hijos en Santa Maria de Río Grande do Sul y abre las puertas nuevamente a lo ocurrido en Bs As anos atrás en Cromagnon, es como abrir la herida que aun no cicatrizo en nuestros corazones de ver como se manipula superficialmente e irresponsablemente la vida de nuestros seres queridos inocentes inmolados por la falta de cuidados de quienes deben velar por la comunidad y que hacen vista gorda a elementales cumplimientos de normas en su inspecciones, donde semana tras semana miles de personas se agolpan para disfrutar con alegría el espectáculo de sus ídolos predilectos.
Estos últimos también responsables directo de sus actitudes exuberantes para alimentar su propio ego desde el fervor de sus seguidores, explotando bengalas o cualquier otra forma de excitación masiva hasta el delirio, y esto construye lo que hoy vivimos ahogados en el dolor y el desconcierto mientras se inician las clásicas investigaciones; encontrando justo ahora todo lo que seria el detonante y su efecto ante las irregularidades en transformar el lugar en una cámara de muerte, y con estos elementos hacer justicia, cuando la obligación de los actuantes es la de prevenir, recuerdo en una marcha por un cubriendo un desgraciado hecho le pregunte al padre Párroco de nuestra ciudad que pasaba con nuestro Dios permitir algo así...y mirándome a los ojos me respondió Sergio...cada día a nuestro Sr le alcanzan menos sus manos ante los propios errores nuestros.
Lo que considero una respuesta equilibrada donde me hizo recordar cuando mi menor hija comenzaba a salir a los boliches con sus amigas y amigos, me tome el tiempo para ir a visitar el boliche en horas previas al espectáculo como para "vichar" un poco, no solo me recibieron con agrado sino que los propietarios del local me invitaron a recorrer y mirar cada lugar sin que lo pidiera, explicándome la seguridad y su forma de vigilancia y sus controles que mas allá de los autorizados ellos tomaban como recaudos a sabienda de la cantidad de jóvenes adolescentes que llegaban todos los fines de semana, no pude mas que agradecerles y decirles el porque de mi presencia, a lo que me respondieron, acá dentro y hasta la puerta es nuestra responsabilidad después creo que corresponde a los padres, en definitiva en un grado u otro TODOS somos culpables de que no anticipemos desgracias que nos marquen para siempre.
Sergio Yusef Neme
Brasil llora sus hijos en Santa Maria de Río Grande do Sul y abre las puertas nuevamente a lo ocurrido en Bs As anos atrás en Cromagnon, es como abrir la herida que aun no cicatrizo en nuestros corazones de ver como se manipula superficialmente e irresponsablemente la vida de nuestros seres queridos inocentes inmolados por la falta de cuidados de quienes deben velar por la comunidad y que hacen vista gorda a elementales cumplimientos de normas en su inspecciones, donde semana tras semana miles de personas se agolpan para disfrutar con alegría el espectáculo de sus ídolos predilectos.
Estos últimos también responsables directo de sus actitudes exuberantes para alimentar su propio ego desde el fervor de sus seguidores, explotando bengalas o cualquier otra forma de excitación masiva hasta el delirio, y esto construye lo que hoy vivimos ahogados en el dolor y el desconcierto mientras se inician las clásicas investigaciones; encontrando justo ahora todo lo que seria el detonante y su efecto ante las irregularidades en transformar el lugar en una cámara de muerte, y con estos elementos hacer justicia, cuando la obligación de los actuantes es la de prevenir, recuerdo en una marcha por un cubriendo un desgraciado hecho le pregunte al padre Párroco de nuestra ciudad que pasaba con nuestro Dios permitir algo así...y mirándome a los ojos me respondió Sergio...cada día a nuestro Sr le alcanzan menos sus manos ante los propios errores nuestros.
Lo que considero una respuesta equilibrada donde me hizo recordar cuando mi menor hija comenzaba a salir a los boliches con sus amigas y amigos, me tome el tiempo para ir a visitar el boliche en horas previas al espectáculo como para "vichar" un poco, no solo me recibieron con agrado sino que los propietarios del local me invitaron a recorrer y mirar cada lugar sin que lo pidiera, explicándome la seguridad y su forma de vigilancia y sus controles que mas allá de los autorizados ellos tomaban como recaudos a sabienda de la cantidad de jóvenes adolescentes que llegaban todos los fines de semana, no pude mas que agradecerles y decirles el porque de mi presencia, a lo que me respondieron, acá dentro y hasta la puerta es nuestra responsabilidad después creo que corresponde a los padres, en definitiva en un grado u otro TODOS somos culpables de que no anticipemos desgracias que nos marquen para siempre.
Sergio Yusef Neme
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