El templo parroquial de Nuestra Señora del Carmen, cuya construcción fue donada por Doña Justa Lima de Atucha, fue inaugurado el 26 de abril de 1880. En atención a sus valores históricos, arquitectónicos y simbólicos fue Declarado Monumento Histórico definitivamente incorporado al Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires por Ley Nº 13831, sancionada el 21 de mayo de 2008
El templo parroquial de Nuestra Señora del Carmen, cuya construcción fue donada por Doña Justa Lima de Atucha, fue inaugurado el 26 de abril de 1880. En atención a sus valores históricos, arquitectónicos y simbólicos fue Declarado Monumento Histórico definitivamente incorporado al Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires por Ley Nº 13831, sancionada el 21 de mayo de 2008
ejercicio de la jurisdicción espiritual que comprende el Juzgado Civil. En cuya virtud y correspondiendo hacer el nombramiento de cura vicario, venimos en nombrar y efectivamente nombramos Presbítero a Don Matías Rodríguez.”
Comenzó en ese mismo año la construcción del templo con mejores materiales, pero aún con materiales tecnologías precario, de características similares a los antiguos oratorios. El mismo estaba emplazado en la esquina de las actuales calles Rivadavia y 3 de Febrero, donde hoy se levanta la sucursal del Banco de la Nación Argentina. Los muros eran de ladrillos provenientes de los hornos de Gregorio José de Quirno ubicados en las inmediaciones del Arsenal de Artillería de Marina (Base Naval Fluvial en nuestros días), los mismos estaban asentados en barro y el exterior se encontraba sin revocar. La estructura de la cubierta debía ser de tirantería de madera (de acuerdo a los materiales enunciados en el Libro Copiador Municipal 1854-1858) y tenía una torre. Su constructor fue el maestro albañil Francisco Graciarena, Eugenio Peirano construyó el púlpito, S. Alexander la puerta principal y demás aberturas, Manuel Costa maestro herrero hizo las barandas de hierro para el coro y el presbiterio, Félix Cáceres construyó los confesionarios y a Juan Angaut se le compraron los materiales para el coro. En virtud de la precariedad de los materiales en los años 1866-1867 el templo sufrió reparaciones de consideración ya que se habían producido importantes grietas en la torre de tamaño original desproporcionado, encarando la municipalidad la demolición y reconstrucción de la misma como asimismo del revoque exterior conforme a lo actuado en la sesión del 13 de marzo de 1865 en la que “dispuso se emprendiesen los trabajos de reconstrucción de la torre del templo, que según reconocimiento pericial que antes ordenó se practicase, era indispensable su atención antes de la inmediata estación el invierno, y por prevenir un peligro y los perjuicios que en lo sucesivo resultarían al cuerpo del edifico, si se dejaba la torre en estado de peligro que se considera.
Para proceder a los trabajos de la demolición desde luego se dio cuenta al Superior Gobierno y al Sr. Obispo de la Diócesis con fecha 4 del corriente, y se les ha manifestado dignamente las causas fundamentales de la resolución del municipio respecto de la empresa de estos trabajos y de los revoques exteriores de la iglesia.” Archivo Histórico de Zárate. Libro de sesiones de la Municipalidad de Zárate. Año 1865 Ambas tareas se adjudicaron al albañil Francisco Lanata, vecino que tuvo a su cargo también la construcción del Colegio de Varones bajo la dirección del ingeniero Arning, siendo financiadas las obras con aportes del gobierno de la Provincia y lo recaudado por la comisión de vecinos constituida a tal fin. La Iglesia Parroquial de 1880 De todos modos, el templo de 1854 continuaba siendo precario y pequeño para una población creciente y pujante hacia fin del siglo XIX. En 1872 se menciona que el mismo carecía de pisos de baldosas, retablo en el altar mayor y colaterales y baptisterio. Todo esto determinó que en el año 1878 Justa Lima de Atucha -propietaria de importantes propiedades rurales en el Partido de Zárate- ofreciera construir a su costa la nueva iglesia, tal como lo explicó en su nota dirigida al Obispo Federico Aneiros en fecha 20 de noviembre: “...tengo la firme resolución de hacer una obra de calidad y filantropía, como también teniendo en vista que la iglesia que existe actualmente en dicho pueblo es muy pequeña para su población, aparte de estar construida en Procesión en la calle Belgrano. Década de 1920 La nave central está definida por una bóveda de cañón corrido horadada por arcos de medio punto para iluminación, no tiene crucero, la bóveda cambia sus dimensiones en el presbiterio haciéndose más angosta y encontrándose franqueada por los cuerpos de la sacristía y un depósito simétrico a la misma.
El altar mayor en madera, dedicado a Nuestra Señora del Carmen, se ha mantenido con menos alteraciones apreciándose el trabajo en dorado a la hoja en algunas de sus figuras y molduras. El atrio es abierto, originado por el cuerpo recedido del edificio, y actúa como pausa espacial otorgando una mayor visualización de la fachada, integrándose al espacio de la calle y la plaza al fondo. El tratamiento de fachada es ecléctico y muy simple utilizando elementos provenientes del repertorio clásico (frontis triangular, pilastras jónicas y corintias, cornisas, arcos de medio punto, etc.). La misma se estructura en un cuerpo central, que contiene el acceso, flanqueado por dos torres campanario. La superposición de volúmenes, desde el basamento con un volumen intermedio que contiene el coro, favorece el predominio de la verticalidad acentuando la esbeltez de la fachada. Ambas torres rematan en cúpulas peraltadas. El acceso principal, muy simple de dintel recto, está enmarcado por una moldura superior en arco y por pilastras jónicas y nichos laterales, en la parte superior una doble línea de cornisas y pilastras corintias enmarcan tres ventanas que iluminan el coro. Por último, un frontis remata la nave centraEl interior del templo Para una descripción exacta del interior de la iglesia con sus altares originales, se transcribe el inventario de los útiles y enseres de fecha 21 de marzo de 1881 existente en el Archivo General del Obispado de Zárate-Campana: “... la iglesia nueva levantada a expensas de doña Justa Lima de Atucha tiene dos torres, y en una de ellas clavadas tres campanas, una nueva costeada que dicha señora, las otras dos trasladadas de la vieja iglesia, que fue reducida a escombros con la autorización del Señor Arzobispo y del Municipio local hallándose las dos últimas campanas puestas a vuelo, la otra torre está vacía.
Las llaves de esta iglesia fueron entregadas al mismo Señor Arzobispo por la señora costeante de la misma en el acto de bendecirla, que tuvo lugar el 26 de abril de 1880.” Interior de la iglesia: “Bajando a la escalera que lleva al coro que es de la misma forma que la que conduce a la torre, se encuentra el cancel nuevo, costeado por la misma señora, en cuyos dos costados hay dos depósitos ocupados hoy con las partes que componen el catafalco destinado para los funerales. Hay dos confesionarios regulares trasladados de la iglesia vieja. Está adornada la iglesia con siete altares dedicados el mayor a Nuestra Señora del Carmen que es la patrona del Partido. El segundo (de la comunión) dedicado a la Purísima Concepción, el tercero a los Santos Justos y Pastor, el cuarto a Santa Eugenia, el quinto a San Miguel, el sexto a San Sebastián, y el séptimo a Nuestra Señora de los Dolores, aparte de estas imágenes hay otras tres en el altar mayor, dos son de San José y de San Toribio Arzobispo, están en los costados de la Patrona y la tercera, que es de Nuestra Señora del Rosario, está en el Tabernáculo.
Todas estas imágenes fueron traídas de España y costeadas por Doña Justa Lima de Atucha. La de Nuestra Señora del Rosario a la iglesia por Don Juan Moris sobrino de dicha señora”. Además en el altar mayor hay un símbolo de fe, está sobre el tabernáculo dedicado a Nuestra Señora de Dolores, hay un hermoso Santo Cristo y un San Juan Evangelista, aquel trasladado de la iglesia vieja y éste traído de Buenos Aires y costeado por la misma señora, una magnífica custodia y un hermoso cáliz con todo lo necesario, un hermoso copón un juego de vinajeras con su platillo y como también un incensario con su naveta y su charrila y un hisopo, estos muy ordinarios y traídos de Buenos Aires, si bien costeados por Doña Justa...” Lamentablemente no se dispone de datos sobre quien construyó el templo inaugurado en 1880 ni tampoco se conoce quien fue el autor del proyecto para el mismo. Se estima que no eran vecinos del pueblo ya que, a la fecha, no se han encontrado documentos o herederos que ayuden a reconstruir esa historia.
Solamente existen referencias de algunas de las refacciones y mejoras efectuadas con posterioridad a su construcción, que se han extraído del “Eco de Zárate” en sus publicaciones de principios del siglo XX. Dentro del templo, con más exactitud en el pórtico, se encuentra enterrado el que fuera párroco en el período 1900-1902 Padre Ángel Rossi, constituyendo la única tumba existente en nuestra iglesia parroquial, una lápida con la inscripción casi ilegiblrecuerda su memoria. Murió como dice “El Eco de Zárate” del 23 de abril de 1902: sin poder embellecer el templo: “...Su constante pesadilla, desde su llegada a este pueblo fue siempre la de mejorar en todo lo posible el triste estado del abandono en que había quedado la iglesia a la salida de su antecesor...”recuerda su memoria. Murió como dice “El Eco de Zárate” del 23 de abril de 1902: sin poder embellecer el templo: “...Su constante pesadilla, desde su llegada a este pueblo fue siempre la de mejorar en todo lo posible el triste estado del abandono en que había quedado la iglesia a la salida de su antecesor...” Finalmente, con fecha 6 de junio de 1904, el mismo diario nos informa sobre los trabajos iniciados en el interior de la iglesia: “...El señor Fernando Lissoni ha dado ya principio en estos días a la pintura imitación mármol del zócalo en el interior de la iglesia hasta una altura de cerca de dos metros. Además de esto, se lavará y barnizará el gran portón de entrada y la puerta cancel interior...”. Con fecha 22 de noviembre de 1905 el periódico de referencia detalle que “Desde hace algunos días se están haciendo en el interior de nuestro hermoso templo grandes mejoras de embellecimiento que una vez terminadas han de resultar una verdadera obra maestra y de mucho efecto.
El conocido pintor y decorador señor Fernando Lissoni ha sido encargado de decorar el interior de la iglesia. A juzgar por el trabajo ya realizado se puede asegurar que va a quedar digna de la casa del Señor. El trabajo, sencillo y muy artístico, es de gran efecto y hará resaltar aún más las magnificencias de los artísticos altares y las riquezas que allí dentro se encierran.Posteriormente, en 1913, se hicieron importantes mejoras en el edificio original y en su aspecto exterior. El “Eco de Zárate” informa al respecto, aclarando los trabajos efectuados en el revoque “...se ha empezado ya a colocar el andamiaje para proceder al revoque exterior de la Iglesia Parroquial se quitará el revoque actual para hacerlo de imitación piedra que reúne mayores ventajas por ser de mayor solidez y más aseado. El presupuesto de la obra aprobado por la curia pasa de nueve mil pesos m/n. Este gasto
se hace con los fondos del legado Andregnette. Además del revoque de la Iglesia hay el propósito de construir también la casa Parroquial...”
No hay comentarios:
Publicar un comentario