DESCONTROL
04.08.2016
VENEZUELA (Uypress) - Por segundo mes consecutivo Caracas ha roto los registros de homicidios. Durante el mes de julio, según informaciones extraoficiales, a la sede principal de la Medicatura Forense de Caracas llegaron 535 cadáveres por muertes violentas, a razón de 17 muertes al día. Ocho de cada diez correspondieron a homicidios.
Las estadísticas convierten julio en el mes más violento en la zona metropolitana durante los últimos dos años, una distinción que ya había logrado junio. Solo durante el último fin de semana, llegaron a la morgue caraqueña 43 cadáveres. En junio, los ingresos alcanzaron 500 cuerpos.
Con estas cifras Caracas se confirma como la ciudad más violenta del planeta, tras superar en 2015 a San Pedro Sula, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública, una ONG con sede en México. La capital venezolana sufre al año 119 homicidios por cada 100.000 habitantes, frente a 111 de la ciudad hondureña, que ha encabezado tan sangriento ránking durante los últimos cuatro años. Sin embargo son cifras no oficiales, ya que Venezuela dejó de publicarlas en 2013.
La información surgió por intermedio de dos reporteros de la fuente policial: Román Camacho y Darvinson Rojas, a través de sus cuentas en Twitter.
Desde 2005 el Gobierno venezolano prohibió difundir las cifras de criminalidad en el país, que hasta entonces se hacían públicas mediante un boletín semanal de la policía judicial. La medida intentaba cerrar el suministro de información para los medios y evitar, así, que estos la “manipularan” para perjudicar al régimen chavista. La inseguridad ha sido por muchos años uno de los principales temas de preocupación en Venezuela, junto a Honduras y El Salvador, los países que desde hace años encabezan los ránkings internacionales de la violencia. El propio presidente Hugo Chávez llegó a atribuir la prominencia del asunto en los estudios de opinión a lo que llamó una “sensación de inseguridad” alimentada por la prensa con propósitos políticos.
En una entrevista concedida en 2013 al diario El Nacional de Caracas, el entonces ministro del Interior y Justicia y hoy disidente del chavismo, general Miguel Rodríguez Torres, admitió la existencia de ese apagón informativo oficial, que, según sus declaraciones, propuso cambiar. “Le dije (al presidente Maduro) que en algún momento hay que empezar a dar cifras”.
A partir de ese año, los periodistas se han visto obligados a informar sobre los crímenes y estadísticas de la delincuencia a partir de filtraciones de sus fuentes, conversaciones con deudos de los fallecidos o del simple conteo de ingresos a las puertas de la morgue principal de Caracas, un viejo edificio en la urbanización Colinas de Bello Monte del sureste de la ciudad.
El conflicto entre la prensa y la fuente policial se ha visto azuzado en estos días, cuando el Gobierno ha levantado una valla con alambre de púas por el perímetro de la sede de la morgue, cuya denominación oficial es Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses. El vallado impide el acceso de periodistas al lugar y los separa de los familiares que aguardan a las afueras del complejo noticias sobre sus muertos.
El pasado miércoles, un puñado de periodistas de la fuente policial desplegó una pancarta frente a la morgue en protesta por las nuevas limitaciones.
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